viernes, 7 de octubre de 2016

OCTUBRE. MEMORIA HISTÓRICA DE CUMANÁ.


OCTUBRE 2016

TÍTULOS

1-10-1815. COMANDANTE JOSÉ CARLOS PEÑALOSA. JOVEN MÁRTIR DE LA EMANCIPACIÓN.

2-10-1777. GENERAL EN JEFE, FRANCISCO VICENTE PAREJO. 

3-10-1912. TELARES DE CUMANÁ. DATOS DE ESTA IMPORTANTE INDUSTRIA 

 4-10-1811. EL IMPERIO INICIA SU OFENSIVA ATAQUE NAVAL CONTRA CUMANÁ.

5-10-1906. GENERAL Y Dr. AQUILES  ITURBE

6-10-1825. EL MARISCAL HONRA A CUMANÁ.

7-10-1834. Dr. MARCO ANTONIO SALUZZO CASTILLA. EL  GRAN ORADOR

7-10-1856. EL GENERAL VALENTIN GARCIA – EL “VALENTÍN VALIENTE”.

7-10-1834.  NATALICIO DE  MARCO ANTONIO SALUZO

8-10-1741.- COMBATE NAVAL EN LA CUMANÁ COLONIAL.  

9-10-1773. EL RECTOR DR.  JUAN MARTÍNEZ ALEMÁN.

10-10-1835. EL ILUSTRE POETA JACINTO GUTIÉRREZ COLL.

12-10-1892.- CRISTOBAL COLÓN DESCUBRE EL NUEVO CONTINENTE

12-10-1886. SILVERIO GONZALEZ VARELA. RECTOR DEL COLEGIO NACIONAL DE CUMANÁ 

12-10-1521. SE INICIA EN SANTA FE PROVINCIA DE CUMANÁ LA RESISTENCIA INDÍGENA.

12-10-1922. MONS. DR. SIXTO SOSA OBISPO DE CUMANA. 

13-10-1869. “LA DIANA”. BISEMANARIO DE SILVERIO GONZÁLEZ.

14-10-1815. FUSILAMIENTO DEL CORONEL JOSE RIBERO. MARTIR DE LA PATRIA.

 15-10-1816. BERMÚDEZ Y SUCRE EN OTRA BATALLA EN RIO CARIBE.

 16-10-1814. EL GENERAL EN JEFE MANUEL PIAR EN LA BATALLA DEL SALADO.- 

16-10-1822. SIMÓN BOLIVAR Y MI DELIRIO SOBRE EL CHIMBORAZO.

 16-10-1821. BERMÚDEZ Y LA  LIBERACION DE CUMANA.

17-10-1854. MUERTE DEL CORONEL  JOSE JERÓNIMO SUCRE.  

 18-10-1766. TERREMOTO EN LA PROVINCIA DE CUMANÁ.

 19-10-1818. LA IMPORTUNA DERROTA DE DOMINGO MONTES. 

20-10-1880. FUNDADOR DEL DIARIO EL UNIVERSAL, DR. LUIS TEOFILO NUÑEZ GÓMEZ.

21-10-1859. EL MAESTRO DE CUMANÁ SILVERIO GONZALEZ VARELA.

21-10-1766. TERRIBLE TERREMOTO EN CUMANÁ

22-10-1954.-Dr. JOSÉ SALAZAR DOMINGUEZ. PRESIDENTE DEL ESTADO SUCRE 

23-10-1903. MUERE EN CARÚPANO FRAY JOSÉ ANTONIO RAMOS MARTÍNEZ.

24-10-1825. EL PERIODISMO EN CUMANA. DETALLES SOBRE EL MÁS ANTIGUO   

25-10-1773.- NATALICIO DE DON  DIEGO DE VALLENILLA.

26-10-1667- EL CAPITAN GENERAL  Don JUAN BRAVO DE ACUÑA.

27–10-1824.- EL COLEGIO NACIONAL DE CUMANÁ
27-10-1830.  EL ILUSTRE POETA VICENTE CORONADO.  

28-10-1769. NATALICIO DE SIMÓN RODRÍGUEZ, MAESTRO DEL LIBERTADOR

28-10-1890.  EL MONUMENTO A SUCRE EN CUMANA.

 29-10-1854.- EL GRAN MÚSICO SALVADOR LLAMOZAS.

 30-10-1784 DR. JOSE GRAÜ MACHADO.

31-10-1520.  PROCESO DE RESISTENCIA INDÍGENA.

LOS DÍAS HISTÓRICOS

1-10-1815. COMANDANTE JOSÉ CARLOS PEÑALOSA. JOVEN MARTIR DE LA EMANCIPACIÓN.
En 1815 el General Pablo Morillo cumpliendo su objetivo de pacificar al Virreinato de la Nueva Granada  con fuerzas superiores y logró gobernarlo dictatorialmente pero por poco tiempo  El pacificador se hizo llamar y al parecer nadie se atrevía a retarlo  sin embargo el joven guerrero José Carlos  Peñalosa al frente de una guerrilla en fecha como esta derrota una avanzada  de ese ejército invencible en  la épica batalla de ”Juan de Solo”.
En ese año, se destacó este heroico paladín al lado de Domingo Montes, Jesús Barreto, José Ribero, Manuel Inocencio Villarroel, etc. Las  hazañas de estos líderes llenaron las páginas de la historia del año 15 de toda Venezuela y en esas victorias sonó su nombre Ellos señalaron el camino de la victoria.
El acucioso historiador Dr. Bartolomé Tavera Acosta sigue sus pasos y lo nombra tras la derrota de Piar en la batalla del Salado, cuando dice que “Tras la completa derrota de El Salado, el jefe patriota con José Francisco Azcue, José Rivero, José Carlos Peñaloza, Carlos Núñez, Juan José Quintero  sus hermanos, y otros oficiales más, se dirigen a Margarita, de donde pasa a Carúpano, convertido en refugio de los patriotas y en efecto lfue la indomable ciudad guerrera.
Quedo a cargo de la Plaza el coronel José Rivero con el carácter de Jefe Militar de la Plaza, y con él los hermanos  Quintero, con una escasa guarnición  mientras el General Manuel  Piar con su Estado Mayor y sus guerreros siguen persiguiendo a los reales  en las poblaciones de la península pariana.
Vuelve a citarlo Tavera Acosta, cuando dice que “Con La salida de los principales jefes patriotas, quedan las ciudades y pueblos del Oriente de Venezuela en poder de los realistas al mando de Morales, desde principios de enero de 1815, solo permanecen tremolando las banderas de la libertad  en esas regiones José Francisco Bermúdez  Carlos Peñaloza, José Rivero, y Juan Carlos Fouchet, y en las montañas de Yaguaraparo e Irapa, Manuel  Inocencio Villarroel, con los Centeno, Quintero, Mejía, José Antonio Vívenes, en las ásperas serranías vecinas al extenso valle de Cumanacoa; y los Monagas, Zaraza, Infante, los Barreto, los Rojas, Lucas Carvajal, los Blanco, los Hernández, Carlos Padrón, Manuel Vicente Parejo, los Sotillo, Barroso,  y cien más, que no se someten tampoco y continúan en las llanuras orientales alentados por el ideal de independencia patria. Así mismo Sedeño en las regiones orinoqueñas y Páez en el Alto Apure.
Contrayéndonos a quienes quedan en la provincia cumanesa, cabe decir que Manuel Inocencio Villarroel, Peñalosa y sus demás compañeros combaten en san Fernando el 26 de agosto de ese año; en la Acequia, el 28; en Cumaná, el 2 de setiembre; en Guaipía, el 5 y en Aricagua el 15. En el mismo mes de agosto, los patriotas comandados por José Carlos Peñaloza, toman la población de Guiria, en tanto que otros se adueñan de Maturín, aunque transitoriamente.
Los españoles estaban cansados de tal suerte que Morillo le escribía  al Rey, que peleaban dos y tres veces a la semana; que los derrotaban en un sitio y volvían otra vez sin descanso.
Al fin Peñalosa fue apresado, y, en el mismo mes y en la misma plaza en que sacrificaron al benemérito Coronel José Ribero, pasaron también por las armas a su valeroso compañero el Comandante José Carlos Peñalosa, nacido en Cumaná el 3 de noviembre de 1793, cuyos padres fueron  Juan de Dios Peñalosa, portugués, e Inés María López de Arjona. Mandáronle que se arrodillase, y sereno, apaciblemente obedeció, apartando antes, con sus propias manos amarradas con duras cuerdas, los abrojos que cubrían el suelo, y, alta la frente, con ánimo gritó ¡Viva La Patria!.., antes de recibir  la descarga mortal. 
  
2-10-1777. GENERAL EN JEFE, FRANCISCO VICENTE PAREJO. 
Nace en esta fecha en  Cumaná el General en Jefe Francisco Vicente Parejo, destacado soldado de la guerra de independencia. Dice en el Consectario de la Ciudad de Cumaná que “La familia Parejo de Cumaná cuyo progenitor fue el Capitán Alonso Parejo casado con doña Juana Rengel no dejó de ser extensa A ella pertenecía don Miguel José Parejo esposo de doña Juana Serpas Vetancourt   los cuales fueron los padres los cuales fueron los padres del Prócer de la Independencia General en Jefe Francisco Vicente Parejo que nació en Cumana el 2 de octubre de 1777 se casó en primeras nupcias con la señorita Guevara (familia del arzobispo Guevara y Vasconcelos) y en segundas nupcias Con Clatab Tersa Blasco Freites  que nació en Cumaná El General Parejo murió el 24 de julio de 1864  en Caracas donde residió por muchos anos

De familia distinguida entró muy joven a la carrera militar, en 1810, a los 33 años, figura en las filas patriotas con el grado de capitán.  Participó bajo el mando del General Francisco González Moreno, en la expedición de Guayana. En 1813 se incorpora al grupo de los 45 de Mariño y hace toda la campaña libertadora de la Provincia de Cumaná.
Eh 1814 participó bajo las órdenes de Piar en la batalla del Salado.  Se destacó siempre bajo el mando de Mariño, José Félix Ribas, Sedeño, Monagas, Urdaneta, Mac Gregor, y sobre todo con Bermúdez, en la Diversión sobre Caracas, epopeya que aún espera el lápiz y el pincel que la eternicen: Estuvo en los principales combates de Bermúdez: El Calvario, las Cocuizas, la Laja, el Rodeo y Santa Lucía; y luego con Bolívar, en el Estado Mayor del ejército Libertador.
Después de la independencia, Como ciudadano esclarecido, por su ilustración, ocupó las gobernaciones de Margarita y Barcelona.
Fue un guerrero patriota ejemplar, que repasó todos los empleos del ejército y recibió como premio todas las condecoraciones y homenajes, hasta el máximo grado del ejército.  Para eternizarse solo espera el bronce. Una calle del barrio de San Francisco nos lo recuerda siempre. 

3-10-1912. TELARES DE CUMANÁ. DATOS DE ESTA IMPORTANTE INDUSTRIA 

En este día de júbilo en la ciudad se escuchó el primer silbato previo a la Inauguración de los Telares de Cumaná, que se empezaron a construir en marzo de 1911, y si tardaba la instalación de las maquinarias, se perdía mucho dinero porque los ingenieros alemanes no pudieron venir a cumplir con el contrato de instalación de las maquinarias, y los propietarios estaban desesperados, buscando personal capacitado para tamaña empresa; pero veamos en la anécdota como se resolvió el problema,  y el personaje de esta ciudad prodigiosa.
Cuando iban a instalar los telares de Cumaná, los ingenieros alemanes no pudieron venir por causa fortuitas, los dueños del proyecto, los directivos y accionistas no encontraban como resolver el tremendo problema; entones, el Presidente de la firma, Sr. Francisco Braschi,  y el gerente Tomás Llamosas, inducidos por don Eulogio González Maneiro, Jefe de Almacenes, llamaron al empírico Ezequiel Freytes, famoso personaje de la picaresca cumanesa, mecánico intuitivo, que decía que no habia mecanismo que él no pudiese reparar, entonces  lo presentaron a la Junta Directiva, hablaron, él les dijo que tal vez podía hacerlo; le entregaron los planos, nadie creía que pudiera hacerlo, pero era la única esperanza.
Ezequiel se encerró en la oficina, y al otro día dijo: “Si puedo”. Puso sus condiciones, se las aceptaron, no les quedaba otro remedio, estuvo trabajando con dos ayudantes de su confianza durante 30 días, y al terminar llamó a los gerentes y les dijo. Aprieten ese botón y todo comenzará a marchar, desde ese momento fue el único mecánico que tocó aquella maquinaria maravillosa. Lo mismo pasó y lo hizo con el reloj de Santa Inés después del terremoto de 1929.   

Nadie conoció a Ezequiel como Ramón David León, veamos el perfil que escribe sobre el personaje en su obra “La Cumaná Eterna”:
         “Hay en aquel remoto ambiente cumanés otra personalidad que por lo que ahondó en mi afecto la llevo impresa en todo lo fraterno de mi sensibilidad: Ezequiel Freytes, compañero de correerías campestres, camarada insustituible de expediciones cinegéticas, asociado insoslayable en aventuras extramuros… Pocos talentos prácticos ni tan ingeniosos como el suyo. Fino, más bien alto sutilísimo y ágil; morenizado como estaba por el tremendo sol de la intemperie cumanesa, parecía un árabe. Estaba dotado de inmensa vocación para las artes mecánicas. No había en Cumaná máquina de coser, molino de triturar maíz o café, ni lámpara o aparato deficiente que no le encomendasen su reparación. Mi madre le tenía, por su hermandad conmigo, gran simpatía.  Con una vara de tubo de media pulgada, cierto resorte que él mismo fabricaba y una culata de madera que igualmente salía flamante de sus hábiles manos, construía algo muy parecido a un fusil que denominaba “mausin”. De que el artefacto llenaba a cabalidad su misión lo testificaban los conejos, pollos, gallinas y chivos descarriados que le ofrecían blanco a estratégica y clandestina distancia… Siempre contaba con la casa fresca en su vivienda, allá en la calle de La Ermita. Es decir, siempre disponía de cuartos de chivo que clasificaba como “venado”, de “patos de laguna bordoneros” que fueron incautos plumíferos de corral sorprendidos lejos de alojamientos más o menos domésticos. Pero, si nos ateníamos a las contundentes exhibiciones de pieles y plumas que el cazador mostraba con gesto displicente, todas esas piezas eran genuinas…  Sonriente, cordial y risueño, ágil de imaginación, con voluntad siempre dispuesta, Ezequiel Freites estaba también siempre presto a hacer un servicio, a ser útil. Entre los dos mediaba una camaradería de esas que solo se cancelan con la muerte.   

4-10-1811. EL IMPERIO INICIA SU OFENSIVA ATAQUE NAVAL CONTRA CUMANÁ.

Siendo Presidente del Poder Ejecutivo el General en Jefe Don Vicente de Sucre y García Urbaneja, Padre de la Emancipación de la Provincia de Cumaná, la  ciudad  fue atacada por la armada española bajo el mando del coronel don Lorenzo Fernández de La Hoz,  que venía de Barcelona, derrotado por el capitán de navío José Antonio Freites de Guevara.
 Este suceso, del cual tenemos muy poca información,  acaeció siendo Don Lorenzo, jefe del gobierno provincial en Barcelona, ya separada de la Provincia de Cumaná desde el 27 de Abril de 1810; sintiéndose suficientemente poderoso como para intentar someter a Cumaná, opta por invadirla con una poderosa escuadra a su mando. Se posesiona del mar frente a sus costas y acomete, sobre todo a las embarcaciones de pescadores y navíos de cabotaje, dominando las aguas territoriales de la provincia en las cuales permanece 22 días,  destruyendo además los barcos que de trasporte que comerciaban con la ciudad. 
Don Vicente  destacó entonces contra él, por tierra y por mar, con refuerzos de Margarita, un ejército poderoso de Cumaná y su marina de guerra, bajo el mando del intrépido marino y conductor de tropas, Coronel Manuel de Villapol, que obtuvo una contundente victoria.
A ese evento se refiere Don Vicente Sucre y García, cuando responde la demanda de rendición de Don Joaquín de Puelles.
El Coronel Lorenzo Fernández de León, vecino de Cumaná, casado con la cumanesa  María Sotillo de La Hoz, tenía el grado de Teniente Coronel  y era  Sargento Mayor de la plaza de Cumaná. Había despachado como Intendente de la provincia, en agosto y septiembre de 1809; participó entre los patriotas, en los sucesos del 19 de abril de 1810, en Caracas; pero se le tuvo como desafecto a la Junta Suprema allí creada aquel día. Después de perdida la primera República, fue propuesto en el Ayuntamiento de Cumaná, para ejercer el poder en lo militar, pero temiendo los representantes del pueblo que fuese a ejercer venganza por lo que había sufrido en diferentes oportunidades, por causa de los patriotas; exigieron los cumaneses ante el Ayuntamiento, que no se le diese mando en la provincia cuando pudieron hacerlo y las circunstancias lo permitieron; y eso acaeció cuando aceptaron  someterse nuevamente al dominio español en 1812; sin embargo poco se logró y don Lorenzo fue elevado a la jefatura de la provincia de Barcelona. 
 En 1813 esta al frente de un ejército que acude a Maturín se une primero a  Zuazola y después al propio Monteverde,  atacando a los patriotas de Piar, Azcue y Sucre, y es totalmente derrotado; y vuelve con Monteverde y es nuevamente derrotado.
Lorenzo Fernández de León, fue mimado por el Imperio, pero tuvo muy mala suerte con los patriotas, siempre fue derrotado.
5-10-1906. GENERAL Y Dr. AQUILES ITURBE.

Presidente del Gran Estado Bermúdez, Capital Cumaná, nombrado siendo presidente de la República el General Cipriano Castro, sucedió en el mando al General Andrés Aurelio Betancourt, del gran Estado Bermúdez, que comprendía el territorio de los estados de Oriente: Anzoátegui, Monagas y Sucre.  Gobernó  en el período de 1906 a 1908, permaneció en Cumaná un tiempo más, pero su familia y en especial su hijo el Ing. Aquiles Iturbe, se casó en Cumaná con Ernestina Fuentes, hija de don Manuel Fuentes, y ejerció no solamente su profesión, sino que mantuvo exitosamente la empresa de electricidad creada por su padre;  y, también fue un formidable profesor de matemáticas del Liceo Antonio José de Sucre, en cuya escuela se forjaron muchos ingenieros famosos.

El Dr. Aquiles Iturbe, progresista Presidente llegó a nuestra ciudad precedido de fama bien lograda en sus luchas políticas revolucionarias, y, se ganó el aprecio de nuestro pueblo por su empeño progresista, humanitario y sus ejecutorias. Por ejemplo en que lo recordamos, decretó y ejecutó la construcción de las aceras de las principales calles de Cumaná; a él, a su empeño por ver la ciudad tan luminosa como la llamó el poeta Tin Fernández, se  le  debe la primera planta de luz eléctrica y la iluminación por ese medio del centro de la ciudad.
El Dr. Iturbe se despidió de Cumaná el 25 de enero de 1908, el periódico “La Constitución”  de Federico Madriz Otero,  dice: “Por holandés, procedente de Carúpano, partió para la capital de la República el señor doctor Aquiles Iturbe acompañado de su honorable familia.
Lleva el Dr. Iturbe la satisfacción de haber cumplido a cabalidad los deberes que hubo contraído con los pueblos del Estado durante el tiempo que ejerció la Primera Magistratura Regional y de haber conquistado por ello el buen concepto público.
La apreciable familia del Dr. Iturbe  captóse las generales simpatías, y deja gratos e inolvidables recuerdos en el seno de esta sociedad que le distinguió, cual merecía, con elevadas demostraciones de estimación y de respeto”.
Federico Madriz, dice también de este gobernante: “Digno es de todas nuestras consideraciones no solo como elemento principal  en la política Restauradora cuyos grandes ideales sustenta con entusiasmo y legítimo orgullo, sí que también, como persona de levantados quilates sociales, que ha conquistado gratas simpatías en esta tierra donde ocupa un puesto de altos y honrosos merecimientos y deja recuerdos imperecederos de su franca amistad.
   Todavía es mayor nuestro acendrado cariño y estimación; porque como Magistrado  acató y trilló la senda de la ley durante el período en que dirigió los destinos de este importante Estado y como ciudadano, respetó todos los fueros sociales satisfaciendo con su fina y exquisita educación todas las solicitudes que le fueron encomendadas.
Y don Federico no era fácil de soltar prendas.
6-10-1825. EL MARISCAL HONRA A CUMANÁ.

En esta fecha el General en Jefe Antonio José de Sucre, Gran Mariscal de Ayacucho, dona a la ciudad de Cumaná, con una emocionada epístola,  la guirnalda de oro y la pluma con que la municipalidad y el pueblo  de Cochabamba, premiaron  al fundador de la República de Bolivia, que  dice:
A la muy ilustre municipalidad de Cumaná, etc..
En medio de los favores que la fortuna ha querido dispensarme en la guerra al sur de Colombia y la del Perú, jamás he tenido sentimientos más agradables que los recuerdos de la tierra de mi nacimiento. Yo no decidiré cual objeto me ha estimulado más en mis trabajos militares, si el patriotismo, la gloria o el anhelo de buscar la paz con la esperanza de que ella me restituya donde mis amigos de la infancia. Puedo sí asegurar que Cumaná nunca se separó de mi corazón.
            Después que una espléndida victoria llenó en el Perú los votos del ejército Libertador, con cuyo mando he sido honrado, fue un sagrado deber presentar memorias de amor y respeto a la república; nuestros trofeos están remitidos al gobierno supremo, y satisfecha esta agradable obligación, vuelvo los ojos a mi país para cumplirlo también. Pongo pues, en manos de V. S. M. I. una corona de oro que me regaló Cochabamba al entrar en aquella ciudad, la cual no tiene otro valor, que ser el sencillo presente de un pueblo entusiasta por la causa de América, y destinada a un cumanés que ha venido a obtenerla combatiendo constantemente por la libertad bajo las armas de Colombia, a dos mil leguas de su Patria. 
El Colegio de Cochabamba me obsequió una pluma de oro para que mis hijos escribiesen las glorias de Ayacucho, yo la destino con mucho más placer a que con una pluma de oro del Potosí escriban mis paisanos las páginas brillantes que caben a Cumaná en la historia de la Revolución, y los sacrificios heroicos de un pueblo generoso en la guerra de la Independencia.
Dígnese V. S. M. I. aceptar la distinguida consideración con que soy de V. S.- M. I. atento humilde servidor.
                                                              Antonio José de Sucre
Recopilada  por don Vicente Lecuna.

7-10-1834. Dr. MARCO ANTONIO SALUZZO CASTILLA.
EL  GRAN ORADOR
 Nace en Cumaná este poeta extraordinario, hijo de don Agustín Saluzzo y doña Crispina Castilla. Dejo muchas obras escritas entre ellas “Estudio sumario acerca de la literatura Hebraica”. “Los tres máximos oradores griegos. Fue miembro fundador de las Academias Venezolanas de la Lengua y de la Historia. Su talento se hizo sentir en Caracas, sobre todo en sus discursos que rebosaron sabiduría. .
            Miembro fundador de la Academia Nacional de la Historia.  Considerado como el más alto orador Cumanés de todos los tiempos, que es decir bastante porque fueron muchos lo cumaneses que se destacaron en este arte: veamos algunos nombres: Andrés Eloy Blanco, Estanislao Rendón, José Silverio González, Jesús María Morales, Mauricio Berrizbeitia, Pedro José Rojas, Claudio Bruzual Serra, José Fernando Núñez, José Vitorio Guevara, Manuel Antonio Martínez, Pbro. Federico V. Mendoza, Jesús María Espíndola, Domingo y Marco Tulio Badaracco Bermúdez, Arturo Guevara, Rafael Bruzual López, Eliso Silva Díaz, Juan Miguel Alarcón,        

Nació este hijo ilustre de Cumaná, el siete de octubre de 1834. Fueron sus padres don Agustín Saluzzo y doña Crispina Castiya de Saluzzo.

Se unió en él, el talento, la educación, la sabiduría y la modestia. Brilló como orador y se le tiene entre los mejores de Venezuela. Dejó a su muerte una producción literaria abundante y selecta: Las Mesenianas, Esbozos y Versiones, Estudio sumarios acerca de la literatura Hebraica, Los tres máximos oradores griegos. Tradujo del francés el drama de Copée titulado Severo Torrell””.
Alberto Sanabria dice de él, que su vida fue ejemplar, aureolada de cristianas virtudes, paradigma de caballero y de íntegro y patriota. Lo llama hijo espiritual de Grecia, dice, uniose en él, el talento a la educación, el saber a la. Su gentil hombría lo perfila como un tipo de selección, digno de haber frecuentado el Partenón y los jardines de Academo.
Dedicó lo mejor de su existencia a la noble carrera de las letras. Romántico por naturaleza y por la época en que le toco actuar, dejó a su muerte una producción abundante y selecta:
Dice Sanabria, Las Mesenianas, que en Francia tuvieron por cultor a Casimiro Delavigne, y en Venezuela al gran escritor don Juan Vicente González, llenan uno de los más hermosos aspectos de su obra lírica. Entre sus principales obras, mencionaremos algunas que no son conocidas, como “Esbozos y Versiones”, Estudio Sumario acerca de la literatura Hebraica, Los Tres Máximos Oradores Griegos”. Tradujo del francés el drama de Copeé titulado “Severo Torrell”,
Ocupó importantes destinos en la administración pública nacional: Ministro de Relaciones Exteriores, Embajador en España. Miembro fundador de las Academias de la Lengua y de la Historia. Una escuela de Cumaná horna su nombre.
Cumaná le debe el bronce que lo eternice y cante sus hazañas.

7-10-1856. EL GENERAL VALENTIN GARCIA – EL “VALENTÍN VALIENTE”.

En esta fecha murió en Cumaná el General de Brigada Valentín García, de los nobles Guaiqueríes de la parroquia Altagracia,  llamado por el Libertador  “Valentín Valiente”; desempeñaba el cargo de Comandante de Armas de Cumaná.
Don Alberto Sanabria  nos trae un perfil del “Valiente entre los Valientes”,  capitanes venezolanos de la independencia, dice:
“Descendiente de la luchadora raza Guaiqueri,  llamada noble y leal por el destacado Monarca español, era el ilustre prócer  de nuestra independencia General Valentín García. Nació el General Valentín García en la ciudad de Cumaná, y según tradición, en la historiada parroquia de Altagracia. En los primeros años de la guerra emancipadora, comienza sus servicios militares, pues ya se le nombra en 1813. En numerosas campañas  demostró Valentín  García su valor, sirviendo al  lado de ilustres militares, en largas y difíciles jornadas. En los gloriosos campos  de El  Juncal, San Félix, Boyacá Bomboná, y muchos otros sitios  luchó  denodadamente el inmortal Guaiqueri.
“Episodio interesante  en la vida del general  Valentín García, fue aquel ocurrido  en la Quebrada de Semen, cuando en momento conflictivo, salva la vida del Libertador, quién pregunta al humilde  cumanés, como se llama, respondiéndole  que su nombre era Valentín García,  y entonces el Padre de la Patria, con su prodigioso  talento  y natural nobleza, le dice, desde hoy te llamarás Valentín Valiente. Este hermoso  y emocionado episodio  debe destacarse  en las brillantes páginas  de la Venezuela Heroica, que forjó la Independencia  y creó nuestra nacionalidad”.
Como podemos apreciar, este soldado ejemplar se inicia desde muy temprano en la guerra de independencia, al lado del general Mariño, Bermúdez y Sucre, hace la campaña libertadora de 1813, y la campaña del centro de 1814, luego está entre los defensores de Cartagena en 1815. Luego combate en Los Frailes, El Salado, Urica,  Juangriego, Carúpano, Ocumare, Los Aguacates, en la Retirada de los Seiscientos, y en  “El Juncal”; incansable hace las campañas de Guayana, Centro, Apure y Nueva Granada. Se destacó aún más en las batallas de  “Boyacá y Bomboná”.
Sucre conoció muy de cerca a este soldado ejemplar  y por su intermedio  fue enviado a Cuba, en 1821, para conocer y coadyuvar en su liberación. Regresa a Cumaná después de cumplir la misión encomendada. Estando en La Habana publicó un poema al “Gua” que mi padre Marco Tulio Badaracco publicó en su antología de poetas cumaneses “Fuego de Blanca Luz.  
En 1854, aun en servicio, derrota el alzamiento del general Juan Bautista Rodríguez, Jefe de operaciones de Aragua.  La muerte lo sorprende cuando ejercía como Comandante de Armas de Cumaná, durante la dinastía  de los Monagas.
8-10-1741.- COMBATE NAVAL EN LA CUMANÁ COLONIAL.  

Tenemos una simple información del suceso, sin mayores detalles, sin análisis ni planos, víctimas, nada, ni de las consecuencias, en la obra de Fray José Antonio Ramos Martínez; hecho heroico ocurrido, sin lugar a dudas,  en el fuerte de Santa Catherina recién concluido, ya que Don Carlos de Sucre, lo había dejado casi terminado y equipado; el cual estaba ubicado en la boca principal del río Cumaná o Chiribichií,  donde lo visitó el barón Alejandro de Humboldt, cuando llegó a Cumaná el 16 de julio de 1799, y el cual fue concluido siendo Capitán General de la provincia de Nueva Andalucía, don GREGORIO ESPINOZA DE LOS MONTEROS, en 1741,  y ya estaba en servicio cuando se produjo el ataque corsario.
Don Gregorio  vino a reemplazar al coronel don Carlos de Sucre, Marqués de Preux, que ya había cumplido su quinquenio, y ya estaba en Cumaná cuando se produjo el ataque  que le sirvió para probar la eficacia de su obra.  
            Don Gregorio, marqués de Monte Olivar, Brigadier del Imperio, natural de Granada, España,  fue nombrado por Felipe V, en Buenretiro el 29 de diciembre de 1739, Gobernador y Capitán General de la Nueva Andalucía (Cumaná y Cumanagotos) con Guayana y El Dorado, en remplazo del coronel don Carlos de Sucre que, como dije,  había cumplido su quinquenio.
Don Gregorio gobernó hasta 1741;  llegó a Cumaná, acompañado de su esposa doña Ana de Cubas y Palacios, quien al mes de estar en la ciudad parió a su hija María Ignacia,  de la que fue padrino el Vicario Superintendente Dr. Tomás de Sifontes Valdivieso. Acompañáronolo   también tres hijos de su primer matrimonio llamados: Félix, Gerardo y Luciana. Este bautizo fue un hecho memorable en la bucólica ciudad de aquel  río Chiribichií que tanta fama daba a la Primogénita de América, de tal suerte que lo llamaron como el río de Madrid, Manzanares, y así se quedó hasta nuestros días 
En realidad, como nos dice el padre José Antonio Ramos Martínez, gran maestro de los cronistas de Cumaná: que le tocó a este gobernador terminar de construir el fuerte de Santa Catherina en la desembocadura del río Cumaná, o Chiribichií, la última luenga, nombre Kaima,  como dice el padre Las Casas (Tomo I, pág. 81 de sus Obras Completas.  “Historia de Las Indias), para lo cual encomendó los trabajos de ingeniería  a su hijo Don Félix Espinoza de los Monteros, al cual,  poco después le tocó defenderlo heroicamente del ataque pirata, mencionado,  de una fuerza, formada por una navío bien artillado,  y una balandra de banderas inglesas, que intentaron tomar la ciudad; y en una acción heroica, comandada por el prenombrado hijo del gobernador, el 1° de octubre de ese año, después de cuatro horas de combate, obtuvieron una victoria esplendida. Lamentablemente, como hemos dicho, no hemos encontrado los detalles de este evento.
Los cumaneses derrotaron una vez más, a los piratas y pusieron en fuga a los legendarios dueños del mar, los ingleses.
En esta acción, fue como la primera intentona de los ingleses en 1569, cuando fueron desalojados por Fernández de Serpa; y como en otras que intentaron tomar por la fuerza la ciudad, probó el pueblo de Cumaná, la fortaleza y destreza de sus fuerzas regulares y sus milicias, siempre prestas;  y su capacidad para disuadir a los invasores.
Es oportuno recordar los ataques de los holandeses y de otros  piratas que también atacaron la ciudad: 1595, Walter Raleigh y Amias Preston, que al igual de Barker y Hawkins, los franceses en 1654, que destruyeron el antiguo pueblo de la Nueva Córdoba y asesinaron a sus menguados habitantes; y los ingleses en 1669, y otros más,  que intentaron  tomarla y no pudieron, aunque llenaron sus barcos de sal en Araya, según las noticias que nos dan las crónicas. 
9-10-1773. EL RECTOR DR.  JUAN MARTÍNEZ ALEMÁN.
Nació en Cumaná en esta fecha este formidable héroe civil, cuya personalidad brilló por su cultura y su dedicación al culto de La Patria. Fueron sus padres el coronel Don Jerónimo Martínez y Doña Luisa Alemán. Fue el primer Rector de la Universidad de Cumaná decretada en 1812, a la cual fueron llamados los mejores valores de aquella época: los señores: Pbros. Doctores Pedro Coronado, Don Pedro Level Alén, Don Diego Antonio Alcalá Mayz, Don José Lorenzo Rendón, y Don José Martínez de Gordon; doctores Don José Gervasio Rodríguez de Astorga, Don Andrés Level de Goda, Don Juan Martínez Alemán, Don Mariano de La Cova y Don Ignacio Rendón; Pbro. Don Martín de La Cova, Licenciado Don José Joaquin Coronado, Don Pedro Márquez de Valenzuela, Don Felipe Sánchez, Don Antonio Sotillo Verde, Don Ramón Sánchez, Don Vicente Andrés Sánchez, Don Joaquín Suárez, Don Alonso Bruzual, Don Antonio José Betancourt y Don José Manuel Grau. Formaron el Claustro los doctores Mariano de La Cova, Juan Martínez Alemán, Pedro Level Alén, Rafael Avalos, Pbros. Martín de La Cova, Fray Tomás Garmendia y los licenciados: José Justo Betancourt, Pbro. Andrés Antonio Callejón, Vicente Andrés Sánchez y José Manuel Grau. Resultando electos: para Rector el Dr. Juan Martínez Alemán, para Carcelario Fray Tomás Garmendia y para Secretario el licenciado José Manuel Grau. Dicha Universidad erigida el 11 de mayo de 1812, desapareció poco después con motivo de la guerra.
 Si comparamos estos eminentes y selectos maestros sabremos apreciar el sitio que ocupaba entre ellos el Dr. Juan Martínez Alemán
De su curriculum podemos destacar que en 1810 fue nombrado por el Cabildo cumanés Teniente Gobernador y Auditor de Guerra. En 1813 pagó a la tiranía su patriotismo y estuvo preso con otros dignos cumaneses, en la cárcel de la Guaira, de la cual salió en 1813, cuando el Libertador terminó la Campaña Admirable y entró victorioso a Caracas.
En 1814 logra evadirse  de la persecución de Boves y pasa a la isla de Margarita, donde presta sus abundantes auxilios jurídicos a los patriotas margariteños hasta 1817;  de allí en ese año,  buscando al Libertador, se embarca en la escuadra del almirante Luis Brión y  pasa a Guayana, donde presta servicios como Presidente de la Alta Corte de Justicia, como  miembro del Consejo de Estado y también colaboró con el Libertador como redactor del Correo del Orinoco.
En 1821, asiste como Diputado por Cumaná y Margarita a la Asamblea Constituyente en Cúcuta,  que creó La Gran Colombia,
            “El Dr. Juan Martínez Alemán, fue honrado con el grado de General de Brigada, al cual quedó asimilado por ley de la República de Colombia, con goce del haber militar. Murió tan descollante  hijo de Cumaná, en Caracas, el 27 de Julio de 1847, dejando una pulcra memoria  y un glorioso nombre en la vida pública de Venezuela.
10-10-1835. EL ILUSTRE POETA JACINTO GUTIÉRREZ COLL.

Llamado El Poeta de Caracas. Nació en esta fecha en Cumaná.  El poeta laureado, considerado según don Luis Correa, como el “Poeta de Caracas”, hermano del músico Pedro Elías Gutiérrez Hart, autor del joropo “Alama Llanera”; ambos hijos del ilustre patriota General Jacinto Gutiérrez Martínez Alemán,  que fue secretario del Libertador, de una familia de músicos y guerreros ilustres  de Cumaná. El gran poeta, Marco Antonio Saluzzo, dijo de él:
 “Como poeta lírico Gutiérrez Coll deja una obra que honrará siempre a las letras venezolanas y puede competir con la de cualquiera de los grandes poetas españoles”.
Entre sus actividades políticas podemos anotar, que fue secretario de nuestra embajada en Roma, y encargado de negocios en Paris. Figura entre los fundadores y directores de las academias nacionales de La Lengua y de La Historia. En 1970 fue ministro de Relaciones Exteriores.
Por su estilo poético podemos decir que se integró a la legión  de poetas parnasianos de moda en Paris en su tiempo. 
11-10-1773. DON DIEGO DE VALLENILLA GUERRA

“La cabeza, la pluma y la espada de la revolución”. En esta fecha nació en Cumaná, el egregio patricio, don Diego de Vallenilla Guerra,  hijo de don Félix Vallenilla Salaverría y doña Isabel María Guerra de la Vega. 
Dice Alberto Sanabria, que don Diego, fue de los hombres que con valor y actividad, iniciaron el movimiento independentista en la Provincia de Cumaná, el día 27 de abril de 1810, secundando brillantemente el glorioso gesto del 19n de abril en la ciudad de Caracas. Designado Secretario de Gobierno  en aquellos difíciles momentos, don Diego supo comportarse dignamente en el desempeño de tan delicado cargo. Fue uno de los redactores de las actas del Ilustre Ayuntamiento cumanés, el 27 de abril de 1810.
En 1810 se alistó, al igual que sus hermanos: Domingo, Luis y Quintín, en las filas patriotas. Actuó como Secretario de la Junta de Gobierno emancipadora, donde ejerce sus facultades como líder, de tal suerte que el historiador don Ángel Grisanti, lo considera  “La cabeza, la pluma y la espada de la revolución”.
En 1811, forma parte como miembro principal  del Poder Ejecutivo de Cumaná. En 1812, al perderse la primera República, cae prisionero  en manos de Cerveriz, y es remitido a la Guaira, conjuntamente con los principales patriotas de Cumana.  Rescatado por el Libertador en 1813, luego de la Campaña Admirable, vuelve a Cumaná y lo encontramos liderando el Congreso de Cariaco. En 1819 se traslada a Angostura como Diputado, representando a Cumaná, con el General Santiago Mariño, el Dr. Juan Martínez Alemán y el General Tomás Montilla. Tal era la reputación de don Diego, que fue nombrado  Secretario del Congreso Admirable.
Don Diego también nos representó en el Congreso de Cúcuta en 1821, al cual asistió como diputado conjuntamente con el General Antonio José de Sucre, el Dr. Juan Martínez Alemán, Don Fernando de Peñalver y Don José Gabriel de Alcalá.   
12-10-1892.- CRISTOBAL COLÓN Cristóbal DESCUBRE EL NUEVO CONTINENTE

 “San Salvador”.
 El viernes 3 de agosto de 1492 partió de la barra de Saltés, formada por los ríos Odiel y Tinto, con rumbo a las islas Canarias, con tres naves, cuyos nombres todo mundo conoce: La Santa María o La Gallega, de 129 toneladas, 25 metros de eslora por 8 de manga, 3 metr4os de bodega y 2 metros de calado.    La Pinta, de 60 toneladas, 20 metros de eslora y 6 con tres cuartos de manga, 3 metros de bodega y 2 metros de calado. La Niña o Santa Clara, carabela andaluza, un poco más pequeña que La Niña, pero muy marinera, es la preferida de Colón. Los principales acompañant4s de Colón fueron:   En la Santa María, Juan de La Cosa, Peralonso Niño, piloto, Rodrigo de Escobedo, escribano, Diego de Arana, Alguacil y Luis de Torres, interprete. De La Pinta, iba el dueño Cristóbal Quintero, de capitán Alonso Martín Pinzón, maestre Francisco Martín Pinzón,  piloto Cristóbal García Sarmiento, y también van Diego Martín Pinzón y Juan Rodríguez Bermejo, o se Rodrigo de Triana, el primero que gritó “!Tierra!”. Y La Niña, cuyo capitán es Vicente Yánez Pinzón, el dueño Juan Niño con Francisco Niño y el piloto Sancho Ruiz de Gama. Cosa muy rara, no llevan sacerdotes. 
A las diez de la noche, pasadas que fueron once semanas de viaje desde el puerto de Palos, a las diez de la noche, estando en el castillo de popa,  Colón, estando con Pedro Gutiérrez,  vio  una luz, como una candelilla,  que oscilaba indudablemente en tierra cercana, pero el veedor del Rey Pedro Gutiérrez, no ve nada. A las dos de la madrugada, Rodrigo de Triana, desde La Pinta,  grita “!Tierra!” y Martín Alonzo Pinzón, lo confirma. 

12-10-1886. SILVERIO GONZALEZ VARELA. RECTOR DEL COLEGIO NACIONAL DE CUMANÁ  

En esta fecha Silverio González Varela, fue nombrado por el General Carlos Herrera, Presidente Constitucional del Estado Bermúdez, Rector del Colegio Nacional de Cumaná;  había estado encargado del rectorado desde la muerte de su padre el General José Silverio González; ambos maestros llenaron toda una época, y son los responsables de la brillante generación de Cumaneses que dieron tanta gloria a este pueblo. La Generación de Oro Siglos XIX y XX.
El maestro Silverito, como lo llamaban cariñosamente sus alumnos, nació en la bucólica aldea que fue la primera ciudad fundada y desarrollada por el imperio español en la tierra firme del continente americano, su padre maestro como él, dedicado toda su vida a enseñar, lo tuvo a su lado desde su nacimiento, y aprendió de él el arte de la enseñanza. Su infancia discurre entre libros y papeles, lápices, pizarrones, pupitres, creyones  y tizas. Jamás se separara de su padre ni de la escuela, sobre todo porque el gran maestro Silverio González, hijo del general Tomás García, jefe del batallón Valencey, no se lo permitía. Silverito fue su alumno y heredero.   Formaron una dupla inmortal, un verdadero Olimpo en la aldea primaria, en su Atenas de Venezuela.
            Cuando Don Silverio muere en 1886, a nadie le extrañó que Silverito continuara la obra de su padre, y todo el pueblo lo vio como lo más natural, es más si no hubiese sido así, el pueblo lo hubiese reclamado, era su derecho, nadie podría haberlo hecho como él. Entre padre e hijo formaron la generación de oro de Cumaná.
            No podemos negar que Cumaná nació como una escuela, donde los maestros eran sacerdotes dotados de un espíritu elevado, que se dedicaron a enseñar la doctrina de Cristo a los indígenas y a los primeros pobladores blancos del continente, pero nunca les tocó una generación tan ambiciosa de conocimiento como la que le tocó en suerte a estos dos grandes maestros.
            En la Cumaná de Silverito, la música y la poesía caminaban por sus calles, los poetas y artistas eran los gladiadores, paladines y campeones de todas las jornadas. En los periódicos se publicaban los sonetos y demás composiciones en primera página de todos los periódicos y revistas que eran muchos en esos tiempos. Los juegos florales cobraron importancia nacional, los eventos artísticos de todas clases, eran la primera atracción de la ciudad. Venían compañías de España, Argentina y México, y pasaban meses disfrutando del deleite del pueblo que idealizaba a los actores. Las páginas de los periódicos están llenas de las dulzuras de la época.   Los nombres de Ramos Sucre, Andrés Eloy, Rondón Sotillo, Tin Fernández, Humberto Guevara, José María Milá de la Roca Díaz, Cruz Maria Salmerón Acosta, quedaron grabados para siempre en el nuevo Olimpo.
            El maestro publicaba para deleite de sus alumnos y del pueblo ansioso de sus palabras,  sus poesías y sus notas de la historia de los héroes cumaneses. ¿Quién no leyó entonces su canto a “La tarde”?, ¿Quién no lloró con su égloga a LEONORA? ¿Quién no cantó su himno a Bolívar?
            Los héroes cumaneses fueron en su vida fuente inagotable de los dulces goces de su duro corazón. Bermúdez, aquel campeón fuerte e invencible como Ayack, héroe de La Eneida, en parte también mitológico; y Antonio José, amado tierno y sublime al que nunca dejo de llorar… Eran sus héroes. Entones en sus poesías comunicaba sus penas y alegrías que aquellos le causaban, para compartirlas, y esa era su mayor ventura.
            Silverito no se contentó con enseñar en el Colegio Nacional, él educó a Cumaná, iba a las plazas de la ciudad, a las casas de sus alumnos y hablaba con los padres y demás familiares, hizo amistad con todos ellos, los trataba como alumnos, y todos, le obedecían y colaboraban con él en su humanitaria tarea. Él decía que todos los cumaneses eran poetas.
            Silverito fue amigo entrañable de Domingo Badaracco, que estuvo a su lado como maestro de gramática y literatura por más de 30 años, y con quien departía todos los días. Silverito además de Rector del Colegio, era el Presidente del Asamblea Legislativa y Domingo era Presidente  del Concejo Municipal, y por lo tanto tenían que discurrir todo el tiempo sobre el gobierno de la ciudad.
12-10-1886. EL GRAN MAESTRO DE CUMANÁ, SILVERIO GONZALEZ VARELA.
Silverio González Varela, fue nombrado por el General Carlos Herrera, Presidente Constitucional del Estado Bermúdez, Rector del Colegio Nacional de Cumaná;  había estado encargado del rectorado desde la muerte de su padre el General José Silverio González; ambos maestros llenaron toda una época, y son los responsables de la brillante generación de Cumaneses que dieron tanta gloria a este pueblo. La Generación de Oro Siglos XIX y XX.
El maestro Silverito, como lo llamaban cariñosamente sus alumnos, nació en la bucólica aldea que fue la primera ciudad fundada y desarrollada por el imperio español en la tierra firme del continente americano, su padre maestro como él, dedicado toda su vida a enseñar, lo tuvo a su lado desde su nacimiento, y aprendió de él el arte de la enseñanza. Su infancia discurre entre libros y papeles, lápices, pizarrones, pupitres, creyones  y tizas. Jamás se separara de su padre ni de la escuela, sobre todo porque el gran maestro Silverio González, hijo del general Tomás García, jefe del batallón Valencey, no se lo permitía. Silverito fue su alumno y heredero.   Formaron una dupla inmortal, un verdadero Olimpo en la aldea primaria, en su Atenas de Venezuela.
            Cuando Don Silverio su padre  muere en 1886, a nadie le extrañó que Silverito continuara su obra, y todo el pueblo lo vio como lo más natural, es más si no hubiese sido así, el pueblo lo hubiese reclamado, era su derecho, nadie podría haberlo hecho como él. Entre padre e hijo formaron la generación de oro de Cumaná.
            No podemos negar que Cumaná nació como una escuela, donde los maestros eran sacerdotes dotados de un espíritu elevado, que se dedicaron a enseñar la doctrina de Cristo a los indígenas y a los primeros pobladores blancos del continente, pero nunca les tocó una generación tan ambiciosa de conocimiento como la que le tocó en suerte a estos dos grandes maestros.
            En la Cumaná de Silverito, la música y la poesía caminaban por sus calles, los poetas y artistas eran los gladiadores, paladines y campeones de todas las jornadas. En los periódicos se publicaban los sonetos y demás composiciones en la primera página de todos los periódicos y revistas que eran muchos en esos tiempos. Los juegos florales cobraron importancia nacional, los eventos artísticos de todas clases, eran la primera atracción de la ciudad. Venían compañías de España, Argentina y México, y pasaban meses disfrutando del deleite del pueblo que idealizaba a los actores. Las páginas de los periódicos están llenas de las dulzuras de la época.   Los nombres de Ramos Sucre, Andrés Eloy, Rondón Sotillo, Tin Fernández, Humberto Guevara, José María Milá de la Roca Díaz, Cruz Maria Salmerón Acosta, quedaron grabados para siempre en el nuevo Olimpo.
            El maestro publicaba para deleite de sus alumnos y del pueblo ansioso de sus palabras,  sus poesías y sus notas de la historia de los héroes cumaneses. ¿Quién no leyó entonces su canto a “La tarde”?, ¿Quién no lloró con su égloga a LEONORA? ¿Quién no cantó su himno a Bolívar?
            Los héroes cumaneses fueron en su vida fuente inagotable de los dulces goces de su duro corazón. Bermúdez, aquel campeón fuerte e invencible como Ayack, héroe de La Eneida, en parte también mitológico; y Antonio José, amado,  tierno y sublime al que nunca hemos dejado de llorar… Eran sus héroes. Entones en sus poesías comunicaba sus penas y alegrías que aquellos le causaban, para compartirlas, y esa era su mayor ventura.
            Silverito no se contentó con enseñar en el Colegio Nacional, él educó a Cumaná, iba a las plazas de la ciudad, a las casas de sus alumnos y hablaba con los padres y demás familiares, hizo amistad con todos ellos, los trataba como alumnos,    todos  le obedecían y colaboraban con él en su humanitaria tarea. Él decía que todos los cumaneses eran poetas.
            Silverito fue amigo entrañable de Domingo Badaracco su alter ego y de mi padre su alumno, Domingo estuvo a su lado como maestro de gramática y literatura por más de 30 años, y con quien departía todos los días. Silverito además de Rector del Colegio, era el Presidente de la Asamblea Legislativa y Domingo era Presidente  del Concejo Municipal, y por lo tanto tenían que discurrir todo el tiempo sobre el gobierno de la ciudad. Hay tanto que decir de él que he escrito todo un libro con sus mejores estudios históricos pueden buscarlo en internet  


12-10-1521. SE INICIA EN SANTA FE PROVINCIA DE CUMANA LA RESISTENCIA INDÍGENA.
Entre nosotros se ha tomado como inicio de la Resistencia Indígena los acontecimientos de 1521 sin embargo hay  historias  anteriores como la de 1513 con motivo del rapto del cacique Cawaná y sus familiares que produjo consecuencias parecidas a las de 1521 Sin embargo el grito de guerra del Cacique Maraguey de Santa Fe de Chiribiche, unido a los caciques: Toronoima,  Gil González, Tacar o  Don Diego, Pasamonte y otros, con sus numerosos guerreros, que atacan a los misioneros dominicos del monasterio de Santa Fe de Chiribiche, y resultan muertos dos misioneros y algunos indios guatiaos, dando inicio a este  movimiento llamado de “Resistencia Indígena”, como resultado  de los crímenes cometidos por españoles al mando de un tal Alonso de Ojeda, que murió en manos de Toronoima.
Enrique Bernardo Núñez, en su obra Cubagua,  nombra entre los caciques que la invadieron Nueva Cádiz, a Toronoima, lo que viene a contradecir al cronista de Guanta, Dr. Salazar Cordero que  afirma que el cacique Gil González, es el mismo cacique Toronoima, por cuanto este cacique  Gil González resultó asesinado por Ocampo en un lance descrito con todos sus detalles por Bartolomé de Las Casas,  en 1521 como veremos más adelante   
Este movimiento indígena se conoce minuciosamente, tanto por el informe de Gonzalo de Ocampo, como por la carta de los misioneros dominicos de fecha 14 de noviembre de 1520, dirigido desde Santa Fe a las autoridades de Santo Domingo.
Fray Bartolomé de Las Casas llegó a Cumaná en esos mismos días, con 13 colonos, con ánimo de trabajar en la misión de los dominicos asentados desde 1514 en la desembocadura del río Chiribichií, en el golfo de Cariaco; pero ya Gonzalo de Ocampo había llegado con una expedición de castigo,  y los indígenas, estaban en pie de guerra, y no se compadecía la situación de guerra  con sus métodos evangélicos.
En ese periodo de Resistencia, los indígenas obtuvieron victorias memorables: Gil González en Maracapana emboscó victorioso una partida de esclavistas bajo el mando de Alonso de  Ojeda, que dejó  40 cadáveres en sus playas; luego los indígenas en pie de guerra enfrentaron al capitán Hernando Ibáñez, y lo derrotaron  causándole  5 bajas;  y luego atacaron a Gregorio de Ocaña, y le causaron 46 bajas, después  unidos los jefes de tribus con todos sus guerreros atacaron al pueblo de Puerto de Perlas o Cumaná,  dando muerte a sus habitantes hombres mujeres y a la servidumbre,  esclavos negros  e indígenas,   que trabajaban para los españoles, tambien destruyeron las escuelas, iglesias,   monasterios dominicos y franciscanos,  y las instalaciones de los perleros en Puerto de Perlas ya que estos se salvaron huyendo despavoridos para la isla de Cubagua,    pero  en la isleta de Puerto de Perlas no dejaron ni rastros  de aquel emporio de riquezas. También destruyeron todo lo que tenían adelantado los misioneros, así como  sus barcos,  huertas y riegos,  armas,  reservas de provisiones ,  útiles de labranza,  casas y cuanto habia de valor en aquellas misiones, luego se juntaron todos los caciques y asaltaron los poblados de Margarita y Cubagua, dejándolo todo en ruina.
De esta guerra no dicen nada bueno los historiadores que solo conocen la historia por la parte de los triunfadores, como siempre lo hacen. Pero esta fue la respuesta contra los bárbaros que apoyados desde Santo Domingo los esclavizaban y sometían como esclavos La resistencia indígena duró más de cien años y de aquellas jornadas saltaron a la historia muchos nombres de caciques y tribus heroicasuno de ellos el portentoso Cayaurima caudillo de todos los caciques cumanagotos y chacopatas,   que formo ejércitos de hasta diez mil guerreros,  él y  sus descendientes  mantuvieron la antorcha de la libertad entre sus tribus hasta bien entrado el siglo XVIII   

12-10-1922. MONS. DR. SIXTO SOSA OBISPO DE CUMANA. 
En esta fecha fue creada por el Papa Pio XI, con la Constitución Apostólica “Munus ab Unigenito” la Diócesis de Cumaná, y nombró su primer obispo al Excelentísimo Mons. Dr. Sixto Sosa Díaz -1923-1943, cuyo expediente de canonización cursa en el Vaticano.
Después de él, han sido obispos de esta diócesis: los Excmo.: Crisanto Mata Cova, Mariano José Parra León, Alfredo José Rodríguez Figueroa y Diego Rafael Padrón Sánchez, que es el actual obispo. Durante la vacante producida tras la muerte de Sixto Sosa, sirvieron en calidad de obispos administradores apostólicos los Excmos: Francisco Iturriza Guillen y Rafael Pulido Méndez; y sirvieron como Obispos Auxiliares los Excemos: Rafael Arias Blanco, Pedro Pablo Tenreiro, Eduardo Herrera Riera y Manuel Felipe Díaz Sánchez. El Papa Juan Pablo Segundo, erigió la provincia eclesiástica de Cumaná,  separándola de Ciudad Bolívar, por la Constitución Apostólica Necessitate Adducti, del 16-05-1992, y la elevó a sede metropolitana, asignándole como iglesias sufragáneas, las de Barcelona, Margarita y Valle de la Pascua, nombrando su primer Arzobispo al Dr. Alfredo José Rodríguez Figueroa, el 18 de julio de 1992., y actualmente es Arzobispo de la Diócesis de Cumaná,  Monseñor Dr. Diego Rafael Padrón Sánchez.
Notas sobre la Catedral de Cumaná.  LA CATEDRAL DE CUMANA. Fernando VI, en 1746 aprobó el proyecto presentado por el Ayuntamiento Cumanés para la construcción de nuestra catedral. Se escogió el mejor sitio de la ciudad, un pequeño montículo sobre el cual giraba el río, que es el mismo que actualmente ocupa. Era un proyecto equilibrado y ajustado a las necesidades de la ciudad. Para 1760 ya estaba en construcción y se solicitó ayuda al Rey Carlos III, que aprobó los recursos necesarios para iniciar los trabajos. En 1762 se aprobó una reforma del proyecto original, obra del arquitecto José Aparicio Morata, que contó con la aprobación del pueblo de Cumaná. En 1764 en la visita apostólica del Obispo Mariano Martí, se quejó de la lentitud de los trabajos, y a su regreso 1674,  cuando la creía terminada, la encontró  paralizada, lo que difirió la creación de la Diócesis de Cumaná. En 1796 el sacerdote Cumanés Andrés Antonio Padilla Morón, se propuso terminar la Catedral y obtuvo del Rey Carlos IV la ayuda necesaria. Sin embargo, por muchas razones e inconvenientes, se  abandonó la obra por muchos años, y en tiempos de Guzmán Banco, 1875, tiempos  de persecuciones de la iglesia, la obra pasó a ser  proyecto de teatro. Para 1998 casi terminado el teatro, el pueblo pidió que se volviera al proyecto original y se terminara como catedral, no hubo decisión y así llegaron las cosas hasta el 12 de octubre de 1922, cuando se creó la Diócesis de Cumana y el Vaticano nombró obispo a Monseñor Dr. Sixto Sosa, que de inmediato logró que le devolvieran el edificio, y emprendió su transformación, y casi  concluyó la Catedral, pero entonces se produjo el terrible terremoto de 1929, que destruyó por completo aquel extraordinario proyecto; pero eso no amilano a Sixto Sosa, que se sobrepuso a la naturaleza y de inmediato procedió a construir el templo que actualmente nos sirve de Catedral. “SEO CORDIS JESU”  LA SANTA IGLESIA CATEDRAL DE CUMANA.    

13-10-1869. “LA DIANA”. BISEMANARIO DE SILVERIO GONZÁLEZ.

Ve la luz en esta fecha, este  periódico de don Silverio González.  El maestro, después de la derrota de la dinastía Monagas, aplaude a los nuevos gobernantes y dice en su editorial:
 “Vamos a establecer un periódico que sirva de órgano al pensamiento de todos los ciudadanos amantes del bienestar y progreso de la Patria; de garantías al derecho; de auxilio a la paz  pública; de vehículo a los intereses generales y particulares; de satisfacción a las necesidades de los Municipios i del Estado; de gaceta semi-oficial, de boletín comercial, de folletín literario &&&;” ¡Cuantas veces se lo hemos dicho, otras tantas nos han contestado!: “No es tiempo”. ¿Cuándo será tiempo?
14-10-1815. FUSILAMIENTO DEL CORONEL JOSE RIBERO. MARTIR DE LA PATRIA.
En esta fecha fue fusilado en la plaza de San Francisco el coronel José Ribero, heroico hijo de Cariaco, que venció muchas veces a los españoles  colonialistas. Derrotado en Punta de Piedras, por el Sargento mayor de Dragones Don Miguel Domínguez, cae prisionero y es fusilado en la Plaza de San Francisco, que lleva su nombre desde entonces; y sus restos fueron descuartizados y exhibidos en diferentes sitios de la ciudad. Su nombre honra un Municipio del Estado, y su hidalguía y heroísmo,  a la ciudad donde nació, la capital Cariaco.
Perfil biográfico del Coronel José Ribero.
El Coronel José Ribero fue un guerrero inmortal que ofrendó su vida en plena juventud por la libertad. Desde temprana edad se le encuentra al lado de Mariño, en Guiria y Maturín, y también a las órdenes de Bernardo Bermúdez y Piar en Maturín. Para 1814 acompaña al victorioso Mariño, llamado por Bolívar,  a su Campaña del Centro, después de triunfos inmortales como Bocachica, luego terminó con el desastre de la batalla de La Puerta. Ribero regresa la zona Oriental con el mismo Mariño. Es la hora de Boves, en su campaña infernal y depredadora, llega y vence en Barcelona, donde asesina al pueblo inocente;  y avanza sobre Cumaná, y con una fuerza superior en todo, derrota al invicto Carlos Manuel Piar, en la batalla de El Salado; entra a la ciudad el 15 de octubre de l814, y la llena de luto y espanto. Sus atrocidades hicieron olvidar a los bárbaros Zuazola, Cervériz y Antoñanza. Los Patriotas se repliegan, Domingo Montes, Jesús Barreto, los Monagas, mantienen el pabellón patriota en las sabanas de Maturín. Barreto, el heroico hijo de Cumanacoa se hace fuerte en las inmensas llanuras donde es invencible.
            Mientras tanto el Coronel Ribero, se ha ganado su grado heroicamente, siempre al lado de los Libertadores de Oriente; al lado del General Santiago Mariño, gana en cada batalla un jalón, y el último en 1815, en Punta de Piedra, resiste con sólo 150 hombres, la embestida del Sargento Mayor de Dragones Miguel Domínguez, jefe realista que lo derrota con un ejército tres veces superior; entonces se retira hacia Caño Colorado, cae en una emboscada lo hacen prisionero; es traído a Cumaná y mediante un juicio sumario es condenado a muerte.
            En las primeras horas de la mañana de un día lluvioso, el 27 de septiembre, desde el campanario de la capilla de la Venerable Orden Tercera, contigua al Convento de Nuestra Señora de las Aguas Santas, que así es el nombre de la casa mayor de San Francisco, comenzó el repique de campanas; el pueblo había sido convocado para el fusilamiento. Desde Cariaco había llegado toda la familia del Héroe, sumida en profundo dolor y santa impotencia. A Ribero lo trajeron desde el Castillo de San Antonio, en cuyas mazmorras pasó sus últimos días; venía amarrado, escarnecido, pero altivo sin jactancia, lo acompañaba un sacerdote que había abogado por su vida ante el nuevo Gobernador, Don Tomás de Cires, el mismo inaudito individuo que ordenó la demolición de la bella iglesia de la Divina Pastora, y arrasó el próspero barrio de Chiclana. ¿Cómo podía este sujeto tener piedad con el bizarro patriota?
            La plaza de San Francisco de esa época, aunque muy importante, ya que se encontraba frente al Convento, que presentaba las huellas del tiempo pero era considerado el más importante de la Provincia, era una sabana calichosa usada muchas veces para los festejos, la venta de esclavos y otros eventos.
            El Coronel Ribero fue colocado en el centro de la plaza. Un sargento le ordenó que se hincara de rodillas, no quiso hacerlo, pero fue obligado. Rechazó la venda y mirando a sus familiares, amigos y al pueblo, grito con fuerza: ¡Viva Mariño! ¡Viva la Libertad!. Un murmullo recorrió la multitud. El pueblo contuvo el aliento… Ribero estaba allí de rodillas. Por la comisura del labio inferior se le escapaba un hilillo de sangre; sin embargo, se mantenía sereno, con esa serenidad que da el cumplimento del deber. Atento al menor movimiento, sus ojos buscaban a sus seres queridos, y al cruzar sus ojos, se llenaba de una dulce alegría. Altivo, tranquilo, de frente al pelotón, atento a los gatillos, tal vez sumido en profunda oración, convencido que al derramar su sangre contribuía con la causa a la cual había dedicado todo. El pelotón de fusilamiento ajo la orden del Coronel Aldama, estaba preparado. Oyó la orden… Disparen… Recibió la descarga mortal sin un lamento, ni una queja salió de sus labios. Su boca besó la tierra que tanto amó y exhaló su último suspiro. Cayó hacia delante y luego resbaló lentamente hasta quedar en posición fetal. Tal vez el engreído Aldama, aquel esbirro que azotó públicamente a Doña Leonor Guerra, le dio el tiro de gracia. Los verdugos cumplieron con el mandato, pero ¡oh miserables!, no entregaron el cuerpo a sus deudos, que lo imploraban. El pueblo se tragó sus lágrimas, pero dentro del corazón creció como un árbol la sed de venganza y el deseo de ser libres. La conciencia de una patria distinta y más justa.
            No había terminado la fiesta. Se cumplían expresas órdenes del General Pablo Morillo, que señoreaba victorioso con sus fuerzas infinitas, y que pretendía amedrentar a los patriotas orientales; y por ello y por escarmiento, el cuerpo del Coronel Ribero fue descuartizado y sus restos exhibidos en Cumaná, Cariaco y otros pueblos vecinos. Durante mucho tiempo el cráneo del egregio soldado sirvió como bronce para el recuerdo de su inmortalidad.

15-10-1816. BERMÚDEZ Y SUCRE EN OTRA BATALLA EN RIO CARIBE.
Encarnizado combate en Río Caribe. Sucre participa bajo las órdenes de Bermúdez, contra el Comandante Ramón Añez, y no pueden derrotarlo en el primer intento. Veamos cómo lo narra el propio Mariscal:
“Bermúdez salió de Guiria con 125 hombres en siete flecheras al mando del capitán de navío Antonio Díaz con dirección a Carúpano resuelto a tomarlo; pero habiendo intentado hacer el desembarcó en la boca del río, fue rechazado por la fuertes emboscadas que allí había con pérdida de dos soldados de Dragones muertos y cuatro heridos a bordo de la flechera Comandanta. En consecuencia, Bermúdez  se dirigió con todas la escuadrilla al puerto principal de la ciudad y ancló fuera  del alcance de los tiros de artillería de la plaza, donde permaneció fondeado hasta llegara la noche que determinó salir y salió en efecto con tres flecheras y 75 hombres de desembarco hacia Río Caribe dejando el resto de los buques en el puerto, hasta otra disposición. A las siete de la mañana ya a la vista de Río Caribe hizo desembarcar 25 hombres al mando del Capitán Gabriel Guerra para que cargase por la derecha sobre una casa fuerte que había en el puerto, mientras que él, con el resto de la tropa y su estado mayor desembarcaba también y atacaba de frente. Practicose con el mayor éxito la operación, pues los enemigos al cuarto de hora de combate se pusieron en retirada por la población que estaba muy inmediata, tomando en seguida posiciones en una casa de alto en la plaza donde se  hicieron firmes y resistieron los fuegos que los patriotas hacían casi a quema ropa. En este estado y como a las dos de la tarde, el capitán Añez, margariteño al servicio de los españoles, que se encontraba apostado  con una columna de más de 200 hombres en Puerto Santo, punto inmediato,  llegó en auxilio de los suyos. Aunque convencido Bermúdez y su jefe de estado mayor Sucre de que era imposible resistir a los realistas con la insignificante fuerza que tenían, determinaron esperarlos  en la playa para hacer allí una tentativa apoyados en las flecheras;  y en realidad,  como a las tres de la tarde los enemigos seguros de la victoria, por la superioridad de su número, atacaron con intrepidez a los patriotas, quienes resistieron con heroísmo, luchado casi a las manos, por más de hora y media, hasta que se vieron obligados a tirarse al mar, única retirada que tenían, para tomar a nado las flecheras bajo un fuego nutridísimo de los realistas, pues estos hicieron la persecución  hasta donde les fue dable dentro del agua.

El General Bermúdez y el coronel Isava Sucre fueron los únicos que  pudieron reembarcarse sin verse obligados a nadar, por haberlos tomado con mucha dificultad y peligro un bote de la flechera Comandanta,  pues todos los demás, inclusive el coronel Sucre, el comandante Machado, y los capitanes Quintero y Mejía del Estado Mayor, lograron hacerlo a nado  desde la playa, perdiendo todos estos jefes y oficiales sus espadas, y el último hasta el anteojo de Bermúdez que como edecán suyo tenía  a la espalda en el acto del combate. La pérdida de los patriotas fue considerable entre muertos de bala, ahogados y heridos, contándose en los primeros dos valientes oficiales, Catalán y Zapata.

En un año, aquellos heroicos paladines de las provincias unidas de Venezuela, habían llevado las banderas de la Patria a todo el territorio de la Capitanía General. Caracas y Cumaná eran libres otra vez.


16-10-1814. EL GENERAL EN JEFE MANUEL PIAR EN LA BATALLA DEL SALADO.- 

Es la más extraordinaria sangrienta acción de armas realizada en Cumaná. Tuvo como escenario la Sabana del Salado. El bárbaro José Tomás Boves, derrota al General Manuel Carlos Piar,  y  entra a “sangre y fuego” a la ciudad de Cumaná; 3000 jinetes hambrientos de sangre  contra 1500 defensores, la mayor parte de infantería.  Piar sale a su encuentro en las sabanas del Salado, acompañado de un formidable Estado Mayor, y  contando con los mejores guerreros orientales: José Francisco Bermúdez, José Maria, Gerónimo y Antonio José de Sucre, Andrés Rojas, Agustín Armario, los hermanos Ortiz, Azcue, José Ribero, José Carlos Peñaloza, Domingo Montes,  Francisco Mejía, Manuel Vicente Parejo, Zaraza, Garván, Guillermo Román, Juan José Quintero y sus hermanos, Carlos Núñez, como jefes de batallones y cien nombres más para la historia.
El combate se desarrolla entre el brazo del rio, los humedales propios de la zona  y la sabana de San Luis, que se extendía por todo el noroeste de Cumaná; Piar trata de contener el avance de Boves, y le causa considerable daño, con conocimiento del terreno, abre sus fuerzas en pequeños grupos de fusileros,  le impide el paso durante 9 sangrientas horas, con el propósito de que los patriotas abandonaran la ciudad, como en efecto se logró, lo que se conoce como la emigración a Guiria.
Sabiéndose perdido pero cumplido su propósito, abandona el combate y sale para Margarita con la mayor parte de sus combatientes. Los hermanos Sucre con Bermúdez  y muchos más van hacia Maturín. 
Boves, el   sanguinario campeón de España entra a Cumaná, después de arruinar a Barcelona, bañándola en sangre y fuego; en Cumana sacrifica al pueblo realista que sale a recibirlo. Ríos de sangre corren por sus calles; en la iglesia del Carmen son acuchilladas quinientas mujeres por las hordas de Boves. Según cuenta el propio capellán de su ejército, el padre Llamozas, la mayor parte partidarias del realismo.  Se calcula en 2000 el total de sacrificados. Un hermano, Vicente, y una hermana del Mariscal, Magdalena, que luchó al lado de Piar, se contaron entre los muertos.

16-10-1822. SIMÓN BOLIVAR Y MI DELIRIO SOBRE EL CHIMBORAZO.
Este extraordinario texto poético coloca al Libertador  entre los más grandes poetas iluminados de la historia.  Se publicó por vez primera en Quito en 1822 y en Venezuela en 1823.
Yo venía envuelto con el manto de iris, desde donde paga tributo el caudaloso Orinoco al Dios de las aguas. Había visitado las encantadas fuentes amazónicas y quise subir a  la atalaya del universo. Busque las huellas  de la Condamine y de Humboldt. Seguilas audaz, nada me detuvo. Llegue a la región glacial,  el éter sofocaba mi aliento. Ninguna planta humana había hollado la corona diamantina que pusieron las manos de la eternidad sobre las sienes excelsas del dominador de los Andes. Yo me dije este manto de iris que me ha servido de estandarte ha recorrido en mis manos sobre regiones infernales, ha surcado los ríos y los mares, ha subido sobre los hombros gigantescos de los Andes. La tierra se ha allanado a los pies de Colombia, y el tiempo no ha podido detener la marcha  de la libertad. Belona ha sido humillada por el resplandor del iris ¿Y no podré yo trepar sobre los cabellos canosos del gigante de la tierra?  Si podre! Y arrebatado por la violencia de un espíritu desconocido para mí, que me parecía divino, deje atrás las huellas de Humboldt empañando los cristales eternos  que circuyen el Chimborazo. Llego como impulsado por el genio que me animaba y desfallezco al tocar con mi cabeza la copa del firmamento. Tenía a mis pies los umbrales del abismo. Un delirio febril embargaba mi mente; me siento como encendido por un fuego extraño y superior. Era el Dios de Colombia que me poseía. De repente se me presenta el tiempo bajo el semblante venerable de un viejo cargado con los despojos de las edades; ceñudo, inclinado, calvo, rizada la tez, una hoz en la mano… “!Yo soy el padre de los siglos; soy el arcano de la fama y del secreto;  mi madre fue la eternidad, los límites de mi imperio los señala el infinito. No hay sepulcro para mí, porque soy más poderoso que la Muerte; miro lo pasado, miro lo futuro y por mis manos pasa el presente ¿Por qué te envaneces, niño o viejo, hombre o héroe? Crees que es algo tu Universo? Que levantaros sobre un átomo de la creación, es elevaros? Pensáis que los instantes que llamáis siglos pueden servir de medida a mis arcanos? Imagináis que habéis visto la Santa verdad? Suponéis locamente que vuestras acciones tienen algún precio a mis ojos? Todo es menos que un punto a la presencia del Infinito que es mi hermano.  
Sobrecogido de un terror sagrado, ¿Cómo, ¡oh tiempo! Respondí  no ha de envanecerse el mísero mortal que ha subido tan alto? He pasado a todos los hombres en fortuna, porque me he elevado sobre la cabeza de todos. Yo domino la tierra con mis plantas, llego al Eterno con mis manos; siento las prisiones infernales bullir bajo mis pasos; estoy mirando junto a mi rutilantes astros, los soles infinitos; mido sin asombro el espacio que encierra la materia, y en tu rostro leo la historia de lo pasado y los pensamientos del Destino.
Observa, -me dijo- aprende, conserva en tu mente lo que has visto, dibuja a los ojos de tus semejantes el cuadro del Universo físico, del Universo moral, no escondas los secretos que el cielo te ha revelado. Di la verdad a los hombres.
La fantasma desapareció. Absorto, yerto, por decirla así quedé exánime largo tiempo, tendido sobre aquel inmenso diamante que me servía de lecho. En fin, la tremenda voz de Colombia me grita, resucito, me incorporo, abro con mis propias manos los pesados párpados, vuelvo a ser hombre, y escribo mi delirio.      

16-10-1821. BERMÚDEZ Y LA  LIBERACION DE CUMANA.
LA LIBERACIÓN DE CUMANÁ.

 El Libertador entró a Caracas pacificada el 29 de junio de 1821 y ese mismo día recibe los partes de guerra de Bermúdez, el Áyax venezolano, que le entrega a Caracas libre, y  recibe al Libertador estrechándolo en sus enormes brazos, pero entre lágrimas de niño, contenidas por la emoción de la victoria.
            Después de esta rotunda hazaña, el Libertador le otorga  a Bermúdez, el grado de General en Jefe,   y lo envía a libertar a Cumaná. 
En Oriente,  los patriotas van de triunfo en triunfo.  Casi todos los pueblos son libres al impulso de las huestes libertarias.  Una pléyade de héroes  derrota  a los realistas en todos los campos de batalla. El territorio se gana palmo a palmo y la sangre de los mártires de la patria da frutos nuevos  para himnos nuevos. 
Ese año de 1821, en Carúpano se lucha encarnizadamente para lograr su libertad. El General Juan Bautista Arismendi es el Comandante  General del Ejército  y el Lic. José Grau, es el Jefe Político de la Provincia. Lograda la independencia de la ciudad, se establecen allí interinamente los poderes públicos de la provincia.    En los primeros días de Agosto de ese año  llega Bermúdez a Margarita, asume el mando con órdenes precisas del Libertador de rendir a  Cumaná; allí lo espera el General Juan Bautista Arismendi, Jefe provisorio de la Provincia.
Los realistas aun  son fuertes, y  pretenden  mantener su dominio.  El general  Agustín Armario,  asistido por el invencible,  Domingo Montes, estaba acantonado, con las mayor parte del ejercito oriental, en  el Cuartel General de  Güirintar.  Los realistas  tratan de  sitiarlo por tierra y por  mar para lo cual movilizan su escuadra sutil al mando del Cap. de Navío Francisco de  Sales  Echeverría, sin éxito alguno. Armario se anotó una gran victoria. También  pretenden  prender al  Lic. José Grau, y retomar Carúpano, para lo cual contaban con refuerzos, que deberían venir desde Puerto Cabello,  donde se refugiaban  el Mariscal La Torre y el general  Don Tomás Morales,  pero esos refuerzos nunca llegaron.
            Develada esta conspiración,  nuestras fuerzas  bajo el mando de Armario, derrotaron a los realistas;  y el Gobernador  con el oportuno auxilio del Coronel Mateo Guerra, apresan a los conjurados, los remiten a Margarita y preservan la libertad de Carúpano.
            A mediados de agosto, Bermúdez, se traslada con su ejército a la costa de Cumaná, entrando por  los Bordones;  de inmediato ataca y toma el fuerte de San Luis,   sin mayores inconvenientes; convoca a todas las fuerzas que se encontraban alertas y en guerrillas, bajo el mando del coronel Domingo Montes, nunca  inactivas, ya que sus partidas mantenían la guerra contra los españoles en toda la provincia. Desde este punto estratégico, del fuerte de San Luis,  dirige  un bando al gobernador español de la provincia de Cumaná, Don José de Caturla, tratando de evitar sufrimiento a su noble pueblo. Don José de Caturla, había sustituido al coronel Antonio de Tovar, por orden del  Mariscal Miguel de La Torre, que firmaba como Gobernador Militar de Venezuela.
El Bando dice así: “República de Colombia. División militar de Oriente. Cuartel general en Bordones a 23 de Agosto de 1821. Al  señor Gobernador de la plaza de Cumaná. Los triunfos obtenidos por la República de Venezuela han puesto en poder de sus hijos los pueblos de que estaban separados, y solo resta la ocupación de esa plaza y la de Puerto Cabello parta terminar la guerra desagradable que por once años se ha llevado. Encargado, pues, de realizar la primera por el  Excelentísimo Libertador Presidente, me he acercado con las tropas y escuadrillas que la bloquean; más como antes de emprender cualquier movimiento hostil, creo conforme a mis naturales sentimientos, brindar a Usía una capitulación decorosa a ambos gobiernos y proporcionar a los defensores de ese punto, su embarque libre de temor; he tenido a bien comisionar al Teniente Coronel Ramón  Machado, jefe de Estado Mayor de Oriente, para que en clase de parlamento entregue a  V. S. este pliego y reciba sus respuesta de entrar o no en esta negociación. Dios guarde  a V. S. Muchos años. José Francisco Bermúdez”.
El mismo día, y sin pérdida de tiempo, el Gobernador  Don José Caturla, contestó en estos términos: “Señor General José Francisco Bermúdez. Veo el oficio de V. S. de esta fecha que se ha querido molestar en anunciar los triunfos que dicen han obtenido las armas de República en las provincias de Venezuela, y de las órdenes que en su consecuencia ha recibido del Excelentísimo Señor Libertador Presidente. De la  certidumbre de todo estaba yo impuesto y de otras particularidades más, sin que ni unas ni otras puedan tener  la menos influencia para que admita la proposición que me hace por su indicado oficio, la cual ha ofendido altamente mi delicadeza y honor, al paso que también considero  hace poco a V. S. que la profiere, cuando le debe constar el estado en que se haya esta plaza en todos sentidos. Ni me lisonjean las ofertas de V. S.,  ni temo sus amenazas, y en este concepto pude V. S., obrar en el modo y forma que le parezca, firmemente persuadido que los ilustres defensores de esta referida plaza que tengo el honor de mandar perecerán antes ente sus ruinas que sucumbir – Dios, &. – Cumaná, agosto 23 de 1821. --- José Caturla”.
Bermúdez  responde,  ratificando sus buenos propósitos para evitar un baño de sangre, en tono mesurado, la conveniencia de la Capitulación; sin embargo, Caturla no cede y la correspondencia entre los jefes se hace rutinaria.  
         El General  Bermúdez,  despliega sus fuerzas, toma el fuerte de San Justo más conocido como batería de El Dique, y continua fortaleciendo sus mandos mediante la  incorporación de veteranos milicianos y efectivos militares que se presentaban voluntariamente, y  desde esta posición estratégica en los fuertes de San Luis y San Justo, donde resistía el permanente bombardeo y a la vez  le causaba  estragos al ejército  y a las posiciones realistas.
            El 25 de agosto  Bermúdez decide accionar sobre la batería de la Boca o fuerte de San Carlos, para impedir la fuga, que los jefes realistas preparaban  en tres goletas  surtas en el puerto de Hostia, protegidos por el fuerte de la Boca del Río.  Bermúdez manda  50 hombres  para que tomen la Casa Fuerte, y  le ordena al Comandante  Sebastián Boguier, jefe de las fuerzas sutiles,  la captura de las tres goletas. Esta acción duró tres horas de intenso fuego y acciones heroicas de parte y parte. Boguier y Bermúdez obtuvieron la victoria.  El Parte de esta batalla, lo escribe escuetamente el propio comandante Sebastián  Boguier.
            “Excelentísimo Señor. En virtud del plan proyectado en combinación con V. S. el día de ayer dispuse la fuerza de mi  mando para batir la batería  y buques enemigos en la noche anterior lo que se verificó  habiéndole quitado al enemigo  un esquife y las tres goletas que tenían ancladas bajo fuego  enemigo  de la batería y de sus buques. El Comandante Domingo Román  y el capitán de la caladora “Cariaqueña” ciudadano José Fermín fueron destinados a cortar  y remolcar las expresadas goletas, los cuales verificaron con toda actividad cuanto se les ordenó lo que pongo en consideración  de V. S.  Todos los demás capitanes contribuyeron igualmente con eficacia a batir al enemigo  junto con la tripulación de sus buques  respectivos. El Ciudadano Francisco Gallega,  fue también con el comandante  Román. Dios guarde a  V. S.,  muchos años. Restaurador, 27 de setiembre de 1821. Excelentísimo señor Sebastián Boguier.
            Resumen del expediente del Jefe Español. El día 11 de octubre, Bermúdez  se apoderó  de las ruinas de Santa Catalina y las reconstruye en gran medida, haciendo casi un reducto bastante apropiado a los efectos perseguidos; y  también  tomó un horno de cal  muy bien ubicado, a poca distancia del fuerte de La Boca y de las fuerzas sutiles, surtas  en el puerto de Hostia, y así logro cortar las comunicaciones de los sitiados.  Caturla atacó fuertemente sin  suceso, ya que Bermúdez, había consolidado su posición, y tenía bajo su mando los fuertes San Justo, conocido como El Dique,  y San Luis, de donde les proporcionaba toda la ayuda que necesitaban a  sus fuerzas.  Las acciones de guerra no cesaban y la artillería  no descansaba.  El día 13, Caturla envió un parlamentario ante Bermúdez,  para lograr un cese del fuego y sacar a los heridos del teatro de operaciones, lo cual fue aceptado por  el jefe patriota,  sobre todo porque ya se había dado la circunstancia de la rendición del fuerte.     
            A pesar de estas derrotas y que Bermúdez estrechaba el cerco sobre la ciudad, Caturla no se rendía; más bien  estaba dispuesto al sacrificio, y anteponía como ejemplos históricos los de Sagunto,  Numancia y Gerona, que prefirieron  la muerte a la rendición.
            Sin embargo la táctica de Bermúdez estaba dando resultado, los patriotas se fugaban de la ciudad con sus familias, y buscan  la protección de Bermúdez. Mil tretas hacían los patriotas para lograr huir del enemigo común.
            A principios de octubre Bermúdez logra terminar los trabajos en la antigua fortaleza de Santa Catalina, que estaba abandonada,  distante un  tiro de fusil de la fortaleza de La Boca; y montó en ella un cañón de 18, uno de  8 y otro de 6,  con los cuales hizo un fuego vivísimo, varios días, contra la fortaleza.
            El día 6, de ese mismo mes, se presentó en el cuartel general de Bermúdez,  el disidente capitán de flecheras Tomás Luisete, acompañado  con 2 marineros,  para convenir con Bermúdez los términos de su rendición, y afirmó  que la plaza de Cumaná no resistiría muchos días más, el pueblo estaba sufriendo mucho.   Prueba de ello es la carta que escribe al vicepresidente de Colombia,  General en Jefe Carlos Soublette,  en la cual dice:
            “No es posible, Excelentísimo Señor, creer que Cumaná deje de ser ocupada antes del 15 del corriente: su resistencia  es una obstinación conocida de su jefe, que yo trataré como merece  por su capricho y tenacidad. Dios Guarde  a V. S. Excelentísimo Señor.  El General en Jefe.  José Francisco Bermúdez.
            El día 14 de octubre,  se rindieron la  Batería de La Boca  o fuerte de San Carlos, bajo el mando del Comandante Juan Bautista Ynrusarri,  y las fuerzas sutiles de Echeverría.  Bermúdez acogió con benevolencia  las exigencias de los vencidos, nombró al coronel Domingo Montes para recibirlas, y les dice:
            “El Señor  coronel Domingo Montes está facultado para proceder  al recibimiento de  estados, y demás cosas necesarias, y el dispondrá  el relevo de esa guarnición como U. S., lo solicitan  en su artículo 2°,  asegurándoles que seré tan indulgente con esos  bravos oficiales y tropa, como humano.  Dios guarde a U. S. muchos años”.
            Esta capitulación fue informada inmediatamente al Gobernador José Caturla, el cual sobre la marcha convocó  una Junta de Guerra para discutir los términos de la rendición de la plaza, y redactó un memorial  con todos  los sucesos que antecedieron a tal suceso. 
            El Estado Mayor realista de Cumaná,  estaba formado por  hombres curtidos: el Teniente Coronel Pío Sánchez Garcés,  Jefe del Batallón de Granada;  el coronel Salvador de Medina, Jefe del batallón de Cachiri;  El Coronel Manuel Cid, Jefe del Batallón Navarra, y el Capitán   Agustín Rodríguez, Comandante de  Artillería.
            El Estado mayor de Bermúdez, estaba formado por el General Juan Bautista Arismendi, Coronel Ramón Machado,   Coronel Domingo Montes  y  Capitán de Navío Sebastián Boguier.
            El mismo día 15 de octubre se redactó  el proyecto de capitulación,  y el 16,  Bermúdez entró a Cumaná y fue recibido por el pueblo, como su Libertador.
            Caturla entregó la plaza  en presencia del ejército y del pueblo. Bermúdez cumplió cabalmente con los términos de la capitulación. 
Cumaná era definitivamente libre.
Caturla firma la capitulación de Cumaná. El mismo día 15 de octubre se redactó  el proyecto de capitulación,  y el 16,  Bermúdez entró a Cumaná y fue recibido por el pueblo, como su Libertador. Caturla entregó la plaza  en presencia del ejército y del pueblo. Bermúdez cumplió cabalmente con los términos de la capitulación.  Cumaná era definitivamente libre.  Podemos resumir así los últimos momentos de la rendición de los españoles. El 13 y el 14 de octubre sale con su ejército de los Bordones con el Coronel Domingo Montes que aportó 300 guerreros, e intentan tomar el fuerte de la Boca, en la desembocadura principal de río Cumaná, pero es recibido con una carga irresistible y tiene que retirarse;  sin embargo dueño de la situación, contando con un ejército superior en todo a los españoles, el día 14 ofrece una capitulación honrosa y es aceptada por los españoles. Don José de Caturla, firma la rendición de la plaza el 15 de octubre y Bermúdez la ocupa el 16.
El día 18, en un gesto sin precedentes en la historia militar de las naciones, don José de Caturla y el General en Jefe José Francisco Bermúdez, recibieron al Almirante español Laborde, que venía a reforzarlo y a recuperar la plaza, la encuentra  rendida. Bermúdez en un gesto que el solo sabía hacer, lo invitó a tomar una sopa con ellos en La Casa Fuerte. Laborde y sus oficiales aceptaron bajar a tierra en sana paz.
La Casa Fuerte ahora en ruinas nos cuenta su historia entre lamentos.

17-10-1854. MUERTE DEL CORONEL  JOSE JERÓNIMO SUCRE.  

Don José Jerónimo de Sucre y Alcalá, nació el 23 de mayo de 1791, hijo de Don Vicente de Sucre y García y Doña Maria Manuela Alcalá y Sánchez, era  4 años mayor  que el Mariscal.  
Se incorporó en Trinidad, en  1813, al ejército del General Santiago  Mariño,  por lo tanto, participó con los 45 en la portentosa hazaña libertadora de la Provincia de Cumaná. 
Este prócer de la independencia contrajo matrimonio con doña María del Rosario Sánchez de Torres y Salaverría, hija de don Pedro Sánchez de Torres y Planes, y de doña María Dominga de Salaverría y Freites.
Durante toda la guerra de emancipación sirvió a la patria en diferentes campos, en 1826 al gobierno de Colombia los ascendió a coronel, en reconocimiento  de sus valiosos servicios a la causa de la Independencia;  el pueblo de Cumana reconoció sus talentos y fue diputado y senador  por Cumaná, en 1837 1846. Este héroe discreto y noble, recibió de Mariño, Bermúdez y Bolívar  honores militares  y estima personal. 
Murió sirviendo a la Patria, si no en el campo de batalla que lo hubiese elevado al Olimpo de los Héroes, humildemente murió de cólera en la Asunción-Margarita, el 17 de octubre de 1854, siendo secretario del general Francisco Esteban Gómez.
18-10-1766. TERREMOTO EN LA PROVINCIA DE CUMANÁ.

Según  nos relata el padre Carrocera en su obra Misión de los Capuchinos en Cumaná, pag.339. Catastrófico terremoto que devastó la parte oriental de Venezuela. En esa ocasión también se palparon notablemente las consecuencias en la misión de los capuchinos aragoneses. El hospicio que tenían en Santa María de Los Ángeles, quedó totalmente arruinado; la iglesia de Yaguaraparo fue totalmente destruida y las de Irapa y Soro. Para reparar tanto daño se pidió  ayuda al Rey de España que por cierto fue muy generosa.  En Cumaná destruyó la ciudad casi por completo, en tiempos de crecimiento en todos los niveles.
Gobernaba en la Provincia de Nueva Andalucía don Pedro José de Urrutia, pero no estaba en Cumaná, cuando sobrevino el terremoto, porque estaba sufriendo el juicio de residencia por la gobernación de Portobello.  A su regreso en agosto de 1768, se ocupó en la reconstrucción de la ciudad, a él se deben muchas obras entre ellas el puente sobre el rio Cumaná, de grata recordación; también construyó la Iglesia de Altagracia en la plaza Guaiquerí.     Humboldt dice, que la tierra se tragó la guarnición principal de la ciudad y su parte poblada, causando muchas muertes.
Humboldt seguramente tuvo minucioso conocimiento de este terrible terremoto, así como de los que ocurrieron antes de su arribo  en 1798, catorce meses antes de su llegada el 16 de julio de 1799, y tuvo oportunidad de sentir los temblores de ese año, de menor intensidad, pero que lo llevó a escribir,  que no se iría de Cumana, mientras ocurrieran tantas  maravillas.   
19-10-1818. LA IMPORTUNA DERROTA DE DOMINGO MONTES. 

Esta derrota del coronel Domingo Montes, trastornó los planes del Libertador de tomar Cumaná, que contaba con las fuerzas y pertrechos  que tenía el ejército de Mariño, sin ellos no era prudente continuar en ese proyecto.
Tavera Acosta dice que Domingo Montes comandaba la vanguardia de Mariño, y que impulsado por su valor, creyendo ocupar a Cariaco fácilmente, lo arriesga todo sin darse cuenta de que la plaza  estaba muy bien guarnecida por el competente Comandante Noguera, que  no era tarea fácil vencer. Ataca y lo hace mal, ataca pero comete muchos errores tácticos que han sido criticados y empañan su brillante hoja de servicios.
El resto de las tropas bajo su mando, se desbanda, pierde más de 500 fusiles y a duras penas logra Mariño reorganizarlas en Guanaguana  
 Así es derrotado completamente el invicto guerrillero Domingo Montes, y el ejército de Mariño sufre las consecuencias; y ese descalabro  pone en riesgo el éxito de la campaña ordenada por el Libertador para ocupar la plaza de Cumaná, que tiene que abortar. 
Dice Baralt, notable historiador maracaibero, de este hecho trascendente, culpando al General Santiago Mariño que:  “por no seguir las instrucciones del Libertador, tomó el camino de Caripe en lugar de hacerlo por Cumanacoa, para atacar Cariaco. Mariño además ordenó atacar con un solo batallón teniendo un ejército de 1500 hombres, y fue derrotado y desbandado. Dejó 300 cadáveres, perdió casi todo el parque y dejó muchos prisioneros. La pérdida en esta batalla fue tan inesperada y costosa, que el Libertador tuvo que suspender su campaña para liberar a Caracas, y lo obligó a volver hacia Guayana, lo que en definitiva fue grandioso.  


20-10-1880. FUNDADOR DEL DIARIO EL UNIVERSAL, DR. LUIS TEOFILO NUÑEZ GÓMEZ.

Nació en Cumanacoa y se educó en Cumaná. Fueron sus padres, el gran tribuno José Fernando Núñez y doña Clara Gómez. Fue alumno distinguido por su dedicación e inteligencia del maestro Silverio González Varela, en el Colegio Nacional de Cumaná. Graduado de bachiller se traslada a Caracas para estudiar abogacía, y se gradúa con altas calificaciones en la facultad de Derecho de la Universidad de Caracas, donde se queda ejerciendo su profesión de abogado. En Cumaná, aprendido todo lo que sabía de la imprenta y sus periódicos, en el taller de don Federico Madriz Otero, donde se publicaban el bisemanario  “La Constitución” y “El Heraldo Oriental”, la fragua de los grandes periodistas de Cumaná y de la Caracas de su tiempo, de allí salieron: El Nacional, El Universal, La Esfera y otros.
En Caracas, Luis Teófilo, fundó junto con Andrés Mata y Ramón David León, el Diario “El Universal”, y fue su segundo director hasta su muerte en esta fecha. Luis Teófilo fue de la generación de Oro de Cumaná, que fue la de Domingo y Marco Tulio Badaracco, Silverio González Varela,  Emilio,  Santos y Mauricio Berrizbeitia, Federico Madriz Otero, Julio y Ramón Madriz Sucre, José Antonio Ramos Sucre, el grandioso erudito; fue también la de  Arturo, José y Luis Beltrán Bruzual Bermúdez, Roberto y Humberto Guevara, de  Julio Miranda Madriz; la de Bienvenido y Sergio Martínez Picornell, Enrique Segundo y Santos Emilio Berrizbeitia Guillén, la de Pedro Regalado y Luis Esteban Mejía, de Juan Freites y Jesús María Forjonel, la de Ramón Mata Andrade, la de Francisco,  Antonio Miguel y Jesús Manuel Aristeguieta Badaracco, de Norberto Salaya y Luis Beltrán y Alberto Sanabria Bruzual, la de Pedro Elías y Francisco de Paula Aristeguieta Rojas, la de Juan de Dios Gómez Rubio,  Jesús Maneiro Sánchez, Salvador Uban, Manuel Norberto Vetancourt Aristeguieta, Horacio Márquez y Manuel Guzmán, la de Pedro Nicasio y Juan Silva Carranza, la de Miguel Antonio, Miguel Ángel y Sixto Blanco, la de Eliso, Joaquín y Agustín Silva Díaz, la de Salvador y Diego Córdova, la de Ramón Suáres y Tin Fernández, de Roberto y Raimundo Martínez Centeno, la de Luis Felipe y Andrés Eloy Blanco Meaño, la de Manuel José Malaret Coello, Dionisio López Orihuela, Luis Bianchi y Cruz María Salmerón Acosta y José María Milá, , la de Aquiles Benítez, Alejandro Fernández Ortiz y Jesús Antonio Cova Cabello, la de José Manuel y Ramón Yegres, la de Julio y Ramón Madriz Sucre, y Francisco José Berrizbeitia Guillén.
 El Dr. Luis Teófilo Núñez fue  nombrado Presidente del Estado Sucre, por Isaías Medina Angarita,  Presidente de la República de Venezuela, en 1945,  y le tocó rematar e inaugurar  una serie importante de obras, como el Hospital Antituberculoso y el cuartel Santiago Mariño, durante los festejos del sesquicentenario del natalicio del Mariscal y antes del derrocamiento de Medina.
Fastuosa fiesta en los anales de Cumaná fue la celebración, en la cual se inauguraron un conjunto de obras imprescindibles, como los edificios del Liceo, la Normal, el Sanatorio Antituberculoso, el Mercado, el Muelle, el Regadío,  la plaza Miranda, la Catedral de Cumaná, el Palacio Municipal, el monumento a Domingo Badaracco, y otros, que le cambiaron el rostro de la olvidada tierra del Gran Mariscal, a cuya efemérides  asistieron los presidentes de las naciones bolivarianas con sus guarniciones, y todos los poderes públicos nacionales y municipales. Toda Cumaná se vistió de júbilo.  No se recuerda nada parecido en los fastos de nuestra historia.

20-10-1891.- Nació en Cumaná el aclamado músico JOAQUIN SILVA DÍAZ.
En esta fecha nació el inspirado músico cumanés Joaquín Silva Díaz, llamado en España el “Albéniz Americano”  fueron sus padres Don Eliseo Silva Cabrera y Doña Carmen Díaz Rojas. Puso muy alto el prestigio de la música cumanesa
 Cuando Joaquín tocaba el piano  en Cumaná era día de fiesta y venían de muchas partes a escucharlo.   El pueblo se deleitaba escuchándolo ya se anunciaba lo que iba a ser en el mundo del arte Cumaná en esa época fue llamada “Atenas de América”    En todas las artes había epígonos.
Mis padres guardan de este extraordinario músico cumanés recuerdos para  mí inolvidables recuerdos que nacen  no solo de los lazos de amistad que unían a nuestras familias  sino por las atenciones que tuvo Don Joaquín con nosotros siempre tanto que este brillante pianista que se trasladó a Mariguitar para amenizar el matrimonio de mis padres como lo contaban ellos y yo recogí el relato o  narración de su matrimonio tal como me lo contaba  Mamá 
Joaquin tenía que triunfar porque su arte era inigualable él le imprimía ese no sé qué de los genios de la música  que levantan los espíritus los  aplausos y los hurras y los bravos incontenibles y las muchedumbres lo acompañaban donde quiera que se inspiración lo llevaba
Por eso viajó a Europa su música no se podía quedar en un solo pueblo tenia que hacerse universal como tenía que suceder No lo dejaron regresar le llovieron los contratos y las peticiones y los viajes   
El afamado músico que fue saludado en España como “El Albéniz” americano, levanto tanto revuelo que hubo un crítico tan entusiasmado con este músico prodigio que vaticinó o mejor dijo  “la música en América se dividirá en dos grandes períodos antes y después de Joaquin Silva Díaz”
El residió 40 años en París, donde casó con una aristócrata. Actuó y triunfó en los mejores escenarios del mundo: Alemania, Inglaterra, Italia, Suiza, Austria, Holanda, Bélgica y los Estados Unidos.
Grabó su música  para varios sellos y sus discos recorrieron el mundo y en todas partes fue aclamado Se hizo tan popular tan popular como el Richard Klayderman de nuestros tiempos  o cualquier otro pianista universal  
Dejó una copiosa obra según sus propias palabras: Tríos para violín,  cello y piano, melodías para canto, dúos, piezas para instrumentos, entre otras una Berceuse para cello, dedicada al eminente artista Pablo Casal que la interpretó con frecuencia en sus recitales.
 Sus obras  notables son: Nostalgia, Adiós, Canción de Cuna, Van, Caraqueña, Corrido, Duerme, Negro, Ausencia,  Galerón y muchas más. Alguien dijo que sus discos se vendían como pan caliente.

21-10-1766. TERRIBLE TERREMOTO EN CUMANA.

El 21 de octubre de 1766, dentro de su período de gobierno, se desató un terrible terremoto en la provincia, y la tierra quedó temblando por 14 meses, produciendo incontables daños materiales. La tierra se tragó el edificio del fuerte y una guarnición de 300 hombres en el centro de la ciudad, según testimonios que anotó el barón de Humboldt cuando estuvo en la ciudad en 1799.   Una réplica y aún peor, se produjo el 21 de octubre de 1766; Humboldt nos lo cuenta, después de recibir una información valiosísima de aquella sociedad culta con la cual compartió el sabio sus conocimientos, nos dice:
“Como no existe crónica ninguna acerca de Cumaná, y como sus archivos, a causa de las continuas devastaciones de los termites o comejenes, no contienen documento alguno que remonte a más de 150 años, no se conocen datos precisos sobre los antiguos temblores de tierra. Sábese tan solo que en tiempos más inmediatos a nosotros, el del año 1766 fue a una vez el más funesto para los colonos y el más notable para la historia física del país. Desde hacía 15 meses habíase mantenido una sequía semejante a la que se experimentan de vez en cuando en las islas de cabo Verde, cuando el 21 de octubre de 1766 fue enteramente destruida la ciudad de Cumaná. Renuévase todos los años la memoria de ese día con una fiesta religiosa acompañada de una procesión solemne. En el lapso de pocos minutos hundiéronse todas las casas y repitiéronse las sacudidas durante catorce meses de hora en hora. En varias ´partes de la provincia se abrió la tierra vomitando agua sulfurosa. Estas erupciones fueron frecuentes sobre todo en una llanura que corre hacia Casanay, dos leguas al Este de la ciudad de Cariaco, conocida con el nombre de “tierra hueca”, porque parece enteramente minada por fuentes termales. Durante los años 1766 y 1767 los habitantes de Cumaná acamparon en las calles, y empezaron a reconstruir sus casas cuando no se sucedieron sino de mes en mes los temblores de tierra. Sucedió entonces en estas costas lo que se experimentó en el reino de Quito inmediatamente después de la gran catástrofe del 4 de febrero de 1797. Mientras que oscilaba de continuo el suelo, parecía la atmósfera resolverse en agua. Fuertes aguaceros hicieron henchirse los ríos; fue el año sumamente fértil; y los indios, cuyas frágiles cabañas resisten fácilmente las más fuertes sacudidas, celebraban, según las ideas de una vetusta superstición, con fiestas y con danzas, la destrucción del mundo y la época próxima de su regeneración.      
Reza la tradición que en el temblor de tierra de 1766, así como en otro muy notable de 1794, las sacudidas eran simples oscilaciones horizontales; y que no fue sino el día malhadado del 14 de diciembre de 1797 cuando por primera vez en Cumaná se hizo sentir  el movimiento por soliviadura, de abajo arriba. Entonces fueron destruidos por completo más de los cuatro quintos de la ciudad, y el choque, acompañado de un ruido subterráneo fortísimo, pareció como en Riobamba, la explosión de una mina colocada a gran profundidad. Dichosamente la sacudida más violenta  fue precedida de un ligero movimiento de ondulación, de suerte que la mayor parte de los habitantes pudo escarparse en las calles, no pereciendo sino un corto número de los que estaban congregados en las iglesias”.





21-10-1859. EL MAESTRO DE CUMANÁ SILVERIO GONZALEZ VARELA
Nace en Cumaná el GRAN MAESTRO DE NUESTRO PUEBLO  Don José  Silverio González Varela,  en la leyendaria Cumaná, el 21 de octubre de 1859, hijo del general José Silverio González y doña Luisa Varela Abreu. La figura procera del llamado “Maestro Silverito” es una de las más  sobresalientes de la cultura sucrense, pues en él se reunían elevadas  cualidades: –educador meritísimo, historiador, periodista, escritor, político-  que lo consagraron ante la posteridad. En él se reflejó también aquella prosapia espiritual cumanesa, de filantropía e hidalguía.
Su vida octogenaria, fue señaladamente dedicada a la educación, a las artes y en general a la cultura.  La personalidad del maestro Silverito ha ganado la consagración histórica, pese a las mezquindades y  las circunstancias políticas contemporáneas. Su obra de educador por sobre todo le ha salvado con creces así como su probidad indiscutida. No olvidemos que el auge de la actuación pública de este valor se desarrolla durante la dictadura de Juan Vicente Gómez
La historia de la educación sucrense cuenta entre los maestros eminentes a Silverio González Varela, tipo de pedagogo por ancestro, vocación y estilo propio. Casi cincuenta años de dedicación fructífera para su pueblo a enseñar generaciones tras generaciones, derrochando a manos llenas el bien de la enseñanza, con devoción y con fe. Pareciera también que la tierra del Manzanares fue magnífica simiente para maestros de relieve, desde la Colonia pasando por Level de Goda, José Antonio Ramos, Ramos Martínez, José Silverio Córdova, José Silverio González, Modesto Silva Gómez,  entre muchos más de ese tiempo en el que la Escuela de Cumaná dio tanto fruto.  
Luego de permanecer algún tiempo dedicado a la vida privada en su casa de San Francisco y aquejado ya por los males que su venerable ancianidad no resistió ni la ciencia pudo curar, desapareció el 18 de julio de 1938. Así terminó su vida el Maestro de generaciones “El hombre sabio, el erudito coterráneo, el arsenal de la vieja Cumaná en la pobreza más grande y extremada”. El Cementerio viejo de Santa Inés guarda sus despojos. Falta en Cumaná el bronce que lo eternice. 

22-10-1954.-Dr. JOSÉ SALAZAR DOMINGUEZ. 1953-1958. 

En esta fecha el Gobernador del Estado Sucre, Dr. José Salazar Domínguez, decreta la adjudicación de las viviendas construidas en la Urbanización DOS DE DICIEMBRE por el Gobierno Nacional en la Parroquia Altagracia de Cumaná. Al derrocamiento del General Pérez Jiménez, se le cambió este nombre por el de Andrés Eloy Blanco. 
Su hijo Alejandro Salazar Caldera  escribió un perfil biográfico de su padre el del Dr. José Salazar Domínguez, para el poeta Ramón Ordaz, el cual me la cedió a mí, y  del cual tomamos algunas notas, dice:
 “Nació en Cumaná en 22  de septiembre de 1903.  Sus padres fueron Manuela Domínguez Ruiz, nacida en Cumaná y José Natividad Salazar originario de Margarita, establecieron una larga familia radicada en Puerto Sucre, Cumaná.
José Dionicio siguió sus estudios primarios en la escuela de Silverio Córdoba en Cumaná. Posteriormente fue enviado para sus estudios secundarios a Trinidad. En la escuela de la Reina, aprendió inglés y cursó estudios de bachillerato los cuales no le fueron aceptados como equivalentes en Venezuela.
A sus 18 años fue enviado a Caracas, donde cursó estudios en el Instituto San Pablo de los hermanos Martínez Centeno (Después Colegio San Agustín), graduándose de Bachiller. Cursó estudios profesionales en UCV., obteniendo el grado de Doctor en Ciencias Políticas, y alternando sus estudios con la escritura de cuentos titulados “Cuentos del Mar”  publicados en el periódico “Fantoche”, la revista “Elite” y “Billiken”. Durante esa época empezó a consolidar su inclinación literaria publicando en “Santelmo” en 1932 del género de cuentos.
Salazar Domínguez es uno de los mejores narratistas de Cumaná de todos los tiempos.
23-10-1903. MUERE EN CARÚPANO FRAY JOSÉ ANTONIO RAMOS MARTÍNEZ.
Maestro de José Antonio Ramos Sucre.  Nació en Cumaná el 8 de diciembre de 1837; hijo dilecto de padres ilustres, el meritorio maestro cumanacoense Dr. José Antonio Ramos González y la matrona cumanesa Doña Trinidad Martínez Vallenilla.
Desde muy joven se distinguió por su inteligencia y aplicación al estudio; recién tonsurado regresó a Cumaná, a servir la Vicaría Forense y el curato de Santa Inés, donde prestó servicios por 14 años, desde 1862 hasta 1876.

En este tiempo su actividad fue prodigiosa, fue el animador social y cultural que el pueblo anhelaba, y un líder sin igual en todos los campos de la actividad pública; brilló en el pulpito, en el periodismo, en la organización de eventos de toda índole; era incansable en la búsqueda del bien público y en el rescate de la historia, la cual conocía y trasmitía con entusiasmo inigualable. Cumaná toda lo amó ingenuamente, fue tan elocuente su sabiduría, que fue nombrado, entre todos los doctos maestros de Cumana, Rector del Colegio Nacional.

Le debemos también la reconstrucción de la histórica iglesia catedral, que fue su empeño, su proyecto. La realización de aquel ideal, pero a su constancia, su convicción, su fe, se unió todo el pueblo y,  así nació el Templo de Santa Inés,  de la ruinas del antiguo templo de la Virgen del Carmen.

24-10-1825. EL PERIODISMO EN CUMANA. DETALLES SOBRE EL MÁS ANTIGUO   
En Cumaná se inició la historia del periodismo en Venezuela. El 24 de octubre de 1825, se editó en Cumaná “El Indicador del Orinoco”. También se publicó “Alerta”, cuyo primer número salió a la calle el 24 de noviembre; “Argos Republicano”; “El Desengaño”, cuyo primer número salió el 9 de enero de 1826; y el “Zentinela de la Libertad”.  
Cumaná era entonces capital de la provincia Colombiana del “Departamento del Orinoco”, cuyo primer Presidente fue el general en jefe José Francisco Bermúdez, nombrado por el Libertador después de la hazaña libertadora de Cumaná protagonizada en 1821, por el mismo Bermúdez..
Para estos tiempos ya Cumaná, como siempre la primera en todo,  en todo lo que se refiere a la cultura venezolana, habia hecho historia en el periodismo, ya que en esta provincia se habían publicado con anterioridad: “El Patriota Venezolano”, y “El Patriota Cumanés” el primero se editaba desde 1811, en la Isla de Trinidad, que dependía políticamente de la Gobernación de Cumaná;   y el segundo se publicaba en Cumaná, y circuló en 1811, según datos obtenidos por el historiador Ignacio Rodríguez Mejía, publicado en su libro “Periódicos y Revistas de Cumaná” editado en 1958.
Desde el 4 de julio 1812, se editó “”La Gazeta de Cumaná”, en este periódico, publico el Dr. Luis Daniel Beauperthuy, sus trabajos científicos, por eso representa un tesoro, es la prueba de la importancia que alcanzó la medicina y la investigación en esta tierra de gracia; también se conservan ejemplares en el “Public Office” de Londres, Inglaterra y en alguna bibliotecas de Chicago; así lo dice también don Alberto Sanabria, Primer Cronista Oficial de Cumaná, en conocimiento de la investigación realizada por don Pedro Grases.
Después el General en Jefe Santiago Mariño, el Libertador de Oriente venezolano, editó, desde el 5 de agosto de 1827, su periódico “El Cacolín Solitario”, del cual dice Ignacio Rodríguez Mejía, que una colección de este periódico fue puesto en venta en la ciudad alemana de Leipzig, por Karl W. Hiersemann, por el precio nada despreciable de 2000 marcos. Este periódico se editó en la imprenta de don Manuel Escalante en Cumaná. Entre los redactores del Cacolín, menciona al General en Jefe Francisco Mejía. Por esos tiempos también se editaba el periódico “El Amigo del Pueblo”.
Como podemos ver el periodismo en Cumaná, no fue un hecho aislado, sino un hecho que se fue fortaleciendo con el tiempo, a tal grado que de ese periodismo fecundo, surgen con fuerza extraordinaria, periodistas como Pedro José Rojas, que llega a gobernar la República en el último periodo de Páez; Blas Bruzual, vocero de los Monagas; el General en Jefe Francisco Mejía, lleno de méritos por su fuerza y sabiduría, fue escalando escaños hasta ser candidato a la presidencia de la republica; Estanislao Rendón, el gran civilizador, el perfecto ciudadano, también fue candidato a la presidencia de la república y gran líder de la democracia venezolana; Silverio González, el gran maestro de la cultura cumanesa,  que logra la libertad de los esclavos por la fuerza de sus convicciones y sus extraordinarios discursos en el Congreso Nacional; y luego periodistas nacidos y formados en Cumaná: Pedro José Rojas, Blas Bruzual, Andrés Mata, Enrique Otero Vizcarrondo, Luis Teófilo Núñez, Ramón David León, van a fundar los grandes  diarios de Caracas: el Nacional, La Esfera y el Universal; y, por si fuera poco, Andrés Eloy Blanco, el gran poeta del “Canto a España”, de “Giraluna” y Angelitos Negros,  con su gracia inimitable, se enseñorea en el “Morrocoy Azul”, y con Aquiles Nazoa, llenan de gracia las letras venezolanas.   
25-10-1773.- NATALICIO DE DON  DIEGO DE VALLENILLA.
 “La cabeza, la pluma y la espada de la revolución”.
            Nació en Cumaná, en esta fecha, don Diego de Vallenilla Guerra, hijo de don Félix Vallenilla Salaverría y doña Isabel María Guerra de la Vega.
            En 1810 se alistó, al igual que sus hermanos: Domingo, Luis y Quintín, en las filas patriotas. Actuó como secretario de la Junta de Gobierno donde ejerce sus facultades como líder, de tal suerte que el historiador don Ángel Grisanti, lo considera “La cabeza, la pluma y la espada de la revolución”.
            En 1811 pasa al Poder Ejecutivo de la Provincia de Cumaná. En 1812 es arrestado y enviado por Cervériz, a la prisión de La Güaira, con otros ciudadanos notables de la ciudad que sirvieron en el gobierno revolucionario. Liberado en 1813 por el Libertador, ocupa puesto legítimo en el Congreso de Cariaco, y es nominado para formar parte del Poder Ejecutivo plural con Simón Bolívar, Santiago Mariño, Fernando del Toro, José Cortés de Madariaga, Francisco Javier Maiz y  Francisco Antonio Zea.
            En 1819 concurre como diputado por Cumaná al Congreso de Angostura, convocado por el Libertador, en cuyo Congreso, bajo la presidencia de Francisco Antonio Zea,  fue elegido Secretario.
            En 1820, don Diego de Vallenilla es nombrado Intendente de Venezuela, y en 1821, concurre con el carácter de diputado por Cumaná al Congreso del Rosario de Cúcuta para sancionar la Constitución que creó La Gran Colombia, allí va al lado de Antonio José de Sucre, don Fernando Peñalver, José Gabriel de Alcalá y el Dr. Juan Martínez Alemán.
26-10-1667- EL CAPITAN GENERAL  Don JUAN BRAVO DE ACUÑA.

 Fue el constructor del fuerte de Santa Catherine, y el fundador de El Pilar.  Caballero de la Orden de Santiago y gentil hombre de boca, como se le llama en algunos  documentos.
En un informe de la Junta de Guerra, refiriéndose a un hecho del pasado,  dice “… pasa a discutir sobre el estado en que se halla la Fuerza de Santa Catalina, que está a la boca del río, que es la que fabricó don Juan Bravo de Acuña siendo gobernador de aquella provincia…”
Mostró, igualmente, gran interés en la reconstrucción del fuerte de San Antonio de la Eminencia, destruido por el terremoto de 1622, y presentó ante la Corte nuevos planos que fueron los acogidos en definitiva. Este asunto reviste la mayor importancia, porque el fuerte de San Antonio tenía forma redonda y estaba construido con materiales de poca o ninguna fortaleza.
En su corto mandato, el 9 de mayo de 1667, se produjo el nombramiento del padre Lorenzo de Magallón, por decreto de la Congregación de Propaganda Fide, Prefecto de las provincias de Cumaná, Caracas, Guarapiche, Guácharo, Aragua y Amano, este nombramiento produjo grandes disgustos entre  el padre Lorenzo y el superior Francisco de Jerez. No sabemos si el gobernador tuvo algo que ver en ese asunto.   
Gobierna la provincia desde 1665, hasta el día de su muerte ocurrida en Cumaná, en ejercicio de su cargo, el 26 de octubre de 1667.  Al parecer lo más resaltante de su corto gobierno fue la expedición pacificadora y refundadora que hizo por territorio de los cumanagotos, para repoblar San Cristóbal de Cumanagotos y Nueva Barcelona; también es importante la fundación de la ciudad de El Pilar, bajo la advocación de San Pedro y San Pablo.
Muere en Cumaná el Capitán General don Juan Bravo de Acuña. Cuyos restos reposan en el cementerio español de Quetepe. Pasó a las páginas de la historia de Cumaná, como el constructor del fuerte de Santa Catalina.
27-10-1824. EL COLEGIO NACIONAL DE CUMANA.

Erección del Colegio Nacional de Cumaná.  Decreto Ejecutivo del gobierno Gran Colombiano, suscrito por el Vicepresidente de Colombia General en Jefe Francisco de Paula Santander. Se ratifica en todas sus partes la creación de la Universidad de Cumaná, creada en 1812. 
En 1812 para la mejor administración de los diversos estudios que se cursaban en Cumaná el Concejo Municipal reunió en un solo local todas las clases y el Poder Legislativo constituyó con ellas una Universidad para lo cual se congregaron los señores: Pbros. Doctores Pedro Coronado, Don Pedro Level Alén, Don Diego Antonio Alcalá Mayz, Don José Lorenzo Rendón, y Don José Martínez de Gordon; doctores Don José Gervasio Rodríguez de Astorga, Don Andrés Level de Goda, Don Juan Martínez Alemán, Don Mariano de La Cova y Don Ignacio Rendón; Pbro. Don Martín de La Cova, Licenciado Don José Joaquin Coronado, Don Pedro Márquez de Valenzuela, Don Felipe Sánchez, Don Antonio Sotillo Verde, Don Ramón Sánchez, Don Vicente Andrés Sánchez, Don Joaquín Suárez, Don Alonso Bruzual, Don Antonio José Betancourt y Don José Manuel Grau. Formaron el Claustro los doctores Mariano de La Cova, Juan Martínez Alemán, Pedro Level Alén, Rafael Avalos, Pbros. Martín de La Cova, Fray Tomás Garmendia y los licenciados: José Justo Betancourt, Pbro. Andrés Antonio Callejón, Vicente Andrés Sánchez y José Manuel Grau. Resultando electos: para Rector el Dr. Juan Martínez Alemán. para Carcelario Fray Tomás Garmendia y para secretario el licenciado José Manuel Grau. Dicha Universidad erigida el 11 de mayo de 1812, desapareció poco después con motivo de la guerra.    

 A esa generación de maestros le debe la ciudad de Cumaná, su fama de tener un magisterio inigualable en toda América. En esa lista faltan los nombres de Don Juan Crisóstomo Bermúdez de Castro, Blas de Rivera, María Alcalá de La Guerra, y el formidable Fray Cristóbal de Quesada. Sus nombres deben ser estampados en bronce a las puertas del Rectorado de la Universidad de Oriente,  para que se sepa.  Nació en Cumaná, el 27 de   octubre de 1830  y murió en - Caracas, el 23 de marzo de 1896. Tomado de Don Alberto Sanabria. 



27-10-1824. EL COLEGIO NACIONAL DE CUMANA.

Erección del Colegio Nacional de Cumaná.  Decreto Ejecutivo del gobierno Gran Colombiano, suscrito por el Vicepresidente de Colombia General en Jefe Francisco de Paula Santander. Se ratifica en todas sus partes la creación de la Universidad de Cumaná, creada en 1812. 
En 1812 para la mejor administración de los diversos estudios que se cursaban en Cumaná el Concejo Municipal reunió en un solo local todas las clases y el Poder Legislativo constituyó con ellas una Universidad para lo cual se congregaron los señores: Pbros. Doctores Pedro Coronado, Don Pedro Level Alén, Don Diego Antonio Alcalá Mayz, Don José Lorenzo Rendón, y Don José Martínez de Gordon; doctores Don José Gervasio Rodríguez de Astorga, Don Andrés Level de Goda, Don Juan Martínez Alemán, Don Mariano de La Cova y Don Ignacio Rendón; Pbro. Don Martín de La Cova, Licenciado Don José Joaquin Coronado, Don Pedro Márquez de Valenzuela, Don Felipe Sánchez, Don Antonio Sotillo Verde, Don Ramón Sánchez, Don Vicente Andrés Sánchez, Don Joaquín Suárez, Don Alonso Bruzual, Don Antonio José Betancourt y Don José Manuel Grau. Formaron el Claustro los doctores Mariano de La Cova, Juan Martínez Alemán, Pedro Level Alén, Rafael Avalos, Pbros. Martín de La Cova, Fray Tomás Garmendia y los licenciados: José Justo Betancourt, Pbro. Andrés Antonio Callejón, Vicente Andrés Sánchez y José Manuel Grau. Resultando electos: para Rector el Dr. Juan Martínez Alemán. para Carcelario Fray Tomás Garmendia y para secretario el licenciado José Manuel Grau. Dicha Universidad erigida el 11 de mayo de 1812, desapareció poco después con motivo de la guerra.    

 A esa generación de maestros le debe la ciudad de Cumaná, su fama de tener un magisterio inigualable en toda América. En esa lista faltan los nombres de Don Juan Crisóstomo Bermúdez de Castro, Blas de Rivera, María Alcalá de La Guerra, y el formidable Fray Cristóbal de Quesada. Sus nombres deben ser estampados en bronce a las puertas del Rectorado de la Universidad de Oriente,  para que se sepa.  Nació en Cumaná, el 27 de   octubre de 1830  y murió en - Caracas, el 23 de marzo de 1896. Tomado de Don Alberto Sanabria. 



27-10-1830.  EL ILUSTRE POETA VICENTE CORONADO.  

Nació en Cumaná el 27 de octubre de 1830 y murió en Caracas el 23 de marzo de 1896. Marco Tulio Badaracco Bermúdez, lo incluye en su antología de poetas cumaneses “Fuego de Blanca Luz”, con un soneto tremendo que tituló “El Laurel de la Discordias” y en el cual con un solo pincelazo descubre todo el dolor de la batalla. 
Don Alberto Sanabria lo ubica entre las grandes figuras de la cultura venezolana, con una cita, veamos:
“Don Felipe Tejera, en su notable obra titulada “Perfiles venezolanos” nos dice lo siguiente: “Como poeta, Coronado es de los más notables de Venezuela, de los versos, lo atinado de sus tropos y lo encumbrado de su poesía. Trabaja mucho sus composiciones sin dejarse arrebatar por el prurito de aparecer cada día con una obra nueva en público; de ahí que Coronado tenga pocas composiciones; pero todas buenas. En sus formas nos recuerda a Baralt. La oda a Bolívar es de lo mejor que tenemos en nuestra lírica, y su oda “Al Cóndor” sostiene el paralelo con las más selectas sobre el mismo asunto.      Como Baralt, nos parece más feliz en las liras que en las silvas. Coronado dice mucho en sus poesías y no se anega en un mar de versos como acontece por lo general en nuestros bardos. La concisión la pureza de las formas y la limpieza y galanura del pensamiento sus principales cualidades. Cuando vean la luz pública sus obras poéticas reunidas, se podrá apreciar mejor en lo mucho que vale”  
Agrega Sanabria: Entre sus trabajos en prosa, “bien merece recordarse su brillante elogio de Alejandro de Humboldt”.
Coronado estudió en el Colegio Nacional de Cumaná bajo el rectorado de Silverio González, donde se graduó de bachiller. En Caracas culminó sus estudios de Derecho. Ejerció exitosamente como abogado tanto en Cumaná como en Caracas;  y en la carrera pública, brillo con luz propia.  Fué Ministro de Hacienda, de Crédito Público, de Relaciones Interiores y de Fomento, con Guzmán Blanco, en los años 70 y 80.
Le correspondió el privilegio, siendo Ministro de Fomento de Guzmán lanco, de ser el cofundador de las academias, de las cuales  fue Miembro fundador “Academias Venezolanas de la Lengua y de la Historia”.
Escribió mucho y dejó una obra variada y completa: Ensayos de historia y literatura, Composiciones literarias, y fue colaborador de “La Crónica de Caracas”, de la revista “Vargasia” y “El Cojo Ilustrado”.
Brillaba en Caracas al lado de Jacinto Gutiérrez Coll y su hermano Pedro Elías Gutiérrez Hart, Marco Antonio Saluzzo, Pedro José Rojas, los hermanos Arcia,  
Fue en todo, un digno representante de la Cultura Cumanesa del siglo XIX.

28-10-1769. NATALICIO DEL MAESTRO DEL LIBERTADOR SIMÓN RODRÍGUEZ.

Alias Samuel Robinson, el maestro preferido del Libertador,  nació en Caracas el 28 de octubre de 1769, y murió el 28 de febrero de 1854, en Amotape. Indudablemente su sabiduría logró cambiar el destino del Libertador de un mundo, totalmente distinto de todo lo que existía.
Algunos datos biográficos:
1.- Nace en Caracas de padres desconocidos, el 28 de octubre de 1771 2.-  Murió en San Nicolás de Amotape el 28 de febrero de 1854. 3.-  1793 trabaja como amanuense en los negocios de don Juan Vicente Bolívar y Ponte, padre del Libertador, 4.-  En 1794 presenta un proyecto pedagógico a la Municipalidad de Caracas “Reflexiones sobre los defectos que vician la educación”. 5.- En 1796 un tribunal de Caracas le envía al joven Simón Bolívar para que, en calidad de interno, contribuya en su educación. En Francia lo rescata lo acompaña al Monte Sacro donde jura luchar por la libertad de América. 6.- En 1828.- Publica en Arequipa el pródromo de la  obra Sociedades americanas en 1828, donde afirma que: La América española es original y originales han de ser sus instituciones, o  inventamos o erramos. 7.- En 1830 publica su obra “El Libertador del Mediodía de América; ese mismo año publica Observaciones sobre el territorio de Vincocaya 8.- En 1831 publica su obra Luces y Virtudes Sociales   9.- En 1838, Publica varios artículos en el Mercurio de Santiago de Chile 10.- En 1842 viaja a Paita en el Perú donde vive Manuelita Sáenz 11.- 1850 en Bogotá,  publica en el periódico El Neogranadino su obra Educación Republicana. Desde Bogotá viaja a Latacunga, donde entrega al Colegio San Vicente las lecciones dictadas en ese Colegio.
28-10-1890.  EL MONUMENTO A SUCRE EN CUMANA.

Obra del escultor italiano GIOVANNI TURINI.  En esta fecha se inauguró la Estatua Ecuestre del Gran Mariscal Antonio José de Sucre en la Plaza Ayacucho de Cumaná. Dice Pedro Elías Marcano: “La Estatua Ecuestre del Gran Mariscal Antonio José de Sucre, fue decretada por el Presidente de la República Dr. Juan Pablo Rojas Paul, el 9 de diciembre de 1888. La piedra fundamental se colocó el 9 de diciembre de 1889 y fue inaugurado el monumento el 28 de octubre de 1890, con los festejos más pomposos que ha presenciado Cumaná. Las distintas comisiones, gremios, sociedades y Estados de la República que tomaron parte en dichas festividades fueron: La Representación del Gobierno Nacional, el Concejo Municipal de Cumaná, La Junta de Fomento bajo la cual se hicieron los trabajos, las sociedades “Gloria a Sucre” y Apoteosis de Sucre” de Cumaná, el gremio comercial de Cumaná, el Gremio Agrícola de la parroquia de San Juan, el Colegio Federal de Cumaná, la Escuela Normal de Cumaná, las representaciones de los estados: Bermúdez, Carabobo, Miranda y Falcón. La Comisión del Estado Bolívar, de la municipalidad de Maturín, del Distrito Montes y Distrito Ribero, La Sociedad “Mariscal Sucre” de Ciudad Bolívar, y el gremio de Institutores de Cumaná, cuyas ofrendas depositadas en las gradas del monumento y expuestas a la contemplación del público en la noche del 28 se conservan en el Salón de la Municipalidad. Las fiestas inaugurales duraron hasta el día 30 de octubre.
El simbolismo. “Aparece el preclaro hijo de Cumaná sofrenando el caballo en el acto de señalar con el índice de la mano derecha a su ejército el campo de Ayacucho.  Sostiene esta mano el sobrero al tres, como quién al acto de saludar a su ejército, después de recorrer el campo, se ocupar ante todo de anunciarle que había hallado el campo dela victoria, y lo señalara  con el índice. Esta posición es uno de los méritos de esta escultura, porque la línea quebrada formada por un ligero ángulo del brazo, por la mano y el sombrero, unida a una ligera inclinación bajo la posición horizontal, comunica a la figura del héroe la expresión de la seguridad del jefe que ha resuelto un gran problema militar.
            El jinete lleva una capa corta, cuyo caído de los hombros fue uno de los grandes elogios que le hizo el “Herald” de Nueva York, pero es indudable que no merecen menos elogios los pliegues de la capa sobre el lomo del caballo. El viento que mueve la capa deja ver el busto del jinete, siendo muy notable que las hebras de la crin y las de la cola del caballo tengan la dirección y ondulación que les comunicaría precisamente el suave movimiento que les imprimiría a la vez el viento que ondula la capa y el de la parada del animal combinados.
            La modelación de la cabeza y el busto del jinete, no deja que desear, pero la dignidad con que éste está sentado es irrivalizable. Véase de frente, por detrás o a los costados, la dignidad de aquella figura es imponente. El escultor buscó la posición en que, por el hecho de sofrenar el caballo, una de las piernas del jinete quedase a plomo y la otra avanzada, posición que contribuye no solo a comunicar elegancia, sino vida al conjunto.
La expresión del rostro del jinete es lo más acabado del arte italiano. Ahí está de manifiesto la convicción del héroe, que ha hallado el campo donde vencer, la decisión de combatir y aquella serenidad sin mezcla alguna de vanidad o jactancia que tanto caracterizaba al Mariscal Sucre.
No quiso el escultor modelar un caballo árabe o peruano, sino un caballo venezolano, al cual ha dado mucha elegancia, representándolo en una corta subida en el momento en que se le sofrenaba, lo cual hace que una de las pierna de adelante esté sumamente tensa, poniéndose así el escultor en capacidad de exigir más de los detalles anatómicos de esta y de la pierna encogida cuya musculatura da movimiento al animal. El doblado del cuello, el de la cabeza y la posición de las orejas le comunican el aire marcial que armoniza el gallardo plantaje del jinete que lo sofrena
29-10-1854.- EL GRAN MÚSICO SALVADOR LLAMOZAS.


En mi hemeroteca, con colecciones desde 1855, tengo material sobre nuestra afición al teatro, que ya ocupaba páginas con acertados comentarios de artistas y funciones. Indudablemente en Cumaná, desde sus orígenes, floreció la música y la poesía, como lo observó Francisco Depons, el Consejero Lisboa, y otros;  sobre todo  en los dos períodos de gobierno de don Vicente de Emparan, ese fue el tiempo de Gómez Cardiel, de  Don Bartolomé Bello, excelente músico y compositor, que escribió y dejó una celebrada misa; y organizó coros gregorianos en la iglesia del Carmen;  y los aficionados al teatro comenzaron su trabajo en las calles; luego se construyó el Coliseo en la plaza mayor, hoy plaza Miranda. Sin embargo, debo reconocer que ésta noticia de don Pedro Elías Marcano, es la primera que se publica sobre los inicios del teatro en Cumaná.

Cumana era una ciudad donde la música ocupaba un lugar privilegiado por alguna razón fue la cuna y la universidad de Gómez Cardiel y no fue de gratis que el gran Francisco Depons se admiró tanto del conocimiento musical de sus habitantes que dice admirado que él contó en el centro de la ciudad 21 pianos

Este pueblo es así se enamoran de una afición y nace un representante universal asi fue y tenía que ser así con la música  En esta fecha 29 de octubre de 1854 nació en Cumaná el extraordinario músico y afamado pianista don Salvador Llamozas; es fama que dio su primer concierto a la edad de 10 años, a beneficio de la iglesia de Santa Inés, en ruinas desde el terremoto de 1853. Se podría decir que nacio genio, era un niño de los que nacen con la música en el espíritu o sea un niño índigo. Estudio con el gran maestro cumanés don Silverio González, bajo su rectorado se graduó de Bachiller en Ciencias Filosóficas en el Colegio Nacional de Cumaná en 1870. Se sabe que viajó y dio varios conciertos en Puerto Rico, en 1876.
Don Salvador fue un gran periodista en su género, publicó en Cumaná su famosa revista Álbum Lírico, que editó durante 16 años; ya había incursionado en el periodismo y en unión del músico y  poeta Alejandro Villanueva y otros fundó “Gimnasio del Progreso”. También habia publicado  en el “El Renacimiento” de Silverio González. 
Por cuestiones de trabajo se mudó para Puerto Cabello  y en sus periódicos “El Zancudo”, “El Diario de Avisos”, “El Siglo XIX”, publicó muchos artículos relacionados con la música venezolana.
Por último pasó a Caracas y publicó muchos trabajos en “La Tribuna Liberal”, luego funda la revista quincenal “Lira Venezolana” en 1882, con un suplemento musical. Su obra no ha sido revisada. Se dedica a la enseñanza musical y compone valses, nocturnos, fantasías y aires populares, al estilo de “Noches de Cumaná”.


30-10-1784 DR. JOSE GRAÜ MACHADO.
Nació en Cumaná este notable patriota que tal como fue su vida siempre fue marginado y utilizado como comodín pero en la medida que lo estudiamos encontramos en él una fuerza moral que lo guiaba y enaltecía  Fueron sus padres: Miguel Francisco Graü, nacido en Valencia de España, y María Aguasanta Machado, cumanesa.  Sus abuelos paternos: Don José Graü  y doña Ana Pelegrín, naturales del mismo Valencia; y sus abuelos maternos: Don Manuel Machado Verdugo, de Orotava en las islas Canarias,  y doña Maria Manuela Ricardo, cumanesa. El padre del Licenciado Graü, llegó de España a Cumaná en 1781, casó en 1783, era contador del Hospital Militar de la expresada ciudad, enviudó en 1786, renunció luego a la contaduría; como había estudiado latín y filosofía en Valencia, cursó después Teología Moral, y otras materias relacionadas con el sacerdocio, fue ordenado de presbítero en septiembre de 1796 por el Obispo de Guayana, doctor Don Francisco Ibarra, y murió al fin, en un convento de la isla de Trinidad.
El Licenciado José Graü Machado, nació el 30 de octubre de 1784 en Cumaná, donde estudió latín, filosofía y teología moral. Pasó luego a Caracas en cuya universidad ingresó en 1805 a cursar cánones y derecho civil; y se graduó de bachiller en esta última facultad durante el rectorado del doctor Tomás Hernández Sanabria.
Regresó a Cumaná para ejercer como abogado entrando a servir con el asesor del gobierno de Cumaná Don  José Joaquín Maroto, y con el principió en Cumaná su pasantía de derecho civil la cual continuó con el egregio doctor Juan Martínez Alemán.
Posteriormente vuelve a Caracas y se involucró en el movimiento político independentista  sirviendo al movimiento desde que se inició el 19 de abril de 1810
En 1811 regresó a Cumaná, participando activamente el en movimiento independentista, desempeñando varias comisiones y nombrado para la Secretaría General del Poder Legislativo Provincial.
En 1812 se recibió de abogado ante el poder judicial de la provincia y restablecido el propio año en Cumaná el gobierno español fue favorecido por el entonces gobernador  Don Emeterio Ureña con la secretaría privada.
Sin embargo después de semejante prueba de aprecio fue prisionero de Cerveriz el cual lo  remitió preso a La Guaira, pero como llevase fianza de Ureña, siguió para Caracas, donde permaneció teniendo la ciudad por cárcel hasta agosto de 1813 cuando el Libertador entro a Caracas y pudo regresar a  Cumaná.
Aquí obtuvo el nombramiento de Fiscal de Hacienda, expedido por el General Santiago Mariño, y practicó importantes comisiones a favor de la emancipación. 
El 24 de agosto de 1814 emigró a Margarita con motivo de la ocupación  de la provincia  por el ejército realista al mando de Boves. En Margarita revalidó su título de abogado pero a la llegada de Pablo Morillo con fuerzas superiores decidió exilarse en las colonias extranjeras.
En 1818 se traslada a  Guayana para servir bajo las banderas del Libertador y  con las formalidades requeridas, se recibió también de abogado  ante la Corte Suprema de Justicia instalada por orden del Libertador y quedó desde entonces hábil para ejercer su profesión en toda la República.
En Maturín fue nombrado Asesor de la Intendencia del Departamento Orinoco, y en 1821 con el carácter de Gobernador Interino, publicó en la ciudad de Cumaná la Constitución de Cúcuta.
Luego con varios cargos honoríficos llegó a ser distinguido como  Diputado Principal por Cumaná al Congreso Constituyente de 1830. Diputado Provincial de Cumaná y Presidente de la Diputación en 1832. Ministro y Juez de la Corte Superior del Distrito de Oriente. Administrador de la Aduana de Cumaná. Presidente de la Corte de Justicia en la misma ciudad. Y Presidente un año de la Sociedad patriótica denominada HOMBRES LIBRES.
En su tierra natal publicó en 1822 un Catecismo Político, dedicado a la juventud de Cumaná, el cual se mandó estudiar en las escuelas cantonales en 1839 por el Presidente de la República, General José Antonio Páez (1),
el 14 de marzo de 1849, falleció el licenciado José Graü, honorable y valioso patriota instruido y probo, cuyos despojos reposan en la iglesia de Santa Inés en Cumaná.
La portada de esta obra que remití a la Academia Nacional de La Historia, es como sigue: Catecismo Político Arreglado a La Constitución de la República de Colombia de 30 de agosto de 1821, para el uso de las escuelas del Departamento de Orinoco. Dispuesto por el Licenciado José Graü asesor de la Intendencia del mismo departamento, y dedicado a la juventud cumanesa –Año de 1822- Impreso por el orden del Supremo Gobierno para el uso de las escuelas de Colombia- Caracas: Reimpreso por Tomás Antero. 1824.  
31-10-1520. PROCESO DE  RESISTENCIA INDÍGENA.
“!Se apellidó la tierra!” Exclamó Bartolomé de Las Casas cuando escuchó sonar las maderas en todas las montañas de los reinos caribanos.     
El grito de guerra del Cacique Maraguey de Santa Fe de Chiribiche, unido a los caciques: Toronoima,  Gil González, Tacar o  Don Diego, Pasamonte y otros, con sus numerosos guerreros, atacan a los misioneros dominicos del monasterio de Santa Fe de Chiribiche, y resultan muertos dos misioneros y algunos indios guatiaos, dando inicio al movimiento llamado de “Resistencia Indígena”, debido a los crímenes cometidos por españoles al mando de un tal Alonso de Ojeda, que murió de manos de Toronoima.
Enrique Bernardo Núñez, en su obra Cubagua, nombra entre los caciques que la invadieron, a Toronoima, lo que viene a contradecir al cronista de Guanta, Dr. Salazar Cordero, que  afirma que el cacique Gil González, es el mismo cacique Toronoima, porque Gil González resultó asesinado por Ocampo en un lance descrito con todos sus detalles por Bartolomé de Las Casas,  en 1521 como veremos más adelante   
Este movimiento indígena se conoce minuciosamente, tanto por el informe de Gonzalo de Ocampo, como por la carta de los misioneros dominicos de fecha 14 de noviembre de 1520, dirigido desde Santa Fe a las autoridades de Santo Domingo.
Fray Bartolomé de Las Casas llegó a Cumaná en esos mismos días, con 13 colonos, con ánimo de trabajar en la misión de los dominicos asentados desde 1514 en la desembocadura del río Chiribichií, en el golfo de Cariaco; pero ya Gonzalo de Ocampo había llegado con una expedición de castigo,  y los indígenas, estaban en pie de guerra, y no se compadecía la situación de guerra  con sus métodos evangélicos.
En ese periodo de Resistencia, los indígenas obtuvieron victorias memorables: Gil González en Maracapana emboscó victorioso una partida de esclavistas bajo el mando de Alonso de  Ojeda, que dejó  40 cadáveres en sus playas; luego los indígenas en pie de guerra enfrentaron al capitán Hernando Ibáñez, y lo derrotaron  causándole  5 bajas;  y luego atacaron a Gregorio de Ocaña, y le causaron 46 bajas, unidos todos los jefes de tribus con todos sus guerreros atacaron al pueblo de Puerto de Perlas dando muerte a sus habitantes hombres mujeres y a la servidumbre,    esclavos e indígenas que trabajaban para los españoles, tambien destruyeron las escuelas las iglesias,     los monasterios dominicos y franciscanos. Destruyeron sus barcos sus huertas y riegos sus casas sus armas, sus reservas de provisiones sus útiles de labranza y cuanto habia de valor en aquellas misiones, luego se juntaron todos los caciques y asaltaron los poblados de Margarita y Cubagua, dejándolo todo en ruina.
De esta guerra no dicen nada bueno los historiadores que solo conocen la historia por la parte de los triunfadores, como siempre lo hacen. Pero esta fue la respuesta contra los bárbaros que apoyados desde Santo Domingo los esclavizaban y sometían como esclavos La resistencia indígena duró más de cien años y de aquellas jornadas saltaron a la historia muchos nombres de caciques y tribus heroicasuno de ellos Cayaurima y sus descendientes,    que mantuvieron la antorcha de la libertad entre las tribus Chacopatas y Cumanagotos hasta bien entrado el siglo XVIII   


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