jueves, 20 de octubre de 2016

VOCES DEL AMANTE

RAMÓN BADARACCO





VOCES DEL AMANTE





CUMANA 2014





Autor: Ramón Badaracco
LIBRO: VOCES DEL AMANTE
Copyright Ramón Badaracco.  2012
Primera edición 2009
Correo y cel.
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Derechos reservados.
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Ilustración de la cubierta R. B.
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“En el principio existía el Verbo y el verbo estaba con Dios y el verbo era Dios. El estaba en el principio con Dios. Todo fue hecho por Él y sin Él nada se hizo. Cuanto ha sido hecho, en Él es vida, y la vida es la luz de los hombres, y la luz luce en las tinieblas, y las tinieblas no la sofocaron.


(Juan. 1.1)








CANTOS ESPIRITUALES

I


Estuve allí
Desde el principio
Cuando apareció el rayo
Rompiendo la oscuridad
-iluminando…
Tras las formas áridas

Estuve allí
Durante siete días,
Cuando el Creador tocaba
Por vez primera
El horizonte
De aguas virginales.

Entonces…
Vino la lluvia
Y los primeros rebozos:
Lirios en flor y margaritas
Y también escuché
La primara palabra…




II

Desde el principio
Soy la voz del amante…
Templo vivo del Creador,
Hecho de espacio y tiempo
Como la raíz, como la piedra.

Soy la verdad…
La poseo,
La proveo
Entre las gentes,
En soledad,
En las edades.
Se materializa.

Escuché la voz
En la tiniebla
La palabra tomó forma
En cada parto
La palabra y el tiempo
La elocuencia,
La sabiduría engendrada
La iluminación…
El genio
Que es el mismo Dios
Manifestado.

Todo está en mí
Soy un retoño de Dios
De la Pachamama
Engendro de Dios
Que hace la vida.


III


Nada me es ajeno
Soy la roca
Y la forma
Parte insustituible
De las cosas:
Él las impetró en abundancia

El rio discurre
Por los prados
Entre piedrecillas
Miríadas de pececillos
Besan mi piel
Crece la palmera
La gaviota rasga la blanca nube
El colibrí liba en el granado

El Creador esta cerca
En cada gota
Que lava mi piel
Lo presiento.




IV


En la hora de la oración
El sol declina en el ocaso
La luz crepuscular
Pinta en las nubes
La imagen divina

Levanto los ojos
A lo lejos atisbo el follaje
Sobre una piedra en el río
Allí está Él, lo presiento
Penetra en mi alma
Oro en el silencio
Siento su poder.

Él escucha mi voz
Cierro los ojos, siento su resplandor
Arde en mí
su luz me ciega me quema…

Obtuve la plenitud del amor.




V


Durante ese rato de paz
Entra sonriente la mañana
Recostado en las arenas
En el regazo del río de aguas quietas
en la hora de oración
De rodillas en la misma piedra,
El agua salpica mi rostro;
La fe y la paz me poseen,
Estoy en presencia del Señor
Los pajarillos lo anuncian
Con sus trinos y su alegría


Levanto las manos hacia Él
Con mis ojos cerrados…
Trato de tocarlo
Una luz serena se apodera de mí,
La gracia divina invade mi alma;
Y… mis ojos abismados
Contemplan el rostro de mi Señor.

VI


¡Oh Señor…!
Otra vez en mí… yo en ti…
El sol besa lento
En la línea azul del mar.

Contemplo…

Nada existe sin ti
Y nada sin mí.
.
Todo es amor…

Como el Apamate florecido
Entre los árboles silvestre
VII


Padre en tu obra
Todo, todo armoniza

En el agua
En las plantas
En los animales
En la piedra
En el espacio
Estas tú
Fuente inextinguible de ternura,

El amado,
El lirio de Serón.

Aquel que dijo:

“Yo les aseguro que verán
El cielo abierto y a los ángeles
De Dios subir y bajar
Sobre el hijo del hombre”

La piedra desechada
El amado.

VIII

Escucharemos su voz
Como Abrahán
Su voz misteriosa y recóndita
Voz que penetra paredes de acero
Que nos habla y advierte

La palabra que orada
La roca más dura y nos llama
Y bendice y enseña
Él nos dio su don de sabiduría

Dios es la tierra que se abre
Para que brote el manantial;
Es el rayo de sol
Que se quiebra
En la gota de roció;
En la rama donde canta el pajarillo
Y abre un capullo el rosal;
En la hojarasca que arrastra el viento
Y sive de nido al gusanillo,

Todo esta previsto
Por su amor y ternura

Amar al amado…

Un pensamiento,
Una idea
Una oración

Es el racimo de uvas
De las viñas de Engaddi.



IX


Todo en derredor se ilumina,
Toda la gracia se desborda
Y cobra vida.

El buen Dios
Que todo lo prevé,
Rompe el silencio
A su manera.

Es el equilibrio…
Ese pajarillo
Que endulza la mañana
Con su breve canto
Nos anuncia el día
Que el sol omnipotente
Pronto llenará de luz.

Radiosa la mañana,
Extiende su imperio
Sobre todas las cosas
Y una luz interior nos guía.

Es la hora de la oración.
¡Hijo mío, toma el rosario
¡Y dale gracias al Creador!  …

¡Gracias Señor gracias
Por despertarme y ver
¡Otro amanecer!






CANTOS DE AMOR


I.

Vivir en el
Amor del Creador…

La madre también duele de amor.

Cuando vuelvas,
Si ella te llama,
Si está callada,
Si suspira…
Échate a sus pies,
Pon la cabeza en su regazo;
Déjala que peine tus cabellos
Con sus dedos;
Déjala que llore,
Que sus lágrimas
Caigan en tus mejillas.

Ella moriría por un beso tuyo…

Bendice al Señor
Alma mía… Bendícelo…





II


La madre duele
De ausencia

Piensa en ella
Como piensas en Dios.
Ella cree que te ha dado poco
Y es mucho de lo poco
Que tiene.

Ella suspira…
No trates de entenderla
Es solo amor.

Si la encuentras airada,
No hagas caso…
Acércate, acércate despacio…
Bésala… No le digas nada…
Bésala, que es puro amor.


III


El amor del padre
Es como la justicia de Dios.

Si te reprende…
Escúchalo con respeto

Si te castiga…
Acéptalo con resignación.
Aunque te duela,
Aunque te parezca injusto
Y amargue tu corazón;
Piensa en Jesús crucificado
Y su paz.

Cuando se calme,
Sus ojos se llenarán de lágrimas;
Entonces bésalo, bendícelo;
Llora con él.

Está airado,
El Señor le traerá su paz.


IV


El vientre de nuestra santa madre
Es bendito como el de la madre de Dios.

En familia todos somos uno
En el amor de Cristo.
Amémonos como Él nos dijo.

No le reproches nada
A tu hermano.
No importa como es.
No lo hagas tú.
Busca el amor que guarda
En su corazón.

Ora al Señor,
Ora con insistencia…
Pídele que Él te escuche.

Ya verás como
Vuelve el hermano pródigo.
Entonces habrá alegrías
En el cielo y en la tierra.




V



Hijo mío practica la caridad;
Anda, camina por los senderos polvorientos;
Por las calles…
Mira en las esquinas:
El firmamento…
No busques la estrella…Se tú.

Ves! allí está el mendigo de siempre,
Con su mano pedigüeña;
No levantes la vara…
Míralo bien… Es El Señor…
“Sírvelo con temor…”

Acércate, dale tu palabra
A cambio de su mano;
Siéntate a su lado,
Comparte su pan.
Mira en sus ojos;
Saca tu pañuelo
Porque también brotarán
Diamantes de los tuyos
Y su luz te deslumbrará.


V


Si tus ojos no ven
Tú espíritu no siente
Permaneces sordo y ciego
Si nunca has pensado en Dios…
Detente…
Ha llegado la hora del amor…
El momento de orar…

No estás solo,
Escucha la algarabía…
Sal por las riveras del río,
Camina por los campos llenos de luz,
Levanta los ojos.
Mira los astros rutilantes;
En todo hay vida…
La vida te responde.

Piensa y encontrarás
Todas las respuestas.
Él esta allí…
Espera…
Es el amor,
La sabiduría.

El espíritu es inmortal,
La vida es inmortal.
“Nuestra confianza en Dios
Es total”.
Escucha a San Juan.


VI


Si te acercas a la charca
Y el agua, espejo de luz,
Refleja tu imagen pecadora…
Detente, eleva al cielo
Tu plegaria… Es tiempo…

Busca consuelo…
Colma tu alma de ensueños…
El Señor espera por ti,
Debes vencer.

Tu lucha no ha terminado,
El camino es largo, no te detengas.

Bendice al Creador,
Bendice al que te dio luz
Para vencer y ganar la vida eterna;
Bendice tu fuerza interior,
No importan las derrotas,
Si puedes levantarte.
La batalla apenas empieza,
El premio es la eternidad.

Recuerda: “Hoy mismo estarás
Conmigo en el Paraíso”.





VII



I

Él te llama, no temas. Acércate…
El Señor está contigo…
Háblale, pídele, consuélate,
Todo vendrá en tu auxilio.
Desde el cielo bajaran los ángeles;
Y en forma de paloma
Verás el espíritu de Dios.

“Tú eres mi hijo, el predilecto;
En ti me complazco”.

Aparecerán todas las cosas,
Y no morirás…

Te lo digo, como lo dijo Juan:

Obtendrás una gran victoria.
El amor es invencible.











II


No dejes pasar la oportunidad
Que te brinda el Señor…

Acude presuroso a su encuentro
El está allí…. Es su voz….

Es el mismo…
Indudablemente…

Acércate al fuego, a la zarza…
Arrodíllate y no abras los ojos;
Descúbrelo en tu corazón…

Entrará tanta luz…



III


No tengas lástima, ni temor
Del prójimo…

No te levantes ante el Señor…

Se compasivo…

No somos iguales;
Pero nos une el amor
En Dios, en Cristo, en la Virgen.

Si pones barreras,
Nunca entrarás en su corazón...


IV



Eres misionero…. Obsérvalo…
Camina airoso, retador…
Osado, aventurero,
Pero callado y sabio.
Se nota que un mal lo aqueja..
No importa, pide por él
En soledad, en el Sagrario.

Sus palabras y hechos
No deben molestarte…
No lo perturbes,
Pues te alejas del Señor…

Si es bueno o malo,
No lo sabrás nunca
Si no abres la ventana
De tu corazón.

La vanidad, la indiferencia,
A veces oculta un corazón sencillo.
Descúbrelo, habla con él…

Invítalo, y tal vez,
Se sienta en el último puesto.
Es fácil llevarlo de la mano
Hasta la mesa del Señor.



I

Hijo mío no te detengas
Camina por la vida.
Lee, estudia, experimenta.
Ahora es fácil verlo todo,
Pero la materia… puede crear materia,
Pero no la sabiduría… Solo Dios.

Los años,
La observación.
El interés,
Enseñan más…
Somos los testigos
Los intérpretes
Del Creador.

Contempla las maravillas…
Asómbrate…
Busca las estrellas
Arrodíllate ante el Sol y la Luna.

Entra a los bosques
Pídeles permiso a los santos
Como hacían los sabios piachas.
Húndete en los ríos,
Duerme en sus arenas incontaminadas

Pero, solo dentro de ti
Lo encontrarás.


II


Él esta entre nosotros…
No grita, no clama, su voz
No se escucha por las calles;
No rompió la caña resquebrajada,
No apagó la mecha que aun humea;
Pero si promovió la justicia
Y nos dejó la luz que nunca se apaga.

Acrecienta tu amor,
Busca la paz.

En cada hombre harapiento
En cada niño solitario
En cada hogar roto de aguacero
Pero iluminado
Por la misericordia de Dios.

Todos somos uno en el amor
Dame tu mano de mendigo
Toma mi mano de alfarero.

Ven caminemos juntos…







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