domingo, 16 de octubre de 2016

SELECCIÓN DE POEMAS


RAMÓN BADARACCO.





SELECCIÓN DE POEMAS
                    






POEMA PUBLICADO POR LA REVISTA”ORIENTE UNIVERSITARIO” DE LA UNIVERSIDAD DE ORIENTE   EN 1964.



ESQUEMA PARA

LA POESIA DEL HOMBRE.
I
La vi crecer
Desde su tallo ínfimo,
Cubrir de flores
Toda la pradera.
Las garzas de regreso
Me miraron
Al perderse en el poniente
Mi estatura.

Más flores vi
En el virginal camino
Desde lo alto
El relieve de la playa
El sol quemaba
Las espumas nítidas
Hay algo tuyo
En mi pensamiento;
Elevación del hombre
Sobre la materia
¿!Qué pequeña
Esta cárcel podrida!?
Soy tan alto  como las estrellas
Y desde allí miro las hormigas.
¡Qué testigo más fiel,
Este yo presente
En todas mis intenciones!
                                       ¡Qué hermoso este capullo,
Este aroma!
¡Que absoluto
El vuelo de la gaviota
II
Soy una fibra vertical y tensa
Mi voz sonora y antigua,
La sabiduría brota y crece
Como agua de manantial.
Tengo los ojos abiertos
En todos los nacimientos
Y aun en las oscuridades de la noche
Cuando solo iluminan las estrellas.
En medio de las tinieblas
Sé lo que dicen los siglos,
Por encima de mis ojos
Aprendo y presiento;
Fuera de mis órbitas
Leo en todo lo creado.
Estoy dormido   y mi espíritu
Se remonta como águila
Por el espacio infinito
Más alto que la cumbre
De toda montaña.
¿Materia, solo materia?
Espíritu y materia,
Creación, evolución,
Infinito, vivir, morir,
Soñar, resucitar...
Soy una dimensión vivo,
Una dimensión muerto,
Eterno porque me uno a los átomos.
Voy hacia mi presencia
Con mi equipaje de sueños,
Con lo bueno y la maldad
Recogida en todo campo.
III
Desde el fondo de mí
Hablo a todos los hombres;
Quiero mostrar mi camino
Para que transiten por él.
Soy una palabra, una idea,
Eterno en lo puro
Repetido invariablemente.
No quiero levantarme
Para ser árbol o vereda.
Es difícil sobresalir
Entre todos los buenos,
Los correctos, los íntegros.
Soy una planta de trigo
Con sus frutos y espigas.
Me prolongo en la carne,
Soy la multiplicación y la vida.
Recuero mil siglos por mil
Y digo toda la verdad
Que subsume en mi aliento.
IV
Soy parte de Dios que me ha creado
Doy testimonio de El
Más tengo que decirlo
Con una voz que todos oigan
Porque soy común
En cada nacimiento.
El hombre es sencillo como la luz,
Silencioso como el pensamiento
Alto en imitación a Cristo
Gregario como  rebaños indistintos.
Amo lo recto y sobresalgo,
Soy virtuoso,
Prudente, sabio, me siguen.
Dos personas unidas,
La muchedumbre.
Dos personas unidas,
El pueblo.
Los gobernados son nuestros hijos
Y los hijos de nuestros hijos,
Entonces diré soy el líder,
Soy el pueblo en mi espacio limitado
Me acatan, entonces digo soy el rey
V
En mi espíritu
Cobra forma el pensamiento
Y el amor puro.
En la brisa, en el espacio,
Presiento tu estancia dimanante.
En los ríos, en la montaña
En la claridad del cielo
En las flores en las aves,
Naces cada vez que amanece
En ti todo se ha realizado.
Creador de lo mío
Lo que se ve desde el fondo mismo.
Toda la luz 
 Que penetra en mí,
Toda la poesía de la naturaleza,
Todo el amor que nace y crece.
¡Eso eres TU Señor
De los cielos y la tierra!
Soy el testigo orante
De todo lo creado.






Selección de textos de Ramón Badaracco, publicados en el libro “CIEN + 20  poetas orientales”. Antología editada por el gobierno del estado Anzoátegui, durante el gobierno del poeta Tarek William Saab.  Del Fondo editorial del Caribe,  dirigido por  Fidel Flores  y el Consejo Consultivo-seleccionador:  formado por el excelso poeta Gustavo Pereira, y Freddy Hernández Álvarez, Ramón Ordaz y Chevige Guayke. 


ESQUEMA PARA LA POESIA DEL HOMBRE

I
La vi crecer
Desde su tallo ínfimo,
Cubrir de flores
Toda la pradera.
Las garzas de regreso
Me miraron
Al perderse en el poniente
Mi estatura.

Más flores vi
En el virginal camino
Desde lo alto
El relieve de la playa
El sol quemaba
Las espumas nítidas
Hay algo tuyo
En mi pensamiento;
Elevación del hombre
Sobre la materia
¿!Qué pequeña
Esta cárcel podrida!?
Soy tan alto  como las estrellas
Y desde allí miro las hormigas.
¡Qué testigo más fiel,
Este yo presente
En todas mis intenciones!
                                       ¡Qué hermoso este capullo,
Este aroma!
¡Que absoluto
El vuelo de la gaviota!


DIEZ POEMAS DE AMOR Y UN SONETO DISPERSO.

POEMA  V

Puedo rescatar
De las palabras
Tu ausencia
Y tú nombre
Y recorrer con ellos
Las cosas donde yo existo
Puedo recordar
En la noche
Tus ojos inmensos
Mirándome desorbitados
Puedo recordar
Mi propia angustia
Al sentirte lejana,
Dolorosamente lejana

Partir sin pensar en el regreso
Caminar bajo la bruma
Bajo los copos blancos
Al lado de los esqueletos
Partir de lo mío
Y de lo tuyo
Del eterno presente
Al pasado que vive
Adiós, recostada al espacio
Pegada a mis ojos
Anudada en mi garganta
Y en cada onda
Adiós besada
En mis sollozos
Buscada en mis lágrimas
Y en el eterno
Regresar de las olas.







TE TENGO PRISIONERA


En el milagro del río
El molino y el cerezo
Te sentí mi prisionera

En mis pupilas
En el cántaro rubí
Quebrado en la cintura
De la negra
En el golpe de agua tibia
Más allá de la acequia
Del parral y el nido
En el canto tempranero
De la paraulata
El vocerío y el aljibe
Y el olor a estiércol
Llegando a los corales

Te sentí mi prisionera.

Desde mi nacimiento
Te tengo prisionera
En mis pupilas
Tú sabes que fui goloso
Y en tu seno bebí
Todo lo que ahora te prolonga.

Te tengo prisionera
Bajo las uvas y almendrones,
En todo tejado
En el musgo de los rincones
En cada grito
Que pronuncia tu nombre
En cada gesto
Que te devuelve intacta.








MAHATMA GANDHY

Ni una gota de sangre
Pero tampoco lágrimas…
Caminaré hasta el Himalaya
Allí colocaré mi bandera.

En el corazón de cada hombre
Prenderé claveles
En una orgía sin nombre
Agitaré pañuelos blancos
Desde un monte de olivos
Repetiré sermones y parábolas
Pero eso si…
Ni una gota de sangre
Pero tampoco lágrimas.

Robaré un puñado de sal
Y todos podrán hacerlo
Cuando esté lista la conciencia
Y los hombres desarmados
Cuando haya multitudes quietas
En caminos sin fronteras.

Cuando una bala inocente
Haga raíces en mí
Y entregue mi cuerpo a la buena tierra
De las cenizas surgirá un ejército
Que enarbolará claveles
Pañuelos y palomas
Pero eso si…
Ni una gota de sangre
Pero tampoco lágrimas.





DEL LIBRO DE LAS PARABOLAS.


IV

Indagué en el pasado
de toda piedra
sus lados verticales
semejan agujas
incrustadas
en el pasado
que me grita y
dialoga conmigo.
Puedo leer las edades
todos los arcanos
gravados como una cinta
y repasarlos así
desde la previda cámbrica
dormida y somnolienta
Escuché las trompetas
De Marte
Advertí la pesadilla
                                                      Dolorosa  y alucinante
Los fantasmas se sumergen
En éxtasis incomparable
Y lujuriante.
No puedo dejar de sentir
La tristeza Einsteniana
Por el hongo de fuego
Los mil millones
de años del cactus
y mi propio camino olvidado,
porque no me gusta estar
entre perros rabiosos
si no en los espacios luminosos
en la tarde y el tiempo
cuando danzan las estrellas





Selección de textos de Ramón Badaracco, publicados en el libro “NUEVA ANTOLOGÍA DE POETAS VENEZOLANOS ( nacidos entre 1930 y 1960) del excelso poeta y antologista venezolano JOSE ANTONIO ESCALONA ESCALONA.  AÑO 2001.


FLORECERAN ROSAS



Otra vez florecerán
Rosas en mis heridas.

En la noche pesadilla
Maldeciré luceros
En cada hombre frío
Contaré ausencias
Y en cada retoño
Buscaré mi regreso.

Ganaré a cada grano
De trigo una sonrisa pura
Mi sangre no tocará
Una sola huella
Marcharé y brindaré
En la mesa, donde una mujer
Esté buscando dolores
En el campo de batalla.

No quiero soldados
Forrados de hojalata
Que digan una oración
De perros inflamados.
Yo quiero una mujer
Con un libro en la mano
Una vela encendida
Una débil sonrisa
Que cubra mis ojos
Con un pañuelo blanco

Y otra vez florecerán
Rosas en mis heridas


LA CONQUISTA

Tam tam tam tam
Tam tam tam tam
Airó airó airó airó

El Viejo piache nos dijo
Del mar vendrán dioses
De pálida faz, cual luna dolorida…
Ellos traerán la sabiduría.
Inca tu cruz en mi ombligo
Levanta el nuevo altar
Apaga el fuego de los ídolos
Esparce las cenizas patriarcales
Escoge las vestales vírgenes
Vierte su sangre germinal
Santifica en el templo del viento
Bajo las ojivas forestales
El advenimiento de tu Dios blanco.
Corta en tu brazo, une tu sangre
con mi sangre…Hermano…
mis caciques son amos de los ríos
mares y montañas…
Nuestra cuna es la tierra
Nuestro techo,  las estrellas
Aprendimos el lenguaje
del río y del trueno
del canto de los pájaros
del rugido del jaguar
A dios lo adoramos
En el templo infinito de la noche
El Sol la luna y las estrellas.

Tam tam tam tam
Tam tam tam tam
Airó airó airó airó





DEL LIBRO DE LAS PARABOLAS
I
La noche
Espejo de luciérnagas
Resbala en mi cuerpo
La silueta de la gaviota
Buscando mi aliento inmortal
Revives en la aurora
Anidas y te reproduces
En un átomo de claridad

En la bucólica aldea
Solo encontré parásitos
Caracolas carcomidas
Y huevos de tortugas ciclópeas
Emergí del mar
Te vi con toda lucidez
En tu tranquilidad de algas
Suspendido el ritmo
Besando los restos
Del naufragio
Ahora en la noche
Escucho voces antiguas

EN LA REVISTA DE ARMJANDO BELLO, “TEXTOS SOBRE LA CIUDAD COMO OBSESIÓN”. Cumaná 1996.

LA FUNDACIÓN

Udla Há…
Padre del Pueblo Kaima Caribe
Nos enseñó la doctrina.
Schy…
Luz de la mañana
Con la fuerza irresistible
De sus ojos
Rompe los hechizos de Nuna
Madre de la noche y las cosechas.
Calienta la tierra húmeda
Y nos da la erepa.
Abre nuestros ojos
Y pone música
En el pico de Turpial, el Constructor.
Udla Há…
Padre del pueblo Kaima
Quiso castigar a Nuna
Y envió al guerrero indomable
Ahisa Hamá
El Constructor se enamoró de Nuna,
reina del destino y la noche.
Nuestro padre, justiciero,
Ordenó el castigo del Turpial,
Lo convirtió en lucero,
Para que siempre,
Besando sus sandalias de oro
Al paso indetenible de las noches
Persiguiera a Nuna sin tocarla.
Nuestro padre Udla Há
Fue tras él  y perdió en la batalla
Pero su hijo Kudada, el Valeroso
Convocó ejércitos celestiales
Y lucha por las noches entre tormentas
Contra el gigante Kuamashi
Se oye el fragor del combate
Y llega hasta el pueblo Kaima
El llanto de las vestales.
Udla Há regresará victorioso
Cuando Hudada en la batalla
Del final del tiempo
De muerte al tirano Kuamashi
Enemigo de nuestra raza
Rey de las tinieblas
Que pueblan el espacio.
Con sus rallos terribles
La noche se retirará para siempre
Reinara la luz, desaparecerá la muerte
Dinos ¡Oh venerable enviado!
¿Eres tú Udla Há
Padre de nuestro pueblo?


II
Tam tam tam tam
Tam tam tam tam
Airó airó airó airó
El Viejo piache nos dijo
Del mar vendrán dioses
De pálida faz, cual luna dolorida…
Ellos traerán la sabiduría.
Inca tu cruz en mi ombligo
Levanta el nuevo altar
Apaga el fuego de los ídolos
Esparce las cenizas patriarcales
Escoge las vestales vírgenes
Vierte su sangre germinal
Santifica en el templo del viento
Bajo las ojivas forestales
El advenimiento de tu Dios blanco.
Corta en tu brazo, une tu sangre
con mi sangre…Hermano…
mis caciques son amos de los ríos
mares y montañas…
Nuestra cuna es la tierra
Nuestro techo,  las estrellas
Aprendimos el lenguaje
del río y del trueno
del canto de los pájaros
del rugido del jaguar
A dios lo adoramos
En el templo infinito de la noche
El Sol la luna y las estrellas.
Tam tam tam tam
Tam tam tam tam
Airó airó airó air


III
Tam tam tam tam
Tam tam tam tam
Airó airó airó
Aquella mañana
En la orilla incontaminada
Dos sombras avanzan,
Una larga cruz de hierro
Un color de sol
Un color de lucero
Claros lo ojos
Ronca la voz.
Los hombres de bronce danzan
Una sibila cautiva visiones
Y el caique invulnerable, aguarda
Fija la mirada
Vio aparecer las velas
En el blancor impávido
El susurro trémulo
Transmutose en eco
Incomprensible y factico.
La litúrgica voz
prendió fuego irresistible
con la magia de la cruz
El caique de bronce
El cacique invicto
De amor sometido
Cambió por cadenas
Su trono de selvas
De horizontes infinitos
De tiempos
Loa cohorte gozosa
Huyó de la sibila triste
Y en rito bizantino
Se dio nuevo nombre al cacique
¡Don Alonso…!
En el nombre del padre
Y del hijo
Y del espíritu santo… amén.
Tam tam tam tam
Tam tam tam tam
Airó airó airó


Poema publicado por Jesús Torres en el papel literario “Angoleta” del diario La Región  en 1981.

EL POETA

El poeta es pan
Es arcilla
Pluma de colibrí
Una pizca de azul
Un poco de sol
Una rendija de luz
Un poco de tiempo
Un pedazo de papel
Un creyón.

La pesada puerta
Tengo sed
Déjame estirar las piernas
Escayoladas
Déjame respirar la brisa
Sácame de este negro muro

                                                         Muéveme un poco

                                                    Para ver por el trasluz

Deja que mi amigo
Recite un poema
Deja que su manos
Peinen mis cabellos
Deja que otra mano
limpie mis heridas
y...
tengo frío
enciende más leños
cubre con mantas mi cuerpo
si...
tengo
hambre
dame un poco
llama a mi madre
déjala estar a mi lado
un minuto antes y otro después
déjame anotar el día de mi muerte


EN LA REVISTA  ¨ARFADA¨ DE LA ASOCIACIÓN DE ESCRITORES DE VENEZUELA.  

TEXTOS RECTANGULARES


En todas las palabras encontré yo, el mismo significado misterioso,
El recuerdo onírico que atormenta al sabio intérprete de huesos,
Rastros de trilobites, tortugas ciclópeas estratos calcificados.
Detrás de la conciencia hay una explosión de átomos atrincherados.

Cuantas veces he pensado en la guerra, y creo en ella como en un monstruo japonés que me divierte, pese a mi resignación y lágrimas.
Indague en el pasado de toda piedra, sus lados verticales semejan agujas incrustadas en el pasado que conversan conmigo. 

Puedo leer en ellas las edades, todos los arcanos como en una cinta, y repasarlos desde la previda cámbrica, dormida y somnolienta.
Escuché las trompetas, advertí la pesadilla dúctil y alucinante.
Los fantasmas se sumergen en éxtasis incomparable y lujuriante.

No puedo dejar de sentir la tristeza Einsteniana por el hongo de fuego y los mil millones de años del cactus; y en  mi propio camino olvidado; porque no me gusta estar entre perros rabiosos, sino en los espacios luminosos, al vuelo de la tarde y el tiempo, cuando danzan las estrellas.   




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