domingo, 16 de octubre de 2016

MUESTRA POÉTICA DE MARCO TULIO





Ramón Badaracco







           MUESTRA POETICA de MARCO TULIO





Cumaná 2013








Compilador: TULIO RAMÓN BADARACCO RIVERO
Que firma: Ramón Badaracco
Título original: MUESTRA POETICA DE MARCO TULIO
Puede ser reproducido total o parcialmente.
Diseño de la cubierta R. B.
Ilustración de la cubierta R. B.
Depósito legal
impreso en Cumaná
Tlf. 0416.811.43
E-MAIL
TLF. O416-8114-374
OF. 0293-5145-753













 Prólogo 



La antología poética de Cumaná de verdaderos y constantes hacedores líricos, que en esta ley nacieron, vivieron y murieron, como los inolvidables Blanco Meaño y Salmerón  Acosta,   y  los   que   casualmente incursionaron en este quehacer, para can­tar a la ciudad de sus amores o algún amor de mujer, a veces desciñendo la espada, como Valentín Valiente— fue, en sus orí­genes, en manos de su compilador Marco-Tulio Badaracco, un proyecto discreto y casi tímido, una colección de textos hacia cuyo conjunto el periodista ya de tantos años dirigía la intención de comprobar que si la ciudad de más de cuatro siglos con­tenía un suelo feraz para la dulce cosecha frutal de traspatios y charas, asimismo resultaba opima en inteligencias o dones ins­pirados tradicionalmente reservados o cul­tivados por esa casi excepcional y vocacional naturaleza del lírida; ese el princi­pio del modesto esfuerzo de Marco-Tulio Badaracco, no por ello digno de los mejo­res encomios, pues a su paciencia y a su tenacidad se debían que versos dispersos y perdidos en la tradición oral no siempre absolutamente verídica o en papeles viejos e inencontrables —estas nuestras comuni­dades sin fuentes bibliográficas, sin archivos defendidos de terremotos, comejenes e indolencias, o bibliotecas sistematizadas, sin pasado documental propio y cierto— lograran salvarse y reunirse hasta alcanzar fisonomía editorial y gráfica. Al empeño de don Marco-Tulio se aliaba una como desesperanza de quien no habría de vivir para ver el libro de tantos afanes y bús­quedas, y la prisa hubo de detener o dejar a medias cualquier otra intención del editor, como fuera la del cotejo de los textos, la inclusión sin excepción de cuantos poetas de una hora o de todo el tiempo aquí jun­to a este río nacidos aquí tañeron su lira así la pidiesen prestada, esto dicho con palabras del uso todavía de ciertos cronistas; de "que no se omitiese fecha de nacimiento y muerte de todos, como un medio de va­lorizar con información de interés biográ­fico siquiera la compilación y, por último,  la noticia bibliográfica en los casos de obra publicada como existen. Digamos entonces, para completar la historia de Fuego de blanca luz, título tomado no al azar sino a través de un proceso de selección, y debido a  Dionisio López Orihuela, que lo trae en su  composición titulada El fiel color (página 115), que sí no están todos aquí convocados, responsabilidad no cabe ni al autor ni al editor, pues  de nuestra parte agotamos- cuanta posibilidad existía para evitar tal o cual ausencia; nos resultó imposible, por ejem­plo, obtener algún material de Claudio Bruzual Serra, José Antonio Pérez Coronado o Pedro Elías Marcano y se sabe, cuando menos del primero, de la existencia de una elegía escrita  con motivo  de la muerte del maestro José  Silverio González.    El rastro del acucioso Pedro Elías termina con; su huida frente al Orinoco; ¿qué de sus papeles y de sus apun­tes?   Nacimiento   y muerte, impenetrables   enigmas   sobre una mayoría, errores y falsas datas.    ¿Hasta noviembre del 66 no se tenía como el de 1897 el empiezo —como en Cumaná se dice— del ciclo vital de Andrés Eloy Blanco?   Así estaba grabado en la tarja sobre la fachada de su casa de la Calle Sucre 79 y así en el pedestal del busto de la antigua placita 19 de abril de la ciudad también de Sucre; y nos tocó a nosotros, con la colaboración de Millana Arias restablecer, con partida de nacimiento y fe de bautismo, el verdadero de 1896, contra lo que asientan autores de enciclopedias, diccionarios y antologistas.   Ahora se sabe que Juan Miguel Alarcón  vivió entre  1887  y  1932;  Rosa Alarcón  Blanco, 1890-, 1967; Juan E. Arcia entre 1872 y 1931; otras fechas: Pedro Elías  Aristeguieta,   1885-1929;  Domingo  Badaracco, 1871-1935;   Don   Marco-Tulio,   1883;   Ramón   Badaracco, 1932; Félix A. Barberí,  1838-1891; Santos Barrios, 1928; el grande Andrés de Giraluna, ya se dio 1896 y ya se conoce su injusta muerte en Ciudad México, en  1955;  su padre, Luis Felipe Blanco, 1859-1927; Rafael Bruzual López, 1886-. 1932; Claudio Bruzual Serra, 1860-1903; Aquiles Certad, nació en 1914; Diego Córdoba, en 1892; Vicente Coronado, 1830-1896; Andrés Eloy de la Rosa, 1888-1947; José María Díaz, 1860-1903; Carlos M. Espín, moriría en 1957; José Agustín Fernández anda en pos de la sublimación poética, desde 1895 y que nos perdone si revelamos su secreto; Juan. N. Freytes,  1888-1949;  Humberto  Guevara,  1892-1954;  el general y guerrillero Valentín García, acabó en 1856; Mario G. Gómez, 1891-1933; Rafael José Gómez Rodríguez proviene del 1920; J. M. González Várela, 1846-1882; J. S. González Várela,   1859-1938; Jacinto  Gutiérrez Coll,  1835-1901; Inesita Guzmán Arias, nació en 1890; Ramón David León, en 1888; Dionisio López Orihuela, en 1893; Pedro Elías Marcano, 1855-1930; Trina Márquez Márquez, 1907-1950; Ramón B. Mayobre, 1877-1947; J. M. Milá de la Roca Díaz, 1885-/ 1911; José Fernando Núñez, 1849-1896; José Carmen Oliveira, nació en 1905; José Antonio Pérez Coronado, 1828-1867; Ignacio Rodríguez Mejía, 1889-1966. Acaso haya que rectifi­car más de un número. De más datos se carece; de una biblio­grafía, alguien que se proponga un siglo de búsquedas con suerte. Que Andrés Eloy Blanco y Salmerón Acosta estén re­presentados en más de una página, obvia resulta la excusa; la poesía fue agonía creadora en ellos como para considerarlos los de presencia más cercana, más vigente y nos compromete­mos en este juicio; uno le pertenece a América, el otro, tan adolorido, anda aún por su blanca costra de Araya solicitando el biógrafo y el compilador de una estancia humana subli­mada y de un torrente de versos que no dejan de recitar sus pescadores de Mérito y Manicuare y esa, su voz, no la reco­gió Raúl Carrasquel y Valverde, dicho sea de paso. Que Luis Teófilo Núñez e Inés Guzmán Arias nacieron en Cu­manacoa, su condición cumanesa, por derecho propio, nadie la discuta, porque a Cumaná la tienen como suya y porque Cumanacoa no es sino una prolongación de la misma tierra y el mismo idéntico rió y el mismo invariable cielo y la misma alma de la capital marinera y siempre iluminada. Para la Dirección de Extensión Cultural de la Universidad de Oriente y para la Casa Superior de Estudios de esta nues­tra tierra litoral, grato deber y compromiso la de entregar Fuego de blanca luz, bajo el nombre de Marco-Tulio Badaracco, por diversos títulos persona de merecimientos, tantos de esos por su lealtad a la cultura de una porción nacional que reclama y pide comprensión y lealtad y devoción sumas.

Alfredo Armas Alfonso.





INTROITO




Mi padre, Marco Tulio Badaracco Bermúdez,  fue sobre todo un gran padre de familia de estilo clásico; hizo una pareja para toda una vida con mi madre, María Providencia Rivero Morales, a la que amó intensamente,  como para sentirme orgulloso y enamorado de tal pareja, al igual que todos mis hermanos, porque lo amamos y recordamos con orgullo y apasionamiento; unidos en la diversidad como hemos sido hasta ahora y que despues de 80 años lo pueda decir y  podemos decir; y  agregar:  modelo nuestro y  para esta ciudad también.
  
Fue un hombre de muy buena estatura  (m.1.77),  buenmozo,  verdaderamente hermoso de cuerpo y alma: intelectual, pulcro, de extensa cultura, atildado, de amena conversación salpicada de anécdotas, cristiano practicante, combativo en su estilo, comunitario, fanático de su pueblo y sus valores: fino poeta y guerrero, fue Coronel en la revolución Libertadora, no quiso optar al titulo de abogado que se le ofreció a la muerte del General  Gómez; también   fue  buen orador y dan testimonio de ello varios discursos que he recogido en mi libro “Cuando LA PALABRA ES BRONCE”:  cronista por naturaleza, por lo cual llegó a ser  miembro correspondiente de la Academia Nacional de la Historia; así mismo y por distinguirse en sus trabajos e investigaciones, fue electo primer presidente de la Sociedad Bolivariana del Estado Sucre. Mi padre fue maestro de inglés, y para que dar clases escribió una gramática de ese idioma. Después de esa vida azarosa de la política y el periodismo, aceptó el cargo de registrador subalterno del Municipio Sucre del Estado Sucre que ejerció dignamente por más de 20 años.  

De su experiencia como registrador, como estudioso de las leyes, como competente trabajador, nos dejó dos obras que ilustran su trabajo: La jurisprudencia registral, y el Manual del Registrador. Obras estas que con la técnica existente resulta fácil hacer, pero en su tiempo era muy difícil, y sobre todo en la provincia; por lo difícil del acceso a las gacetas y otra publicación:  y a las sentencias de la Corte. La dedicación, además, que necesitaba para hacerlo, el medio y el diario trajín del oficiante.

 Mi padre fue esencialmente periodista, doy testimonio de ello en varios libros, en los cuales recojo sus editoriales, y sus campañas periodísticas y todo su amor por Cumaná y su pueblo.

Como alumno del maestro Silverio González Várela, perteneció a la generación de oro de este pueblo; amigo y editor de  Juan Miguel Alarcón, Cruz María Salmerón Acosta, Humberto Guevara, Dionisio López Orihuela, Julio y Ramón Madriz, José María Milá de La Roca Díaz, Ramón David León, Mario Castro Díaz, Norberto Salaya, Ramón Suárez, Rafael Bruzual López, Miguel y Pedro Aristeguieta Sucre, Luis Álvarez Marcano, Rondón Sotillo, Alejandro Villanueva, Luis Beltrán Sanabria, los hermanos Arcia, Juan José Acuña, Luis Teófilo Núñez, Jesús Antonio Cova, Ramón Moreno Cova,  Salvador Córdova, Humberto Guevara, los hermanos Silva Díaz, los Damas Blanco, los Espín Rivero, Federico Madriz Otero, Santos Erminy Arismendi,  Luisa del Valle Silva, Tin Fernández, Julio Zerpa, Domingo Antón, Emilio, Mauricio, Francisco José,  Santos Emilio Berrizbeitia; Juan José Acuña, Laureano Frontado, Antonio Machado, Antonio Minguet Letteron, Luis Teófilo Núñez,  Dionisio López Orihuela,  Andrés Eloy Blanco, Luis y José Antonio Ramos Sucre, Pedro Elías y Francisco de Paula Aristeguieta,  Antonio Machado, y  tantos de su intimidad, que resulta prolijo enumerarlos.

Hombre humilde, bondadoso, sencillo, amistoso, participativo, en su juventud fue a la par de excelente estudiante, parrandero, tocaba muy bien el cuatro, componía y cantaba, amaba a su pueblo, amigo muy querido de su maestro Silverio González Varela, cuya amistad cultivo hasta su muerte, y a quien llamaba Silverito.

Lector empedernido de todo cuanto caía en sus manos. El sabio Dr. Antonio Minguet Letteron, su devoto amigo, lo visitaba todas las tardes, decía: ¨que él no necesitaba comprar libros, porque Marco Tulio los compraba todos y se los prestaba¨. Él recibía periódicos y revistas de muchas partes del mundo, compraba y coleccionaba cuanto papel caía en sus manos, copiaba y atesoraba los versos de los poetas cumaneses;   un día se los entregó al poeta Alfredo Armas Alfonso, en la UDO, éste hizo una selección, me imagino que autorizada,  no solo como curador  sino que Papá lo aceptó; pero que en cierto sentido no le gustó; como me lo dijo a mí, porque desechó muchos poemas, que no eran de su agrado, o por ahorrar, o por la causa que fuera, le restaron sentido a su búsqueda, y esos textos se perdieron; sin embargo, si no hubiese sido por el poeta, nunca se hubiese publicado su obra.

En cuanto a la poesía, él fue poeta y mecenas de los poetas y escritores, de la generación de oro de Cumaná; a quienes conminó a escribir, de ello hay pruebas porque publicó, este llamado, en sus periódicos ¨El Disco¨ y el ¨Sucre¨, con nombres y apellidos.

Marco Tulio mantenía comunicación permanente con ellos,  estuvo  siempre  bien informado de sus trabajos, puedo decir,  al día en todo lo relacionado con la vida y la obra de los escritores de su generación; mantuvo correspondencia con casi todos los periodistas y poetas hispanoamericanos de su tiempo, y promovió muchas competencias florales;  envió textos a  Rubén Darío, y este los publicó en París, mantuvo correspondencia con  José Antonio Ramos Sucre, y con el ginebrino George Obraian Messerly, a quien  conoció aquí en Cumaná, y durante 50 años mantuvo esa relación por correspondencia, y por fin, un día decidió ir a Ginebra a saludarlo, y yo que viví el suceso, porque estuve antes q él en Ginebra,  sé cuanta amistad había entre aquellos dos caballeros de singular sabiduría.

 Amigo entrañable de Ramón David León, Luis Teófilo Núñez, Marco Aurelio Rodríguez, Jesús Antonio (JA) Cova, Antonio Ramón Moreno Cova, Andrés Eloy Blanco, J. A. Ramos Sucre, y compadre de su hermano el Dr. Luis Ramos Sucre, y de José María Milá de La Roca Díaz, Salmerón Acosta, Moleiro, Paz Castillo, Gerbasi, etc.

Marco Tulio, era un romántico permanente, con estro elevado, dominaba la rima y la métrica, sin embargo, su estro revolucionario se desencadenaba hacia otros linderos, como puede advertirse al leer sus poemas. Fue maestro, primer director de la escuela Sucre en Cumaná; fue maestro de inglés y escribió una gramática de ese idioma, para enseñar a sus alumnos; Marco Tulio se distraía traduciendo a los   poetas franceses e ingleses, en especial a Henry Wadsworth Longfellow. 

En su juventud cantaba y tocaba el cuatro con bastante gracia. Aventurero, en su juventud militó en la revolución Libertadora con el grado de Coronel, debido a su cultura y formación, en esos tiempos de Castro, fue Jefe Civil de Maturín. Disparaba muy bien el revólver, participó en varias escaramuzas.


En fin, Marco Tulio fue un animador de la cultura en Cumaná, durante toda su vida. Participó activamente en los eventos de la vida social y política de su tiempo en Cumaná, con absoluto despego y honestidad. Fue un hombre de palabra, galante, atildado, un gran ciudadano de reconocida solvencia moral; sin duda un gran hombre. Junto con su primo hermano el Dr. Domingo Badaracco Bermúdez, que en cierta forma fue su maestro y guía, ejerció en buena parte el rectorado de la generación de oro de Cumaná, y desde el club “Surge et Ambula” y la revista “Broches de Flores”, trabajo que continuó después en sus periódicos “El Heraldo Oriental”, “El Disco” y “El Sucre”, desde los cuales, como dije, convocó a los intelectuales cumaneses para la renovación cultural necesaria en época de crisis. bajo la dictadura de Gómez, consolidó su obra. 

Marco Tulio fue un cruzado del periodismo cumanés. En una carta a Ramón David León le dijo: Cuando tenía 15 años, Rafael bautista Bruzual López y yo, fundamos ¨El Porvenir¨. Yo tuve ¨Broches de Flores¨ con el Club Surge et Ambula, cuando apenas contábamos los 20 años. Tuve a ¨Pléyades¨, fundada por Juan Miguel Alarcón. Y que me la traspasó. alejándose él de Cumaná. Tuve ¨Ritmo e Ideas. Tuve ¨El Diario¨, tuve ¨El Disco y Sucre¨.
Indudablemente fue periodista por sobre todas las demás cosas que hizo en su larga vida, y utilizó su pluma como un arma, en beneficio de la cultura y del progreso, y de esa manera entregó su vida a su pueblo; para él cada necesidad de Cumaná, era una batalla, a la cual se entregaba con pasión desbordada. 
Así es, pero también debo agregar que mi padre se inició en 1898, a los 15 años, en el semanario de oposición “El Látigo”, de los estudiantes: Pedro Arcia, Fortunato Serra Rodríguez, Pedro Guerra, Pedro Golindano y Manuel de Jesús Álvarez. Este periódico se editaba en una imprenta que tenían oculta en la cisterna del castillo de San Antonio, que en aquella época estaba abandonado y en ruinas. En 1902 se une con el poeta Rafael Bautista Bruzual López, y editan “El Porvenir”; en 1903, como el mismo dice, fue fundador y redactor de “Broches de Flores” donde se dieron cita los intelectuales cumaneses para competir con “El Cojo Ilustrado”; en 1907, fundó la revista “Pléyades” con el poeta Juan Miguel Alarcón; en 1909, se une con Joaquín Silva Díaz y el poeta Andrés Eloy de la Rosa, y editan “La Voz de Sucre”, y “Triquitraque”;  en este mismo año edita “El Heraldo Oriental”; en 1911, con José Antonio Moreno Cova, edita la revista “Ritmo e Ideas”; en 1921, con José Vicente Rodríguez Valdivieso, edita “El Disco” (este es fue el primer  periódico de Cumaná, que abre  sus páginas  a la publicidad comercial), y en 1924, con el mismo socio edita “El Sucre”, periódico moderno que produjo buenos dividendos y se mantuvo hasta después de 1937, y fue acogido con simpatía  en casi todo el oriente venezolano.
Mi padre se sembró para siempre en Cumaná, lo que se refleja en su poesía, sus campañas periodísticas y sus editoriales. Dejó para nuestra historia, como dice Alberto Sanabria, “Fuego de Blanca Luz”, antología de poetas cumaneses publicada por la UDO, bajo la curatoría del escritor Alfredo Armas Alfonso; también nos dejó un poemario inédito y revolucionario escrito a los 19 años; sus investigaciones sobre la Primogénita del Continente Americano, publicadas en 1924, que le valieron para ser nombrado individuo correspondiente de la Academia Nacional de la Historia. Sus editoriales en sus periódicos, entrevistas, cartas, pitorreos,  discursos publicados por diversas instituciones,   poesía dispersa en nuestros periódicos y revistas, bajo  seudónimos: C. O. Quelin,  A. R. LEQUIN, Jim,  Otilio Murac, V. N. Zolano, MTB, y otros;  su crítica literaria, sus opiniones sobre diversos temas, sus impecables discursos, sus campañas; y en fin, su sabiduría que se desborda en los periódicos que  publicó y conservo en  colecciones, sobre todo  El Heraldo Oriental”, “El Disco” y “El Sucre” que se editaban desde 1908 hasta más allá de 1935.
Allí brilla y brillará por siempre su magisterio, su calidad humana y su formación humanística.




Sus poesías:

BATURRILLO

Nací el año 83
Por mi currículum vitae
Para llegar hasta aquí
He tomado hasta salvite…
Nos da el destino la vida
Y desde la propia infancia
Conocemos el dolor
Que empieza con la lactancia.
Ya nos lo dice Fray Luis:
“Cuan presto se va el placer
Cómo después de acordado
Da dolor;
Cómo a nuestro parecer
Cualquier tiempo pasado
Fue mejor…”
Nuestra juventud fue alegre
Con tantas revoluciones
Que allá en Cumaná dejaban
Burros, sillas y sillones.
Era el botín de nosotros
Que los vendíamos baratos
Y conozco un compañero
Que cambió uno por zapatos.
Para apresurar la venta
Se daba el sillón de ñapa
Y cuando llegaba el dueño
Se formaba la cayapa…
Apuraban los estudios;
Álgebra y filosofía,
Griego, latín, castellano,
Retórica y poesía…
El maestro Silverito,
Napoleón y Juan Milá,
Rivas Maza, Milá Himiob
Y otros tantos de allá.
Fundamos Broches de Flores
Y el club “Levántate y Anda”
Nos llamaban “Los Lebranches”
Y no era aquello parranda.











POEMAS DE 1900.




LA VIDA

¿La vida y que es la vida?... Luz fugaz
Que la tiniebla eterna de la muerte
Oculta en los abismos de lo ignoto;
Es el rayo que en un momento ha roto
Los bellísimos senos del espacio
Y con sus resplandores de topacio
Iluminó un instante el negro caos,
Y luego sumergiose para siempre
En las profundidades del averno…

Esta es la vida, si: tormentos, azares,
caprichos, vanidades, fanatismos.
Esto es obra del hombre, en su cinismo
no una fina senda ha formado
sino una vía siniestra de tristezas.

Ha impuesto sociedades, religiones,
gobiernos, y en fin mil distinciones
tan necias, que todo es pergamino
que le sirven de valla en su camino.

¿Que son las religiones? Una traba,
los gobiernos, está bien que halla gobiernos,
ellos son necesarios para el mismo
que es una fiera hiena en su idiotismo.
¿Mas, que es la sociedad?  nada, arcilla…
Mas no, ésta es el cadalso, la cuchilla…

¡Oh impía sociedad te compadezco,
de ti solo nace la ambición…
En ti, en tu lacerado corazón
es donde está arraigada tiranía,
en tus locos caprichos, en tu manía
de querer parecer como aristócrata,
de querer llevar títulos exóticos,
y para esto impones beneficios
al pueblo, y le llamas sacrificio!
Si, no ves que es tu sangre sustraída,
no ves que es el pan que te da vida.
¡Hipócritas! ¡Terribles oligarcas!
Acaso no es del pueblo vuestro lujo,
no es el sudor que él ha derramado
en el estéril campo, en el arado,
y después lleváis títulos que os honran
y al humilde pueblo le deshonran;
y sin embargo hay seres en la vida
que envidian vuestro nombre, vuestra altura,
altura de sarcasmo y de cinismo,
altura sepultada en el abismo…

Queréis seguir en pos de los germanos,
queréis avasallar vuestros hermanos,
queréis resucitar el feudalismo
y tener un castillo por morada,
y en frente una horca, y ser señor,
como pasaba en Francia? me da horror…
Pues me parece ver allá colgado
en el negro cadalso, y picoteando
el carnívoro cuervo, el cuerpo inerte
de la inocente víctima de un noble…
Un noble… le escupiré yo la cara,
Aristócratas, ríome yo de ellos.

Distinción, sí, muy bien que siempre la halla
porque ella para el hombre es una valla
que puede excitarlo en sus vehemencias,
en sus locos anhelos, y sus demencias.
Mas para que será ese orgullo necio
no veis allí la muerte tan altiva
que a todos nos recoge eternamente,
y nos lleva donde el humano expía
aunque tenga su tumba de diamante,
aunque haya a su redor flores fragantes,
siempre esta máxima hemos de seguir:
recuerda hombre que polvo eres 
y que en polvo te has de convertir.

3-11-1901.
















CREPÚSCULO.

¡Dejad! Sombras de la no-
che portadora de mis cuitas
que contemplan engalanadas la
naturaleza tropical, no tratéis
con vuestro velo ese valle pin
toresco, ocultar en esta vez.

¡Oh! Sombras de la no-
che no apresuréis vuestro paso
dejad que estático admire…
allá el sol que ya se hun-
de en lejanos horizontes derra-
mando vanidoso su luz, fúlgi-
da en el mar, acá el llano
que ya cubre a medias las
densas sombras, allá las fres-
cas praderas, allá el búho co-
lozal; a lo lejos las monta-
ñas coronadas por neblinas,
y que rayos caprichosos y
muy vívidos alumbran del
rey astro que a propósito
se detiene en su carrera, y las
brisas autumnales que mur-
muran en la fronda y se
llevan el perfume de las
flores en sus ondas…

No véis el buitre que a-
zaroso, vuela y busca asilo
en la empinada cumbre
después, baja y va aple
gar sus alas en la fal-
da del cerro blanquecino.

Más aquí cerca en el teja-
do buscan ya su frágil ni-
do ansiosas por descansar,
los graznidos de aquel cuer-
vo, la fatídica ave negra,
que ya sale de su cueva los
ánimos a turbar.

¡Mas oh!, sombra de la noche
también tenéis vuestro
encanto…

El ganado que encaminan
a su sitio los pastores can-
turreando humildemente los
cantares del lugar y la ale-
gre campesina que condu-
ce su rebaño, no la véis en
la explanada como trisca
cual la oveja que entra
mustia en su corral.

Oh las sombras de la no-
che portadora de mis cuitas!
Esa alegre campesina es na-
cida en la campiña cuan-
do recio vendaval azota-
ban la montaña, ella es
musa de mis versos, es el
blanco de mis citas, es mi
ensueño; es mi bien y por eso
oh! noches claras y serenas
del otoño yo quisiera que tu
velo no ocultase la mora-
da, que en la falda de   a-
quel monte se apercibe
tan aislada…

Esas noches silenciosas
traen a mi tantos recuer-
dos, que entonces es tanto el
gozo que me parece sufrir.
Salve, oh diosa de mi amor,
oh campesina gentil!

Penumbrosa y solitaria, de
altar te sirven las rocas, de
incienso tu hálito suave, de
Imagen te sirve Dios, a
quien llevas tus plegarias.
Yo recuerdo tus mejillas
de carmín están teñidas,
y tus ojos chispeantes, y tus
labios de coral, eres cual
Venus de Milo de conjun-
to escultural.


Por eso, oh noches serenas
y apacibles otoñales, como el
fraile ante su nave,
con oración rutinosa, con
murmullo sepulcral; no
traigas a mi memoria los
recuerdos de mi amada:
de mi amada angelical.

Baja verdes cortinajes
de campánula altanera
que enredaba en la ven-
tana de su morada cho-
cil, reclinábame en su se-
no y apercibía sus besos:
besos que me hacían dormir.


Luego aparecía la luna
Como en las noches de ene-
ro soñadora e incierta co-
mo el cielo de Venecia, de-
rramando poca lumbre,
ostentando su belleza…

Las titilantes estrellas
nos envían su luz pálida,
luz de cirio funeral y al-
rrededor danzaban guza-
nillos luminosos que mi-
raban nuestro idilio, que
tambien querían amar…

Noches portadoras de mis
cuitas, que bella es la pe-
numbra de los días oto-
ñales, el sol tiene en el
ocaso sobre el tangente hori-
zonte su disco ya casi hun-
dido, y acá en el Oriente
sobre las vírgenes selvas, ne-
gras como un panteón, ya
las sombras de la noche, por-
tadoras de mis cuitas des-
cuelgan su pabellón.













COMO CANTO

Hay cosa más sublime todavía
Que la fuente que corre susurrando
y que en sus dulces aguas va llevando
las amarillas hojas del estío.

Y es la soledad que siempre reina
en el campo: y el apurado frío
que sale de los pechos inocentes
de tiernos pajarillos;

Y las potentes masas de dura roca,
que parece que al cielo
con indecible anhelo
quisieran ya tocarlo.

Mas cual es su tristeza
al ver la comba azul
que sobre su cabeza
viste de negro tul.

Ya ves amigo mío
que hay algo más sombrío
y sublime también,
que el incansable fuete
que corre susurrando
en sus aguas llevando
la amarillenta hoja
que la montaña arroja.






NAUFRAGIO


En una noche negra, negra como el abismo.
los negros nubarrones, tan negros como el crimen,
ocultan las estrellas y con furor ya gimen
las tumultuosas olas con sin igual cinismo.

Un barquichuelo que va empujando el viento
lo lleva hacia la tumba, lo lleva hacia la muerte,
ya de luchar cansado se resigna a su suerte
un infeliz marino que antes iba contento.

¡Luego todo es silencio! Solo reina la calma
y las tétricas sombras del barco se apoderan:
al exánime nauta parece que dijeran
reza triste marino, vas a entregar tu alma!

De pronto todo brilla el choque de dos nubes
ha querido que el nauta contemplara su tumba
mas, luego ruge el trueno y la tormenta zumba,
cofúndense los vientos el barco baja y sube.

La arboladura cruje, los mástiles rechinan.
Las jarcias se revientan, las velas desaparecen:
solo queda el casco, las aguas lo estremecen
y sigue la tormenta y las nubes fulminan.

Óyese luego un grito de desesperación
las aguas inundaban el buque con furor,
y el triste marinero reuniendo su valor,
luchaba en la borrasca ya casi sin razón.

Aquello era un combate, al fin las aguas vencen.
Los relámpagos y truenos brotaban sin cesar,
y el buque: y el marino sin poder resollar,
cansado de luchar a su fin obedecen.


Ya todo va calmando, solo se siente a veces
esfuerzos inauditos que el triste nauta hace,
y más lejos en la roca el buque se deshace
y tú ¡Oh! tormenta ruda todo lo desapareces…

Y ahora yo pregunto ¿Qué es la vida?
Nacemos y un sello en nuestra frente,
nos marca nuestro sino gravemente
y decreta la muerte aborrecida.   


































SINFONÍA DE INVIERNO

            Estamos en plena danza de invierno, la cara del sol desdibujándose en lo alto ríe irónicamente: se han desteñido los cielos, no hay un girón escarlata, ni una nube rosa, ni un solo rincón azul en todo el éter infinito, y bajo la agonía de la luz pasan los días macilentos como una caravana de supliciados; el color desvaído del espacio se proyecta en la tierra y tiñe de tedio las almas. La lluvia cae permanentemente en una danza gris, una danza grotesca de arañas multiformes. Hermes está de plácemes… El agua hilándose a chorros en los alares de las casas, encierra la calleja solitaria y aburrida en un marco diáfano, que radía como un velo mágico a ras de la acera, semejante a una serpiente fabulosa que estirara sus mallas y al rozar contra las guijas prorrumpiese en un quejido bronco, angustioso y febril que desespera, desconcierta y exalta los nervios. 
























      TU DESNUDEZ INTACTIL


Cuando la última risa había transpuesto
El radioso dintel de la morada,
Y la quietud, en la noche, como un palio
Nuestro amor cobijaba…
Cuando solos, por fin, tu mano blanca
Estreché entre mis manos,
Y te dije las grandes ilusiones
Que tu amor me brindaba…
Cuando los azahares de tus sienes
Por la alfombra rodaron,
Y la estancia nupcial, con fina esencia
Devotos perfumaron…
Cuando del albo lirio de tu cuerpo
El traje fui quitando
Y se ofreció a mis ojos deslumbrados
Tú desnudes intáctil…
Imagino el cariño que los dioses
Pusieron al crearte,
Y di gracias a Dios que me había dado
La firme fe de amarte.










TITANIA A MARIA

En noches que la luna y las estrellas
Se ocultan tras las nubes en el cielo
Cuando amenazan ráfagas de viento
Llevase cuanto encuentran en su vuelo.

Cuando la lluvia fría y fastidiosa
A todos nos detiene en el hogar
El spleenk se apodera de mi cuerpo
Y amenaza en el alma penetrar

¡Siento miedo! Diríjome a la sala
Agarro la cabeza entre mis manos
Me bullen mil ideas, cual si fueran
En un fresco cadáver los gusanos.

¡Que horror! He soñado una tumba...
Cuatro amigos cargaban mi ataúd,
Lleváronme a la iglesia y del coro
Se desprendían las notas de un laúd.

Después miré una fosa muy oscura
Sentí que me bajaban lentamente
Luego sentí un golpe, un ruido sordo,
Era la tierra que caía a torrentes.

Grité, nada, no oían, era en vano,
Mi voz en la garganta se atrasaba
Perdí el juicio y desespereme tanto
Que con furia mi pecho destrozaba.
Luego unos golpes sordos me anunciaron
Que ya el sepulturero terminaba
Era que aquel demonio ya mi fosa
Con sus pies de granito la apretaba.

Me resigné a morir; creció un ruido,
Era mis compañeros de la vida,
Era un pueblo feliz que se alejaba
Y me daba la eterna despedida.

Después faltome el aire, me asfixiaba
De la muerte sentí las convulsiones
Y traté de gritar, y despertarme...
¡Que loca alegría! ¡Oh ilusiones!

Encontrarme en la sala envuelto en luz
De María herido por las notas,
Oh como viertes en el piano
tu genio, como el rocío sus gotas.

Que feliz, la tumba era el hastío
Que devorando estaba el alma mía...
Mas ya era realidad y en el piano
Resbalando sus manos vi a María.



Escrito a los 18 años, el 6 de noviembre de 1901








MASCARADA


Sigamos juntos la mascarada,
No te acongojes, no sufras más;
Yo te aseguro que has de atraerlo,
Estás preciosa con tu disfraz.
Todos admiran tus formas gráciles,
Aunque de vieja fingiendo vas:
Los vivos soles de tus pupilas
Queman la seda del antifaz.
No te apresures que ya no puedo
Ir tan de prisa, y esa inquietud,
Mohín gracioso de gentileza,
Va pregonando tu juventud,
Dame tu brazo, ya soy tan viejo,
Y estoy cansado, tú me guiarás;
Llévame al parque ya abandonado,
Y allí tus cuitas me contarás.
Pon fe en tu gracia, luego en el baile
Habrá remedio para tu mal:
¡Si así pudiera dejar mis penas
¡Entre el bullicio del carnaval!
Los años vierten nieve en las almas…
Oye, apartemos el antifaz;
Quiero que al rostro libre nos besen
Los rayos de oro del sol fugaz.
No te acobardes si como sabes
El es ingrato, cruel y falaz:
Dejando pronto la cortesana
Ante tus gracias se rendirá.
¿Mas por qué juzgas mal de los hombres?
¡Cuántos pesares sufren también!
Vamos, quitémonos las cartetas…
¿Tú Margarita? ¡Fausto, mi bien!

Se muere el día, como un radiante
Vívido ensueño que se nos va
Y cual pupilas de novias blondas
Fulge en la noche la luz del gas























AMANECER DE CUMANÁ




Entre fulgores rompe alba la mañana
Con brochazos de oro dora el día
En el cielo los cirros se iluminan
Es de la luz radiosa epifanía.

Un haz recorre la lejana cumbre
Traza formas de extraña fantasía
Penetra en el boscaje, despertando
Las aves con ruidosa algarabía…

De Norte a Sur, con vuelo acompasado,
Cruzan los alcatraces la bahía
La cotúa, ingeniero del espacio
Vuela en arcos de sabia geometría.

El gavilán da giros en el aire,
Busca su presa en la maraña umbría
La remonta en su garra, es una sierpe
Que se retuerce en vano en su agonía.

La gaviota se mece perezosa
Arriba en el azul que desafía
Las alas extendidas, ojo alerta
Rauda se lanza al mar en pesquería.

La garza blanca, el cucharón rosado
La roja sidra, el cuervo, la tirria,
La claya, el tigüitigüe, la tigana,
El caraván todos en romería.

Al pasar hacia el mar en sus afanes
Dan al amanecer grata armonía
Es Cumaná, su golfo, sus colinas
Su río de ensueño, toda poesía.

El despertar feliz, el aire puro
Tibia la luz de la mañana fría
Los florecidos árboles difunden
Su fragancia, con mezcla de ambrosía…

El Guaikerí tiende su red afanosa
La arrastra plena, en bronca gritería
Se rebosa la playa, es la abundancia
La brinda el mar salud y alegría.

Da comienzo a su tráfago diuturno
La ciudad, soñolienta todavía
Se abren los almacenes y la calle
Toma un moderno aspecto de Gran día.


1909








EL SAMÁN

En la planicie ardiente
El árbol milenario se estremece,
Lo sacuden las auras de la tarde
Y el sol le da sus postreros reflejos

Humboldt lo visito y le hizo historia.
Acampó allí Bolívar con sus huestes,
A su sombra quizá meditó el Genio,
En la emancipación del Continente…

Recio, de duras vértebras, cual símbolo
De la obra de Dios, de vida eterna:
Paree airada ostentación de fuerza
O vigoroso signo de protesta

Es la nocturna tienda, la guarida
De alados seres y furtivas fieras,
Erguido y fuerte se alza en la llanura
Que el verano quemó como un incendio…

Duermen en él los pájaros, se puebla
Su arropadora copa de gorjeos,
Acuden por bandadas: de la selva
Lejana, desde el Sur y del naciente.

Del mar también, trayéndole
Yodo en sus alas y en la garra fuerte,
Horizonte infinito en la mirada
Y en los ojos visiones de misterio…

Y del llano remoto, el de las gestas
Del Centauro triunfal de las Queseras
Traen olor de leyenda en el plumaje
Y en la actitud de nómades, el reto…

De la montaña nebulosa, enhiesta,
 En la que Humboldt estampó su huella,
Alta “Silla de Dios” en donde nacen
Caudalosos y eternos los torrentes…

Traen fragancias de vírgenes florestas
De secular quietud y honda opulencia,
En la que el agua fecundante brota
Para vitalizar la inmensa selva …

De la heroica ciudad, de la que fuera
Invencible bastión de luchas épicas,
Crisol de paladines, fragua ardiente,
Del valor y el amor al patrio suelo.

Y del sitio historiado donde el sino
Libró de un monstruo la sangrienta guerra,
Donde cayó ese azote de la Patria
Titán tremendo de feroz denuedo…

De la isla espartana, do el hispano
Quedó vencido del inerme pueblo,
Donde la estoica, indoblegable Mártir
Sublimó su calvario, en duro encierro.

De la noble ciudad, donde naciera
El ínclito varón, el hombre pueblo,
El que jamás temió, heroico siempre,
El del sitio inmortal de Cartagena.

De esa feraz región, antes rebelde,
Asilo de Patricios eminentes,
La que a la Patria diera ilustres hijos
La de congreso de levita egregio.

Y de aquella del áureo Vellocino,
Era del hierro y diamantinas piedras,
La del soberbio Padre de las Aguas
La del salto empinado contra el cielo…

Tribuna excelsa del Excelso Genio
Que el nombre del Epónimo ostenta
 Calvario aciago del heroico Héroe
Aquel de la victoria de San Félix.

No es el árbol sagrado de Güernica,
Ni el baobab de la africana selva
Tampoco el cedro secular del Líbano
Es el samán de Güere…















SONETOS



EL PRIMER BESO


¡No se como empezar! ¡ay! yo quisiera
tener en este instante inspiración,
para poderte describir el beso
ese símbolo inmenso de pasión.

Yo quisiera tener el don divino
de arrancar este sacro corazón;
Y enviarlo en exóticas líneas
en esta orfandad de mi pasión.

Dejándola en tus labios con sus besos
tu melódica venus te da su alma…
¿Y cómo te revelo en mi desvío
lo que a ti te pasó solo en la calma?

Yo me rindo, mas, te deseo la dicha
este mustio y terrible corazón,
que no te puede describir el beso
ese ósculo primero de pasión.

20-08-1901










LIBERTAD



Libertad pidió un pueblo en su agonía
¡Libertad!  Dijo un hombre providente
Y el mundo creyó que era un demente
Porque juró cortar la mano impía.

Y se lanzó a la guerra en su manía
Aquel loco, aquel genio, aquel gigante;
Y nos dio libertad, y en su frente
El mal no se posó un solo día.

Después creó sus leyes, dio derechos
Al pueblo, y las impías manos
De magistrados de ambiciosos pechos

De protervos y bárbaros tiranos
Sus leyes, y sus glorias y sus hechos,
Todo lo han profanado, ¡inhumanos!

7 de noviembre de 1901.






AL PASAR.



¿Que pensará?  me digo cuando acierto,
Al pasar, encontrarte en la ventana;
Escudriñando el callejón desierto,
Esquivo del fulgor de la mañana.

Te saludo: tu voz es un concierto
Inimitable, de tu labio grana,
Fluye apagada, como el eco incierto
Que el aura trae de música lejana,

Me detengo á mirarte: tus pupilas
Cándidas como un cielo é intranquilas
Me hablan de insomnios, de perdida calma;

Y adivinando un drama de acechanza,
Quiero verter mi alma entre tu alma,
Como un óleo de olvido y esperanza...

1909.








A CUMANA.

La primera del Nuevo Continente,
La muy ilustre, histórica ciudad,
La de Córdoba, Garceto y Las Casas,
Y Castellón: Gloria, inmortalidad…

La que fundaron esos misioneros
Que a estas costas vinieron a poblar,
La cuatricentenaria Primogénita
Esta, donde arraigó la cristiandad.

La que nunca negó su sacrificio
Por la justicia y por la humanidad,
La tierra de Bermúdez y de Sucre

Que en Ayacucho dio la libertad.
La del conde Fernández de la Serpa
Quien la nombró “Ciudad de Cumaná” …

1924










DE AYER
Son los mismos crepúsculos de entonces,
Las mismas aguas del tranquilo río,
El mismo es el bastión de la colina,
Y el mismo sol de nuestro eterno estío.

Son iguales el templo y la colina
Igual la noche de plafón sombrío
Igual la luz de la lejana estrellas
Que tanto supo del anhelo mío.

El mismo mar, el cielo rutilante
De oro y azul, la playa luminosa
La blanca vela del bajel distante,

Más no así la ilusión, ni la vivida
Embriaguez juvenil, ni la esperanza
Remota ya, cuando se va la vida…


1956










ACUARELA



Oh mar, a tu ribera procelosa
Comenzó a declinar la vida mía,
La viril plenitud cayó achacosa
Y la mente sufrió grave atonía

Perdida en un afán de lucha ansiosa
Vine hacia ti en busca de energía,
Más tu sal ni tu brisa milagrosa
Me ha devuelto el vigor ni la alegría.

Eres inmenso y bello, tu belleza
Es símbolo de Dios y su grandeza…
Sobre sus olas se creció la gloria

Hombres ilustres distes a la historia
Magallanes, Colón, Vasco de Gama
Héroes que se eternizan en la fama.

Julio de 1967.





TU PELO SUELTO

Tienes tal gracia y donaire
Que cuando pasas ligera
renace la primavera
Y hasta se perfuma el aire

Pasas con gentil donaire
Altiva y altanera
Tu pelo suelto al desgaire
Y con sonrisa parlera

Seductora y desdeñosa
Cautivas con la mirada
De tus ojos de hechicera

Y con tu porte de diosa
Tu mohín de enamorada
Volverás loco a cualquiera

















PENSANDO

La inteligencia humana es maravilla,
Don divino de Dios omnipotente
Puede el hombre crear obra sencilla,
Y magnas obras con su propia mente.

Guarda Edison la luz en su bombilla,
Gutenberg con su máquina incipiente,
Guarda el saber humano cuanto brilla
Y dignifica la vida del presente.

Se ha conquistado el éter, grandes naves
lo surcan, majestuosas, serenas como aves.
se recoge la voz, el movimiento,

La imagen, el sonido, hasta el viento,
los tiempos idos, para que el futuro
resucite el pasado a ese conjuro

  













SÍMBOLO

Eres hecha con ampos de nieve
con pétalos níveos de un raro jazmín,
que una dulce maga, con su mano breve
delicadamente reunió en su jardín.

Eres hecha de rosa y del leve
 pistilo purpúreo de un lirio sutil,
que un dios milagroso perverso y aleve
los fue modelando con mano febril.

Tu cuerpo fue hecho de mármol y llama
tu alma es conjunto de risa y dolor,
de luz y de gracia, de angustia y placer.
  
Junto a tí está el cielo, tu mirada inflama…
Oh casta afrodita, Diana todo amor,
eres flor y virgen y diosa y mujer…!









FOLKLORE


                                                                    EL SEBUCAN

Este lindo Sebucán
abierto como un paraguas
tiene cintas de colores
amarillas y encarnadas.
Cuando el Sebucán se enreda
no sabemos que nos da,
si es dolor de cabeza
o son ganas de llorar.

Prepárense ahora doctores
que vamos a reclamar,
obras de gran importancia
que faltan en Cumaná.

Esta ciudad necesita
con urgencia, un hospital
que sea de los modernos
y de gran capacidad.

Nosotras, las cumanesas
pedimos de corazón
a tan nobles visitantes
brinden colaboración.

A los que tengan palanca
no se les vaya a olvidar
hacer todo lo posible
para darnos el Hospital.

el tejer el Sebucán
es de más facilidad
porque para destejerlo
esta la dificultad.

Ya lo vamos destejiendo
terminará el Sebucán
señoritas y señores
complacidos quedarán.

Pero a todos les pedimos
y hasta luego, les decimos.

En la tradición de oriente
es muy viejo el Sebucán
se bailaba entre los indios
como baile principal.
Hermano de Maremare
del Pájaro Guarandol
antes que la Burriquita
la Jota y el Galerón

Dicen que nació en Guayana
lo reclaman en Cumaná,
Barcelona y Margarita
y hasta de la Capital.

Maturín pudiera ser
de este joropo el lugar
o Caicara de Orinoco
o Guanta o Marigüitar.

Pero hay un lugarcito
cerca de aquí, que es San Juan
donde se muele la yuca
comprimida en Sebucán.

Y en alguna alegre fiesta
que se tejía el Sebucán
alguna de las muchachas
de pronto empezó a cantar.

Y de allí nació el joropo
que ahora vamos a entonar
mientras se teje y desteje
el festivo Sebucán.

Nosotras somos las indias
las indias de Cumaná
y venimos a bailar
este lindo sebucán.









PITORREOS
                                                                   
Pasatiempo

Es noticia ya corriente
Entre la pícara gente,
Una cosa singular,
Que no daña ni encocora,
Porque advierto desde ahora:
No es motivo de rabiar.
El memorable tres de los corrientes,
Con motivo de los hidroaviones,
Aunque tanto fue el bululú de gentes,
Un notable episodio de bufones
Detalle resultó sobresaliente;
Dos árbitros, señores del buen gusto,
Sin saber donde aprietan los zapatos,
Ni donde leva la existencia el gato,
Firmes y resueltos, nada de susto,
Manifestaron al piloto,
Vivos deseos de volar,
En el germánico coroto…
El musiú, receloso de la caña,
Y aunque notose en él, malicia o maña,
A preparar comenzó los hidroaviones,
Incontinente los temblores
De un frío glacial cundió e los huesos
De los dos pobres “gentlemans” de moda,
Por eso el musiú, en español novel
“Beber vigorona Whisky and soda”
Escribió sonriendo en un papel.
1923
PASATIEMPO

Con dos gentiles damas de este mundo
Elegante y social de Cumaná
Sostuve un tema, sobre el cual me fundo
Para decir, que no es tan vagabundo
Quien adora alas damas, de verdad.
Es tan grato el rencor de una mujer,
Por la propia dulzura que ella encierra,
Que hasta el mismo infierno en recia guerra
Con el demonio pelearía
Y en honor a las damas, yo vencer
Al mismo diablo lograría.
Con tanta ingenuidad, una de ellas
Así me preguntó:
“Por qué ha de usar el Disco tiranía
Promoviendo de las damas sus querellas
¿Sin la piedad del hombre ni de Dios?

-Tiranía!  Eso nunca, señorita;
Los señores de El Disco son amables
Con la fea y la bonita;
Y cuando en la sección de “Inaceptables”
Lanzar quieren su chinita---
Son consejos, nada más,
Advertencia de chismes perdonables
Por tratarse del bien de Cumaná.


192





PASATIEMPO


De esta urbe un notorio comerciante,
Cuyo nombre me callo por discreto,
Revelome un secreto,
Y de manera tal, asaz picante,
Que sin mala intención refiero el cuento.

No habrá porque alarmarse, mis lectores;
Es un chisme sin dolo ni aspaviento,
Pues son viejos compinches los autores,
Y de viejos petuches comerciantes

Se trata de Don “Z”,
El de abdomen crecido, altisonante,
Anchos botines, blusa y franeleta,
Astutos espejuelos, y sin usar tirantes,
Aguántese quien hiera su lanceta.

Compraba este señor en el mercado
-serían ya las seis de la mañana-
Una sola empanada de a centavo,
Que en presencia de todos con cuidado
En el bolso del paltó guardara,

Cómo alguien con maña preguntara:
¿A tanta prole desayuno tanto?
“En la mesa coloco la empanada”
-el pródigo señor le respondió-
“luego voy con mi esposa al desayuno,
y entre los dos, y sin disgusto alguno
Quien agarre primero la empanada,
Pues a ese le tocó”.

1923






























                                                                         
PASATIEMPO

La novedad de una ocurrencia,
De las que no suceden con frecuencia,
Es otro tema, de los hebdomadarios
Que con diversos comentarios
En ascuas tiene la ciudad:
Uno es macabro: el del infanticidio
Con degüello y brutal ferocidad;
¡Horrible infanticidio! Muy horrible
¡Sin que quepa decirse nada más!
El otro es Baco-joco: el suicidio
Común, de dos buenos muchachos,
Quienes hartos del brandy -es increíble-
Y después de un hervido suculento,
Concibieron un triste pensamiento:
El chiste, no muy bueno de morir.
Y pensando en el ojo mas opaco
De la calva señora calavera,
Sus propias muertes dieron a escribir;
Pero las gracias del amigo Baco,
Quine no juega chuscadas a la muerte,
Tuvieron, señores, tan triste suerte
Que hasta el brío probado de Aguilera
Se resintió por vez primera.
Suscrita por señores respetables
Doctores, comerciantes y choferes
La auto-invitación,
Toda la población,
Se preparó a los misereres.
¿Quién no caer con tales memoriales
Que la tal rogatoria contenía,
Si hasta estaba señalado el día,
y hora del entierro, el cementerio?
Pero se les quebró el serrucho,
Como quebrar se puede a muchos
Porque los auto-muertos comensales
Tuvieron nueva vida en el pulguero…

1923























PASATIEMPO

De aquella la dulce languidez divina
De los hermosos ojos de la heroína
De este cuento sencillo, que os voy a echar
-que la niña, de cierto, ya lo adivina-
y del místico anhelo con que fascina,
su perdón espero si yo he de pecar:
Eran las cuatro en punto de la mañana,
Conforme al anciano reloj de la iglesia,
Cuya campanada, locuaz y traviesa
Del sueño despierta a la neo espartana…
Salta ésta del lecho, apresuradamente,
¿Por qué tan inquieta? ¿Por qué tan de prisa?
Pregunta curiosa el lector imprudente;
Porque en la ternura de un amor ferviente,
A las seis debía, quizás en la misa
Cumplir su promesa por el novio ausente…
Sencilla se hizo su toilette la dama,
Y cosa muy rara, que hasta el vigorón
Usar olvidara, la Crema de Perla,
Polisoir, y liga, también el creyón.
Con dos amiguitas se fue para el templo,
Cuales tres vestales parecían ellas:
Trinidad de ensueño, luminar de estrella
Eran sus ojos, y de piedad ejemplo…

Ahora ya sigue, con toda prudencia
El chisme que digo, si no, me reviento;
Refiérolo en verso, con toda decencia.
Por Júpiter Tronante, que no es un invento:
Se viste la joven, quizás distraída,
Con el traje al revés –el caso es de pena;
Y haciendo la cosa aun más divertida,
En vez de llevar el bendito rosario,
De orol o de plata se llevó una cadena…
El cura oficiante cerró su breviario;
Por fin las amigas después de salir,
Ya fuera del templo pudieron reír…
Para colmo mayor de tantos errores,
Revelar vino el sol de aquella mañana
Ante los ojos de los espectadores:
Ver que dos medias de diversos colores
Mal puesta llevaba la neo-espartana…
Aunque tales cositas son perdonables
Siempre serian de las inaceptables
Que El Disco castiga, como es natural.


1923















PASATIEMPO

Ya es cosa muy juzgada en esta tierra,
Que aquí toda troupe teatral fracasa,
Aunque venga del Japón o de Pompeya,
De Himalaya, los Alpes o Tarpeya;
Pues tenemos para el bombo, calabaza,
Y, cataplum…  cada quien para su casa.
Es pues visto que esta tierra no es propicia
Ni para dramas, maromas o comedias;
Si no viene preparado con malicia
El artista aquí encuentra su tragedia.
¿Pero cual la malicia debe ser?
Sin pensarlo mucho tiempo es muy sencillo;
Dar gratis las funciones, pues un cuartillo
Que real
ame por entrada, es para ver
Su esperanza de bohemio perecer.
De equilibristas la patria esta repleta,
De cómicos, no se diga, mucho más,
Abundan fieras y payasos, el veleta
Es difícil encontrarlo pues jamás
Probar puede el mondongo o la chuleta…


1923







No hay comentarios:

Publicar un comentario