RAMÓN BADARACCO
CUMANA 2013
Autor Tulio Ramón Badaracco
Rivero
Que firma Ramón Badaracco
Título de la obra:
Y FUNDACION DE SANTA FE DE CHIRIBICHE.
Diseño de la cubierta R. B.
Ilustración de la cubierta
R. B.
Depósito legal
Impreso en Cumaná
cronista40@hotmail .com
academia.sucre@gmail.com
Cel. 0416-8114374
INTRODUCCIÓN.
Para introducirnos en este tema cuya
polémica nos mete en tremendos líos, que nos hacen dudar de nuestra formación y
de nuestros deberes y costumbres, es importante iniciarlo tomando en consideración
el Decreto que resume lo que hay en brasero; veamos:
DECRETO.
RESISTENCIA INDÍGENA, DECRETO 2028, GACETA OFICIAL 5065,
EXTRAORDINARIO 10 DE OCTUBRE DE 2002…
Introducción.
¨Acordaos de que sois descendientes de
aquellos ilustres indios…´ Francisco de Miranda, Proclama de mayo de 1801
Son siempre evidentes las manifestaciones
públicas institucionales que se expresan en señalamientos diversos en torno del
reconocimiento de las culturas precolombinas de América (Abya Yala). La
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 1999, contiene, por
primera vez, definiciones y mandatos concretos sobre este reconocimiento:
Capítulo VIII con sus ocho (8) artículos, 119 al 126), que antes se
asumía y celebraba en forma mezquita y con esencia colonialista como el día
de la raza.
Con bien inmediata posterioridad, el
Comandante Chávez reafirmó el señalado acto de justicia política ante los
habitantes originarios de nuestro continente y ante el mundo mediante la
promulgación y de decreto especial, poco difundido, por
el cual se declara al doce (12) de octubre, como ¨Día de la
Resistencia Indígena¨, dándole así aliento liberador a las actuales etnias
reconocidas como pobladores primarios de este continente, y que hoy han
avanzado hasta el punto de tener en la República multiétnica de Bolivia un
presidente Indio, personalizado en la figura de Evo Morales.
En esta oportunidad proporcionada por nuestra
Academia de la Geohistoria del Estado Sucre, nos permitimos transcribir el
Decreto Presidencial 2028, en referencia, sobre la Resistencia Indígena,
publicado en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela No.
5065, (Extraordinario) del 10 de octubre de 2002, promulgado por el Presidente
Hugo Chávez Frías…. A continuación, el texto del Decreto en referencia: …
Texto del Decreto:
De conformidad con lo dispuesto en el numeral
24 del artículo 236, 107, 119, 126 y 226 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, en concordancia con lo dispuesto en el artículo 47 de
la Ley Orgánica de la Administración Pública,
1º.- “Considerando: Que el Congreso de
los Estados Unidos de Venezuela mediante Acuerdo de 11 de mayo de 1921, acogió
la iniciativa del Ejecutivo Federal relativa a la declaración de fiesta
nacional del 12 de octubre como "día de la Raza", siguiendo la
tradición de celebrarlo como exaltación de la colonización, incorporándolo
posteriormente día festivo nacional a partir de la Ley de Fiestas Nacionales de
11 de junio de 1921, derogada por la Ley de Fiestas Nacionales de 17 de junio
de 1971.
2º.- Considerando:
Que el concepto de raza, basada en una serie de rasgos físicos hereditarios, no
da cuenta de la diversidad genética de la especie humana, a pesar de que muchos
científicos sociales insisten en emplear el concepto de raza como base de una
tipología de las poblaciones humanas, por tanto, es innegable que este concepto
surge como una de las categorías básicas de las relaciones de dominación
propias del sistema colonial que se instaura en América a partir de la
presencia europea.
3º.- Considerando: Que a
pesar de haber sido superado en América el colonialismo como sistema político
formal a partir del triunfo de las guerras de independencia del siglo XVIII,
las estructuras sociales a lo interno y externo de nuestras sociedades está aún
constituido sobre criterios originados en la relación colonial, entre los que
destaca el considerar la "cultura e historia universal" como sinónimo
de los valores culturales e historia de la sociedad dominante.
4º.- Considerando: Que a
partir de la conmemoración del V Centenario (1492-1992); del Decenio de los
Pueblos Indígenas declarado por la Organización de las Naciones Unidas
(1994-2004); la definición constitucional de país multiétnico y pluricultural
así como el reconocimiento de los Derechos históricos de los primeros
venezolanos (Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
1999); el proceso de incorporación simbólica de Guaicaipuro al Panteón
Nacional (2001-2004); la firma del Convenio 169 de la Organización
Internacional del Trabajo (2001); el reconocimiento de los idiomas indígenas
(2002); y el Acuerdo de la Asamblea Nacional de unirse al Día Internacional de
los Pueblos Indígenas del Mundo (2002); nuestros pueblos retoman su historia
local, regional, nacional y continental en todo su milenarismo indígena y los
cincos siglos recientes, con los profundos cambios, rupturas parciales y
continuidades, en su unidad y diversidad. Considerando: Que la diversidad
cultural y étnica presente en todos los pueblos antes y después del origen de
Venezuela, es hoy un hecho irrefutable y forma parte de nuestra herencia
histórica, como garantía para el mutuo enriquecimiento cultural y la
comunicación humana, en los valores de paz con justicia.
5º.- Considerando: Que la importancia
de la historia como eje cohesionador de la vida social de una nación, fuente de
referencia en valores y de la visión propia como pueblo, hace impostergable e
ineludible para el proceso de Refundación de la República como una Nación
pluriétnica y pluricultural, superar los prejuicios coloniales y eurocéntricos
que subsisten en el estudio y (la) enseñanza de la historia y la geografía.
6º.- Considerando: Que
las tendencias mundiales y organismos internacionales como la Organización de
las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), vienen
revalorizando el estudio de la geografía, historia, cultura e identidad
regional y local a solicitud de los mismos pueblos como parte vital e
indiscutible de las instancias nacionales, sub-regionales y continentales para
afrontar sin exclusiones el proceso de globalización, en el marco del diálogo
de civilizaciones.
7º.- Considerando: Que los pueblos
Indígenas del mundo y particularmente los de América, han dado y seguirán dando
sus aportes irremplazables en la configuración de una rica sociodiversidad, y
que deben ser reconocidos plenamente como patrimonio de la humanidad para
'restablecer un nuevo equilibrio del universo como lo soñó el Libertador Simón
Bolívar en su lucha independentista (ver Francisco de Miranda y José Martí,
entre otros).
DECRETA:
Artículo 1°: Conmemorar el
12 de octubre de cada año "Día de la Resistencia Indígena", destinado
a reconocer nuestra autoafirmación americanista por la unidad y diversidad
cultural y humana, reivindicando tanto a los pueblos indígenas de América como
los aportes de los pueblos y las culturas africanas, asiáticas y europeas en la
conformación de nuestra nacionalidad, en el espíritu del diálogo de
civilizaciones, la paz y la justicia.
Artículo 2°: Incorporar
en el calendario oficial y escolar el 12 de octubre como "Día de la Resistencia
Indígena" conforme a lo acordado en el presente Decreto, e iniciar la
revisión de los textos escolares sobre Geografía e Historia Nacional, de
América y Universal. Artículo
Artículo 3°: Exhortar a
la Academia Venezolana de la Lengua para que realice un estudio pormenorizado
sobre el Diccionario de la Real Academia Española, a los fines de proponer a
esa Institución, la revisión de aquellas palabras que pudieran ser atentatorias
contra la dignidad de nuestros pueblos, así como la incorporación de una serie
de americanismos, indigenismos, africanismos y demás manifestaciones de nuestro
universo sociocultural, aún no incorporados.
Artículo 4°: Promover
ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (UNESCO), la actualización tanto de la geografía e historia de América
como la universal, en las enciclopedias americanas y universales, a fin de
incorporar tos aportes de los pueblos indígenas, afroamericanos y criollos, con
la participación activa de éstos, desde la perspectiva multilineal,
pluridimensional e interdisciplinaria, con el propósito de liberar a los textos
de investigación y educación, de racismos, eurocentrismos, etnocentrismos
locales, patrialcalismos y discriminaciones de cualquier orden.
Artículo 5°:
Solicitar a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura (UNESCO), una revisión actualizada de un verdadero
calendario universal de naturaleza intercultural, con el concurso de todas las
civilizaciones y sociedades, sin detrimento de los calendarios correspondientes
a cada pueblo, hemisferio, región o subregión del planeta.
Artículo 6°: Los
(Ministerios) del Interior y Justicia; de Relaciones Exteriores; de Educación
Superior; de Educación, Cultura y Deportes; del Ambiente y de los Recursos
Naturales; y, de Comunicación e Información, quedan encargados de la ejecución
del presente Decreto. Dado en Caracas, a los diez (10) días del mes de octubre
de dos mil dos (2002). Años 192° de la Independencia y 143° de la Federación. Ejecútese
(L.S.) Hugo Chávez Frías. Refrendado:
Siguen firmas. (Final del texto).
Por una Tierra y una Patria sanas y habitables
para todos y para siempre, a los doce días del mes de octubre de 2014, desde
Cumaná, Sucre, Venezuela. Prof.
Celestino Flores, Telefax 0293-431.8761; floga193580@cantv.net
LA RESISTENCIA INDÍGENA-
Hemos tomado de Internet la definición de lo que se entiende por
Resistencia Indígena, veamos:
¨El 12 de octubre Día de la
Resistencia Indígena, se conmemora
la lucha desigual de los nativos americanos contra los conquistadores
españoles. El nombre de “Día de la Resistencia Indígena” vino
a sustituir en Venezuela a aquel denominado “Día de la
Raza” nombre que
recibía la conmemoración del avistamiento de tierra por el marinero Rodrigo de
Triana en 1492, luego de haber navegado más de dos meses al mando de Cristóbal
Colón, a lo que posteriormente se
denominaría América.
La historia enseñaba que América fue "descubierta" por Cristóbal Colón, cuya llegada permitió a los habitantes de
estas tierras obtener una lengua y acceder a la "civilización". Pero la realidad es otra, el arribo
de los Europeos a tierras Americanas fue el comienzo de la esclavitud, el maltrato y
sometimiento del indio y la implementación de la religión o creencia
Cristiana como instrumento opresor durante la llamada conquista.
Los pueblos indígenas cuyos miembros se replegaron a lugares inhóspitos antes que aceptar ser subyugados, son los que superando enormes dificultades guardaron celosamente sus lenguas, su organización social, sus formas de cultivo, en resumen; su cultura ancestral que respeta la naturaleza y al ser humano.
En Venezuela, el 12 de octubre fue declarado Día de la Resistencia Indígena por el Gobierno Nacional desde 2002, en reivindicación de las luchas de los pueblos originarios frente a la violencia de los colonizadores españoles. Es por ello, que cada 12 de octubre, se realiza un homenaje a la resistencia indígena, dándole cabal cumplimiento al decreto presidencial 2028, para así lograr aún más la diversidad cultural y humana que reivindica a los pueblos indígenas venezolanos en este proceso de cambio nacional. Hoy, esos pueblos originarios, dignificados por la revolución bolivariana, mantienen sus luchas por la verdadera conquista de mayores espacios y derechos.
Los pueblos indígenas cuyos miembros se replegaron a lugares inhóspitos antes que aceptar ser subyugados, son los que superando enormes dificultades guardaron celosamente sus lenguas, su organización social, sus formas de cultivo, en resumen; su cultura ancestral que respeta la naturaleza y al ser humano.
En Venezuela, el 12 de octubre fue declarado Día de la Resistencia Indígena por el Gobierno Nacional desde 2002, en reivindicación de las luchas de los pueblos originarios frente a la violencia de los colonizadores españoles. Es por ello, que cada 12 de octubre, se realiza un homenaje a la resistencia indígena, dándole cabal cumplimiento al decreto presidencial 2028, para así lograr aún más la diversidad cultural y humana que reivindica a los pueblos indígenas venezolanos en este proceso de cambio nacional. Hoy, esos pueblos originarios, dignificados por la revolución bolivariana, mantienen sus luchas por la verdadera conquista de mayores espacios y derechos.
LOS
ABORÍGENES DE LA
PROVINCIA DE NUEVA ANDALUCIA.
Muchas son las crónicas que se han
escrito sobre los habitantes precolonianos de la tierra firme en lo que fue la
provincia de Nueva Andalucía; pero muy pocos han utilizado el conocimiento
directo de los misioneros dominicos, franciscanos y especialmente los
capuchinos aragoneses de Cumaná.
Este es un breve trabajo que sale al
encuentro de ellos: según los cronistas de Indias, los frailes aragoneses, y
particularmente: José de Ateca -1639, Agustín de Frías -1660- Francisco de
Tauste, 1678- son los que se refieren a ¨Los
Chaimas (se pronuncia Kaimas), como la etnia más numerosa de la Provincia de Nueva
Andalucía. De ellos decía Ateca, 1739- que formaban una nación “belicosa, altiva,
soberbia y numerosa mucho, y sin embargo las misiones antiguas y modernas, que
han formado los misioneros capuchinos en esta provincia de Cumaná desde 1653,
son de ésta nación”.
De los Coacas, del valle de
Cumanacoa, dicen que forman otra etnia importante, de carácter fuerte,
agrupados en las misiones de San Lorenzo Mártir de Caranapuey, San Antonio de Capayacuar,
San Juan Bautista, y San Fernando de Cuturuntar, para las mismas fechas.
De los Parias, que al principio
-1498- habían sido muy numerosas en el Este de la provincia, para 1736 cuando
llegó Fr. Francisco de Torres a provincia de Guiria, y funda la misión de ¨Irapa¨
con 50 familias españolas; y otros misioneros aragoneses, y con ellos algunos
cronistas interesados en el progreso histórico de aquella epopeya, pero se
encontraron con que los indígenas habían
huido hacia el Sur, hacia la
Guayana , entre ellos ¨los Arekunas¨; aunque muchas familias
Chaimas y sus caciques, se quedaron, no se pudo formar misiones ni pueblos en
los primeros intentos; sin embargo, Fr. Lorenzo de Zaragoza, en 1696, envía carta
al gobernador de Cumaná, y le dice: que estas etnias estaban libres de Encomienda por los servicios prestados a
ellos y a las autoridades españolas, y se refiere a los Arekunas, por lo tato
creemos que si hubo misiones con ellos.
Con los Guaraunos del Delta del
Orinoco, cuya lengua era desconocida por los misioneros, apenas pudieron formar
una misión unidos a los chaimas. Fr.
José de Ateca, manifestaba que esta etnia abundaba en la zona ya dicha, en la
isla de ¨Antica¨, en el valle del ¨Guarapiche¨ y en las riveras del Golfo de
Paria, también conocido como Golfo Triste.
La zona de Paria había sido muy
poblada antes de la irrupción de los europeos. El primero que calculó el número
de indios de la provincia de Nueva Andalucía fue Fr. Sebastián de Mahón, en un
Memorial de 1696 a
las autoridades de Santo Domingo, donde afirmó que había 50 mil indios varones,
y agregaba, …” que otros afirmaban que pasaban del millón”.
Por mi parte, he podido apreciar,
especialmente de las lecturas de Bartolomé de las Casas, que la población
indígena de la Provincia de Nueva Andalucía era muy numerosa, sobre todo de la
nación Chaima, por eso me atrevo a afirmar que los Chaimas de Cumaná, huyeron
hacia el interior, después de los ataques de Ocampo y Castellón, y también en
el siglo XVI, ante el avance de las
migraciones Caribes Guaiqueríes, que entraron a las costas de Cumaná en oleadas,
a mediados del siglo XVI, como lo
explica fray José Antonio Ramos Martínez, en su obra Historia de la Provincia
de Nueva Andalucía o Cumaná. Sin embargo,
es muy difícil calcular el número de indígenas que poblaban estas tierras antes
de la llegada de los conquistadores.
Según
el mismo cronista, Fr. José Antonio Ramos Martínez, en su Historia de Cumaná y la Nueva Andalucía , las etnias más
importantes de la provincia de Cumaná, en esos años iniciales, eran: Chaimas, Coacas,
Tagares, Guaraunos, Chaimagotos, Onas, Cumanagotos, Chacopatas, Pariagotos,
Tapacuares, Caribes, Aruacas o Arawacos, Guaikeríes, Cacheimes,
Chacachacares. El padre Berja habla de
otras tribus: Chaparros, Tiguetigues, Farautes, Caribes Chamaiguas, Azaguas,
Tapíes, Cores.
Los
misioneros capuchinos fundaron, con base en la etnia Chaima, 45 pueblos,
construyeron sus iglesias y evangelizaron 100 mil indígenas, en 150 años.
Los
caciques más destacados de la provincia
de Cumaná, eran: Cumaná, bautizado Alonso, Tacar bautizado Diego, Kaicuiré,
llamado Caigüire, Maturín, Sacana,
Nicoto, Güaipata, Querecrepe, Chacopata, Macatoa, Cüarica, Querepana, Omegüa,
Charaima, padre de la cacica Isabel, madre de Francisco Fajardo; el
imponderable Cayaurima, y Toronoima, llamado Gil González, Maraguey el gran
jefe de Chiripiche hoy Santa Fe, , Cariaco, Cucuy, Cuserú, Chacomar, Guaramentar,
Juan Cavare, Manoa, Mayucarí, Maicana, Querepana, Tiricura, Queneriqueima, Tucubera, Uriapari, Zapata,
Paria, Uricuar, Cunaguara, el Moro
Naricagua (que tenía barbas) y el caribe Ocapra.
Por nuevas investigaciones sabemos
que los caciques más conocidos de Tarabacoa, Mariguitar y Cachamaure, son: Anezabón,
Guacamaya, Gravielejo, Manareyma, Alonsico, Macoram y Goaracapa, todos ellos
bajo la jefatura de la cacica Yasoarayta. En Cariaco podemos mencionar a los
caciques de los Tiaos: Macanicagoa, Canamero, Camayacoa, Cabocaburi, Niaoto,
Paracagone, Guatoro; y, el más conocido, ¨Charaima¨ abuelo de la cacica Isabel,
madre de Francisco Fajardo.
En el valle de Cumanacoa, que nos
suena, que es una palabra de los Coacas, el valle de los Coacas, y que también
es territorio de los Apotomios, de los caciques: Miarica, Temenuepa y
Topotupana
En la provincia de Barcelona las
naciones más conocidas eran: Caricamana, Píritu, Chacopata, Cumanagoto,
Tigrechire, Guantar, Guayacamo, Querequerepe, los palenques de Barutima y
Arara. Territorios estos de los Cumanagotos, Caribes o Cariñas, Chaimas blancos
y negros. Los caciques más importantes fueron: Caguare, Toronoima, Maraguey, y
el invencible Cayaurima.
Según Tavera Acosta, los misioneros
que escribieron sobre la lengua de esta zona, son principalmente: Manuel de
Yangues, Matías Ruiz Blanco, Diego de Tapia, y Francisco de Tauste. No cita a
José de Ateca ni Agustín de Frías. Según
este sabio carupanero, por las raíces de la lengua que hablaban, que se
extendía según Francisco de Tauste, hasta la laguna de Tacarigua, las montañas
del Guaraira Repano y Guayana; habia influencia Arekuna, sinónimo de Caribe,
que habitan en el alto Cuyuní y sabanas de Camarata, que en tiempos remotos
habitaron en la parte oriental, actualmente el Estado Sucre; además de los
Chaimas-Cumanagotos.
Las obras que debemos consultar para
un mejor estudio de este tema sobre los primeros tiempos, son: “Misión de los
Religiosos Capuchinos”, de Francisco de Tauste, publicado el 25 de agosto de
1678. Otra obra importante es “Por la Venezuela Indígena
de Ayer y de Hoy, de Fr. Nicolás de Olot; también “Los Primeros Historiadores”,
y sobre todo “Misión de los Capuchinos en Cumaná” de Fr. Buenaventura de
Carrocera. Así mismo, y, relacionado con las lenguas indígenas, “Venezuela
Precoloniana”, de Bartolomé Tavera Acosta.
Fr. Francisco de Tauste escribió
otras obras, tales como “Relaciones” escrita en Río Negro, 1670. Publicada en
Sevilla en 1918, y el célebre diccionario Chaima.
Al parecer, y lo hemos visto en
diferentes estudios, tanto los Arekunas, como Guaiqueríes, Arawacos y Caribes,
hablaban la misma lengua, con sus variantes, y tenían las mismas costumbres, y eran
tanto física, como lingüísticamente, una misma familia. Marc de Civrieux le da
el nombre a esta lengua de Chotomaimu, que quiere decir lengua del pueblo.
En el tercero o cuarto viaje de Fr. Pedro de
Córdoba, al Puerto de Las Perlas y Costa de las Perlas, que así llamaban los
reyes católicos, en sus Cédulas Reales, a Cumaná y la costa del oriente
venezolano, respectivamente. Después de dejar a los dominicos y franciscanos,
en noviembre de 1515, en el Puerto de Las Perlas, o sea, en el puerto de la
desembocadura del río Cumaná por el golfo de Cariaco, con cuyo nombre se le
conocía en esa época al río Chiribichii, la ultima, luenga, llegó a las playas
de Chiribiche, como su fundador la llamaba, el cacicazgo del gran Maraguey,
cacique de los Tagares, famosos indígenas entre los cuales había indios de
color negro. Maraguey era amigo del cacique Cumaná que se educó y fue bautizado
en Santo Domingo en la misión de los predicadores dominicos, donde conoció a
Fr. Pedro de Córdoba, y por eso recibió a los misioneros con toda clase de
consideraciones cuando llegaron al Puerto de Las Perlas en la desembocadura del
río Chiribichií, que así se llamaba el río de Cumaná. Maraguey los recibió y
les permitió vivir entre su gente y construir su casa y una iglesia, a la cual
envió a sus propios hijos, por lo cual todos los caciques principales y los
jefes de familia, también enviaron a sus hijos para su educación, a la escuela
del Monasterio que ayudaron construir.
Así lo cuenta
Bartolomé de Las Casas: “Pedro deja a Juan Garceto con los franciscos en
Cumaná, probablemente en Punta
Araya, “frontero con La Margarita ”, que luego fueron a parar, definitivamente, en el pueblo de Cumaná; y Pedro continúa su expedición, con los
dominicos, hasta Chiribichí (Pedro lo llama Chiribiche), y bautiza con el
nombre de Santa Fe, que fue su consigna, constancia, valor y fe, donde se asienta
y continúa la evangelización y procede a la construcción de un monasterio, deja
encargado de la misión a fray Diego de Velásquez, como en Cumaná dejó a Juan
Garceto, y vuelve a Santo Domingo; pero
por ser el Vicario de Indias con sede en esa ciudad, mantuvo su patrocinio y autoridad sobre estos
asentamientos hasta su muerte”.
Pedro de Córdoba, el verdadero fundador de Cumaná
y Santa Fe, organizó tres expediciones fundantes, y vino muchas otras veces a
visitar sus misiones en los fértiles valles del río Chiribichii, así como
también estuvo varias veces en el extenso valle del río Chiribiche o Chiripichí
como lo llaman ahora, o sea, Santa Fe de Chiripichí.
ANTECEDENTES DE LA RESISTENBCIA
INDIGENA EN LA PROVINCIA
DE CUMANÁ. - CARTA DE PEDRO DE CORDOBA DE 1517…
Esta carta explica los antecedentes de la Resistencia Indígena. No era tan pacífica la vida de los
misioneros, Pedro de Córdoba escribía a Montesinos una carta que nunca llegó a su destino, fechada el 26 de
diciembre de 1517, esta carta es un venero de información sobre la resistencia
indígena, y un testimonio de la
mortificación y vigilancia que ejercía Pedro de Córdoba en sus misiones, pese
al dejo de desconfianza que se adivina en sus reclamos; e aquí el texto de la
carta, resumida y dividida en segmentos
por Álvaro Huerga – y glosada por mi-
en la obra “La Evangelización del
Oriente de Venezuela”:
1.- Le ha escrito muchas veces (se refiere a su
mano derecha Antón de Montesinos) y no sé si recibió los mensajes; vuelvo a
hacerlo para contarle las nuevas que hay y el deseo que regrese pronto.
Glosas de Ramón
Badaracco.- Montesinos partió, como dijimos, para
Castilla con Bartolomé de las Casas en setiembre de 1515 y no había regresado a Santo Domingo para
1517, sin embargo, de las noticias que tenemos, estaba en Santo Domingo
ayudando en la búsqueda de los cautivos, cuando se produjo el secuestro del
cacique Cumaná, castellanizado Don
Alonso, su familia y servidumbre, en el
año de 1513 o 1514; cuando fueron
capturados “resgatados” y vendidos como esclavos en Santo Domingo; y
Montesinos, al parecer, hizo con Pedro de Córdoba, diligencias para que fuesen devueltos a su
tierra, y al parecer con cierto éxito.
Del texto de la Cédula de 1516, se desprende que Pedro lo envió a
Madrid ante el Rey.
2.- Continúa Pedro: “Agora de fresco han venido
dos navíos de la Costa
de las Perlas: el uno es una carabela
del Rey, la cual enviaron estos padres de San Jerónimo luego que aquí vinieron,
la cual trajo cuasi cien marcos de perlas; trajo así mismo ciento cincuenta y cinco muchachos y
mujeres rescatados allí, de Cumaná y
Chiribiche y de Paria; venido aquí, yo
hablé a estos padres y les dije que no permitiesen que se vendiesen,
porque ya los tenían en la plaza vendiéndolos en pública almoneda”.
Este es un testimonio importante de las pesquerías
de Perlas en Cumaná antes de 1517, y del perverso tráfico de esclavos
indígenas.
Glosa. - Esto
quiere decir que ya para ese año se usaba el nombre de Cumaná, y cuando habla
de Costa de las Perlas, se trata de Cubagua. Pedro, también se refiere a dos expediciones de los propios
misioneros Jerónimos, no tomadas en
cuenta por Las Casas, ni otro cronista
importante, que tal vez no se atrevían a denunciarlos, sobre “resgates” o
secuestros de personas y destrucción de
pueblos en las costas de Cumaná y Chiribiche de Paria, entre 1515 y 1517, que
estaban bajo la responsabilidad de
Pedro; y no puede referirse al rapto de Don Alonso y su familia, que ocurrió
durante la primera expedición, 1513 o
14, porque estos son hechos acaecidos después de fundadas las misiones de 1515,
y antes del sacrificio de los dominicos en Chiribiche en 1521. Nótese que Pedro no dice Chiribichí ni
Chiripichí, sino Chiribiche, cuando habla de la misión de Santa Fe.
3.- Los mismos indios, con codicia de las cosas
que los cristianos llevan, los venden, incluso a sus hijos y parientes.
Glosa. - Esta es una conclusión terrible del proceder de
los indígenas de Cumaná y de la venta o intercambio de esclavos, sobre todo de
mujeres, con los españoles de Santo Domingo. Fue una conducta aberrante de
nuestros indígenas que no exculpa a los colonizadores, que se suponen más
civilizados.
4.- Les
dije a los comisarios que los volviesen a sus tierras, porque se están despoblando:
“han traído muchos y agora volverá otra carabela que enviaron después que yo
vine, y traerá otros tantos; de aquesta manera la tierra se despuebla y están
en vano allí los frailes”.
Glosa. Así se iba nutriendo, golpe a golpe, forjando, el
movimiento y la rebeldía y el principio de la Resistencia Indígena.
5.- “De nuestros frailes no trajeron cartas, no se
si porque no las quisieron traer, o porque las tomaron y las rasgaron” –por si
contenían algo en su contra.
Glosa. Pedro se sentía desconsolado, indefenso. El Rey
se lo había advertido, la distancia es tu mayor enemigo.
6, “Si con los navíos del Rey no nos escribimos de
allá acá y de acá allá, no yendo otros, no se sabrá lo que allá pasa y es vida
desesperada.
7.- “Mientras yo fui a Castilla” hicieron una entrada
en Chiribiche, fundado en 1515, y quemaron un pueblo o dos y trajeron cautivos
a los que vendieron como esclavos: la armada que fue allá era del Factor de La
Española.
Glosa. - Hasta los jueces estaban implicados en este
tipo de delitos. Este detalle confunde mucho sobre el viaje a Castilla, del
cual conocemos, se produjo desde Santo Domingo antes de la fundación de Santa
Fe de Chiribiche o Chiribichí, que data de 1515. Pedro fue a Castilla –Burgos y
Valladolid- en 1512. Denuncia, las constantes expediciones de los tratantes que
tanto confunden a los historiadores. El viaje a Castilla de que habla en 1517,
es indudablemente otro viaje que hizo Pedro a finales de 1516 o en el mismo
1517, porque él lideró todos los episodios que se desarrollaron en Cumaná y
Santa Fe, entre 1513 y 1516, eso está probado con Cédulas Reales, expedientes,
cartas, planos y multitud de documentos. Pedro dice: “Mientras yo fui a
Castilla”, y no puede referirse al viaje de 1512, luego de la homilía de
Montesinos, porque para esa fecha aun no había fundado las misiones. La ignorancia
de detalles como este y la carencia de información con respecto a los
movimientos de Pedro, es lo que produce las contradicciones de los
historiadores y cronistas sobre lugares y fechas de las fechorías de los
tratantes de esclavos, pero con los elementos que tenemos lo podemos subsanar.
8.- Junto a
la carabela del Rey, vino otra que había ido con permiso de los jerónimos, y
trajo de la isla de Trinidad ciento veinte o ciento treinta personas, guariaos,
a traición, lo mismo que había hecho el año pasado Juan Bono: “hincheron el
navío”, y vendieron la mitad en San Juan y la otra mitad la trajeron acá para
venderlos también.
Glosa. - Pedro se rebela contra estos delincuentes que
ostentan el poder en Santo Domingo y tienen cómplices en la Corte. Esto quiere
decir que la expedición de Juan Bono, de la que tanto se habla, fue en 1516 o
17, nunca en 1514.
9.- En
vista de esto, “prediqué el domingo pasado y dije: así que después de bien
mojados y no bien bautizados, véndelos por ahí.
Avisoos que los indios traídos de las Perlas (se refiere a Cumaná) y los
de Paria y los de la Trinidad
y los lucayos que no son esclavos ni pueden ser vendidos. Bien creo que los
padres (jerónimos) no consentirán que se vendan, porque ya están avisados. Más
si acaeciere, guardad vuestros dineros y vuestras almas, que son libres y no
pueden ser vendidos por esclavos, aunque más procesos se hagan y más
informaciones se tomen. Haec dixit (esto dije)”.
Glosa. - Esta protesta que le sale del alma a Pedro de
Córdoba es suficiente para declararlo defensor de los indígenas, maestro del
humanismo, fundador de un Pueblo que forma parte de la filosofía moral y de la Utopía Universal ,
en aquellos tiempos cuando la esclavitud estaba permitida para los poderosos, y
era un trafico normal y que reportaba pingues beneficios.
10.-
Algunos fueron a quejarse a los gobernadores, en especial por los
esclavos que trajeron de Trinidad: el Rey Don Fernando, dijeron, había dado
permiso, y no es verdad, porque yo vi la real provisión, y dice los caribes de la Trinidad , y por tanto
síguese que no los que no son caribes,
máxime que añade que traigan de las islas que no son útiles ni se pueden allí
enseñar indios: “más ellos no curan de ver
si son útiles o no, sino arrebañarlo todo y traerlos, no para ser
enseñados, sino para ser vendidos”.
11.- Quizás
envíen a la Corte
informaciones en otro sentido; sin embargo, estoy obligado a decir lo que debo,
pase lo que pase (quicquid inde eveniat) “: “nunca tan asentada tuve la materia
de los indios como el día de hoy, ni nunca tan grades males vi en ella como
ahora: todo es un pedazo de codicia cuanto acá hay, y será un pedazo de
infierno”.
12.- “acá por muy cierto se dice que el rey, don
Carlos I, sea ya venido a Castilla”: si así fuere, pídanle que se prosiga la
limosna que daba el rey don Fernando para que se continúe la obra de la
iglesia, que está parada, “ni tenemos blanca para ella, ni aun para comer ni
para otra cosa que necesario sea”. (28). Fin de la carta de Pedro.
“Agora hacemos saber a V. A., que, estando este
trato y negociación pacífica y muy más acrecentada que nunca estuvo, un
domingo, que se contaron tres días del
mes de septiembre pasado, habiendo los religiosos dominicos tañido a misa, como
los tenía de costumbre, y estando vestido el uno de ellos para la decir, vino a la dicha un cacique de la dicha provincia, que se llama Maraguey,
que era vecino muy cercano al dicho monasterio y a quien los frailes
hacía mejor tratamiento que a los otros y le había curado y hecho muchos
beneficios, según nos certificó el
viceprovincial de la dicha Orden que aquí está y otros religiosos: el cual
dicho cacique trajo consigo otros indios, así de la dicha provincia como de
otras provincias cercanas de allí, que se dicen los Tagares, y entraron al
dicho monasterio, so color que iban a misa, y mataron dos frailes que allí
hallaron, porque los otros dos estaban
en la isla de Cubagua a la sazón que aquello pasó, diciendo misa al alcalde
mayor y a los otros españoles que allí residen; mataron así mismo otras nueve personas que estaban en el dicho
monasterio, entre los cuales era un indio
de la misma provincia que era lengua con que los dichos religiosos les
predicaban nuestra santa fe católica; y
robaron y quemaron el dicho monasterio sin les quedar cosa alguna, y matárosles
hasta un caballo y un perro y un carnero que allí tenían los dichos frailes, y, según lo que el viceprovincial nos dice,
valía lo que les quemaron de ornamentos y otras cosas mil pesos de oro; solamente se escapó un indio natural de esta
isla que servía a los frailes, el cual
llevó la nueva a la dicha isla de Cubagua a Antonio Flores, alcalde mayor que
allí está, el cual dicho alcalde mayor luego que se enteró, proveyó de cinco barcos con 40 hombres que pudo haber
en la dicha isla y los envió con los religiosos que allí
estaban, y envió un teniente suyo,
porque a la sazón estaba enfermo; los cuales fueron a la dicha provincia de Santafé
y hallaron hecho todo el dicho
desbarato, y además hallaron un bergantín que había llegado allí con cinco españoles, que lo enviaba Hojeda,
capitán de una armada, desde dos leguas más abajo, lo habían tomado y
desfondado los mismos indios, y muerto los cuatro de ellos, a los cuales tenían
ahorcados, y al otro hallaron escondido en una ciénaga junto a la mar, el cual
les dijo lo que había pasado en este artículo del bergantín, y como los indios
los habían muerto estando en paz rescatando con ellos.
Desde la dicha provincia de Santafé, sabido lo
susodicho, la dicha gente con los dichos barcos bajaron a la provincia de
Maracapana, que es cinco leguas de allí, por saber lo que había sucedido del
dicho capitán Hojeda, y llegado que llegaron cerca del dicho capitán, que
estaba en tierra en la playa, un cuarto
de legua de su carabela con once españoles, como los indios vieran la dicha gente en los dichos barcos,
conociendo que venían en socorro del dicho capitán arremetieron con el dicho
capitán y gente, y los mataron, que solamente se escaparon dos de ellos que se
acogieron a los barcos, el uno herido,
que murió dende a dos días, lo cual visto por la gente de los dichos
barcos, fueron a la dicha carabela que estaba sola y la tomaron, y recogieron
en sí más de 150 marcos de perlas que
tenía dentro, y la llevaron a la dicha isla de Cubagua.
A este capitán Hojeda había acaecido un caso, y es
que el mismo domingo que fue la muerte
de los religiosos dominicos en la tarde,
estando el en la provincia de Guanta, que es dos leguas más debajo de do
está el dicho monasterio, él hizo un exceso que fue que había enviado por la
tierra adentro a rescatar maíz, y
trajeron el dicho maíz con ciertos indios que alquilaron para se lo traer hasta
la carabela, y llegados a ella, hizo por fuerza a 31 de los dichos indios
entrar en la barca, y los llevó por la costa abajo hasta Maracapana, adonde los
mataron como dicho es. Los cuales dichos
31 indios el dicho alcalde mayor los tomó en sí y no sabiendo que hacer de
ellos por lo que había sucedido, nos los envió a este puerto con la misma
carabela, para que viésemos lo que de ellos se había de hacer, los cuales
pusimos e depósito de ciertas personas que les dan de comer.
El mismo día que dicho alcalde mayor supo en la
dicha isla de Cubagua de la muerte de dichos dominicos, temiendo no hiciesen
otro tanto a los frailes franciscos, proveyó de enviar gente en ciertos barcos
a la provincia de Cumaná a hacérselo saber y avisarles de lo que había acaecido
para que, si quisiesen venir a aquella isla, lo hiciesen hasta ver en qué
paraba el alboroto de los dichos indios:
lo cual sabido por los dichos frailes, temerosos no hiciesen con ellos lo mismo
que con los otros, se recogieron con todo lo mas que pudieron y se fueron a la
dicha isla de Cubagua de donde juntamente con los otros dos frailes
dominicos que habían escapado, se
vinieron a esta isla: todo lo cual, como arriba decimos, pasó desde el dicho
domingo 3 de septiembre hasta seis días siguientes.
Después de lo cual, dende a diez días, sucedió que una carabela, que había partido
de esta isla armada para rescatar por la dicha costa, llegó a la dicha
provincia de Maracapana, que es donde mataron al dicho Hojeda, y no sabiendo
cosa ninguna de lo que allí había pasado, saltaron a tierra a contratar con los
dichos indios, como lo hacían en otros viajes; y los mismos indios, los más
principales de ellos, entraron en la carabela a comer y a beber de lo que
traían, fingiendo con ellos mucha paz y convidándolos que saliesen a tierra, que
tenía mucho que rescatar, y que no llevasen armas, porque los indios no se
escandalicen, pues eran tan sus amigos: lo cual hicieron así, y salieron en la
barca el capitán de la dicha carabela con nueve hombres, y no acabaron de
desembarcar cuando los mataron a todos e
incontinenti con sus canoas y piraguas fueron a la dicha carabela por la tomar,
y los que en ella estaban, visto lo susodicho, cortaron los cables y se
salieron huyendo a la vela y se fueron a la dicha isla de Cubagua.
Dende ocho días que lo sobredicho pasó, llegó a la
dicha provincia de Maracapana, donde lo susodicho había acaecido, otra carabela
de armada de esta isla, que iba a rescatar por la misma costa, y no sabiendo
casa alguna de lo que allí había pasado, saltó en tierra en el mismo puerto con
la gente: de la cual los dichos indios hicieron lo mismo que con la carabela
pasada, entrándose en ella a comer y beber, y convidándolos a rescate, e
hicieron que todos salieran en tierra, y después que los tuvieron todos juntos,
mataron 23 hombres de ellos, que solamente escapó el capitán que había quedado
en la carabela con otros cuatro hombres, que la trajeron a este puerto, de lo
cual por todos generalmente en esta isla
se ha recibido mucha tristeza, principalmente por la muerte de los dichos
religiosos españoles, y además por el daño
que se sigue en cesar al presente
el dicho trato y contratación, que, como arriba decimos, era lo que
principalmente sostenía esta isla”.
CRONOLOGÍA DEL DESCUBRIMIENTOY POBLAMIENTO DE
CUMANÁ
1494.
Cumaná fue descubierta por Cristóbal Colón, y todo hace pensar que 16 años
antes de este descubrimiento, fue visitada por una expedición inédita, descrita
por fray Bartolomé de Las Casas y defendida recientemente por el ilustre
historiador español Don Juan Manzano Manzano, en sus obras: “Colón descubrió
América del Sur en 1494”
y “Colón y su secreto”. Otros documentos que apoyan este criterio se
fundamentan en las obras: “Historia del nuevo mundo” de Girolano Benzzoni, en
la famosa crónica -Relación de Ángelo Trevisán; y en cartas, crónicas y obras
de Mártir de Anglería y López de Gómara. Viniendo a ser Cumaná y no Macuro, el
primer puerto de América continental, visitado por europeos; y de esta manera,
también se inicia el mestizaje en América del Sur.
Desde
que los Colones descubrieron perlas en el golfo de Cariaco, la actividad de su
puerto no decayó. Durante el reinado de Fernando el Católico, el puerto de
Cumaná se conoció con el nombre de Puerto de Las Perlas, y por haber perlas en
el golfo toda la costa que se iba descubriendo recibió también el nombre de
Costa de las Perlas.
1499.
Alonso de Ojeda, Américo Vespucio y Juan de la Cosa surgen en Cumaná. Saliendo de Puerto de Palos, ría del
Guadalquivir, Sevilla España, entre mayo y junio recorren las costas orientales
de Tierra Firme o provincia de Paria, y le dan el nombre de Nueva Andalucía. Es
el primer navegante que sigue las huellas de Colón.
1513.
Fray Pedro de Córdoba, Vicario de Las Indias, acreditado por cédulas reales del
10 de Junio de 1513, envía desde La
Española , isla de Santo Domingo, para el Puerto de las
Perlas, que ya era conocido como la tierra del cacique Cumaná, la primera
expedición fundante y autorizada por el Rey Fernando el Católico y por el
Papa, para la América continental, de
que se tenga conocimiento, con el objeto de iniciar la conquista evangélica y
pacífica de la Tierra
Firme , como la había pactado Pedro de Córdoba. Esta expedición tuvo que seguir el único
rumbo conocido en ese tiempo, establecido por Cristóbal Colón, que era la vía
de las perlas hasta la desembocadura del río Cumaná por el golfo de Cariaco. El
primero de septiembre de 1513 según Bartolomé de Las Casas, otros autores la
ubican en 1514; Fray Pedro de Córdova, Vicario de las Indias, envía desde La Española , una expedición
conjunta con los franciscos, bajo el mando del dominico Fray Antón de
Montesinos; Fray Francisco de Córdoba, según Las Casas, era franciscano, recientemente se dice que
era dominico –Vicente Rubio-; y el lego
Juan Garcés; para fundar la primera
misión en tierra firme americana (suceso narrado en cédula real de 3-09-1516).
Montesinos no pudo continuar en la expedición por haberse enfermado, y se quedó
en la isla de Puerto Rico. Afirma Las Casas que en septiembre de 1513 otros que,
en 1514, arribaron a nuestra tierra los primeros misioneros, y permanecieron en
el Puerto de Las Perlas, creando las bases de la primera misión en tierra
firme. Estos dos religiosos fueron sacrificados por los indígenas en venganza
por las tropelías cometidas por corsarios españoles, que secuestraron al
cacique Don Alonso y a sus familiares para venderlos como esclavos. El cacique
Cumaná fue bautizado en Santo Domingo con el nombre de Alonso.
Francisco
oficiara la primera misa en la tierra firme el mismo día que pisó tierra
cumanesa, y luego las continuó oficiando hasta su muerte.
1514.
Por orden de Fray Pedro de Córdoba, Vicario de las Indias, los misioneros: Fray
Francisco Fernández de Córdoba y el lego Juan Garcés, inician la construcción
del primer convento y la primera escuela en la tierra firme, en la antigua
desembocadura del río Cumaná, en el sitio de los Cerritos que se conoce
actualmente como “Los Castillitos” en el Barbudo – Cumaná. Esta escuela dio
inicio al pueblo de Córdoba en la orilla del río “Chiribichi, la última
luenga”, Cumaná nació de esa escuela.
1514.
21 de agosto. Una expedición corsaria al mando de Gómez de Rivera, llega al
Puerto de Las Perlas, se hospedan por varios días en la misión de Córdoba y
Garcés, ubicada en la desembocadura del río Chiribichii o río Cumaná; seducen
al cacique bautizado con el nombre de Alonso, y lo invitan, en unión de sus
familiares y sirvientes, a conocer sus barcos; ya en ellos, los indígenas son
sometidos, encadenados y encerrados en las bodegas, y los maleantes parten
hacia la española, donde los venden como esclavos. Estos hechos alcanzan
notoriedad y trascendencia, han sido narrados en muchas formas, hay expedientes
judiciales, testimonios, mucha correspondencia, sobre este hecho que marca de
manera dramática los primeros días de la conquista pacifica de la tierra firme,
y, por ende, del plan de Córdoba.
El cacique
Alonso de Cumaná, de la etnia chaima, conocía a los españoles y a la Isla de
Santo Domingo, fue llevado, probablemente, en uno de los viajes cortos de Colón;
debemos recordar que Alonso recibió a los Colones en tres oportunidades, y
estuvo en el convento de los dominicos, conoció a Pedro de Córdoba y al lego
Juan Garcés, que hablaban su lengua, e hizo amistad con ellos.
La expedición corsaria fue organizada
el 5 de agosto de 1514 se reunieron en
la casa del Lcdo. Marcelo de Villalobos, en Santo Domingo, personas, entre los cuales estaban: el Lcdo.
Juan Ortiz de Matienzo, colega de Villalobos;
Gil González Dávila, contador de la Isla ; Juan de Ampiés, factor de la misma; Pedro
de Ledesma, secretario de la
Real Audiencia ;
Cristóbal Sánchez Colchero, naviero; Juan de León, vecino de Santo
Domingo; Gómez de Ribera, ídem (13);
Diego Caballero, ídem (13 bis); Bartolomé Palacios, ídem (14); Diego Bernal, ídem; y Juan Fernández de las
Varas (15), el cual se hizo representar
por un tercero”.
1515.
Martirio de los misioneros. De acuerdo con mis cálculos la sentencia de los
misioneros se cumplió a finales de Enero
de 1515, porque Pedro de Córdoba llegó al Puerto de Las Perlas a saber de
ellos, a principios de febrero de 1515,
porque la expedición de Gómez de Rivera, llegó al Puerto de Las Perlas,
entre finales de septiembre y octubre
de 1514, fecha deducida; además los
asaltantes pasaron varios días en la misión de Córdoba, de acuerdo al relato de
Las Casas; y, con toda seguridad los
indígenas cumplieron el plazo de cuatro lunas, que concedieron, como él lo dice.
Con
esta acción de la justicia indígena, se inicia la heroica resistencia de los
indios chaimas de Cumaná, comandados por el cacique Orteguita, que cumplía
órdenes de la tribu, amotinada contra los misioneros que alegaban su inocencia,
pero ya habían sido sentenciados a muerte.
Pedro
de Córdoba viajó al Puerto de las Perlas, en febrero de 1515 para conocer la
suerte de los rehenes y llevar nuevos misioneros. Dice Vicente Rubio: “Tengo para mi
que eran Fr. Tomás de Toro, y tres o cuatro dominicos más, cuyos nombres
ignoramos, los cuales marcharon allá con el P. Pedro de Córdoba en fecha
posterior al 10 de febrero de 1515,
a fin de indagar la suerte que habían corrido el P.
Fernández de Córdoba y el hermano Garcés.
A estos se agregarían luego los dos o tres que más tarde arribaron allí
para devolver a los indios liberados de su cautiverio”. Lo que quiere decir que la misión dominica de
Cumana se estableció y prosperó. Construyeron un monasterio que podemos
observar en el medallón de 1600, como podemos ver en la reproducción anexa.
Este
secuestro del cacique Cumaná, conmueve los cimientos del imperio, se levanta un
expediente contra las autoridades de Santo Domingo, los dominicos ponen en tela
de juicio la autoridad del Rey Fernando; envíana fray Antón de Montesinos a la Corte , y el mismo Pedro de
Córdoba, se traslada a defender a los indígenas; logran rescatar a muchos
cautivos, pero no puede hacer nada por el cacique Cumaná y su mujer. De estos sucesos, Bartolomé de Las Casas,
escribe la crónica más dramática de los inicios de la evangelización americana.
Las Casas dice que tuvo conocimiento de estos hechos, narrados por los propios
protagonistas en Cumaná. Todo este suceso consta en expedientes y cartas en los
archivos de Santo Domingo y en Sevilla.
1515.
Fracaso de la segunda expedición fundante de Fray Pedro de Córdoba a la
provincia de tierra firme. Tomado de Historia de las Indias. Las Casas viaja de
Cuba a Santo Domingo para entrevistarse con Pedro de Córdoba. Llegó en el momento
en que Pedro de Córdoba expedicionaba a Cumaná, y una tormenta lo obligó a
volver a puerto. Éste tropiezo, sin embargo, permitió que se entrevistaran los
dos grandes hombres y conciliaran sus esfuerzos a favor de los indígenas. En
esta segunda expedición, iban con Pedro los misioneros Picardos y su vicario
Johan Garceto. De esta expedición no hablan los historiadores que confunden los
hechos fundantes porque los desconocen o no les interesan. En el conocimiento
de Pedro de Córdoba y la secuencia de las tres expediciones a Cumaná, ésta la
clave de sus equivocaciones.
1515.
El 27 de noviembre de ese año, fecha
aceptada por el Concejo Municipal de Cumaná,
propuesta por el cronista Dr. José Mercedes Gómez, correspondiente a la
segunda expedición fundante, de Pedro de
Córdoba, al Puerto de Las Perlas, en ese año de 1515, se consolida la misión dominica y nace la franciscana de
Juan Garceto, en la tierra firme americana, a un tiro de ballesta desde la
orilla de la playa, en la desembocadura del río Chiribichii o Cumaná, por el
golfo de Cariaco, que dan inicio a la ciudad de Nueva Córdoba. Las dos misiones
aparecen juntas en el plano y en medallón de 1600.
Los hechos.
- Pedro de Córdoba, repuesto de su fracasada segunda expedición, organiza la
tercera con los mismos protagonistas. Según Las Casas, parte de la expedición
desde Santo Domingo, con misioneros franciscanos de Picardía y misioneros
dominicos españoles. Los de Picardía se asientan en Cumaná, bajo el mando de
Johan Garceto; y los dominicos en Santa Fe de Chiripichí, segunda misión
fundada por Pedro de Córdoba, que deja bajo el mando de Fr. Pedro de Ortiz.
Estas expediciones para Cumaná, seguían la ruta establecida en los mapas de
Colón, navegaban hacia el sudeste, hacia las islas de Cuba y Puerto Rico, luego
navegaban hacia el sur y sureste hasta que divisaban las costas de Araya y las
alturas del Bergantín, luego entraban al golfo de Cariaco y al río Cumaná. Era
el mismo trayecto indicado por Colón en sus viajes cortos a la tierra firme; no
había otro rumbo conocido en esos tiempos. Desde Cumaná se organizaban las
otras expediciones, los navíos avanzaban sobre la costa de Maracapana, Santa fe
y Pozuelo. Los Franciscanos, picardos y de otras nacionalidades, de acuerdo con
nuestro itinerario, han debido llegar a Cumaná en el mes de octubre de 1515.
Los primeros frailes que conformaron la misión de Cumaná, por los dominicos, son:
Fr. Francisco Fernández de Córdoba, con el lego Juan Garcés, Tomás de Toro, y tres o cuatro cuyos nombres
no se han revelado, y por los
franciscanos que fueron con Juan Garceto, picardos y de otras nacionalidades,
son: fray Juan Flamigi (flamenco), fray Ricardo Gani de Manupresa (inglés),
fray Jacobo Hermigi, fray Ramgio de Faulx, fray Jacobo Escoto (escocés), fray
Juan de Guadalajara, y fray Nicolás Desiderio, que continúan el trabajo
iniciado por sus predecesores mártires; refundan la escuela para los niños indígenas,
construyen un monasterio, reconstruyen una iglesia que había sido destruida por
los indios, e inician y terminan otra iglesia, todo ello puede verse en dibujos
y planos de esa época.
1519.
Cumaná es Sede apostólica de la
Diócesis de Paria. Fue elevada por el Papa a Diócesis y
nombra su primer obispo a Pier Barbié, llamado por los españoles Pedro
Barbirio. Lamentablemente los ataques indígenas impidieron que se consolidara la Diócesis. Este obispo fue muy
conocido por su amistad con Erasmo de Rótterdam.
1520.
El 19 de septiembre, estando los indígenas en pie de guerra, arriba a las
costas de la provincia de Cumaná una expedición de tratantes de esclavos, bajo
el mando del Capitán Hernando Ibáñez, y caen en una emboscada ejecutada por
Maraguey y Toronoima, estos caciques convocaron todos los caciques indígenas de
sus reinos. Bartolomé de Las Casas dice “se apellidó la tierra” con ello quería
decir que las maderas sonaron a muerte y aquellos hombres suscribieron el
primer acto de guerra contra los invasores, se inició así la resistencia
indígena, luego miles de aborígenes en los reinos de los Chaimas, Tagares y Cumanagotos,
levantados en armas defenderían su territorio contra elementos de guerra
desiguales; en esta acción en el valle del Chiripiche, mueren decenas de indígenas pero también
rinden sus vidas el Capitán Ibáñez y todos sus hombres, en el fiero combate.
1520.
La guerra continuó, y otra expedición de 46 hombres, bajo el mando de los
capitanes Villafañe y Gregorio Ocaña, con el mismo propósito, es íntegramente
sacrificada en otra batalla planificada y ejecutada por los mismos caciques, después
de terribles y dramáticos combates. Estos heroicos caciques fueron ejecutados,
pero sus huestes nunca fueron derrotadas, Cayaurima los aglutina y los
convierte en un ejército indomable que mantuvo la resistencia por más de cien
años.
1521.
La audiencia de Santo Domingo, alarmada por estos sucesos, envió a Cumaná, una
expedición punitiva de seis naves de guerra y 240 hombres fuertemente armados
bajo el mando del Capitán Gonzalo de Ocampo, para derrotar y castigar a los
indígenas. Entró a sangre y fuego por Maracapana, donde derrota al valiente
cacique de los Tagares, Toronoima llamado Gil González, el cual pereció en una
trampa, una lucha a cuchillo, bajo las aguas de Pertigalete. Luego la
expedición pasó a la
Nueva Córdoba , muchos indios que fueron a recibirlos como
tantas veces lo habían hecho, fueron atrapados y ajusticiados en emboscadas,
dentro de las mismas embarcaciones, luego colgaban los cuerpos en los palos de
los barcos para aterrorizar a los indígenas.
Gonzalo
de Ocampo, ese mismo año de 1521, fundó un pueblo dentro de los límites del
pueblo indígena de Cumaná, al que llamó Villa de Toledo, donde construyó un
fuerte y 25 casas, existen mapas de la época que lo ubican en el centro de la
ciudad de Cumaná.
El
pueblo chaima de Cumaná tenía doscientos bohíos o churuatas y una población
aproximada de l5 mil habitantes, estaba ubicado a media legua río arriba, desde
la desembocadura, río Chiribichii, nombre indígena o Cumaná, por cierto, en el
centro actual de Cumaná. Gonzalo de Ocampo estuvo en la Villa de Toledo hasta que
llegó Fray Bartolomé de Las Casas, en agosto de 1521, enseguida partió con su
expedición cargada de esclavos, casabe, maíz, pescado salado y perlas, que
luego vendió en Santo Domingo, para justificar y pagar los gastos de la
expedición. Gonzalo de Ocampo complotó contra Bartolomé de Las Casas, aunque
éste lo niega en su historia, y lo despojó de gran parte de los colonos que
trajo el fraile. No es justo que a este bárbaro lo tengan algunos historiadores
y desprevenidos, por fundador de Cumaná. Nuestro pueblo altivo es una realidad
mágica fundado por Pedro de Córdoba.
1521.
Llega en diciembre a Cumaná una expedición bajo el mando de Fray Bartolomé de
Las Casas, que entró en nuestra historia desde que firma con los Reyes
Católicos la capitulación de 19 de junio de 1520. En su obra “Historia de las
Indias” narra su entrada por el río, llega a la misión de los Franciscos
Picardos, cuyo vicario era Johan Garceto, y fue recibido por los frailes
cantando el Te Deum Ludamos: “Benedictus qui veni in nomine Domini”. Bartolomé
inicia o continúa la construcción de un fuerte y construye una casa grande
“como una atarazana” al lado de la misión. Para 1521, la Nueva Córdoba o
Cumaná ya era un pueblo, el enclave más importante en la tierra firme, tenía
además de la población indígena, dos iglesias, el fuerte de Gonzalo de Ocampo
con sus 25 casas habitadas por españoles, la “Villa de Toledo”, visitada por
Benzzoni en 1541, su monasterio en la desembocadura del río, el fuerte iniciado
o continuado por Las Casas, la escuela para los niños indígenas y también
tenían parcelas en las cuales se cultivaban uvas, melones y naranjas. Por
cierto, Guillermo Morón, publica en su historia de Venezuela, las listas de
colonos que arribaban al puerto de Cumaná, lo que da a entender que en esos
tiempos el único puerto confiable era Cumaná.
1521.
La traición de Francisco de Soto. Las Casas desesperado por la situación creada
por las constantes incursiones de naves españolas que se dedicaban a “resgatar”
indígenas para venderlos como esclavos, decide ir hasta Santo Domingo para
hacer valer sus derechos en tierra firme, dejando encargado de sus bienes al
Capitán Francisco de Soto, con dos navíos, la tripulación y muy bien
pertrechados. Soto desobedeciendo las órdenes del fraile se dedica al comercio
de esclavos. Los indígenas, bajo el mando del Cacique Tacar llamado Diego, y
Caicuire, probablemente hijos del cacique Cumaná, se amotinan y atacan las
misiones dominicas y franciscanas, que para ese momento contaban con numerosos
pobladores y nueve sacerdotes. Los indios lo destruyeron todo; en el asalto a
las misiones murió Fray Dionisio, que no pudo embarcarse y se escondió la la
huerta, al parecer sacrificado por un indio cristianizado llamado Ortega u
Orteguilla. El traidor Francisco de Soto, que había logrado embarcarse hacia
Araya, tocado por un dardo emponzoñado con el mortífero Curare, también murió.
Tenemos que decir que Bartolomé de Las Casas al igual que Pedro de Córdoba, fue
un valiente defensor de la causa indígena. La toma de Cumaná en 1521, señalaba
la historia del heroico pueblo cumanés, producto del mestizaje de razas bravías
e indomables.
1521.
Los indígenas cumaneses, en cientos de curiaras, bajo el mando de indígenas
formidables, como: Tacar, Toronoima, Caicuire, llamado después Caigüire, Sacana,
Nicoto, Güaipata, Querecrepe, Chacopata, Macatoa, Cüarica, Querepana, Omegüa y
Charaima, padre de la cacica Isabel, la madre de Francisco Fajardo, invaden la Nueva Cádiz , en la
isla de Cubagua, la toman y destruyen todo cuanto había en la floreciente
ciudad de las perlas.
1522.
Debido al estado de guerra en que se encontraban los indígenas de la provincia
de Nueva Andalucía, con todos los caciques armados y preparados para la guerra,
ocupando las mejores posiciones en las costas; la audiencia de Santo Domingo,
envía otra expedición punitiva compuesta por 60 hombres de guerra, bien pertrechados
bajo el mando de Jácome Castellón Suárez, con sus famosos subalternos el
teniente Villacorta y Pedro de Isasga. Castellón o Giacomo Castiglione, es un
hombre rico y poderoso de la
Nueva Cádiz, que se dedicaba a la explotación de las salinas
de Araya y sobre todo a la trata de esclavos; viene provisto de armaduras,
mosquetes, caballos, perros de presa, entrenados para matar, que pisan por
primera vez la tierra firme. La resistencia indígena, sobre todo los Chaimas de
Cumaná, que pueblan las costas de la provincia, y son perseguidos en sus bohíos
y cruelmente asesinados, abandonan las costas y se internan en las selvas, pero
quedan pobladores indefensos, sobre todo ancianos, mujeres, niños, y uno que
otro cacique y guatiaos. Castellón se
ceba en esos pobladores, los somete a sangre y fuego. Con las armas terribles que
preparó a conciencia, y fácilmente logra la victoria, una victoria pírrica, ya que
luego conviene en una alianza con el cacique Tacar, llamado Don Diego; y
seguramente hijo de Cawaná, llamado Don Alonso, que permanecía cautivo en Santo
Domingo.
Diego que se había refugiado en Mochima, firma la paz con Castellón,
para evitar más derramamiento de sangre, y con su pueblo, se dedica con
Castellón, a la reconstrucción de las misiones dominicas y franciscanas de la
desembocadura del Chiribichii. Castellón le da el nombre de Nueva Córdoba, al
poblado, en testimonio y homenaje a fray Pedro de Córdoba, su verdadero fundador.
1523.
Castellón reinicia la reconstrucción de la fortaleza de Santa Cruz de la Vista,
abandonada por Las Casas en la desembocadura del río Cumaná por el golfo de
Cariaco, para ello trajo de Santo Domingo y Cubagua el personal necesario. López de Gómara dice que “Perdía mucho el Rey con
perderse Cumaná, porque cesaba la pesca y trato de las perlas de Cubagua”; y
entonces Castellón hizo aquí, el papel de pacificador. La construcción de la fortaleza,
la ordenó el rey Fernando el Católico, en 1504, las Casas y Castellón
construyeron en la parte superior un castillo, que llamaron torre, y subsiguientemente
los envidiosos de siempre llamaron torrecita, pero no sabían que de la
¨Torrecita¨ Castellón envió al Rey, una pintura que se conserva en el archivo
de Indias, y se puede ver la tremenda fortaleza que se estaba construyendo.
RESISTENCIA ABORIGEN
Miguel Cortez
Caballos, perros amaestrados, arcabuces o armas de fuego,
espadas largas, corazas, fuerte vestidura, casco de protección y una gran
experiencia en el arte de la guerra de más de 20 siglos, se hacen insuficientes
para extinguir el grito de libertad del aborigen americano que retumba en las
montañas venezolanas, bosques, selvas, ríos y mares: "¡Ana Karina rote,
aunicon paparoto mantoro itoto manto!". En castellano: "¡Solo
nosotros somos gente, aquí no hay cobardes ni nadie se rinde"
El aborigen venezolano enfrenta al invasor con macanas,
arcos y flechas (CON CURARE), lanzas, guayucos, penachos de plumas y a
pie. Atacan en oleadas humanas y
desnudos. (Los jefes Caribes se llamaban ditainos) Quizás superan a los
españoles en número (Los Carines eran guerreros no les temían a los
españoles)
Pero, una
carga de arcabuz de 100 disparos puede matar a 100 personas en un
segundo. Que hace huir a los nativos despavoridos e indefensos ante el
ruido y los disparos. Los invasores, luego, les alcanzan por la velocidad
de sus caballos. Desde el lomo del caballo, el soldado los lancea
impunemente y degüella a placer con sus largas espadas. Para que después
los perros rematen a heridos y moribundos, que yacen en el suelo. Aunado
a ello, la creencia del aborigen de que el español montado en un caballo se
convierte en un monstruo de dos cabezas. Y el temor y respeto del
aborigen a la oscuridad.
A partir de
la entrada del bolivarianismo en la historia del país como tendencia política e
ideológica, se cuestiona lo que representa para América la llegada de Cristóbal
Colón el 12 de octubre de 1492.
Mercedes
Ortuño (2013) en el diario VEA, refiere: “Se nos enseñó a honrar y a recordar
el 12 de octubre como una fecha patria, donde los conquistadores eran héroes
que debíamos venerar. El 12 de octubre “Día de la Raza” venerábamos un
mestizaje, que no se dio, sino hasta cientos de años después, cuando terminó la
esclavitud en nuestra patria”. Manifiesta Nelson Guzmán en el Semanario
Cultural del 1 de noviembre de 2014, N 535, que: “Los historiadores venezolanos
maltrataron la significación del 12 de octubre, se enseñaba en las escuelas
venezolanas que ese día debíamos celebrar el día de la raza. Muchas
calles, plazas y monumentos importantes se erigieron para rendir honores y
glorias a los que nunca la tuvieron”.
En las escuelas
durante muchos años se enseña que al amanecer del 12 de octubre de 1492 Rodrigo
de Triana avista tierra americana y lanza su famoso grito de ¡Tierra...!,
después de una navegación llena de problemas a través del océano. Incluso
y en función de lo anterior, uno de los autores de este ensayo
histórico-cultural escribe un poema cuando estudia 5 grado en la Escuela “Luis
Beltrán Sanabria” de Cumaná. El poema lo declama otro niño en un acto
cultural de ese día.
FACTORES DE
LA DOMINACIÓN
Señala Nelson
Guzmán: “La presencia del europeo significó el genocidio y el etnocidio.
Los indígenas fueron sometidos al trabajo duro. Se les impusieron
creencias diferentes a las suyas. Los indígenas estaban obligados a hablar en castellano
“. El colonizador sabe que debe borrar la identidad
cultural. Y desprecia profundamente al nativo. Sin embargo, refiere
Guzmán, “Las costumbres y la identidad cultural de la Venezuela irredenta se
han mantenido, con fortuna no pudieron hacer claudicar a unos pueblos que
siempre han estado en la resistencia cultural y que son anteriores a la llegada
del colonizador.”
En 1992, las
Naciones Unidas proclama ese año como el Año Internacional de los pueblos
indígenas. Para Ortuño, esta decisión deja a un lado la aspiración de
España que ese año se proclame como el Año Internacional del descubrimiento de
América. La proclama de las Naciones Unidas visibiliza a los aborígenes
como pueblos que existen en el planeta. Y reconoce su permanencia en el
tiempo y en el espacio, soportando pacientemente la discriminación económica,
racial, social y cultural a la que se les somete desde la llegada de los
europeos.
Los nativos
rechazan la invasión de sus territorios y la injerencia en sus modos de vida y
creencias. Mantienen sus lenguas, dialectos e idiomas o formas de
comunicación oral, mediante las cuales transmiten y preservan sus tradiciones y
costumbres. Resguardan sus formas de sobrevivencia, su modo de producción
y sus vías de comunicación acuáticas y terrestres, caños, ríos y quebradas.
Protegen sus lagos y mares, sus montañas y ambientes naturales, los cuales les
proporcionan el sustento y el hábitat.
Los pueblos
nativos mantienen sus formas ancestrales de vida. Una historia tan
antigua como la euroasiática. Que cuando Colón llega a América encuentra
un continente en desarrollo, vivo, antiguo e igual al europeo. Con una
cultura diferente y desarrollada. Solo para ellos se presenta como un
continente nuevo. Pero, para los que habitan este lado del océano, han pasado
miles de generaciones de seres humanos por estas tierras. Y desmontan los
mitos y tergiversaciones que sobre su tierra y su gente se levantan por más de
quinientos años. Desde hace 20 siglos, en Europa la sociedad se divide en
clases. En 10 siglos del esclavismo, el trabajo esclavo permite el
desarrollo de la ciencia, la filosofía, las artes, la forma de gobernar y hacer
política. Se utiliza el papel para recoger experiencias de la vida y de
investigaciones. Se alcanza a medir la longitud del meridiano terrestre y
existe la teoría sobre la esfericidad de la tierra. Se impulsa el
comercio entre el lejano oriente y el occidente. Mil años a.C. los
fenicios fundan Cádiz, Málaga y Sevilla. Los navegantes utilizan
instrumentos que les permiten ubicar sus embarcaciones en el mar. Se
crean universidades que intercambian saberes con el lejano oriente y
transforman estos conocimientos en nuevos saberes. Que luego regresan al
lejano oriente repotenciados.
Diez siglos
más y culmina feudalismo, el uso de la tierra como medio de riqueza de las
naciones. La edad media representa una época de alternativas en el pensar
social. Gutenberg crea la imprenta. Los chinos consiguen la
pólvora y se fabrican las armas de fuego. Desde el esclavismo, los romanos
utilizan al caballo como arma de guerra. Igualmente, las corazas de acero
y armaduras para proteger el cuerpo de flechas, lanzazos, puñaladas y espadazos
durante las acostumbradas carnicerías, en que se convierten las batallas de esa
época. Los árabes llevan a España el alfabeto y el número cero que
sustituye el sistema de numeración romana.
Después de la
tierra como fuente de poder se impone el oro y la plata en el comercio como
dinero o medio de cambio universal. Se convierten en los metales
preciosos más apetecidos como sinónimo de riqueza y poder. La codicia, la
usura y la avaricia como pecados capitales de la religión católica se imponen
como formas de ver la vida. El comercio moviliza el capital, las finanzas
y las mercancías. Las ciudades sustituyen al campo como fuente de
sustento para las familias, porque en ellas consiguen el trabajo, que les
permite un ingreso para comprar bienes para la vida. Durante el esclavismo y el
feudalismo predomina la guerra como arte, oficio y forma de gobernar. La
economía, la iglesia y la guerra sirven de instrumentos de dominación y control
de las sociedades. Una forma de obtener una victoria militar consiste en
sitiar a las ciudades y cortar sus fuentes de suministro. Por hambre se
toma una ciudad para luego saquearla, incendiarla, destruir sus sistemas de
producción, de vida, sus culturas y creencias.
Solo los
árabes reconstruyen lo que encuentran. Y conviven con las culturas sin
imponer el islam. La conversión al islam se hace de manera consciente y
personal. En cambio, la iglesia católica impone la conversión, mediante
la represión social, económica, racial y militar, so pena de excomunión y quema
en la hoguera, lapidación y exilio.
Cuando los
europeos llegan a tierras americanas, traen como conocimiento esa
cultura. Mientras, que los pueblos nuestroamericanos se encuentran en el
estadio medio del comunismo primitivo. Predomina la cultura del arco y la
flecha, de la caza, de la pesca y la recolección. Sus medios de
comunicación les permiten navegar por caños y riachuelos cercanos. La
agricultura obliga a una vida sedentaria y tranquila. Su
producto sustenta a la comunidad y se complementa con los aportados por otras
actividades productivas.
Hace 500 años
se enfrentan dos enfoques de vida y modos de producción. Uno sustentado
en el trabajo de la naturaleza y otro en la fuerza de trabajo del pueblo, el
comercio y el mercado. Mientras, en el intercambio primitivo se hace
innecesario el dinero para conseguir el producto, en Europa se hace
imprescindible el dinero para conseguir el medio de sustento. Aun cuando,
la fuente de riqueza en ambos casos consiste en el trabajo, en el medio
primitivo se hace poco esfuerzo para conseguir lo necesario para vivir, porque
el bien lo proporciona la naturaleza. En cambio, en Europa para conseguir
el bien que sustente la vida, se requiere de un esfuerzo de transformación
sobre los bienes naturales e instrumentos de trabajo adecuados para cada tarea
y una jornada laboral. El trabajador se obliga a vivir dentro de las
fábricas.
El grado de
desarrollo en ambos continentes transita caminos diferentes. América con
una cultura amplia y diversificada. Nuestros pueblos se encuentran en un
nivel de cultura y de subsistencia sustentable y autosuficiente. Los
medios de producción sostienen la vida consustanciados con la naturaleza.
Mientras, los europeos navegan en grandes barcos para cientos de personas y
grandes animales, los aborígenes se trasladan en pequeñas embarcaciones.
Por lo general, se embarcan tres personas en una canoa o curiara, barco
pequeño, liviano y rápido.
Dos culturas,
dos enfoques, dos visiones. ¿Quién descubre a quién? ¿Quién encuentra a
quién? Cuando llegan los españoles a estas estas tierras ya existen
millones de seres humanos pululando entre las matas, selvas y bosques, ríos y
mares de Nuestramérica. La población americana cuenta con 17.000 años de
edad. Un continente nuevo para los europeos. Pero, viejo para los
americanos. Por tanto, el mito de que los europeos tienen la experiencia
y la sabiduría. Y, además, la inteligencia y la cultura, se inventa para
crear la imagen de inexperiencia, incultura, brutos, sin alma y salvajes de nuestros
pueblos. Unos animalitos del monte, calificados de herejes por la Iglesia
sin tener ésta conocimientos sobre su fe, creencias y dioses. Los
europeos llegan a dar cultura y enseñar cómo vivir en santidad. Todo un
pretexto para justificar la invasión, el saqueo y el genocidio.
Varios
factores resaltan en la imposición del poder español en estos
territorios. Entre ellos, la superioridad en la intriga, el engaño, la
traición y su poder militar, junto con la ingenuidad de los nativos para
conseguir su confianza. Porque, ¿Cómo se explica que un jefe aborigen,
cacique de una tribu se deje cazar en su propia choza mientras duerme?? Y
porque, ¿Luego de un trato de paz, cae acribillado por la espalda por los
arcabuces españoles o cazado en una emboscada?
O ¿Por qué un
aborigen maltratado prefiere seguir al lado de los invasores y en muchos casos
traicionar a su tierra y su gente? ¿Que en ese momento se saquea y
exterminan a sus pobladores, incendian sus casas y bosques, violan a sus
mujeres, asesinan a sus hijos? O ¿Por qué un cacique de importancia se
mata con cualquiera en un combate cuerpo a cuerpo, sea soldado español sin
importar su rango o nativo desleal? O ¿Por qué mediante artimañas y
engaños se dejan llevar a una emboscada donde mueren acribillados?
O ¿Por qué en
medio del combate el aborigen por bravo y fiero prefiere morir entre sus
agresores atravesado por sus lanzas, espadas y disparos de sus armas de fuego?
O ¿Por qué el jefe que hace la paz y amistad con el agresor se retira a lo más
intrincado del monte, donde muere de edad avanzada o nunca se sabe de él y su gente?
En general,
se observa, que el aborigen venezolano puede ser muy bravo, valiente, altivo,
orgulloso y muy fuerte. Pero, llevado por su cultura ancestral, carece de
la pericia militar que da el convivir con la guerra o tener a ésta como oficio,
como sucede en más de 20 siglos en Europa y Asia. Y a pesar de que los
aborígenes pelean entre sí, nunca tienen la experiencia de enfrentar una carga
de arcabuces, que les mata o hiere al instante. O enfrentar el avance de
una caballería que les atropella y aplasta. O que sus flechas, por mucho
veneno que tengan, resbalen en las corazas protectoras de los españoles,
flechas hechas para herir la carne desnuda.
Los caribes
se imponen sobre otras tribus. Pero, estas peleas entre tribus en nada se
parecen a las guerras protagonizadas por las legiones romanas y sus
caballerías. Las legiones romanas se hacen famosas por su gran poder
militar y estratégico. Se hacen casi invencibles. Y sostienen
al estado romano por más de cinco siglos. En la edad media el
enfrentamiento se hace rutinario. Pueblos que se ven invadidos y
sometidos militarmente por otros pueblos. La guerra se hace una
constante. Y aun cuando participan numerosos soldados, se practica como
un arte en lo táctico y en lo estratégico, que extiende el campo de la
diplomacia y la política. Lleva un fin en procura de extender un poder
territorial y militar. La extensión territorial se hace perfectamente
identificable mediante tratados, acuerdos, documentos y mapas oficiales
aceptado por las partes.
En cambio, en
América las guerras se producen entre tribus belicosas que imponen su fuerza
ante las demás. Y las someten. Generalmente, el número de guerreros
decide las victorias. Se impone la fuerza física, la bravura y la
resistencia. Y aun cuando una tribu pueda extenderse territorialmente.
Se hace difícil resguardar estos territorios, por cuanto su demarcación se hace
de manera imprecisa. Sin documentos y sin mapas. La propiedad
comunitaria desvanece estos límites. Y cuando un cacique muere estos
territorios los toman otras tribus de manera pacífica.
La forma de
hacer la guerra de los aborígenes ofrece pocas ventajas sobre los
europeos. Estos tienen armas de fuego y armaduras que les protegen de
flechazos y lanzazos. Tienen el caballo y perros de presa amaestrados
para perseguir a las personas y comérselos incluso. Tienen la picardía
del oficio. Y a pesar del menor número de sus ejércitos presentan mayor
disciplina y organización militar. Además de ello, tienen un valor a toda
prueba. Su audacia, codicia y avaricia, el desprendimiento de sus propios
valores y creencias les lleva a emprender la ruda tarea de conquistar a
América.
Por la parte
aborigen, se cree que un español montado en un caballo representa a un monstruo
de dos cabezas. Y llenos de pánico se dejan matar por ese monstruo que
los degüella con su espada o atraviesa con su lanza. Una caballería o
muchos monstruos de dos cabezas al galope imponen el terror y la desbandada
entre las tribus indígenas. Y al caer el jefe que guía el combate, las
fuerzas se dispersan y cada quien toma su propio rumbo. Pocas veces se
reagrupan.
Otro factor
de dominación se refiere al derecho europeo. Europa lleva 20 siglos de
propiedad privada. Las leyes escritas, cédulas reales y bulas papales,
permiten preservar esa propiedad y organizar la sociedad. En América se
desconoce la propiedad privada. Porque se vive en comunidad. Las
tierras corresponden a todos y a todas. Existen áreas de gobierno o
territoriales correspondientes a cada tribu o grupo de tribus. Pero,
delimitados de manera natural como dominio o ejercicio del poder. La
tierra corresponde a quien la ocupa o permanezca en ella en ese momento.
Cuando los
residentes de un territorio lo abandonan, otros lo ocupan y se erigen como los
nuevos “dueños”. Los documentos de propiedad se hacen inexistentes.
Y se corresponde con una ley de convivencia social que todos acatan.
Pero, sin sustento de documentos que indiquen propiedad o posesión sobre algún
lote territorial. Este papeleo y burocracia se hace inexistente e
innecesario en América. Porque, carece de estado. Una institución
existente en Europa hace 20 siglos cuando se divide la sociedad en
clases.
Cuando el
español llega a estas tierras toma un área de la misma que denomina ciudad o
villa. Y nombra un gobernador y demás elementos burocráticos y
militares. Se delimita el territorio y se fortifican con murallas o
empalizadas. Se emite una proclama que se lee en público en donde se deja
constancia que a nombre del Rey y de Dios Todopoderoso se toma posesión sobre esta
área delimitada en plazas y calles con sus casas y sus pobladores. De
esta manera, se invade y se apropian de una propiedad comunitaria
ancestral. Que nadie les cede. Sola la toman. Y se concentran
allí y la defienden de los aborígenes que se muestran en descuerdo por esta
situación. Y hacen valer “su derecho” sobre ese lote de tierra. A
estas ciudades, los aborígenes entran como traidores, siervos, esclavos o
fieles al rey de turno. Al asentarse en un lugar, establecen su campamento
militar y organizan la ciudad, como en Europa. Y desde allí, amplían su
radio de acción territorial. Y siguen adelante en busca de los minerales
preciosos que tanto anhelan.
Utilizan
todas las fórmulas para aprovechar la ingenuidad de los nativos. Mediante
la religión destruyen sus creencias, para que acepten la destrucción de sus
centros poblados y cultivos. Y el arrebato de sus tierras.
Asimismo, les someten a jornadas de trabajo más allá de sus
fuerzas. Se hace creer al nativo que carece de fuerza para el trabajo.
Que tiene escasa cultura y poca o nada de inteligencia. Además, que se
trata de un ser vivo sin alma. Un ateo o un hereje al que hay que
convertir para salvar su alma del infierno. O excomulgar. O
imponerle severos castigos, a menos que acepten la religión que se les impone a
sangre y fuego. Mientras el invasor sigue un plan y funda ciudades. Los
aborígenes luchan dispersos entre sí y sin dirección. Su afán se reduce a
vivir consustanciados con la naturaleza y preservar sus aves, animales y fuentes
de agua.
Se desconoce el mercado y el dinero. El
trabajo sirve directamente para conseguir los bienes que necesita. Y no un
medio para conseguir dinero y comprar. Para ellos la tierra pertenece a
todos y la ocupa quien la trabaje. Tienen sus propios dioses a los que
temen de manera inocente y honesta. Los nativos, según expresa José
Mercedes Gómez: “No tenían grandes preocupaciones que resolver, salvo el de las
guerras intertribales. Lo inmediato y cotidiano llenaba su atención presente.
Buena pesca, buena caza y descanso. No pedían, ni solicitaban de su dios
milagros. Las enfermedades podían ser también parte de su enojo; una
epidemia era considerada como expresión de su cólera. Los fenómenos
naturales, inundaciones, terremotos, eran también parte de esa expresión.
Los relámpagos y los truenos eran manifestaciones de su poder y
divinidad.”
Solo algunos
jefes carismáticos y valerosos logran la unión temporal de las tribus, como
Guaicaipuro, Toronoima Maraguey, Terepaima, Tamanaco, Cayaurima, Tiuna,
Maracay. Pero, al desfallecer éstos, las fuerzas se dispersan.
Algunos negocian la paz. Otros se pierden en el monte y nunca más se sabe
de ellos. Al final dejan tranquilo al invasor que se apodere de las
tierras y riquezas ancestrales de nuestros abuelos. Otro elemento
importante y diferenciable entre las dos culturas lo representa el
dinero. En Europa se maneja el dinero para hacer comercio y en América se
practica el trueque. El comercio y el mercado forman parte de la
subsistencia de Europa. En América el dinero se hace innecesario dado el
escaso desarrollo del mercado, por tratarse de una economía autosuficiente e
independiente del mercado. Al imponerse militarmente Europa sobre
los nativos americanos, prevalece su criterio. Y se hace creer que la
economía americana presenta atraso tecnológico y productivo, cuando se trata de
otra economía. Y de esta forma, imponen un modelo económico diferente y
truncan el desarrollo económico y social de los pueblos americanos.
Si se coloca
frente a frente la economía de ambos pueblos se observa la asimetría. Los
puntos de comparación se hacen innecesarios por cuanto provienen de modelos y
estructuras productivas diferentes. Para el modelo europeo, el fin
consiste en maximizar la ganancia. Producir para vender y obtener una
utilidad financiera. Y mientras más grande mejor. En cambio, para
el modelo americano, el fin consiste en atender las necesidades de la
comunidad. Se produce en gayapa para satisfacer necesidades colectivas.
Sin perseguir una ganancia o utilidad financiera. Porque, tiene un fin
social. El dinero y el lucro se hacen innecesarios en la
transacción. Sus objetivos se hacen diferentes. Su filosofía e
ideología, también. Por tanto, incomparables como modelos.
Los españoles
provienen de una cultura diferente y desconocen la aborigen, lo cual los lleva
a malinterpretar los conceptos culturales nativos. El orden económico y social americano
carece de sentido para ellos. La producción y distribución no existe por
ningún lado, tal como la manejan. Por tanto, niegan la existencia de un
orden productivo en estas tierras. En consecuencia, imponen lo que saben
hacer, el modo de producción europeo. E insertan la economía nativa en su
modelo de producción como suministradores de recursos humanos, materias primas
e insumos y minerales para la producción europea. Y como resultado, la
economía y cultura europea se impulsan con el aporte que reciben de los
recursos que extraen de Nuestramérica. Mientras, se corta abruptamente el
desarrollo de la economía americana.
Sin embargo,
este choque y rompimiento abrupto del orden natural de la producción americana
y la subsiguiente mestización, no impiden que las culturas americanas conserven
sus raíces. Y en el mestizaje se observa la particularidad o aporte de
cada raza. La esencia de cada pueblo se trasluce. Y la raíz
autóctona del venezolano resalta en todo momento como una característica especial
de su existencia. Esto significa, que, a pesar de la conquista y el
exterminio de millones de seres humanos de estas tierras, la naturaleza
resguarda a los nativos que buscan refugio en sus montes, bosques, selvas,
ríos, quebradas, mares, cerros y montañas más alejados. Y desde allí,
conservan la esencia de la raza americana. Que junto a la mezclada clama
justicia histórica. Y su papel como pueblo originario de estas tierras.
Chávez y la
resistencia indígena. En Venezuela se habla abiertamente de resistencia indígena o aborigen
a partir de la llegada del Comandante Hugo Chávez Frías como líder del
país. Una vez en el gobierno, en 1998, quinientos años después de la
llegada de Colón a tierra firme, el presidente Hugo Chávez asume el tema aborigen,
su historia y raíces. Se otorga rango constitucional a los pueblos
originarios con plenos derechos y deberes, igual a todos los demás
ciudadanos. La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
establece en el artículo 119: “El Estado reconocerá la existencia de los
pueblos y comunidades indígenas, su organización social, política y económica,
sus culturas, usos y costumbres, idiomas y religiones, así como su hábitat y
derechos originarios sobre las tierras que ancestral y tradicionalmente ocupan
y que son necesarias para desarrollar y garantizar sus formas de vida.
Corresponderá al Ejecutivo Nacional, con la participación de los pueblos
indígenas, demarcar y garantizar el derecho a la propiedad colectiva de sus
tierras, las cuales serán inalienables, imprescriptibles, inembargables e
intransferibles de acuerdo con establecido en esta Constitución y en la Ley”.
Se visibiliza
a un pueblo que durante muchos años se mantiene fuera de las costumbres y
sentir del resto del país, como un pueblo negado a extinguirse. En lucha
permanente por estar presente. Pero, sin participar ni protagonizar
nada. Solo existe. Con Chávez se dejan ver como personas y
ciudadanos. Y como hermanos de todos los demás. Como originarios de
la sangre que los venezolanos llevan mezclada en su alma y en su ser.
Igualmente, Chávez firma el Decreto 2028 del 10 de octubre de 2002, publicado
en la Gaceta Oficial de Venezuela No. 5615, mediante el cual promulga la Ley de
Demarcación y Garantía del Hábitat y Tierras de los Pueblos Indígenas.
Asimismo, la no celebración del Día de la Raza y la instauración del Día de la
Resistencia indígena.
Antes del
presidente Chávez, en 1921, el presidente Juan Vicente Gómez decreta el 12 de
octubre como el Día de la Raza. El cambio, que introduce Chávez conlleva
a modificaciones en Caracas en sus esculturas y bustos, en el nombramiento de
avenidas y calles. Se cambia el nombre del cerro el Ávila por Huaraira
Repano. La estatua de Cristóbal Colón en el Paseo Colón cae derribada por
una vanguardia del pueblo caraqueño. La nave de Colón, la Niña, en Parque
del Este o Parque Miranda se cambia por el Leander, el barco que trae a
Francisco de Miranda y la bandera tricolor en su viaje libertario el 3 de
agosto de 1806.
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