RAMÓN BADARACCO
AN0TACIONES A LA CRONOLOGÍA DEL ESTADO SUCRE
DE PEDRO ELIAS MARCANO.
TOMO I
Cumaná 2014.
Autor: Ramón Badaracco
Título original: AN0TACIONES A LA
CRONOLOGÍA DEL ESTADO SUCRE DE
PEDRO ELIAS MARCANO.
TOMO I
Nombre del Autor
Tulio Ramón Badaracco Rivero
Titulo de la Obra: Anotaciones
a la Cronología del Estado Sucre
De Pedro Elías Marcano.
PRIMER TOMO
Diseño de la cubierta R. B.
Ilustración de la cubierta R.
B.
Depósito legal
Impreso en Cumaná
Puede ser difundido y reproducido libremente
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0293-514-5753
Esta Cronología de
don Pedro Elías Marcano fue publicada en el Boletín de la Academia Nacional de
la Historia. Nuestro trabajo consiste en glosar cada uno de los hechos anotados
por el acucioso investigador.
SIGLO XV
CRONOLOGÍA
DEL DESCUBRIMIENTO
Y
POBLAMIENTO DE CUMANÁ
1494. Cumaná fue
descubierta por Cristóbal Colón, y todo hace pensar que 16 años antes de este
descubrimiento, fue visitada por una expedición inédita, descrita por fray Bartolomé de Las Casas y
defendida recientemente por el ilustre historiador español Don Juan Manzano
Manzano, en sus obras: “Colón descubrió América del Sur en 1494” y “Colón y su
secreto”. Otros documentos que apoyan este criterio se fundamentan en las
obras: “Historia del nuevo mundo” de
Girolano Benzzoni, en la famosa crónica -Relación de Ángelo Trevisán; y en
cartas, crónicas y obras de Mártir de Anglería y López de Gómara. Viniendo a
ser Cumaná y no Macuro, el primer puerto de América continental, visitado por
europeos; y de esta manera, también se inicia el mestizaje en América del Sur.
Desde que los Colones
descubrieron perlas en el golfo de Cariaco, la actividad de su puerto no
decayó. Durante el reinado de Fernando el Católico, el puerto de Cumaná se
conoció con el nombre de Puerto de Las Perlas, y por haber perlas en el golfo
toda la costa que se iba descubriendo recibió también el nombre de Costa de las Perlas.
1499. Alonso de Ojeda, Américo
Vespuccio y Juan de la Cosa surgen en Cumaná.
Saliendo de Puerto de Palos, ría del Guadalquivir, Sevilla España, entre
mayo y junio recorren las costas orientales de Tierra Firme o provincia de
Paria, y le dan el nombre de Nueva Andalucía. Es el primer navegante que sigue
las huellas de Colón.
1499. A mediados de año, lo hacen también Per Alonso Niño y
Cristóbal Guerra, con el mismo derrotero, descubren las Salinas de Araya, y
recogen en Cubagua y Cumaná, 47 libras de perlas que llevan a España y luego
sirven a los Reyes Católicos en su juicio contra el ligur. Después de este
descubrimiento vienen a Cumaná los buscadores de perlas y se le da el nombre de
Puerto de Las Perlas. La Sal y el agua
son otros atractivos del Puerto de Las Perlas.
1513. Fray Pedro de Córdoba,
Vicario de Las Indias, acreditado por cédulas reales del 10 de Junio de 1513,
envía desde La Española, isla de Santo Domingo, para el Puerto de las Perlas,
que ya era conocido como la tierra del cacique Cumaná, la primera expedición
fundante y autorizada por el Rey Fernando el Católico y por el Papa, para la América continental, de que se tenga
conocimiento, con el objeto de iniciar la conquista evangélica y pacífica de la
Tierra Firme, como la había pactado Pedro de Córdoba. Esta expedición tuvo que seguir el único
rumbo conocido en ese tiempo, establecido por Cristóbal Colón, que era la vía de
las perlas hasta la desembocadura del río Cumaná por el golfo de Cariaco. El
primero de septiembre de 1513 según Bartolomé de Las Casas, otros autores la
ubican en 1514; Fray Pedro de Córdova, Vicario de las Indias, envía desde La
Española, una expedición conjunta con los franciscos, bajo el mando del
dominico Fray Antón de Montesinos; Fray Francisco de Córdoba, según Las
Casas, era franciscano, recientemente se
dice que era dominico –Vicente Rubio-; y
el lego Juan Garcés; para fundar la
primera misión en tierra firme americana (suceso narrado en cédula real de
3-09-1516). Montesinos no pudo continuar en la expedición por haberse
enfermado, y se quedó en la isla de Puerto Rico. Afirma Las Casas que en
septiembre de 1513 otros que en 1514, arribaron a nuestra tierra los primeros
misioneros, y permanecieron en el Puerto de Las Perlas, creando las bases de la
primera misión en tierra firme. Estos dos religiosos fueron sacrificados por
los indígenas en venganza por las tropelías cometidas por corsarios españoles,
que secuestraron al cacique Don Alonso y a sus familiares para venderlos como
esclavos. El cacique Cumaná fue bautizado en Santo Domingo con el nombre de
Alonso.
Nota.- En junio de 1519, Francisco del Castillo,
declaró haber sido el piloto de la nave que llevó a los dos dominicos, y Juan
Fernández, piloto de una carabela dijo que había ayudado en ello (cfr. E. Otte,
Las Perlas del Caribe, ob. Cit. p. 125. nota 610)
1513 a 14, Fray Francisco de Córdoba, oficia en Cumaná,
la primera misa en la tierra firme americana. Hecho este admitido por la
Iglesia Católica. Además, está dentro de la lógica, porque era la obligación de
Fray Francisco, y venía suficientemente dotado para ello, según las cédulas
reales del 10 de junio de ese mismo año, que ordenaba que fuera provisto de
todo lo necesario para dar misas. Es muy
posible que Francisco oficiara la primera misa en la tierra firme el mismo día
que pisó tierra cumanesa, y luego las continuó oficiando hasta su muerte.
1514. Por orden de Fray Pedro de
Córdoba, Vicario de las Indias, los
misioneros: Fray Francisco Fernández de Córdoba y el lego Juan Garcés, inician
la construcción del primer convento y la primera escuela en la tierra firme, en
la antigua desembocadura del río Cumaná, en el sitio de los Cerritos que se
conoce actualmente como “Los Castillitos” en el Barbudo – Cumaná. Esta escuela
dio inicio al pueblo de Córdoba en la orilla del río “Chiribichi, la última
luenga”, Cumaná nació de esa escuela.
1514. 21 de agosto. Una expedición corsaria al mando de Gómez de Rivera,
llega al Puerto de Las Perlas, se hospedan por varios días en la misión de
Córdoba y Garcés, ubicada en la desembocadura del río Chiribichii o río
Cumaná; seducen al cacique bautizado con
el nombre de Alonso, y lo invitan, en unión de sus familiares y sirvientes, a
conocer sus barcos; ya en ellos, los indígenas son sometidos, encadenados y
encerrados en las bodegas, y los maleantes parten hacia la Española, donde los
venden como esclavos. Estos hechos alcanzan notoriedad y trascendencia, han
sido narrados en muchas formas, hay
expedientes judiciales, testimonios, mucha correspondencia, sobre este hecho que marca de manera
dramática los primeros días de la conquista pacifica de la tierra firme, y por
ende, del plan de Córdoba. .
El cacique Alonso de Cumaná, de la etnia
chaima, conocía a los españoles y a la Isla de Santo Domingo, fue llevado, probablemente, en uno de los
viajes cortos de Colón; debemos recordar
que Alonso recibió a los Colones en tres oportunidades, y estuvo en el convento
de los dominicos, conoció a Pedro de Córdoba
y al lego Juan Garcés, que hablaban su lengua, e hizo amistad con
ellos.
La expedición
corsaria fue organizada el 5 de agosto de 1514 se reunieron en la casa del Lcdo. Marcelo de Villalobos,
en Santo Domingo, personas, entre los cuales
estaban: el Lcdo. Juan Ortiz de Matienzo, colega de Villalobos; Gil González Dávila, contador de la Isla;
Juan de Ampiés, factor de la misma; Pedro de Ledesma, secretario de la Real
Audiencia; Cristóbal Sánchez Colchero,
naviero; Juan de León, vecino de Santo Domingo; Gómez de Ribera, ídem
(13); Diego Caballero, ídem (13 bis);
Bartolomé Palacios, ídem (14); Diego
Bernal, ídem; y Juan Fernández de las Varas (15), el cual se hizo
representar por un tercero”.
1515. Martirio de los misioneros.
De acuerdo con mis cálculos la sentencia de los misioneros se cumplió a finales
de Enero de 1515, porque Pedro de
Córdoba llegó al Puerto de Las Perlas a saber de ellos, a principios de febrero
de 1515, porque la expedición de Gómez
de Rivera, llegó al Puerto de Las Perlas, entre finales de septiembre y octubre de 1514, fecha
deducida; además los asaltantes pasaron
varios días en la misión de Córdoba, de acuerdo al relato de Las Casas; y, con toda seguridad los indígenas cumplieron
el plazo de cuatro lunas, que concedieron, como
él lo dice.
Con esta acción de la
justicia indígena, se inicia la heroica resistencia de los indios chaimas de
Cumaná, comandados por el cacique Orteguita, que cumplía órdenes de la tribu,
amotinada contra los misioneros que alegaban su inocencia, pero ya habían sido
sentenciados a muerte.
Pedro de Córdoba viajó al
Puerto de las Perlas, en febrero de 1515 para conocer la suerte de los rehenes y llevar nuevos
misioneros. Dice Vicente Rubio: “Tengo para mi que eran Fr.
Tomás de Toro, y tres o cuatro dominicos más, cuyos nombres ignoramos, los
cuales marcharon allá con el P. Pedro de Córdoba en fecha posterior al 10 de febrero de 1515,
a fin de indagar la suerte que habían
corrido el P. Fernández de Córdoba y el hermano Garcés. A estos se agregarían luego los dos o tres
que más tarde arribaron allí para
devolver a los indios liberados de su
cautiverio”. Lo que quiere decir que la misión dominica de
Cumana se estableció y prosperó. Construyeron un monasterio que podemos observar
en el medallón de 1600, como podemos ver en la reproducción anexa.
Este secuestro del cacique
Cumaná, conmueve los cimientos del imperio, se levanta un expediente contra las
autoridades de Santo Domingo, los dominicos ponen en tela de juicio la autoridad
del Rey Fernando; envían a fray Antón de Montesinos a la Corte, y el mismo
Pedro de Córdoba, se traslada a defender a los indígenas; logran rescatar a
muchos cautivos, pero no puede hacer nada por el cacique Cumaná y su mujer. De estos sucesos, Bartolomé de Las Casas,
escribe la crónica más dramática de los inicios de la evangelización americana.
Las Casas dice que tuvo conocimiento de estos hechos, narrados por los propios
protagonistas en Cumaná. Todo este suceso consta en expedientes y cartas en los
archivos de Santo Domingo y en Sevilla.
1515. Fracaso de la segunda
expedición fundante de Fray Pedro de Córdoba a la provincia de tierra firme.
Tomado de Historia de las Indias. Las Casas viaja de Cuba a Santo Domingo para
entrevistarse con Pedro de Córdoba. Llegó en el momento en que Pedro de Córdoba
expedicionaba a Cumaná, y una tormenta lo obligó a volver a puerto. Éste
tropiezo, sin embargo, permitió que se entrevistaran los dos grandes hombres y
conciliaran sus esfuerzos a favor de los indígenas. En esta segunda expedición,
iban con Pedro los misioneros Picardos y su vicario Johan Garceto. De esta
expedición no hablan los historiadores que confunden los hechos fundantes
porque los desconocen o no les interesan. En el conocimiento de Pedro de Córdoba
y la secuencia de las tres expediciones
a Cumaná, ésta la clave de sus equivocaciones.
Nota.- Bartolomé de Las Casas, Capellán de S. M.
Carlos I. Poblador de Cumaná 1517-1523. Vol. II. Sevilla. 1960. p. 673.
1515. El 27 de noviembre de ese año, fecha aceptada por el Concejo
Municipal de Cumaná, propuesta por el
cronista Dr. José Mercedes Gómez, correspondiente a la segunda expedición fundante, de Pedro de Córdoba, al
Puerto de Las Perlas, en ese año de 1515, se consolida la misión dominica y nace la franciscana de
Juan Garceto, en la tierra firme americana, a un tiro de ballesta desde la
orilla de la playa, en la desembocadura del río Chiribichii o Cumaná, por el
golfo de Cariaco, que dan inicio a la ciudad de Nueva Córdoba. Las dos misiones
aparecen juntas en el plano y en medallón de 1600.
Los hechos.- Pedro de
Córdoba, repuesto de su fracasada
segunda expedición, organiza la tercera con los mismos protagonistas. Según Las
Casas, parte de la expedición desde Santo
Domingo, con misioneros franciscanos de Picardía y misioneros dominicos
españoles. Los de Picardía se asientan en Cumaná, bajo el mando de Johan
Garceto; y los dominicos en Santa Fe de
Chiripichí, segunda misión fundada por Pedro de Córdoba, que deja bajo el mando de Fr. Pedro de Ortiz. Estas
expediciones para Cumaná, seguían la ruta establecida en los mapas de Colón,
navegaban hacia el sudeste, hacia las islas de Cuba y Puerto Rico, luego
navegaban hacia el sur y sureste hasta que divisaban las costas de Araya y las
alturas del Bergantín, luego entraban al golfo de Cariaco y al río Cumaná. Era
el mismo trayecto indicado por Colón en sus viajes cortos a la tierra firme; no
había otro rumbo conocido en esos tiempos. Desde Cumaná se organizaban las
otras expediciones, los navíos avanzaban sobre la costa de Maracapana, Santa fe y Pozuelo. Los Franciscanos,
picardos y de otras nacionalidades, de acuerdo con nuestro itinerario, han
debido llegar a Cumaná en el mes de octubre de 1515.
Los primeros frailes que conformaron
la misión de Cumaná, por los dominicos, son: Fr. Francisco Fernández de
Córdoba, con el lego Juan Garcés, Tomás
de Toro, y tres o cuatro cuyos nombres no se han revelado, y por los franciscanos que fueron con Juan Garceto,
picardos y de otras nacionalidades, son: fray Juan Flamigi (flamenco), fray
Ricardo Gani de Manupresa (inglés), fray Jacobo Hermigi, fray Ramgio de Faulx,
fray Jacobo Escoto (escocés), fray Juan de Guadalajara, y fray Nicolás
Desiderio, que continúan el trabajo iniciado por sus predecesores mártires; refundan la escuela para los niños indígenas,
construyen un monasterio, reconstruyen una iglesia que había sido destruida por
los indios, e inician y terminan otra iglesia, todo ello puede verse en dibujos
y planos de esa época.
1519. Cumaná es Sede apostólica
de la Diócesis de Paria. Fue elevada por el Papa a Diócesis y nombra su primer
obispo a Pier Barbié, llamado por los españoles Pedro Barbirio. Lamentablemente
los ataques indígenas impidieron que se consolidara la Diócesis. Este obispo
fue muy conocido por su amistad con Erasmo de Rótterdam.
1520. El 19 de septiembre,
estando los indígenas en pie de guerra, arriba a las costas de la provincia de
Cumaná una expedición de tratantes de esclavos, bajo el mando del Capitán
Hernando Ibáñez, y caen en una emboscada ejecutada por Maraguey y Toronoima,
estos caciques convocaron todos los caciques indígenas de sus reinos. Bartolomé
de Las Casas dice “se apellidó la tierra” con ello quería decir que las maderas
sonaron a muerte y aquellos hombres suscribieron el primer acto de guerra
contra los invasores, se inició así la resistencia indígena, luego miles de
aborígenes en los reinos de los Chaimas, Tagares y Cumanagotos, levantados en
armas defenderían su territorio contra elementos de guerra desiguales; en esta
acción en el valle del Chiripiche,
mueren decenas de indígenas pero también rinden sus vidas el Capitán
Ibáñez y todos sus hombres, en el fiero combate.
1520. La guerra continuó, y otra
expedición de 46 hombres, bajo el mando de los capitanes Villafañe y Gregorio
Ocaña, con el mismo propósito, es íntegramente sacrificada en otra batalla
planificada y ejecutada por los mismos caciques, después de terribles y dramáticos combates.
Estos heroicos caciques fueron ejecutados, pero sus huestes nunca fueron derrotadas,
Cayaurima los aglutina y los convierte en un ejército indomable que mantuvo la
resistencia por más de cien años.
1521. La audiencia de Santo
Domingo, alarmada por estos sucesos, envió a Cumaná, una expedición punitiva de
seis naves de guerra y 240 hombres fuertemente armados bajo el mando del
Capitán Gonzalo de Ocampo, para derrotar y castigar a los indígenas. Entró a
sangre y fuego por Maracapana, donde
derrota al valiente cacique de los Tagares, Toronoima llamado Gil González, el
cual pereció en una trampa, una lucha a cuchillo, bajo las aguas de
Pertigalete. Luego la expedición pasó a la Nueva Córdoba, muchos indios que
fueron a recibirlos como tantas veces lo habían hecho, fueron atrapados y
ajusticiados en emboscadas, dentro de las mismas embarcaciones, luego colgaban
los cuerpos en los palos de los barcos para aterrorizar a los indígenas.
Gonzalo de Ocampo, ese
mismo año de 1521, fundó un pueblo dentro de los límites del pueblo indígena de
Cumaná, al que llamó Villa de Toledo, donde construyó un fuerte y 25 casas,
existen mapas de la época que lo ubican en el centro de la ciudad de Cumaná.
El pueblo chaima de Cumaná
tenía doscientos bohíos o churuatas y una población aproximada de l5 mil
habitantes, estaba ubicado a media legua río arriba, desde la desembocadura,
río Chiribichii, nombre indígena o Cumaná,
por cierto en el centro actual de Cumaná. Gonzalo de Ocampo estuvo en la
Villa de Toledo hasta que llegó Fray Bartolomé de Las Casas, en agosto de 1521,
enseguida partió con su expedición cargada de esclavos, casabe, maíz, pescado
salado y perlas, que luego vendió en Santo Domingo para justificar y pagar los
gastos de la expedición. Gonzalo de Ocampo complotó contra Bartolomé de Las
Casas, aunque éste lo niega en su historia, y lo despojó de gran parte de los
colonos que trajo el fraile. No es justo que a este bárbaro lo tengan algunos
historiadores y desprevenidos, por fundador de Cumaná. Nuestro pueblo altivo es
una realidad mágica fundado por Pedro de Córdoba.
1521. Llega en diciembre a Cumaná
una expedición bajo el mando de Fray Bartolomé de Las Casas, que entró en
nuestra historia desde que firma con los Reyes Católicos la capitulación de 19
de junio de 1520. En su obra “Historia de las Indias” narra su entrada por el
río, llega a la misión de los Franciscos Picardos, cuyo vicario era Johan
Garceto, y fue recibido por los frailes cantando el Te Deum Ludamos:
“Benedictus qui veni in nomine Domini”. Bartolomé inicia o continúa la construcción de un fuerte y construye una
casa grande “como una atarazana” al lado de la misión. Para 1521, la Nueva
Córdoba o Cumaná ya era un pueblo, el enclave más importante en la tierra
firme, tenía además de la población
indígena, dos iglesias, el fuerte de Gonzalo de Ocampo con sus 25 casas
habitadas por españoles, la “Villa de Toledo”, visitada por Benzzoni en 1541,
su monasterio en la desembocadura del río, el fuerte iniciado o continuado por
Las Casas, la escuela para los niños
indígenas y también tenían parcelas en las cuales se cultivaban uvas, melones y
naranjas. Por cierto, Guillermo Morón, publica en su historia de Venezuela, las
listas de colonos que arribaban al puerto de Cumaná, lo que da a entender que
en esos tiempos el único puerto confiable era Cumaná.
1521. La traición de Francisco de
Soto. Las Casas desesperado por la situación creada por las constantes
incursiones de naves españolas que se dedicaban a “resgatar” indígenas para
venderlos como esclavos, decide ir hasta Santo Domingo para hacer valer sus
derechos en tierra firme, dejando encargado de sus bienes al Capitán Francisco
de Soto, con dos navíos, la tripulación y muy bien pertrechados. Soto
desobedeciendo las órdenes del fraile se dedica al comercio de esclavos. Los
indígenas, bajo el mando del Cacique Tacal llamado Diego, y Caicuire,
probablemente hijo del cacique Cumaná,
se amotinan y atacan las misiones dominicas y franciscanas, que para ese
momento contaban con numerosos pobladores y nueve sacerdotes. Los indios lo
destruyeron todo; en el asalto a las
misiones murió Fray Dionisio, que no pudo embarcarse y se escondió el la
huerta, al parecer sacrificado por un
indio cristianizado llamado Ortega u Orteguilla. El traidor Francisco de Soto,
que había logrado embarcarse hacia Araya, tocado por un dardo emponzoñado con
el mortífero Curare, también murió.
Tenemos que decir que Bartolomé de Las Casas al igual que Pedro de Córdoba, fue
un valiente defensor de la causa indígena.
La toma de Cumana en 1521,
señalaba la historia del heroico pueblo cumanés, producto del mestizaje de razas
bravías e indomables.
1521. Los indígenas cumaneses, en
cientos de curiaras, bajo el mando de indígenas formidables, como: Tacar
bautizado Diego, Caicuire, llamado Caigüire,
Sacana, Nicoto, Güaipata, Querecrepe, Chacopata, Macatoa, Cüarica,
Querepana, Omegüa y Charaima, padre de la cacica Isabel, la madre de Francisco
Fajardo, invaden la Nueva Cádiz, en la isla de Cubagua, la toman y destruyen
todo cuanto había en la floreciente ciudad de las perlas.
Nota.- Las etnias más importantes
de la provincia de Cumaná en esos años, eran: Chaimas, Coacas, Tagares, Chaimagotos, Onas, Cumanagotos, Chacopatas,
Pariagotos, Tapacuares, Caribes, Aruacas o Arawacos, Cacheimes y Chacachacares.
Los caciques más destacados de la
provincia de Cumaná, eran: Cumaná, bautizado Alonso, Tacar bautizado Diego,
Caicuire, llamado Caigüire, Sacana,
Nicoto, Güaipata, Querecrepe, Chacopata, Macatoa, Cüarica, Querepana, Omegüa,
Charaima, padre de la cacica Isabel, la madre de Francisco Fajardo; y, de otras
etnias o naciones: el imponderable Cayuarima, Toronoima, llamado Gil González,
Maragüey, Cariaco, Cucuy, Cuserú, Chacomar, Güaramentar, Juan Cavare, Manoa,
Mayucarí, Maicana, Querepana, Tiricura,
Queneriqueima, Tucubera, Uriapari, Zapata y Paria.
1521. A finales de este año, ya
las misiones del pueblo de Córdoba,
habían sido reconstruidas, y el emperador Carlos V erige la Provincia, a
la cual le da el nombre con el cual la había bautizado Ojeda, Nueva Andalucía, le da por capital a la Villa de Toledo, de la
cual dice Bartolomé de Las Casas “Ni que la nombre Sevilla, la habitarán los
indios”, pero ya florecían las misiones
con el nombre de pueblo de Córdoba, tenía dos iglesias y una escuela para
niños, ubicadas en la desembocadura del
río, le nombra obispo y manda construir cinco iglesias más. Pasó mucho tiempo antes de que se mudara la
Nueva Córdoba para el llano de Cumaná, que ocupaba la villa de Ocampo.
1522. Debido al estado de guerra
en que se encontraban los indígenas de la provincia de Nueva Andalucía, con
todos los caciques armados y preparados para la guerra, ocupando las mejores
posiciones en las costas; la audiencia
de Santo Domingo, envía otra expedición
punitiva compuesta por 60 hombres de guerra, bien pertrechados bajo el mando de
Jácome Castellón Suárez, con sus famosos subalternos el teniente Villacorta y
Pedro de Isasga. Castellón o Giácomo Castiglione, es un hombre rico y poderoso
de la Nueva Cádiz, que se dedica a la
explotación de las salinas de Araya y sobre todo a la trata de esclavos; viene
provisto de mosquetes y caballos, que pisan por primera vez la tierra firme. La
resistencia indígena, sobre todo los Chaimas de Cumaná, abandonan las costas y
se internan en las selvas, pero quedan los pobladores indefensos, sobre todo
ancianos, mujeres y niños y uno que otro cacique y guatiaos. Castellón se ceba en esos pobladores, los
somete a sangre y fuego. Con armas
terribles fácilmente logra la victoria pírrica, luego conviene en
una alianza con el cacique Tacal, llamado Don Diego, seguramente hermano de Cumaná,
llamado Alonso, que permanecía cautivo en Santo Domingo. Diego que se había refugiado en Mochima, firma la
paz con Castellón para evitar más derramamiento de sangre, y se dedica con Castellón, a la
reconstrucción de las misiones dominicas y franciscanas de la desembocadura del
Chiribichii. Castellón le da el nombre al pueblo formado con las misiones, de
Nueva Córdoba, en testimonio y homenaje a fray Pedro de Córdoba, su verdadero
fundador, que había muerto en Santo
Domingo.
1523. Castellón inicia la
reconstrucción de la fortaleza abandonada por Las Casas en la desembocadura del
río Cumaná por el golfo de Cariaco, para ello trajo de Santo Domingo y Cubagua
el personal necesario. López de Gómara dice que “Perdía
mucho el Rey con perderse Cumaná porque cesaba la pesca y trato de las
perlas de Cubagua”; y entonces Castellón
hizo aquí, el papel de pacificador.
1528. El emperador Carlos V,
concede Escudo de armas a Jácome Castellón, con las siguientes características:
Sobre campo verde, la silueta de la fortaleza donde se destaca la torre. En
campo lateral derecho, el río Cumaná, y al pie un yugo de oro, como símbolo del
dominio sobre la provincia y sobre las cabezas de cuatro capitanes principales,
a los cuales ajustició a los pies de la fortaleza. A los lados en orladura,
ocho llaves de plata en campo rojo, que
sugieren la autoridad del Alcalde. Castellón obtiene fundando prestigio ante el
Rey, su éxito queda demostrado con el envío a la corona en perlas, del equivalente
a 200 mil pesos en oro. Castellón gobernó la provincia de Nueva Andalucía por
10 años.
1530. Primer terremoto en Cumaná
el 1ro de septiembre de ese año. Siendo Jácome Castellón, gobernador de la
provincia de Nueva Andalucía se produjo el primer movimiento telúrico que
tengamos noticias y desde que llegaron los españoles a nuestro suelo. Según Las
Casas, el propio Jácome Castellón lo describe en toda su crudeza. El mar se
levantó 20 pies sobre su nivel ordinario y arrasó el fuerte y la misión.
Castellón construye otro fuerte en la parte más alta de los cerritos que
bordean la desembocadura del río, protegiendo con una gran empalizada y
permanece dos años más en Nueva Córdoba, que empieza a extenderse por ambos
márgenes del río.
1530. El emperador Carlos V,
decreta la abolición de la esclavitud de los indígenas que se resistieron a la
conquista.
153l. El l6 de marzo de ese año,
el Teniente Mayor Gil González con l50 hombres, tomó la ciudad de Nueva
Córdoba, cumpliendo órdenes del Capitán Don Diego de Ordaz, que con el título
de Gobernador y Capitán General de las tierras por él conquistadas, expedicionó
con tres naves bien pertrechadas, sobre la península de Paria y Cumaná.
1531. Jácome Castellón, con la
colaboración de las fuerzas de Nueva Cádiz, derrota al Teniente Mayor Gil
González, lo apresa y lo expulsa de la
ciudad con los hombres que le quedaron.
1531. Carlos V, deroga la ley que
permitía la esclavitud de la etnia Caribe.
1531. Don Diego de Ordaz, con 4
piraguas, tripuladas por 20 españoles y algunos indígenas, incursiona sobre la
ciudad de Nueva Córdoba, entrando por el río Cumaná. Tratan de asaltar la
fortaleza, y son derrotados por Castellón quien
apresa a Ordaz y envía a Nueva
Cádiz, de donde lo remiten a España. Don Diego de Ordaz, en trágicas
circunstancias, muere envenenado en la travesía...
1531. Jácome Castellón construye
otro fuerte protegido por una extensa cerca de buena madera, abundante en los
manglares de la zona, esta cerca protectora, rodeaba todo el poblado y la
misión, e intenta reconstruir el fuerte que ahora formaba una isla en la
desembocadura del río, pero el gobierno de Nueva Cádiz le negó ayuda y los
recursos necesarios para la obra. Existen dibujos de la fortaleza antes y
después del terremoto de 1530, atribuidas a Castellón.
1533. En marzo de este año, el
Emperador Carlos V, cede a las peticiones de la Nueva Cádiz, y somete a su
jurisdicción la provincia de Nueva Andalucía, pese a las protestas de Castellón
y de los habitantes de Cumaná.
1534. La provincia de Nueva
Andalucía padece una terrible sequía y un calor abrasador. Fue un fenómeno
continental, similar al que ha sido bautizado recientemente como El Niño. Sin
embargo, en la Historia de Venezuela de Guillermo Morón, se publican las listas
de colonos que arribaban al puerto de Cumaná, desde 1534.
1542. En una expedición bajo el
mando del gobernador de Margarita, Don Pedro de Herrera y Jerónimo de Ortal,
llega a Cumaná el investigador e historiador Girolano Benzzoni, que hace una
esquemática descripción de nuestro pueblo en su “Historia del Nuevo Mundo”,
obra publicada en Venecia en 1565. Da testimonio del fuerte de madera
construido por Castellón después del terremoto que había destruido por completo
el primer fuerte de cal y canto, de que tanto se ufanaba el conquistador.
También da noticias de la Villa de Toledo, fundada por Gonzalo de Ocampo, de la
cual quedaban algunas casas, y de la pesca de perlas en el golfo de Cariaco.
1542. Los holandeses, con una
poderosa flota, se apoderan de la península de Araya, explotan sus salinas, y
se dedican al comercio con las islas de las
Antillas que habían caído bajo su poder. Gobernaron en Araya hasta 1622.
1562. Felipe II. Para fundar y
pacificar en la tierra firme, envía a
fray Francisco de Montesinos, que es recibido por los habitantes de la
Nueva Córdoba, en jubilosa asamblea, con tañido de campanas, conocedor de las
hazañas del fraile ante el temible López de Aguirre. El primero de febrero de
ese mismo año instala el primer ayuntamiento cumanés, de que se tenga noticia.
Nombra primer Alcalde de la ciudad de la Nueva Córdoba, verdadera y única capital de la provincia de Nueva Andalucía, a
Don Bartolomé López. Alguacil Mayor a Don Andrés del Valle; Regidores a Don
Martín Sánchez y Don Juan del Valle. Procurador Don Hernán González. Tesorero
Don Francisco Fajardo, el hijo de la cacica Isabel; Secretario, don Hernán
López. Entre estos nombres que saltan a las páginas de la historia, están el de
don Andrés del Valle, primer amerindio cumanés electo por el pueblo para un
cargo oficial en América continental, y el de Don Francisco Fajardo, héroe
legendario que dice ser natural de Cumaná. Todos estos fundadores ya estaban
casados, tenían casa y familia en la Nueva Córdoba. Ricardo Ignacio Castillo
Hidalgo, en su obra “Asentamiento Español y articulación interétnica en
Cumaná”, no toma en cuenta las iglesias, las misiones ni a los misioneros
que vivían en la Nueva Córdoba. El padre
Alexader Castro, si lo investigó en el Archivo de Indias, y trajo datos de las
reparaciones que hicieron en esas iglesias
en los tiempos de Castellón, son las iglesias que aparecen en el
medallón de 1600.
1562. La Audiencia de Santo
Domingo destituye a Fray Francisco de Montesino y nombran justicia mayor de
Cumaná, a Don Alonso Cobos.
1564. Muerte de Fajardo. El
Capitán Don Francisco Fajardo, mestizo hijo de la india Isabel, nieto del
cacique Charaima, se había destacado en
la conquista del Valle de los Caracas. Sus hazañas legendarias animaban todas
las conversaciones del asiento colonial, y el Justicia Mayor Alonso Cobos lo envidiaba.
En ese aciago año, acampaba Fajardo con sus fuerzas a orillas del río Tacal o
Bordones. Cobos con astucia lo atrajo a Cumaná, lo apresó y después de
torturarlo despiadadamente lo asesino con sus propias manos y expuso su cadáver
al escarnio público en la plaza de la ciudad. Al conocer la noticia del
asesinato de Fajardo, los margariteños, bajo el mando de Pedro de Vielma,
asaltan la Nueva Córdoba, o Cumaná, hacen prisionero al Justicia Mayor Alonso
Cobos, lo conducen a Margarita y después de ser juzgado en apelación en Santo
Domingo, lo someten a la misma muerte que le dio a Fajardo, arrastrado por
caballos y luego colgado en la plaza pública. En el expediente de la muerte
de Fajardo hay una descripción del
pueblo de la Nueva Córdoba.
1565. El pirata John Hawkins, con una poderosa
flota invade las costas de Cumaná, pero fracasan en el acoso de la ciudad de la
Nueva Córdoba, toman las salinas de
Araya, que estaban en poder de los holandeses,
y escapan con sus barcos cargados de sal.
1569. El 13 de octubre de ese
año, llega Diego Fernandes de Serpa a Cumaná, fue nombrado por Felipe II,
Capitán General y Gobernador de la Provincia de Nueva Andalucía, que se extiende del río Unare hasta la península
de Paria y desde allí hasta los confines del río Esquivo. Don Diego Fernández
de Serpa organiza la ciudad, nombra dos Alcaldes: Germán López de Pedroza y
Juan Rangel; ordena la construcción de la iglesia matriz y 150 casas en el
llano de Cumaná, y levanta el acta de
refundación, en la cual se le da el nombre definitivo de Santa Inés de Cumaná.
El intrépido conquistador muere en una
emboscada preparada por su subalterno, el desertor Joan de Salas, junto con el
cacique cumanagoto Francisco el Viejo, cuando intentaba recorrer los infinitos
horizontes de su gobierno. Serpa muere en la Sabana de Cotoperí, al parecer, en
lucha a muerte con el intrépido indio Zacarías.
21 de enero de 1572, un ataque indígena,
probablemente Caribes, toman la ciudad de Cumaná, pero el pueblo se salva milagrosamente, el
pueblo le da el mérito a Santa Inés, la cual es elevada a Patrona de la Ciudad.
Su
historia como patrona de Cumaná se hunde en sus orígenes. Hay una antigua carta
dirigida al Monarca Español Don Felipe II, por el Presidente y Oidores de la
Real Audiencia de Santo Domingo, de fecha 2 de abril de 1572 en la cual le
comunican los acontecimientos ocurridos en Cumaná, capital de la Provincia de
la Nueva Andalucía, que tienen que ver con nuestra Patrona. En efecto, el 21 de
enero de 1572, aniversario del martirio de Inés, 600 aguerridos indígenas
atacan al pueblo de Cumaná. Los alcaldes ordinarios, entre ellos Juan Rengel
Durán, asumen el mando en ausencia del gobernador, Garci Fernández de Serpa.
Dividen el pueblo en cuarteles, y delegan mando en los más experimentados
soldados; congregan a las mujeres, niños y ancianos en la iglesia matriz,
porque era el lugar más seguro y afrontan el asalto.
Tres días duró el asalto, tres
días de lucha, de hechos heroicos de
parte y parte, pero los invasores son numerosos y agresivos, los defensores ven
menguadas sus fuerzas, la lucha se hace cada vez más terrible; Juan Rengel
Durán, el guía, el capitán de los colonos, muere en el campo de batalla; los
indígenas han salvado las defensas y obstáculos, llegan a las puertas de la iglesia,
donde sólo oyen los cánticos de las mujeres y los niños, y entonces,
respetuosos del heroísmo de aquellos pobladores ordenan la retirada. ¡Milagro!
Grita el pueblo congregado.
RAMÓN BADARACCO
ANOTACIONES TOMO I.
1498.- Cristóbal Colón en su tercer viaje al Nuevo Continente descubrió
a Venezuela, tocando en el puerto de Macuro, que hoy lleva su nombre, situado a
orillas del golfo de Paria que aquel llamó Golfo de Las Perlas y a la península
del mismo nombre denominó los Jardines. 1 de agosto de 1498.
Nota. 1,- Colón surgió con sus naves en la playa de
Macuro el 5 de agosto pero solo desembarcaron sus marineros, él no desembarcó.
Muchos historiadores entre ellos Bartolomé de Las Casas, Ángelo Trevisán y
Francisco López de Gómara, o sea el primer Cronista del Nuevo Continente; un
notable historiador y en estos tiempos,
Juan Manzano Manzano, afirman que Cristóbal Colón envió desde Santo Domingo,
varias expediciones entre 1494 y 1498, a la tierra firme, llegando al puerto de
Cumaná, descubriendo el reino de los Kaimas del cacique Cawaná, y el potencial
perlero de sus mares. Aunque el
Almirante no participara personalmente en estas expediciones, estos hechos
cambian por completo la historia del descubrimiento del Continente Americano.
2.- Aunque se dice que los primeros españoles que
ponen pie en tierra fueron Pedro de Terreros, Andrés del Corral y Hernando
Pacheco, Colón no pudo bajar aquejado de una grave ceguera, Sin embargo cada
día se hace más clara la opción de los viajes cortos y sería Bartolomé Colón y
sus marineros, como lo cuenta Trevisán y otros cronistas, quienes llegaron
primero a la tierra firme; y fue en el puerto de Cumaná.
3.- El puerto Cristóbal Colón en el golfo de Paria,
donde está el puesto de la Guardia Costera en la actualidad, dista una legua de
Macuro. Colón, en su tercer viaje, salió desde el puerto de Santiago con una
nao de 100 toneladas, la Santa María de Guía, y dos carabelas pequeñas, Vaquño
y Correo, con las cuales, el 1º de agosto descubrió la isla de Trinidad, y
decidió atracar en la orilla de un rio donde los marineros se bañaron. Al otro
día zarparon y llegaron a las costas de Paria. Pensó que era una gran isla y la
bautizo “Isla Santa”. En Punta Hicacos vio un grupo de indígenas. El día 5 de
agosto desembarcaron algunos marineros en el pueblo de Macuro. Aunque no lo
supo de cierto, los marineros de Colón pisaron ese día la tierra firme del
Nuevo Mundo. El día 6 desembarcó con 50 marineros en el río Güiria, donde había
una aldea poblada por indígenas Caribes, allí plantó una cruz en señal de tomar
posesión del Continente en nombre del Imperio Español. Se reunieron con una
multitud de indígenas y brindaron con ellos con “Chicha” fermentada. Los
indígenas les trajeron muchos regalos. En Güiria los expedicionarios pasaron
dos días.
4.- Colón luego llegó al pueblo de Irapa, y envió a su
lugarteniente Hernán Pérez a explorar; y éste, al regreso le comunicó el
descubrimiento de cuatro ríos, indudablemente cuatro bocas del Orinoco.
Entonces escribió al Rey: “Estoy creyendo que es tierra firme grandísima de que
hasta hoy no se ha sabido…”
4.- Cumaná, y su pueblo, aparecen primero en la
anécdota, que es recogida y analizada por grandes tratadistas, en efecto, se
habla de una expedición inédita que arribó al puerto del Cawaná Chiribichií (el
gran río Chiribichií, la última luenga) diez y seis (16) años antes que Los Colones.
Los indígenas los recibieron con alegría indescriptible, los agasajaron y les
dieron muchos regalos, como lo cuenta Bartolomé de Las Casas y otros cronistas.
“Como se foseno stati altre volte li”.
Todo ello lo estudia después y
narra al detalle, el notable historiador español don Juan Manzano Manzano, en
su obra “Colón descubrió la América del Sur en 1494”
1498.- Colón
prosigue su navegación por toda la costa hasta Punta Araya, de la cual regresó
a España. 1498.
Nota: Eso creía Marcano. Francisco López de Gómara, en
su obra “Historia General de las Indias” dice: “En el tercer viaje que
Cristóbal Colón hizo a Indias el año 1498 que algunos señalan fue en 1497,
llegó a la isla de Cubagua que llamó de las Perlas”… luego de pormenorizar lo
referente al permutaje de perlas por cascabeles, pedazos de platos de porcelana
con dibujos y otras bisuterías, añade… “Dejó Colón la isla y se acercó a tierra
firme. Andaba mucha gente por la playa. Estaba la costa cubierta de hombres y
mujeres y niños que habían salido a mirar a los navíos, cosa extraña para
ellos. El Señor de Cumaná, que así se llama aquella tierra y río, envió a rogar
al Capitán de la flota que desembarcase y sería bien recibido. Mas él, aunque
los mensajeros hacían gestos de amor, no quiso ir, temiendo alguna emboscada, o
porque los suyos no se quedasen allí si había tantas perlas como en Cubagua.
Volvieron después muchos indios a las naves entraron en ellas y quedaron
asombrados de los vestidos, espadas y barbas de los españoles; de los tiros,
jarcias y obras muertas de las naves, y aun los nuestros se santiguaron y
gozaron al ver que todos aquellos indios traían perlas al cuello y muñecas.
Colón les preguntaba por señas donde las pescaban, ellos señalaban con el dedo
la isla y la costa. Envió entonces Colón dos bateles con muchos españoles, para
mayor certificación de aquella riqueza, y porque lo importunaban. “Hubo tanto
concurso de gente para ver a los extranjeros, que no se podían valer. El Señor
los llevó al lugar, (el caserío) a una casa redonda que parecía un templo donde
los sentó en banquillos muy labrados de palma negra. Sentose también él, un
hijo suyo, y otros que debían ser caballeros (autoridades o jefes militares)
Trajeron luego mucho pan, y frutas de diversas clases y algunas que no conocían
todavía los españoles. Trajeron también razonable vino tinto y blanco hecho de
dátiles, granos y raíces”.
Este
relato de Gómara han tratado de ocultarlo y negarlo, para ocultar y negar las
barbaridades que difundieron y cometieron contra estos pueblos cuya cultura era
superior a la suya.
Nuestros indígenas aprendieron a
convivir con la naturaleza. Los europeos aun no lo han aprendido, por lo menos
en América.
1499.- Alonso de
Ojeda, favorecido por el Obispo Fonseca y acompañado del piloto Juan de La Cosa
y del náutico Américo Vespucio, salió de España en mayo, llegó al golfo de
Paria y recorriendo la costa hasta Cumaná, le da al territorio el nombre de
Nueva Andalucía. 1499.
Nota.- 1.-Estos viajes tienen
gran importancia en nuestra historia no solo por lo del nombre de Nueva
Andalucía, sino que al seguir el derrotero de Colón y entrar a Cumaná,
comprueban el recorrido del Almirante, y despeja la duda que aun existe, sobre
la entrada de Colón y sus naves a nuestro puerto. En relación con Alonso de Ojeda en 1499, es
un paso adelante, la Corona decide poner fin al monopolio que tenía Colón sobre la navegación al
nuevo Continente, y abre posibilidades a otros navegantes. Esto da lugar a la
realización de una serie de expediciones que los historiadores han denominado “Viajes Menores”, que partieron desde los puertos de Andalucía.
2.- El marino más importante
de estos viajes fue sin duda Juan de la Cosa. Bartolomé de las Casas escribió, que Juan de La Cosa era el mejor piloto de aquestos
mares por haber andado en todos los viajes que había hecho el Almirante, lo cual por tanto incluye el tercer
viaje, que muchos niegan. Juan de la
Cosa participó como piloto mayor y cartógrafo en el primero de estos viajes
menores, capitaneado por Alonso de
Ojeda. La expedición
partió de Cádiz el 18 de mayo de 1499 con rumbo al cabo Aguar y de allí a la Gómara; 25 días después se encontraban
frente a la desembocadura del río Orinoco.
Recorrieron minuciosamente la costa sudamericana hacia occidente, y llegan a Cumaná,
perciben la riqueza perlera de sus mares y continúan hacia occidente, llegando
hasta la península de Cuquibacoa y el cabo de la
Vela.
En Cádiz,
elaboró para los Reyes
Católicos, el “Mapa Mundi” que es el más antiguo en el que
aparece el Nuevo Continente. Este mapa testimonial nos da los resultados de los
descubrimientos realizados en América durante el siglo XV;
con información de los viajes de Colón (viajes de 1492, 1493 y 1498, y los de Alonso de
Ojeda, Vicente Yáñez Pinzón, Juan Caboto, Pedro Álvarez Cabral y otros exploradores portugueses como Bartolomeu
Días y Vasco da Gama.
1499.- Per Alonso
Niño y Cristóbal Guerra, viniendo por el mismo derrotero de Colón y Ojeda,
arribaron a la península de Paria, donde cargaron Palo de Brasil, recogieron
oro y perlas desde allí hasta Cumaná, y descubrieron la Salina de Araya de
agosto a octubre de 1499.
Nota.- 1.- Es muy importante para nuestra historia la
entrada de Peralonso Niño en el puerto de Cumaná, porque como dije es el mismo
derrotero de Colón. Una prueba contundente de la navegación colombina.
2.- Con el testimonio de Bartolomé de Las Casas, fiel
interprete de la Bitácora o Diario de Colón, también queda probada la participación
de Per Alonso Niño en los viajes de Colón y sus negocios con los hermanos
Guerra, dice:
“Uno de los primeros que a par cuasi de Hojeda vinieron a
descubrir, fueron Peralonso Niño y Cristóbal Guerra, vecinos, del Condado, el primero y el segundo de
Sevilla, Este Peralonso Niño vino cierto con el Almirante al descubrimiento de
Paria, y debióse de tornar a Castilla en los cinco navíos, y esto está probado con
testigos contestes, y yo he visto sus dichos en el susodicho proceso, y uno que
dijo que no había ido en aquel viaje a Peralonso Niño con el Almirante, yo sé
que contra el Almirante, por derecho del juicio, podía ser repelido, así que
Peralonso Niño habida licencia del rey o del obispo para descubrir, con
instrucción y mandado que no surgiese con su navío ni saltase en tierra con 50
leguas de la tierra que había descubierto el Almirante. Como no tuviese tantos
dineros como habría menester o quizá ningunos, tractó con Luis Guerra, vecino
de Sevilla, que tenía hacienda, que le armase un navío; el Luis Guerra se
ofreció a hacello y, entre otras condiciones, fue un tanto que su hermano Cristóbal Guerra fuese por capitán de él. Partió, pues, Peralonso Niño por
piloto y Cristóbal Guerra por capitán. En esta
expedición se descubrió la punta de Araya con
sus importantes salinas. Estas salinas permitieron la obtención, desde tiempos
tempranos de la conquista, de sal en el Caribe, lo cual facilitó la navegación
y las acciones realizadas en esas tierras al poder disponer de ese importante
conservaste insitu”.
1500.- Vicente Yánez
Pinzón, después de su exploración en el Brasil y se dirigió a la Española (Isla
de Santo Domingo) recalando de paso en la costa de Paria el 23 de junio de 1500.
Nota.- En realidad no nos
interesa para este trabajo este formidable navegante, en lo que atañe Cumaná;
pero como aparece en la Cronología, vamos a decir algo de él.
Desde 1492 entra en la historia de América,
ya que colaboró activamente en los preparativos del primer viaje de Colón; y
partió en el mismo como Capitán de la Carabela “La Niña”. Estuvo con el
Almirante en el momento difícil
de los motines a bordo y luego celebró los descubrimientos en las Lucayas y
en Santo Domingo. Estaba al lado de Colón el 24 de diciembre de 1492, cuando
naufragó la nao Santa María, y Colón se trasladó entonces a la Pinta, que
quedó convertida en capitana. Acompañó luego a Colón durante el resto del
viaje, incluso cuando volvió a perderse la Pinta durante la tormenta, y
arribó a Lisboa y a Palos.
Al anularse el monopolio
colombino, acogido por el Rey Fernando El Católico, obtuvo una capitulación
el 6 de junio de 1499, para viajar al Nuevo Continente. Entonces con la ayuda
de su sobrino Arias Pérez Pinzón, rico armador de su familia, partió de Palos
en diciembre con los pilotos Juan Quintero y Juan de Umbría, que ya habían
participado en el primer viaje de Colón y conocían muy bien esas rutas.
Arribaron a un puerto en las
costas del Brasil, el 20 de enero de 1500, y lo bautizaron, Santa María de la
Consolación, que es el actual San Agustín. Desde allí subió por la costa y
descubrió las bocas del Amazonas, del Orinoco o “Río del Mar Dulce” y la zona
sur de la península de Paria, donde fue recibido cordialmente por los
Caribes; luego se dirigió a la isla Española, donde arribó el 23 de julio de
1500. Completó su periplo en Lucayas donde recogió una carga de esclavos y Palos
de Brasil; y regresó a España el 30 de septiembre de 1500.
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DEL SIGLO XVI
1500.- Por segunda
vez arriba Cristóbal Guerra a la costa de Paria, acopia oro y perlas y se
apodera de algunos indios que se llevó a España, donde los vendió a pesar de
las prohibiciones de los Reyes en 1500.
Nota.- Cristóbal Guerra y su hermano
obtuvieron cédulas reales para viajar al Nuevo continente a descubrir nuevos
placeres de perlas. En el año de 1500, siguiendo los mapas de Colón llegan al
puerto de Cumaná, y recorren sus mares y
costas, contratan indígenas para pescar perlas, y luego bajo engaño los capturan
y venden como esclavos; vuelven a España y son denunciados como esclavistas y
fueron a prisión, sin embargo luego fueron autorizado por los Reyes Fernando e
Isabel, para esclavizar a los Caribes, que en definitiva eran todos. Los mismos
caribes en Urabá, se encargaron de matarlo.
1503.- El Gobierno
Español autoriza la esclavitud de los indios que fueron salteados en la costa
de Venezuela, para ser vendidos en las Antillas en 1503.
1513;- Los frailes
franciscanos Córdoba y Garcés, venidos de la Española llegan a Cumaná en 1513.
1.- La primera expedición fundante organizada por Pedro de Córdoba en
1513 y ordenada por el Rey Fernando el Católico, estuvo formada solo por
dominicos, bajo el mando de Pedro de Córdoba; con los frailes Antón de
Montesinos, Fr. Francisco Fernandes de Córdoba, el lego Juan Garcés, y sus
colaboradores, lenguas y sirvientes; salió de Santo Domingo a fines de 1513, arribando al puerto de Cumaná,
en pocos días.
2.- La llegada de estos misioneros significó la
impetración de la orden dominica en un pacto con el cacique Cawaná. Esta
expedición bajo el mando de fray Pedro de Córdoba, es el hecho que ha trascendido como “la
fundación de Cumaná”. Haré una nota general de estos acontecimientos comentados
ingenuamente por Pedro Elías Marcano, porque además, muchos otros cronistas e
historiadores los desconocen, y, confunden los nombres de los fundadores,
omiten el nombre de Pedro de Córdoba, cambian los nombres de los ríos y
reinos; por eso, primero vamos a ver cómo nos cuentan los
Regentes de España, en Cédula Real de 1516, estos hechos fundacionales, veamos
el texto del documento:
Cédula Real,
fechada en Madrid, l3 de septiembre de 1516, donde se deja constancia de la
consumación de la expedición:
“Por cuanto el Rey, nuestro señor, que haya
gloria, deseando que los indios de la Costa de
las Perlas, que es la provincia de Cumaná, que se declara desde Cariaco
hasta Cuquibacoa, que es en tierra firme, fuesen los indios criados y enseñados en las cosas de nuestra santa fe católica,
mando hacer todas las diligencias necesarias y porque pareció que lo más conveniente y provechoso, era
enviar personas religiosas y de muy buena vida a predicar y enseñar a los
dichos indios sin otra gente ni manera de fuerza alguna, y para que lo
susodicho se pudiese poner en obra,
habló con el devoto padre Alonso de Loaiza, provincial que a la sazón
era de la Orden de Santo Domingo, y con su acuerdo y parecer y mandamiento, y
por voluntad del devoto fray Pedro de Córdoba, vicario de dicha Orden en la
Isla Española, que aceptó de pasar en persona con algunos religiosos de su Orden a la dicha Costa y Provincia de las Perlas a procurar doctrinar y enseñar
las cosas de la fe a los indios de ella, y viendo el dicho Rey, la voluntad y
celo con que dicho fray Pedro de Córdoba se movía para ir a lo dicho, mandó al
Almirante y jueces y oficiales de la dicha isla Española que diesen al dicho fray Pedro de Córdoba una nao en que fuesen él y los frailes que
consigo llevase, y que mandasen a los maestres y marineros de tal navío que los
llevasen a la parte y lugar que dicho
fray Pedro de Córdoba les señalase en la Tierra firme y les diesen los
mantenimientos que hubiese menester y
ciertos indios para lenguas, cuales el dicho fray Pedro de Córdoba escogiese en
la dicha isla Española, y que dende un año que el dicho fray Pedro y los otros frailes fuesen llagados a la
dicha tierra firme, el dicho Almirante y jueces y oficiales tuviesen a cargo y cuidado de enviar a saber de ellos, y que
mandasen a la persona que fuese a saber de ellos que trajesen uno o dos frailes
acá, para que informasen de todo lo que
en dicha tierra y provincia y Costa de las Perlas hubiesen hallado y
sabido”. El Rey.
1515.- El primer
convento de francisanos estuvo a la margen del río de Cumaná, a corta distancia
de su boca. 1515
Nota.- El primer convento y la primera escuela fue
obra de los dominicos de Pedro de Córdoba; y los Franciscanos picardos y de
otras nacionalidades, que llegaron el 27 de noviembre de 1515, en su tercer viaje conjunto, o sea, de
las dos órdenes, organizado también por
fray Pedro de Córdoba, el Vicario de los Dominicos, el único autorizado por el
Rey Fernando el Católico para fundar esas misiones en Cumaná.
1515.- Los mismos
frailes Córdoba y Garcés catequizando a los indios y acostumbrándolos al culto
cristiano, logran construir un convento cerca de la boca del río Cumaná, a
pocos metros al oeste del Hospital de Lázaros, en el sitio que hoy se llama Los
Castillitos. 1515
Nota.- 1.- En los años (1513, 1514 y
1515) se establecen las órdenes dominicas y franciscanas en la desembocadura
del río Chiribichií, o sea el Manzanares, en el pueblo numerosísimo de
indígenas caribes, como explica Las Casas, y reconoce Carlos I, en el texto de
otorgamiento del Escudo de Armas de Cumaná, y después de un acercamiento con el cacique
Cawaná, al cual llevaron a Santo Domingo y lo bautizaron con el nombre de Don
Alonso; se establecen las misiones y se continua el proceso de consolidación de
la primera ciudad de la tierra firme, donde no solo habitaban los indígenas,
sino que ya era un puerto, el más importante enclave español de esos tiempos,
donde arribaban las expediciones de los conquistadores y buscadores de perlas,
y se construía el fuerte de Santa Cruz de la Vista.
1516.- Algunos
castellanos llegan al puerto de Cumaná, invitan al cacique Don Alonso y siete
de sus compañeros para que pasaran a su carabela, pero, apenas habían llegado a
bordo de la nave cuando fueron amarrados y se los llevaron para la Española
donde los vendieron. Indignados los indios
por esta felonía piensan vengarse sacrificando a los franciscanos Córdoba y
Garcés, quienes alegando no tener ninguna culpa en el suceso logran calmar a
los indios, ofreciéndoles pedir justicia a la Audiencia de la Isla de Santo
Domingo para que devolviesen a sus compañeros en el término de cuatro meses;
mas, como se venciese el plazo sin el resultado que esperaban los indios, estos
matan por fin a los inocentes Córdoba y Garcés. 1516.
Nota.- El acucioso investigador e
historiador don Vicente Rubio, en relación con la captura de un rey y su
familia, del Nuevo Mundo; el famoso Cacique de Cumaná, Don Alonso, si hubiese
sido un indio más, nadie se hubiese ocupado de él, nos dice lo siguiente:
“Todo se inició en una conjura en Santo
Domingo”, veamos: El 5 de agosto de 1514 era convocada una reunión en casa del
Licdo. Marcelo de Villalobos, uno de los tres jueces de Apelación (12). Once
personas más asistieron a ella: El Lcdo. Juan Ortiz de Matienzo, colega de
Villalobos. Gil González Dávila, contador
de la Isla. Juan de Ampiés, factor de la misma. Pedro de Ledesma, secretario de
la Real Audiencia. Cristóbal Sánchez
Colchero, naviero. Juan de León, vecino de Santo Domingo. Gómez de Ribera, ídem
(13). Diego Caballero, ídem (13 bis).
Bartolomé Palacios. Ídem (14). Diego
Bernal, ídem. Y Juan Fernández de las Varas (15), el cual se hizo representar
por un tercero”.
“Entre todos acordaron organizar una
expedición o “armada” “contra los caribes de las islas cercanas”; Constituida
por aquellos individuos la expedición, “gastos y beneficios se repartían por
partes iguales entre los doce socios.
Tomarían parte dos naves pertenecientes a dos de los socios: el navío
“Latino” de Cristóbal Sánchez Colchero y el barco de Palacios. Juan de León fue nombrado capitán de la
armada; Pedro de Ledesma y Diego Caballero, recibieron el encargo de proveer y
despacharla…
“La expedición se dirigió primero a la
isla de San Vicente, donde tras saltar a
tierra, el capitán Juan de León y el naviero y maestro de su nave, Cristóbal Sánchez Colchero, fueron matados
por los indios. Muertos dos de los jefes
de la expedición, asumió el mando de la armada Gómez de Ribera y ordenó tomar
rumbo a “Puerto de las Perlas”, donde rescataron perlas de los indígenas y
también se dedicaron a pescarlas”.
“Siguiendo su camino “la costa abajo”,
cogieron cautivo en la provincia de “Portugal” (17), tierra de “guatiaos”, a un
cacique de paz, don Alonso con 18 personas. La traída de los indígenas a la
Española sería motivo de revelar públicamente, por primera vez, las ambiciones desmedidas
de los empresarios antillanos”
Desde aquí se aparta del relato de
Bartolomé de Las Casas, que para mí es el propósito de este libro, burlar a Las
Casas, porque lo consideran un enemigo de España. Entonces hablan de Portugal
por Pertigalete, y del rio Chriviche, como lo escribe Pedro de Córdoba, que es el de Santa Fe; y de esa confusión
vienen todos sus errores, no saben ni entienden que el río de Cumaná se llama
Chiribichii, la última luenga, igual o perecido al de Santa Fe, pero con una
pequeña diferencia, la “ i ” final alargada, pero es el “Cawaná” o sea el gran
rio del reino de Alonso “Cawaná Chiribichií”, el gran río Chiribichií…
Y es en la desembocadura del rio
Chiribichií, en la Isla de Las Perlas, donde están los misioneros dominicos de Pedro
de Córdoba en 1514, donde son raptados Don Alonso su mujer y 17 familiares o
personal de servicio del cacique; si Don Alonso no hubiese sido raptado otra
sería la historia.. Y es de este rapto de donde viene toda la historia de aquel
evento, que da a conocer a Cumaná en la Corte del Rey Fernando el Católico, e
impactado a la humanidad de su tiempo; y es por ese rapto que Pedro de Córdoba
promueve a la Corte; y es de donde proviene el interés de Las Casas, de Vitoria
y de Suarez, por los hechos de Cumaná,
que se impregna la filosofía humanitaria de aquellos tiempos. No podemos perder
ese hito histórico, del cual se han ocupado tantos cronistas de indias,
historiadores, filósofos, juristas y hasta el Vaticano.
Vicente Rubio tuerce la historia al
confundir el nombre de los ríos y las fechas, porque Santa Fe de Chiribiche,
así la nombra Pedro de Córdoba, fue
fundada después, del rapto, en noviembre de 1515, cuando vuelve Pedro de
Córdoba con la tercera expedición; y estos sucesos, el rapto de Alonso y su
familia, se produjeron en septiembre de 1514,
y es fácil calcularlo por la fecha anotada de la reunión de Santo
Domingo, 5 de agosto de 1514, y pasando cuatro o cinco meses, que concedieron
los indígenas para devolver a su jefe y sus familiares; y porque Pedro de Córdoba, vuelve a Cumaná en febrero de 1515 a buscar a los
frailes rehenes, y ya habían sido sacrificados.
Don Vicente continúa su interpretación
de aquella historia, veamos:
“De modo que, según la versión de R.
Montesino, el cacique de Chiribichí, don Alonso, ya era conocido de los frailes
que marcharon al litoral venezolano a estudiar el terreno mejor para plantar
allí el futuro centro de evangelización pacífica (junio -julio 1514); ese mismo cacique había vivido hacia abril o
mayo de 1514 en el monasterio de los
predicadores de la ciudad de Santo
Domingo. Cómo y con quién vino hasta aquí
y cuando regresó a sus nativos lares, no lo hemos podido averiguar
todavía de modo preciso, aunque pensamos
que su vuelta a Chiribichí debió tener lugar entre mayo –junio de 1514” .
Está errado. El cacique de Santa Fe de
Chiribiche era Maraguey. La verdad es que para esta fecha Pedro de Córdoba con
sus misioneros no había llegado a Santa Fe, y sus enviados el padre Francisco
Fernández de Córdoba y el lego Juan Garcés, se habían ganado la amistad de los
indígenas y podían recorrer hasta 8 leguas dentro del reino de Alonso, y
buscaron y encontraron el lugar apartado “donde españoles no hubieran…” para el
asiento definitivo de la misión de Pedro de Córdoba, y así fue que escogieron
el reino de Maraguey o sea Santa Fe de Chiribiche, que tiene un rio pequeño,
que no tiene las riquezas del puerto de Cumaná: las perlas, la sal, las piedra
de Araya, las mujeres, la mano de obra, etc. cuyo río tiene un nombre parecido
al de Cumaná, Pedro de Córdoba en sus cartas
lo nombra “Chiribiche”
Pero como es muy interesante el relato veamos
como lo continúa don Vicente:
“Tornando al hilo de nuestra narración
diremos que cierto día de las postrimerías de agosto de 1514 apareció por el
sitio donde el par de misioneros dominicos se encontraban, una nao cuyo
capitán, nuestro ya conocido Gómez de Ribera, y su tripulación parecían
animados de bondadosos propósitos de saludar a los dos frailes y de realizar algún trueque o rescate
con los aborígenes; ocultaba Gómez de Ribera, sin embargo, el siniestro
propósito de cazar sorpresivamente algunos naturales de aquella región para trasportarlos a Santo Domingo y aquí venderlos como esclavos so pretexto de que eran “caribes”.
“Ocurrió que cuando la esposa del cacique
Alonso quiso ver la embarcación, rodeada por una comitiva de diecisiete
personas de su tribu, el capitán de la nao, tan pronto hubieron penetrado los
curiosos nativos en el barco, mandó en secreto recoger anclas e izar las velas,
y con aquella carga humana, tan traidoramente cazada, enfiló proa hacia Santo
Domingo, a donde llegaría después de una
travesía normal de siete u ocho días (22).
se llamaba don Alonso, o que los frailes le habían puesto ese nombre, o
otros españoles porque los indios son
amigos e codiciosos de tener nombre de cristianos e luego lo piden que se lo den, aun antes que sepan nada para
ser bautizados. Así que engañan al dicho don Alonso para que entrase al navío
con su mujer e otras ciertas personas, y que les harían allá fiesta. Finalmente que entraron 17 personas con el
Señor y su mujer, con confianza que los religiosos estaban en su tierra y que
los españoles por ellos no harían alguna maldad porque de otra manera no se
fiaban de ellos. Entrados los indios en
el navío, alzan las velas los traidores
e viénense a La Española y
véndelos por esclavos”.
1516.- Los
Flamencos, por orden del Emperador Carlos V, introducen los primeros esclavos
africanos en Costa-Firme. 1516.
1518.- Religiosos de la orden dominica arriban al
golfo de Chrivichí (no Chichiriviche) o Santa Fe, a cuya orilla levantan un
monasterio estableciendo en su huerta el cultivo de naranja, granada, uvas y
otras frutas. 1518.
Nota.- 1) No
sé de dónde sacó Marcano esta fecha. Según Bartolomé de las Casas, Pedro de Córdoba y sus dominicos llegan al
puerto de Cumaná en 1513; vuelven a Cumaná en 1515 y pasan también a Santa Fe.
2) Es muy
importante para la historia de Cumaná, la creación de la Diócesis de Paria en
1519, debemos suponer que el trabajo de los misioneros se desarrolló con mucha
intensidad; y el nombramiento del primer obispo, Pedro
Barbirio. Pese a que se ha encontrado poca documentación relacionada con este
hecho trascendente para nuestra historia, se conservan dos cartas de Carlos V
al Papa León X, y otra a su embajador en Roma, en las cuales se insiste en la
creación de la Diócesis de Paria;; además sendas cartas a dos cardenales de la
Curia Romana, todas ellas fechadas el 17 de mayo de 1520, y un memorial de fray
Bartolomé de Las Casas de 1519, para el Canciller Cattinara, que contiene
detalles importantes de su creación; y, previamente a finales de 1518, otras
cartas en las cuales se ruega a la Santa Sede, la autorización para la erección
de la Catedral en Cumaná; y, lo más importante, se conserva la Bula por la cual
se instituye a Pedro Barbirio, como obispo de la Diócesis de Paria.
Para 1515
según declara el mismo Rey Fernando el Católico, en Cumaná habia dos iglesias y
ordenaba la construcción de cinco iglesias más, las cuales se construyeron y
aparecen en mapas del siglo XVI y XVII.
La población indígena estaba calculada en miles habitantes Kariñas o
Karinas. En las islas de Margarita y Cubagua, no habia ningún pueblos
organizado, ni habia templos en servicio. Además el Obispo vendría con
Bartolomé de Las Casas, cuyo destino era igualmente, Cumaná.
El primer prelado es conocido en los
documentos oficiales del imperio español como Pedro Barbirio; fue un notable
sacerdote flamenco que oficiaba en la corte de Felipe El Hermoso y Juana La
Loca, para el año de 1501, luego sirvió como capellán del Canciller Jean de
Sauvage, de la corte de Carlos V, desde 1516, en cuyo cargo adquirió el
prestigio que necesitaba para desarrollar sus inquietudes y aspiraciones. Entra
a la historia de la mano de Erasmo de Róterdam, fuente imprescindible para
conocerlo a través de la amistad que los unió y la correspondencia conservada
(1515 a 1523) que da testimonio de ella y que ha trascendido hasta nosotros.
La diócesis
de Paria y la de Panamá fueron creadas en 1519, doce años antes que la de
Venezuela, con sede en Coro. En efecto, la Corona Española solicitó ante la
Santa Sede la creación de esta diócesis como respuesta al trabajo que venían
desarrollando los dominicos y franciscano de Santa Fe y Cumaná.
1520.- Otro Ojeda
que, según decían, era el padre del anterior, desembarca en Santa Fe y entrando
en relaciones amistosas con los Misioneros y los naturales del País, va a
Maracapana (después se ha dicho Macarapana) donde encontró al cacique Gil
González, con cuya ayuda se internó al territorio con veinte compañeros. Compra
cincuenta cargas de maíz que le llevan cincuenta indios a la playa y, cuando
estos descansaban allí de las fatigas del viaje, son acometidos de improviso
por los españoles para amarrarlos, se entabla la lucha y al fin de la contienda
quedaron prisioneros treinta y tres indios que Ojeda condujo a su carabela
1520.
1520.- Enconado el
cacique Gil González convoca a sus compañeros para vengarse en la primera
ocasión que se presentara; en efecto, pocos días después vuelto Ojeda a la
tierra, trata otra vez de internarse en la comarca, pero los indios ya en
expectativa dirigidos por Gil González se emboscan convenientemente y llegado
el momento atacan con ímpetu matando a Ojeda y a seis españoles más, huyendo
los otros que al llegar a la playa se fueron a nado para sus carabelas
inmediatamente abandonaron el puerto, pues, los indios llenos de furor hicieron
por perseguirlos en sus canoas.
1520
Mas, como el cacique
Maragüey quisiese extender su venganza que había pactado con su paisano Gil
González, se dirige al monasterio de Santa Fe, en la puerta mata a un lego, en
el altar al Vicario que iba a decir misa, incendia el edificio y destruye
cuanto había en él. De setiembre de 1520
1520.- Los caciques
del territorio de Cumaná (colonial) eran Don Diego-, Don Alonso, Gil González,, Maraguey, Cariaco,
Cucuy, Cuserú, Chacomar, Güaramentar, Juan Cavare, Manoa, Mayucarí, Maicana,
Querequepana, Tiricura, Doña Isabel, Queneriqueima, Tucupabera, Uriapari,
Zapata, Paria,
Los caciques guaiqueríes Sacana, Niscoto, Güaipata, Querecrepe,
Chacopata, Macatoa, Cüarica, Querepana, Omegüa y Charaima.
Tribus Indígenas:
Aruacas, Cacheimes, Cumanagotos, Chacopatas, Chaimas, Guaiqueríes, Pariagotos,
Iparagotos, Olleros, Pitagotazos, Tapacuares, Chacachacares, Parias y Caribes.
Nota. Dice el sabio carupanero Bartolomé Tavera
Acosta, en su obra “Venezuela Pre-coloniana, pág. 21. “Respecto al sonido C
fuerte que en antiguo castellano se escribía con Ch –equivalente al de K
griega, etc.” Y agrega (…que los indios pronunciaban “Kaima”.
1520.- El capitán
español Hernando Ibáñez con cinco individuos que le acompañaban ancla en el
puerto de Cumaná, y al saltar a tierra son sacrificados por los indios, el 19
de setiembre de 1520.
Nota.- Siempre, los cronistas e historiadores, dicen
puerto de Cumaná, en esos tiempos se le llamaba Puerto de Perlas.
1520.- Otros
españoles con sus capitanes Villafañe y Gregorio Ocaña, correspondiendo a la
invitación de los indios para que llegaran a tierra son muertos inmediatamente
en número de 46. 27 de setiembre de 1520
Nota. Así se inicia la resistencia
heroica de los indígena en América contra la colonización.
1521.- En vista de
tales sucesos la Audiencia de Santo Domingo mandó con trescientos hombres en
cinco navíos al capitán Gonzalo de Ocampo para que redujera a los naturales de
Costa-Firme. Llegado que hubo al puerto
de Cumaná fue visitado en sus propias embarcaciones por los indios, quienes de
súbito quedaron aprehendidos. El cacique Gil González luchando con uno que
quiso aprisionarlo fue muerto y Ocampo colgó a los prisioneros en su entena,
para atemorizar a los indios que estaban en tierra y apoderándose de Maracapana
arcabuceó a varios indios, castigó a otros y últimamente, habiendo fundado a
Nueva Toledo, al Este de Cerro Colorado, con la cooperación de los indios y su
cacique Don Diego, se fue para la Española cargado de sus prisioneros a quienes
vendió para pagar con su valor el costo de la expedición en 1521
Nota.- Informe presentado
por Gonzalo de Ocampo a la Real Audiencia de santo Domingo:
“Muy altos y poderosos señores:
A V. A., se ha hecho reclamación como el
Lcdo. Rodrigo de Figueroa, por comisión de V. A. hizo cierta declaración de las partes y
provincias de las islas y Tierra Firme de donde se podían traer por esclavos los indios caribes que comen
carne humana, y las otras partes donde declaró
ser guatiaos y defendió que no se
les hiciese guerra, de los cuales guatiaos las principales partes y más
pacíficas y usadas por los dichos españoles eran en la dicha costa de Tierra
Firme, desde la provincia de Cariaco hasta la provincia de Maracapana, en que podrá haber de costa al
luengo 15 leguas, no embargante que más
al poniente y al occidente había y hay indios guatiaos que tienen amistad y contratación con los españoles; desde dicho
Cariaco hasta la dicha Maracapana es lo que cae más en contra de la isla de
Cubagua donde pescan y rescatan las
perlas y donde vienen los indios más generalmente a la pesquería.
En esa dicha Costa entra una provincia que se dice Cumaná, que es donde
los religiosos de San Francisco tenían más había de seis años un monasterio con ciertos
frailes de su Orden; cinco leguas por la
dicha costa más al occidente está la provincia de Chiribichí, que agora se
llama Santafé, en la cual los religiosos
de la Orden de Santo Domingo tenían otro monasterio, otras cinco leguas más
abajo cabe dicha provincia de
Maracapana, en que esta un pueblo de indios.
Después de la dicha declaración
por un tomador de las licencias que el dicho Lcdo. Figueroa dio, y con ciertas instrucciones de que él habrá
enviado el traslado a V. A., han ido así
de esta isla como de la de San Juan a la dicha costa de Tierra Firme a rescate
de perlas y guanines y esclavos, y se ha multiplicado tanto el trato a causa de esta negociación que
certificamos a V. A., la perdición de esta
isla si esto no hubiera, que ha dado en que entender a todos generalmente esta isla estuviera
harto más perdida y no hubiera casi
trato ninguno.
Agora hacemos saber a V. A., que, estando este trato y negociación
pacífica y muy más acrecentada que nunca estuvo, un domingo, que se contaron tres días del mes de
septiembre pasado, habiendo los religiosos dominicos tañido a misa, como los
tenía de costumbre, y estando vestido el uno de ellos para la decir, vino a la dicha un cacique de la dicha provincia, que se llama Maragüey,
que era vecino muy cercano al dicho monasterio y a quien los frailes
hacía mejor tratamiento que a los otros y le había curado y hecho muchos
beneficios, según nos certificó el
viceprovincial de la dicha Orden que aquí está y otros religiosos: el cual
dicho cacique trajo consigo otros indios, así de la dicha provincia como de
otras provincias cercanas de allí, que se dicen los Tagares, y entraron al
dicho monasterio, so color que iban a misa, y mataron dos frailes que allí hallaron,
porque los otros dos estaban en la isla
de Cubagua a la sazón que aquello pasó, diciendo misa al alcalde mayor y a los
otros españoles que allí residen; mataron así mismo otras nueve personas que estaban en el dicho
monasterio, entre los cuales era un indio
de la misma provincia que era lengua con que los dichos religiosos les
predicaban nuestra santa fe católica; y
robaron y quemaron el dicho monasterio sin les quedar cosa alguna, y matárosles
hasta un caballo y un perro y un carnero que allí tenían los dichos frailes, y, según lo que el viceprovincial nos dice,
valía lo que les quemaron de ornamentos y otras cosas mil pesos de oro; solamente se escapó un indio natural de esta
isla que servía a los frailes, el cual
llevó la nueva a la dicha isla de Cubagua a Antonio Flores, alcalde mayor que
allí está, el cual dicho alcalde mayor luego que se enteró, proveyó de cinco barcos con 40 hombres que pudo haber
en la dicha isla y los envió con los religiosos que allí
estaban, y envió un teniente suyo,
porque a la sazón estaba enfermo; los cuales fueron a la dicha provincia de
Santafé y hallaron hecho todo el dicho
desbarato, y además hallaron un bergantín que había llegado allí con cinco españoles, que lo enviaba Hojeda,
capitán de una armada, desde dos leguas más abajo, lo habían tomado y
desfondado los mismos indios, y muerto los cuatro de ellos, a los cuales tenían
ahorcados, y al otro hallaron escondido en una ciénaga junto a la mar, el cual
les dijo lo que había pasado en este artículo del bergantín, y como los indios
los habían muerto estando en paz rescatando con ellos.
Desde la dicha provincia de Santafé, sabido lo susodicho, la dicha
gente con los dichos barcos bajaron a la provincia de Maracapana, que es cinco
leguas de allí, por saber lo que había sucedido del dicho capitán Hojeda, y
llegado que llegaron cerca del dicho capitán, que estaba en tierra en la
playa, un cuarto de legua de su carabela
con once españoles, como los indios vieran
la dicha gente en los dichos barcos, conociendo que venían en socorro
del dicho capitán arremetieron con el dicho capitán y gente, y los mataron, que
solamente se escaparon dos de ellos que se acogieron a los barcos, el uno
herido, que murió dende a dos días, lo
cual visto por la gente de los dichos barcos, fueron a la dicha carabela que
estaba sola y la tomaron, y recogieron en sí
más de 150 marcos de perlas que tenía dentro, y la llevaron a la dicha
isla de Cubagua.
A este capitán Hojeda había acaecido un caso, y es que el mismo
domingo que fue la muerte de los
religiosos dominicos en la tarde,
estando él en la provincia de Guanta, que es dos leguas más debajo de do
está el dicho monasterio, él hizo un exceso que fue que había enviado por la
tierra adentro a rescatar maíz, y
trajeron el dicho maíz con ciertos indios que alquilaron para se lo traer hasta
la carabela, y llegados a ella, hizo por fuerza a 31 de los dichos indios
entrar en la barca, y los llevó por la costa abajo hasta Maracapana, adonde los
mataron como dicho es. Los cuales dichos
31 indios el dicho alcalde mayor los
tomó en sí y no sabiendo que hacer de ellos por lo que había sucedido, nos los
envió a este puerto con la misma carabela, para que viésemos lo que de ellos se
había de hacer, los cuales pusimos en depósito de ciertas personas que les dan
de comer.
El mismo día que dicho alcalde mayor supo en la dicha isla de Cubagua
de la muerte de dichos dominicos, temiendo no hiciesen otro tanto a los frailes
franciscos, proveyó de enviar gente en ciertos barcos a la provincia de Cumaná
a hacérselo saber y avisarles de lo que había acaecido para que, si quisiesen
venir a aquella isla, lo hiciesen hasta ver en qué paraba el alboroto de los dichos indios: lo cual sabido por los
dichos frailes, temerosos no hiciesen con ellos lo mismo que con los otros, se
recogieron con todo lo mas que pudieron y se fueron a la dicha isla de Cubagua
de donde juntamente con los otros dos frailes dominicos que habían escapado, se vinieron a esta isla:
todo lo cual, como arriba decimos, pasó desde el dicho domingo 3 de septiembre
hasta seis días siguientes.
Después de lo cual, dende a diez días,
sucedió que una carabela, que había partido de esta isla armada para
rescatar por la dicha costa, llegó a la dicha provincia de Maracapana, que es
donde mataron al dicho Hojeda, y no sabiendo cosa ninguna de lo que allí había
pasado, saltaron a tierra a contratar con los dichos indios, como lo hacían en
otros viajes; y los mismos indios, los más principales de ellos, entraron en la
carabela a comer y a beber de lo que traían, fingiendo con ellos mucha paz y
convidándolos que saliesen a tierra, que tenía mucho que rescatar, y que no
llevasen armas, porque los indios no se escandalicen, pues eran tan sus amigos:
lo cual hicieron así, y salieron en la barca el capitán de la dicha carabela
con nueve hombres, y no acabaron de desembarcar
cuando los mataron a todos e incontinenti con sus canoas y piraguas
fueron a la dicha carabela por la tomar, y los que en ella estaban, visto lo
susodicho, cortaron los cables y se salieron huyendo a la vela y se fueron a la
dicha isla de Cubagua.
Dende ocho días que lo sobredicho pasó, llegó a la dicha provincia de
Maracapana, donde lo susodicho había acaecido, otra carabela de armada de esta
isla, que iba a rescatar por la misma costa, y no sabiendo casa alguna de lo
que allí había pasado, saltó en tierra en el mismo puerto con la gente: de la
cual los dichos indios hicieron lo mismo que con la carabela pasada, entrándose
en ella a comer y beber, y convidándolos a rescate, e hicieron que todos salieran
en tierra, y después que los tuvieron todos juntos, mataron 23 hombres de
ellos, que solamente escapó el capitán que había quedado en la carabela con
otros cuatro hombres, que la trajeron a este puerto, de lo cual por todos
generalmente en esta isla se ha recibido
mucha tristeza, principalmente por la muerte de los dichos religiosos
españoles, y además por el daño que se
sigue en cesar al presente el dicho
trato y contratación, que, como arriba decimos, era lo que principalmente
sostenía esta isla.
Luego que la dicha nueva vino, nos juntamos los jueces y oficiales de
V. M., y, platicando sobre el remedio de
ello, acordamos ser muy necesario el socorro que dicho alcalde pedía, y para
ello determinados que en nombre de V. M., se hiciese una armada para la dicha
costa de Tierra Firme.
Estando despachando la dicha armada, tornó a escribir el dicho alcalde
porque los dichos indios habían puesto en les defender el agua, y habían
quemado el monasterio de los frailes franciscos, que hasta entonces no le
habían quemado, y había cesado el dicho rescate: lo cual sabido, tornamos a
platicar en el dicho negocio y acordamos enviar las dichas tres carabelas, y en
otra, si fuere necesario, hasta doscientos hombres para que allí se haga lo que
conviene a esta negociación, que consiste en tres cosas: la una, socorrer los
que allí están en tanto riesgo y peligro, la otra, castigar a los dichos indios
que ha hecho los dichos maleficios tan traidora y alevosamente, porque cuando
mataron a los dichos frailes dominicos y les robaron y quemaron el monasterio
no había acaecido lo que el capitán Hojeda había hecho la costa abajo, ni aunque hubiera acaecido había de ser
bastante para tan gran mal, antes dice el viceprovincial y los otros frailes
que ellos temían que había de acaecer así mismo; la otra, procurar pacificar la
dicha costa porque no cese el trato y procurar el agua en Cubagua, sin la cual
allá no se puede estar, la cual pacificación no se podría buenamente hacer sin
que ellos conozcan que los españoles, cuando quieren, tienen fuerza para les
castigar y subjetar, porque hasta aquí, con los haber tratado muy blandamente,
sin hacerles mal, por no quebrar los mandamientos de su V. M., los tienen en
poco a los españoles, y dicen que somos mujeres y gallinas.
En el cual castigo nos ha parecido que se debe trabajar como se hallan
los principales de aquellas provincias que fueron en hacer los dichos delitos,
y en ellos ejecutar las penas que merecen, y de los demás que con ellos fueron
en los delitos prenderlos y cautivar los que pudieren y traerlos a esta isla y
hecho esto, tomar a enviar allá los 31 indios que injustamente fueron traídos,
y hacer mucha honra a los guatiaos que son en paz: con lo cual, y con el dicho
castigo, creemos que la dicha costa quedará pacífica como de antes, no
embargante, todavía nos parece que V. M., debe mandar hacer una fortaleza en la
dicha provincia de Cumaná, junto al agua, así para que no impidan el tomar de
ella, para su seguridad de los españoles”. (
Nota.- 2) De Pedro Elías Marcano, tomada del
Consectario de la Ciudad de Cumaná, dice que el 20 de enero de 1521, entró
Gonzalo de Ocampo al puerto de Cumaná, y después de someter a los indios, fundó
la ciudad de Nueva Toledo, ubicada cerca de lo que hoy es Puerto Sucre, hacia
el Sur al pie de Cerro Colorado.
1521.- El licenciado
Bartolomé de Las Casas compadecido de la suerte que tenían los indios de la
América solicitó del Gobierno Español las facultades necesarias para
civilizarlos cristianamente y, concedidas que le fueron, arribó al puerto de
Cumaná cuando aun no se había retirado Ocampo(1). De manera que, aunque
principió a construir un Fuerte, a pocos metros de la boca del río, con la
ayuda de los franciscanos, y los indios para asegurarse del agua y amparar a
los que se recluyeran en él en caso de ser perseguidos por los indios, hubo de
suspender los trabajos con motivo de las intrigas de Ocampo, que al fin se
llevó parte de la inmigración venida con las Casas y también por las
pretensiones de los vecinos de Cubagua (2). Tan mal se encontró el padre Las
Casas que, lleno de aflicción se volvió a Santo Domingo con el propósito de
hacer prevalecer sus facultades de poblador y conquistador en tierra firme,
pero no regresó a seguir su misión evangélica porque supo que continuaban los
desórdenes en Cumaná y tomó el hábito de fraile franciscano. 1521 (3)
Nota. (1) La Capitulación por 10 años que firma el
Imperio con Las Casas territorialmente comprendía Desde Paria hasta Santa
Marta, por la costa del mar, y por el Sur, con otra costa que indudablemente se
trata de los ríos: Apure y Orinoco. Las Casas se obligaba a civilizar 10.000
indígenas y pagar 15.000 ducados, y otras cargas por la explotación de perlas,
oro, etc. Como tenemos los dibujos de Castellón, en los cuales se puede
observar la antigüedad del Castillo de Santa Cruz de La Vista, que fue ordenado
por el Rey Fernando en 1505, podemos decir que Las Casas solo construyó en la
parte superior del fuerte, lo que se ha denominado La Torre o torrecita, como
gustan decir los que adversan gratuitamente todo lo que se refiere a Cumaná,
que seguramente, la torre, fue la casa en la cual habitaba el Alcalde o
Gobernador y algún personal. (3) Las Casas, no tomo el hábito franciscano, el tomó
el hábito dominico de Pedro de Córdoba, su maestro y guía; y muy seguramente llegó
en Cumaná al convento de los dominicos, que siempre estuvo en Cumaná, donde los
envió Pedro de Córdoba, como el mismo lo dice en sus libros; y así aparecen los
conventos en dibujos de esos tiempos.
1521.- Retirado de
Cumaná, el Padre de Las Casas, dejó como guardián del convento de franciscanos
a Fray Juan Garceto, que había venido con Ocampo, como jefe de la expedición
que había traído dejo al capitán Francisco Soto, con dos navíos bien tripulados,
y orden de impedir los desordenes que pudieran sobrevenir. A los quince días de
ausentado Las Casas el capitán Soto, infiel a sus deberes, esclaviza a algunos
indios, por cuya causa los naturales de la comarca se levantan más resueltos
que nunca y atacan el convento. En la refriega queda herido Soto, y sus compañeros
huyeron para Punta Araya, donde fueron perseguidos; pero no combatidos, por
haberse amparado en la maleza del lugar, regresándose luego los indios a
Cumaná. Libres los españoles de la persecución, se fueron a Cubagua, excepto
Soto, que murió de la herida provocada por una flecha envenenada con
Curare; y los indios, entre tanto,
quemaron y destruyeron el convento de
la misión, junto con la casa y el bohío de los
españoles. Fray Dionisio, que en la fuga de sus paisanos, se había ocultado
solo, en un matorral del río, muerto de hambre y miedo, se presentó ante indígenas enfurecidos, en pie
de guerra, exhausto pidiendo clemencia; y no fue escuchado,
sino que sumariamente e inicuamente, fue sentenciado a muerte y sacrificado;
quedando su hábito y su breviario en poder de un indio llamado Orteguilla. 1521
Nota.- Fray Juan Garceto, vicario de los franciscanos,
vino al puerto de Cumaná y se estableció junto a los dominicos, el 27 de
noviembre de 1515, en el segundo viaje de fray Pedro de Córdoba al puerto de
Cumaná; y Fray Bartolomé de Las Casas, fue recibido por dominicos y franciscanos,
que ya estaban en Cumaná, desde hacía 6 años, como lo informa el mismo Gonzalo
de Ocampo. Todo eso lo cuenta, pormenorizadamente, el mismo Las Casas, testigo
de excepción. Esta nota justifica la fecha de la fundación de Cumana el 27 de noviembre de 1515.
1521.- En ese mismo
año, los indígenas de Cumaná, atacan a la ciudad de Nueva Cádiz en la isla de
Cubagua adueñándose de ella. y destruyen cuanto encontraron en esa ciudad, que
fue abandonada por los españoles, que precipitadamente huyeron para Santo
Domingo, y después, los indígenas, resuelven volver para tierra firme.
Nota. - Para 1519, tanto el puerto de Cumaná como las
misiones dominicas y franciscanas, alcanzaban bastante progreso, y sobre todo
después que la Audiencia de Santo Domingo, autorizó la explotación directa de
perlas en Cubagua; porque entonces se dirigieron a Cubagua cuantos negociantes
y aventureros existían, por estos parajes, hasta el punto, que el juez de Residencia
Rodrigo de Figueroa, nombró a su criado, Antonio Flores como Alcalde Mayor de
las islas y tierra firme. Este hombre bárbaro y arbitrario, comete terribles
atropellos que van a culminar con la destrucción de la Ciudad de Nueva Cádiz.
Sin embargo, hay que reconocer que Cubagua creció prodigiosamente durante 40
años, en los cuales el pueblo de Cumaná, que la surtía de alimentos, mano de
obra, mujeres, sal, y, sobre todo de agua, se benefició de su prosperidad, y
cuando se agotaron sus placeres de perlas los de Cumaná, que nació y creció de
la mano y amparo de los misioneros, floreció llena de gracia. Cubagua y la
Nueva Cádiz, fueron un instante, Cumaná es eterna.
1521. El emperador
Carlos V erige la provincia de Nueva Andalucía, dándole por capital la reciente
ciudad de Nueva Toledo.
Ilustración 1.- Pintura de la
Nueva Córdoba, enviada por Castellón al Rey Carlos I. Pueden verse los restos
del fuerte de Santa Cruz de La Vista, y la cerca que hizo Castellón alrededor
de la ciudad.
Nota.- 1.- Tomada del Consectario de la Ciudad de
Cumaná: “Diósele primero el nombre de Nueva Andalucía a la región comprendida
entre el Cabo de la Vela, en la provincia de la Goagira, y los dominios del
cacique Urabá, en la costa que baña el golfo de Darién, cuya conquista se le
concedió a Alonso de Ojeda. Asignósle más tarde el mismo nombre a la tierra que
descubriese y poblase Francisco de Orellana a uno u otro lado del Amazonas. Por
último llamose así a la Provincia que había de crear Serpa, según su
Capitulación. Todas esas conquistas fracasaron; y la Nueva Andalucía se redujo
al gobierno de Cumaná.
2.- La provincia de Nueva Andalucía, creada en
1521, tenía los límites siguientes: Partiendo
del territorio Esequivo y la Guayana Holandesa, prosiguiendo la línea del mar
por las bocas del Orinoco, pasando Golfo Triste, Paria y la península de Araya; y continuando luego hacia
el Oeste por la costa hasta alcanzar la boca del río Unare; de aquí, siguiendo
el curso del río hacia el Suroeste, hasta encontrar el pueblo de Pariaguán;
desde aquí, echando una línea imaginaria que separa este territorio del Nuevo
Reino de Granada, se llega hasta el gran río Orinoco y de aquí remontando su
curso y el del río Amazonas hasta empalmar con el territorio Esequivo. Puede
calcularse fácilmente, tan vasto territorio, en un millón de kilómetros
cuadrados.
3- En realidad, Nueva Toledo, no pasó de ser el
campamento de Gonzalo de Ocampo. El padre Las Casas dijo de ese campamento “Ni
que lo llamen Sevilla lo habitaran los indios”. Sin indios no podían poblarse
los españoles, la capital de la Provincia siguió siendo durante muchos años,
hasta 1569, La ciudad de Nueva Córdoba, que se formó alrededor de las misiones
dominicas y franciscanas, además del puerto,
que era conocido con el nombre de “Puerto de Perlas”, era la verdadera
capital; y de tal suerte floreció esta ciudad, que en 1519, fue sede apostólica
de la Diócesis de Paria, reinando Carlos I.
4) La diócesis de Paria fue creada en el tiempo de
Carlos I de España y V de Alemania.
5.- La Nueva Córdoba era la única ciudad de Tierra
Firme que podía albergar un obispado; ya que tenía dos monasterios y dos
iglesias, y el rey Fernando el Católico, antes de 1516, ordenó, como para
complementar la futura Diócesis, la
construcción de cinco iglesias más.
1521.- Ocupada
seriamente la Audiencia de Santo Domingo en la situación de Tierra Firme, envió
para pacificarla, al mando de de Jácome Castellón, una expedición igual a la de
Ocampo, que llegó a Cumaná a fines de noviembre de 1521
Nota.- Giácomo
Castiglione Suárez, hijo de Bernardo Castiglione con Inés Suárez, seguramente
nacido en Toledo-España. Desde muy joven viajo varias veces a Santo Domingo
asociado con ricos comerciantes, como don Esteban Centurión; se domicilia en
Santo Domingo en 1514. Era un hombre
ambicioso. Se sabe que Castellón preparó expediciones a Tierra firme, con el
traficante genovés Jerónimo de Grimaldo, desde 1517. Dice Luigi Avonto, que se
afilió al bando del obispo Pasamonte, con los jueces Ayllón, Matienzo y
Villalobos, y el factor Juan de Ampiés, por esta razón llego a ser uno de los
“barones” más influyentes de Santo Domingo.
1523.- Para cumplir
el mencionado Castellón su cometido, captura a los naturales destructores del
convento, castiga a muchos, ahorca a otros y a cuantos remite esclavos para
Santo Domingo. Valiéndose de la influencia del cacique Don Diego pudo
tranquilizar a la comarca; principió el 2 de febrero de 1523 los trabajos de la
fortaleza empezada y abandonada por el padre de Las Casas, y mudó la Nueva
Toledo con el nombre de Nuevas Córdoba a la orilla derecha del río donde hoy se
encuentra el Municipio Santa Inés de la ciudad de Cumaná. 1523.
Nota.- 1) El mismo Castellón lo dice así: “Los indios
de la Costa de Las Perlas se rebelaron y alzaron de la obediencia que al
Emperador y Reyna nuestros señores debían y quemaron y robaron dos monasterios,
uno de Santo Domingo y otro de San Francisco, que en aquellas provincias sus
altezas habían mandado fundar para conversión de aquellas gentes, y además de
quemar los monasterios mataron todos los frayles que en ellos habia y todos los
españoles que en la tierra pudieron haber, en tal manera que ninguno dejaron.
1523.
2) La mayor parte de los cronistas e historiadores
niegan toda la historia de Pedro de Córdoba y sus dominicos, o sin negarla le
restan importancia, es probable que ni siquiera hayan leído este documentos de
Castellón y no es siquiera por mala intención sino por ignorancia. Los primeros
en llegar a Cumana fueron los dominicos de Pedro de Córdoba; los primeros
mártires del cristianismo en la América continental; los que fundaron la
primera escuela y dieron la primera misa. De eso no hay duda.
Ilustración
2.
Pintura del fuerte de Santa Cruz de La Vista, enviada por Castellón al Rey
Nota.1) La relación de méritos y servicios de
Castellón aumento notablemente por haber terminado la fortaleza que el rey
Fernando habia ordenado desde 1505 desde Segovia, cuando se dirige a Ovando en Santo Domingo, para que
apresure la construcción de una fortaleza en la costa de las perlas e incluso,
más tarde, llegará a conminarlo por no haber cumplido sus reales órdenes.
Ovando comisiona a Juan Robe y a Cristóbal Serrano.
2) No creo ni acepto que el Rey ordenó
la construcción del fuerte de Santa Cruz de La Vista, para asegurar el agua de
Cubagua, pues para 1505, La nueva Cádiz no existía, ni siquiera se imaginaba,
lo que estaba pendiente era la conquista de la tierra firme.
3) Después de observar las
pinturas que presentó Castellón al Rey, el tiempo empleado en la construcción y
el de la explotación de la piedra de Araya, puedo afirmar con absoluta
seguridad, que entre Las Casas y Castellón, solo construyeron la torre que va
sobre los fuertes muros que podemos ver en sus dibujos. Se nota claramente la
antigüedad de esa formidable base.
4) Hurgando en los viejos
documentos del Archivo de Indias se puede saber la verdadera historia de ese
fuerte y se determinará con absoluta precisión la fecha de inicio de la ciudad
Primogénita de América, que tuvo inicio en su construcción. Creo que la ciudad
de Cumaná, se formó a partir de 1504 como base de los perleros.
1528.- El emperador
Carlos V concede a Castellón el escudo de armas que representaba la fortaleza
levantada por este último en Cumaná, el 4 de noviembre de 1528.
Nota.- Cédula Real.- “El Rey. Jácome de Castellón, vecino de la ciudad
de Santo Domingo de la isla
Española nuestro Alcaide de la fortaleza
de Cumaná, que es en la costa firme
llamada de Castilla del Oro, nos hiciste relación que vos, con deseos de
nos servir, pasaste a aquellas partes, e que estando vos en la dicha isla, los
indios naturales de la dicha costa se
revelaron e alzaron la obediencia que nos debían, y quemaron y robaron los
monasterios uno de Santo Domingo e otro de San Francisco, que en la dicha provincia habían mandado fundar para la conversión de los naturales a nuestra Fe Católica, e que el nombre de
Nuestro Señor entre ellos fuese ensalzado e predicado e que además de
quemar dichos monasterios, mataron todos
los frailes que en ellos había e a los españoles que en la dicha tierra pudieren haber, de manera que ninguno dejaron, e defendieron a los cristianaos
españoles que en dicha isla de Cubagua residían en la pesquería e granjerías de
las perlas, que no tomasen agua en aquella costa para su sustentación, y que para castigar y
remediar lo susodicho, fueron enviados
en nuestro nombre dos capitanes con armas y gentes y mucho gasto, los cuales diz no hicieron cosa ninguna, e que vos con deseo de nos
servir aventuraste vuestra persona y hacienda, e fuiste por capitán de la misma
empresa e que mediante la ayuda de Nuestro Señor, con vuestra diligencia e ánimo entraste e la dicha provincia, que
así estaba rebelada e que por fuerza sojuzgaste, e pusiste la dicha tierra en nuestro servicio, castigando a los
delincuentes e culpables en la dicha rebelión
e quema de los dichos monasterios e muerte de los dichos religiosos e
cristianos españoles, e hiciste la dicha fortaleza a la boca del río de Cumaná,
mediante la cual en ningún tiempo los
indios de la dicha
provincia se pudiesen alzar ni rebelar como antes lo habían fecho, e que para que los pobladores de la dicha isla de Cubagua tuviesen segura el agua de dicho
río, lo cual todo hicisteis en mucha
costa de vuestra hacienda e trabajo e peligro de vuestra persona, e de
los que con vos iban, lo cual hicisteis por nos servir con tan
justa e buena empresa, y edificar la primera fortaleza que se hizo en la Tierra firme con cuyo amparo y seguridad
se ha poblado la dicha isla de
Cubagua, de que tanto servicio se nos ha
seguido y espera seguir, y nos
suplicaste, e pediste por merced, que además de las armas que vos tenéis de vuestros antecesores, vos dispensamos por armas
la dicha fortaleza e torre que en
ella hicisteis, puesta en costa de mar, e campo verde, e a un lado de ella el dicho río de Cumaná e
al pie de ella un yugo de oro en señal de la sujeción que en la dicha
fortaleza tiene toda aquella tierra, e
cuatro cabezas de indios principales, capitanes
de que hicisteis justicia al pie della, e por orla ocho llaves de color de plata en campo colorado, en significación del
oficio de nuestro Alcaide de la dicha fortaleza, e como la nuestra
merced fuese…Dado en Toledo, a catorce
de noviembre de mil quinientos veinte y
ocho . Yo El Rey. (48)
1528.- La
descripción de dicho escudo es la siguiente: tenía señaladas, en campo verde,
la fortaleza y torre que edificó el susodicho Castellón. A un lado de ellas el
río Cumaná, y al pie un yugo de oro como símbolo de la sujeción en que mantuvo
esta tierra, y cuatro cabezas de capitanes principales, de los cuales hizo
justicia al pie de la fortaleza, y por orladura ocho llaves de plata en campo
rojo, significando el oficio que ejercía de Alcalde. 1528
En 1527 el emperador
Carlos V había permitido la esclavitud de los indios que resistieran a la
conquista y la abolió en 1530.
1530.- Don Antonio
Sedeño, que habia venido con titulo de Gobernador para conquistar la Isla de
Trinidad, la abandona por las dificultades que encontró en ella y se dirige a
la costa de Paria, donde construyó un Fuerte, en el cual dejó de Lugar Teniente
a Juan González, con provisiones suficientes, mientras él iba a Puerto Rico
para asegurarse mejor de las facultades que se le habían conferido de
conquistador de Paria. 1530.
Nota.- 1) Entre este Sedeño y el Rey se firmaron 9
documentos sobre la explotación de las riquezas, la construcción de un fuerte y
la colonización de la isla de Trinidad.
El Rey le concede en 14
capítulos todo lo que pidió, pero fue inútil, pues no pudo ejecutar su plan en
Trinidad.
1531.- Don Diego de
Ordaz, Gobernador y Capitán General del Territorio que él conquistase, zarpa de
España a principios de 1531 en tres naves y llega a la península de Paria,
subordinándosele Juan González, y de allí manda ciento cincuenta hombres bajo
las ordenes del licenciado Gil González para Cumaná, que ocupan el 16 de marzo de 1531.
1531.- Como
intentara el licenciado Gil González anular la autoridad de Castellón,
Gobernador de la fortaleza de Cumaná, éste con ayuda de los vecinos de Cubagua
lo prende y hace salir la tropa que lo acompañaba. 1531.
1531.- El Gobierno
español deroga la Ley que autorizaba la esclavitud de los indios caribes en
1531.
1531.- Don Diego de
Ordaz que se hallaba en la Costa de Paria se dirige de allí en cuatro piraguas
armadas con algunos indios y veinte españoles al rio de Cumaná y como tratara
de apoderarse de la Fortaleza de Castellón, éste, imponiendo su autoridad y
protegido de su poderío, lo envió preso a Cubagua de donde lo remiten a España
siendo envenenado en el tránsito 1531.
1531.- Castellón con motivo de haberse
destruido su Fortaleza por el terremoto, del año anterior, la reconstruye
durante catorce meses, concluyéndola en octubre de 1531.
1533.- Vuelto Sedeño
de Puerto Rico a la costa de Paria, prende a Juan González, oficial de Ordaz, y
a Alonso de Herrera, que tenía poderes de Santo Domingo para conquistar y
Sedeño hace valer sus títulos también de conquistador 1533.
Libertado Alonso de
Herrera por disposición de la Audiencia de Santo Domingo y acompañado de
algunos soldados desafectos a Sedeño, se apoderan del fuerte de Paria,
prendiendo al oficial Agustín Delgado y varios de sus compañeros
Gran sequía se
experimentó en todo Venezuela. 1534
1535.- Jerónimo de
Ortal, Tesorero de Ordaz, autorizado para conquistar, emprende viaje con ciento
sesenta hombres a principios de 1535, se adueña del fuerte de Paria y nombra a
Herrera Teniente General suyo 1535
1535.- Por una
piratería que cometieron los indios caribes en las costas de Margarita, renovó
el Rey la autorización de que se les esclavizase 1535.
1535.- Con el objeto
de expedicionar sobre las costas de Cumaná sale de Paria Jerónimo de Ortal con
el oficial Agustín Delgado, pero por el estado enfermizo de sus soldados desiste
de sus proyectos y se limita a comprar poitos a los caciques y esclavos que
otros hacían y los vende a los mercaderes de Cubagua, Puerto Rico y Santo
Domingo.
1536.- Sedeño después de sus disidencias en la península de Paria,
intenta hacer nueva conquista con gente armada en Macarapana, mas como se
manifestasen descontentos sus soldados suspende su empresa y se retira en
solicitud de las noticias del Meta que le habia comunicado una india esclava
suya 1536.
1537.-Con motivo de
ser tratados brutalmente los indios por los conquistadores, el Papa Paulo III
declaró que eran seres racionales y merecían por tanto los beneficios del
cristianismo en su bula de 2 de junio 1537.
1542.- Girolano
Benzoni, de 22 años de edad, esclaviza indios en el litoral de Paria, Araya,
Bordones y Cariaco, valiéndose para ello de procedimientos inicuos 1542.
1542.- El comercio
de esclavos africanos es abolido por Carlos V en 1542.
1542.- Los
holandeses armados con buques de artillería principian a disfrutar de la sal de
Araya, enviado cargamentos a los mercados de las Antillas
1564.- Francisco
Fajardo, que de Margarita estaba de tránsito en Bordones para volver a su
conquista sobre Caracas, fue invitado amigablemente por Alonso Cobos, Justicia
Mayor de Cumaná, y al llegar aquel, Cobos, por prevenciones gratuitas contra su
huésped, que ya tenía fama de conquistador, lo prende, ultraja y ahorca. Cuando
los margariteños supieron la muerte injusta y cruel de su paisano Fajardo
pensaron vengarla, y en efecto, llegaron sigilosamente de noche a Cumana, se
apoderaron de Cobos y llévanselo a Margarita donde le quitaron la vida en
Nota. La historia de Francisco Fajardo ha sido
revisada por Ricardo Castillo Hidalgo, pero hay mucho que contar aun, de este
suceso. A nuestro parecer, entre Fajardo y Cobos se produjo un distanciamiento
político; su fama molestaba a Cobos. Fajardo indudablemente tenía su campamento
en Bordones y Cobos gobernaba en la Nueva Córdoba, la llegada de fray Francisco
de Montesinos al campamento de Fajardo y la elección de un Ayuntamiento en ese
campamento, ha debido ser el motivo y la causa del crimen.
1565.- Filibusteros
ingleses al mando del capitán John Hawkins, invaden las costas de Cumaná, y
luego se retiran llevándose sus buques cargados de sal de Araya en
Don Diego Fernández
de Serpa, nombrado en Aranjuez el 27 de mayo de 1568 Gobernador, Capitán
General, Conquistador y poblador de la Provincia de Nueva Andalucía, arriba al
puerto de Cumana’ con su armada el 13 de octubre de 1569. Venido con su esposa
y familia, funda la ciudad de Cumaná con las 23 familias que trajo y las 17 que
encontró en la Nueva Córdoba, instalando el mismo día de su fundación, que fue
el 24 de noviembre de 1569, el Ayuntamiento de la ciudad compuesto de los
Alcaldes Ordinarios Hernán López de Pedroza y Juan Rengel, de los regidores
Melchor Núñez, Miguel Sánchez Rendón, Juan Domínguez, y Álvaro Merchán, del
Procurador General Pedro Alonso y del Mayordomo Bernal Hernández Granados.
1569
Los cuarenta vecinos
casados (y los indígenas que no se nombran pero que estaban allí representados
por sus autoridades) con los cuales se (re)fundó la ciudad de Cumaná (que
aparecen en el Acta) fueron: Miguel Reinoso, Melchor de Losada, Francisco
Domínguez, Melchor Núñez, Pedro Gómez Castilla, Bartolomé Morales, Miguel
Sánchez Durán, Juan Domínguez, Gonzalo López Pedrosa, Hernán López Pedrosa,
Andrés Díaz, Martín López, Alonso Bárcenas, Melchor Hernández, Juan de Isasi,
Juan de Arcia, Miguel Sánchez Rendón, Tomás de Barahona, Maestre Jorge,
Bartolomé de Acevedo, Juan Gallegos, Pedro Hernández, George Suarez, Pedro
Gutiérrez de Morillas, Juan Rengel, Álvaro Merchán, Alonso Elías Coello, Juan Ruiz
Cobos,
Nota. a) Fue una refundación. El mismo Diego Fernández
de Serpa, dice o da a entender, que refundó la ciudad, “reedificarla y
poblarla” dice, dejando en ella 40 vecinos españoles casados. La población indígena era muy numerosa, ha
sido calculada en 15.000, habitantes indígenas; b Serpa hizo lo que se habia
hecho otras veces en otros lugares cercanos; le nombró nuevas autoridades, le
cambio el nombre otra vez y lamentablemente estuvo muy poco tiempo en Cumaná.
Por cierto debo aclarar que en ese mismo
período, en este vasto territorio estaban
las misiones dominicas y franciscanas trabajando en la cristianización
de los indígenas; estaban los explotadores de perlas, Señores de Canoa, además
la “Ciudad de Cumaná”, tenía varios sitios poblados por indígenas y españoles:
por ejemplo en la desembocadura del río Tacar, y en la desembocadura principal
del rio Chiribichií, donde habitaban los guaquerías; además tenía las misiones
dominicas y franciscanas, que florecían como cuentan los cronistas de indias; y
por eso en 1519 se creó la primara diócesis de Paria, Cumana tenía dos iglesias
y el rey Fernando ordenó la construcción de cinco iglesias más; tenía a Puerto
de Perlas en la isleta, en la desembocadura del río,, muy activo por cierto,
dice Guillermo Morón, en su Historia de Venezuela, que entraban por él todas
las expediciones que venían de España para tierra firme, y enumera con nombres
y apellidos las familias que ingresaron a partir de 1538; en la península de
Araya había mucho movimiento por la invasión de los holandeses, que
perjudicaban a nuestro pueblo para la explotación de las canteras de piedra, la
pesca, las perlas y la sal. Ya en Cumaná era historia el fuerte de Santa Cruz
de la Vista, Alonso, Maraguey, Fajardo, Pedro de Córdoba, Las Casas, Ocampo, Castellón, Ordaz, etc.
b) Por si acaso alguien pudiese pensar que al decir
que en la Tribu o reino de Cawaná habitaban más de 15 mil indios, pudiese
pensar que eso no significaba nada, les voy a transcribir de las experiencias
del padre Bartolomé de Las Casas, lo que dice, cuando describe la cultura de
los indígenas de Santo Domingo, por ser lo mismo que observó Ángelo Trevisán
cuando llegó este pueblo, eran iguales de la misma raza de los Cumaneses que
recibieron a los españoles en 1494, veamos:. Dice Las Casas:
c) “Habia en cada reino muchos nobles y estimados por
de mejor sangre que los demás, y que tenían cargo sobre otros; estos en la
lengua común de esta isla, se llamaban “nitaínos”, -la i letra luenga- nobles y
principales. Tres vocablos tenían con que pronunciaban el grado y la dignidad o
estado de los señores: el uno era Guaoxerí -la última silaba luenga-, el cual
era el menor de los tres grados, como nosotros decimos a los caballeros
“vuestra merced”. El segundo era Baharí,
-igual, la última luenga-, y este como mayor señor, le decimos “señoría”, Era el tercero y supremo Matunherí, solo a
los reyes, como nosotros decimos “Alteza”. Tambien dice, Que los Caciques
gobernaban no para su provecho y utilidad, sino para provecho y prosperidad
común. “Porque los hallamos tan “obedientísimos” a sus príncipes que
sobremanera los amaban y estaban patentes en sus casas mujeres e hijos y
haciendas propias en sus pueblos…”
d( En Cumaná –Alonso- era tratado por sus súbditos con
la distinción de un Matunherí -Su Alteza- y así lo entendieron los españoles
que en lugar de “Su Alteza” le pusieron el Don.
e) Y despues de algún tiempo, que encontró Las
Casas? Veamos:
“Yo conocí e vide algunos años después, una villa en
el mismo asiento del rey Behechio, donde
tuvo su casa real, había un pueblo de sesenta o setenta españoles, vecinos,
casados todos con indígenas, descendientes, tan hermosas cuanto podían ser las
más hermosas damas que hubiese en nuestra Castilla”.
Así pasó en Cumaná los españoles atravesaban el río y
enamoraban a las guaiqueríes, nuestros abuelos se casaron con aquellas indias
lindas y educadas,, de allí viene nuestra raza criolla y bella.
Felipe II establece
en América el Santo Oficio, exceptuando de su jurisdicción a los indios
1570
Filibusteros
ingleses comandados por el capitán Barker se llevaron de las salinas de Araya
gran cantidad de sal.
1576
Nota,- a) En 1574 asume la Capitanía General de la
provincia de Nueva Andalucía o Cumaná, GARCI FERNANDEZ DE SERPA.. Sustituye en
el gobierno de la provincia a Adriano Padilla, también nombrado por el
Ayuntamiento. De las noticias que
hemos reunido, sabemos que este gobernador heredó los derechos de su padre, tal
como se estableció en la Capitulación de Felipe II con Diego Fernández de
Serpa. Sin embargo, el presbítero Antonio Patricio de Alcalá, muy autorizado
por ser quien hizo la investigación del Consectario de Cumaná, afirma que este
Garci Fernández era sobrino y no hijo de
Fernández de Serpa. Asume el gobierno en 1574 autorizado por la Audiencia de
Santo Domingo. Igual que su padre murió intentando extender su autoridad en la
Guayana y todo el inmenso territorio que
se le había concedido. Después de su muerte en 1584 ejercen el poder dos
interinos: don Pedro Pérez de Almazán y don Felipe Torrellas de Linares.
b)
En el Consectario dice que su hijo Alonso Fernández de Serpa casó con Leonor
Rengel en primeras nupcias, y en segunda con María Cervantes, de ambas hubo
descendencia. Don Alonso murió en Cumaná en 1636.
c) En 1588 arriba a Cumaná RODRIGO NUÑEZ DE LOBO Nombrado por
la Audiencia de Santo Domingo, Capitán General de la provincia; este personaje
ya era rico y famoso, su fortuna obedecía a malos y hábiles manejos, como la venta de esclavos indios y negros,
cuando inició su gobierno su
nombramiento cayó de sorpresa en el Ayuntamiento de la Nueva Córdoba, que de
inmediato se preparó para desconocerlo, sobre todo, porque lo primero que se le
ocurrió fue preparar expediciones para capturar indígenas en la provincia de
Barcelona. Lobo desde entonces resistió la oposición del pueblo de la Nueva
Córdoba, pero las pruebas acumuladas
contra él, resultaron concluyentes; hasta que fue sustituido por el Alcalde de
Primera y comandante de milicias, don Pedro Pérez de Almazán, con carácter de
gobernador interino, nombrado por el Cabildo Cumanés, mucho antes de terminar Rodrigo Núñez de Lobo, su
primer año de gobierno.
La Provincia de
Nueva Andalucía es anexada a la jurisdicción del Virreinato de la Nueva
Granada.
1591
Otra expedición de ingleses filibusteros cuyo capitán
fue Amias Prestón recorre las costas de Cumaná e invadiendo a Punta Araya se
roba de sus salinas cuanta sal cupo en sus embarcaciones
1595
Nota.- a) Don
FRANCISCO DE VIDES, es nombrado Capitán General de la provincia de Nueva
Andalucía o Cumaná en 1595, Llega a Cumaná investido no solo como gobernador de
la provincia de Nueva Andalucía, sino como capitán conquistador con
jurisdicción en el vasto territorio que
se extiende desde el río Uchire hasta el Marañón, incluyendo las islas de
Trinidad, Granada y Tobago. Para ejercer el cargo partió de Sevilla con un
ejército y dos navíos: “Nuestra Señora de Rosario” y “Nuestra Señora de la
Concepción”, generosamente apertrechados, llega a Cumaná en 1592. Ejerció el
cargo sangrienta y dictatorialmente, por 3 años; esclavizó asesinó y persiguió
centenares de indígenas, hasta que denunciado fue llevado a España, donde fue
juzgado y encarcelado. Durante su gobierno tuvo que enfrentarse y derrotar a Walter Raleigh pero otra expedición de filibusteros cuyo capitán fue Amias
Prestón asediaba la ciudad de Cumaná, que al parecer lo obligó a capitular. En
esta ciudad se entrevistó con Walter Raleigh, que escapaba derrotado y amargado
en un inútil ataque en el cual estuvo a punto de perder la vida. La entrevista
se realizó en la desembocadura del río Los Bordones en Cumaná, al parecer
Raleigh le aconsejó desistir de su empresa; pero Prestón no lo escuchó. Sin
embargo hay razones para pensar que no fue tan afortunado, pues al parecer
Preston recorrió las costas de la provincia y amenazó a las autoridades de
Cumaná, a las cuales exigió el pago de una fuerte suma de dinero; y resultaron
vanas sus exigencias, entonces se
conformó con saquear sus pueblos, invadiendo por Punta de Araya, y se roba de
sus salinas cuanta sal cupo en sus embarcaciones
b) Amias Preston, Corsario Inglés, famoso en Venezuela porque
en mayo de 1595 invadió Caracas; había intentado someter Cumaná y no pudo, pero
robó cuanto quiso en las salinas de Araya.. Desembarco en La Guaira con seis
embarcaciones, venía con la intención de saquear Caracas llegándole por
sorpresa. El vigía dio la voz de alarma con un acostumbrado tiro de mosquete
que era repetido de puesto en puesto hasta ser escuchado en Caracas.
1595.- Gran invasión
de gusanos que arruinó los campos de Venezuela
SIGLO XVII
Fundación de Cariaco
con el nombre de San Felipe de Austria y su inmediata destrucción por los indios
caribes y demás tribus confinantes.
1600
Nota. a) La ciudad de Cariaco, fue territorio del
reino Caribe Tiao, que se extendía por el Norte del territorio que ahora forma
los Estados Sucre y Monagas, y se extendía por las islas de Margarita y
Trinidad, su capital fue Guarabera, ciudad donde nació la Matunherí
-reina- Yasoaraita, conocida como la
Reina de todos los caciques.
b) Guillermo Morón
también dice: “En el libro amarillo
de 1899 se lee que don Diego Suárez de Amaya era Gobernador de la Nueva
Andalucía en 1602. Oriundo de Piedrahita-España. Con el grado de coronel
gobernaba en Puerto Rico hacia 1600;
adquirió merecida fama en la
defensa de Puerto Rico, cuando el corsario Francis Drake fracasó intentado invadir esa isla; también se encontraba en ella, pero fuera del
gobierno, durante la invasión y saqueo capitaneado por el conde Jorge Cumberland”.
1602.- Nueve
filibusteros ingleses al mando del capitán Williams Parker llegan a Punta Araya
donde cargan sus naves de sal.
Nota. Este filibustero inglés fue muy famoso por haber
sido el primer pirata que invadió y destruyó la ciudad de Portobelo en Panamá,
y en ese mismo año, intentó lo mismo en
Cumaná, pero fue rechazado; y al igual que otros piratas se conformó con
surtirse de sal
1606.- Frecuentada
la salina de Araya por los piratas que de ella habían extraído grandes
cargamentos de sal, mandó el gobierno Español para impedir el tráfico
clandestino una Armada de 18 buques al puerto de dicha Salina en la cual
encontró y atacó unos buques holandeses que fueron vencidos y los prisioneros
conducidos a los presidios de Cartagena.
Nota. Esta fue la primera de una serie de grandes batallas navales
contra los invasores holandeses, que se apoderaron de la península de Araya y
la mantuvieron bajo su poder por más de 50 años. Luego hablaremos a propósito de
este punto. Era Capitán General de Cumaná, PEDRO SUAREZ CORONEL. 1605 -1615. Designado el 3 de mayo de 1605. Dice Morón que inicia su
gobierno a partir de 1606 y que aspiraba incorporar la isla de Margarita a su
jurisdicción, para lo cual hizo algunas diligencias. Se preocupó por el fomento
de las actividades económicas que estaban muy deprimidas. Aparte de la
incipiente ganadería y la agricultura, solo incluía una pesca rudimentaria,
salinas, maderas y perlas. Logró
aumentar la ganadería en los llanos de Maturín,
el cultivo del tabaco en Cumanacoa y del cacao en Cumana y otros sitios;
intensificó la exportación de algunos rubros. Mudó al pueblo de Cariaco, cuyo
nombre oficial es San Felipe de Austria, y se interesó en el aumento y la
explotación del cultivo del coco y del
maíz. Fue reelecto para otro periodo.
El Gobernador de la
Nueva Andalucía Don Diego Arroyo y Daza obtuvo dos victorias contra una
escuadra holandesa de ciento cuatro naves que trataron de apoderarse de la
Salina de Araya: la una el 30 de noviembre de 1622 y la otra el 13 de enero de
1623.
Para resguardar la
Salina de Araya se construyó el Castillo de Santiago de Arroyo de Araya, cuando
gobernaba esta provincia Don Diego de Arroyo y Daza terminándose sus trabajos
en diciembre de 1625.
Nota.- Don Diego de Arroyo y Daza, Caballero de la Orden de
Santiago, gobernó en Cumaná desde 1621
hasta 1626. El fuerte, para su época, fue la unidad militar, más poderosa del
mundo, con una dotación de 300 plazas, 44 piezas de artillería y 12 culebrinas.
El gobierno de México pagaba la dotación de 41.300 pesos anuales. Su comandante
era el gobernador de Cumaná, y durante 150 años ejerció la defensa del Caribe. Los proyectistas y constructores
de este fuerte fueron los hermanos Antonelli, los mismos que construyeron los
fuertes en Portobelo. El fuerte de Araya fue conocido como la joya más
apreciada del imperio español en tierra firme.
1606.- En este mismo
tiempo se fundó con gente castellana el pueblo de Araya bajo el patronato de
Nuestra Señora de las Aguas Santas.
Nota.- Dice José Antonio Ramos
Martínez (Memorias para la historia de Cumaná o Nueva Andalucía, pág. 37) que: “Con las familias de los militares del
castillo se formó la población de Araya, -yo agregaría, y con los trabajadores
que lo construyeron- También. Agrega que: “Edificose una capilla en que se
veneraba a la Santísima Virgen bajo la advocación de Aguasantas”. Araya es una
tierra llena de historia. José Antonio Ramos Martínez, el cronista más
autorizado de los primeros tiempos de la provincia, dice del pueblo de
Araya:“Lo cierto es que los personajes más notables que el país ha tenido en todas las carreras son vástagos cuyo
tronco hay que buscarlo en Araya: en el clero, un doctor Pedro Coronado,
canónigo de La Habana, un doctor Antonio José Sotillo y un doctor Pedro Level,
juristas de consulta, un Baltasar de Osorio, un Andrés Antonio Callejón, un Andrés
Padilla Urbaneja, curas todos tres de Cumaná, un Diego Botino, dotado de
elocuencia, un Pedro Casanova, ejemplar por su modestia; en el foro, Felipe
Sánchez de Arellano, José Joaquín Rodríguez Parejo, Juan Martínez Alemán y Antonio José Betancourt, abogados de gran
reputación; en la política, un Francisco Esteban Rivas, un Francisco Vicente
Parejo, un Diego Vallenilla Guerra, un
Diego Bautista Urbaneja, hombres de consejo en los días de la magna lucha emancipadora; en las
letras, un Lic. Manuel de Matamoros, y
un prob. Domingo Vallenilla, dedicados a la enseñanza; en las Artes, el
aventajado músico José María Gómez Cardiel, cuyas obras le hacen admirable por
la sublimidad del ingenio y la
delicadeza del gusto. Y, ¿Qué podrá decirse de las armas? Aquellas familias
arayeras eran una raza de soldados, y no es posible enumerar los hijos de don Juan Salmerón de
Alquire, los de aquel Rivas que fue
antiguo y robusto tronco, de donde salieron incontables y vigorosos renuevos, los López de Arjona,
los Gómez, los Rojas, los Hernández, los Rivero, los Gamardo, y tantos y tantos otros. Basta decir que de
los Sánchez de Arellano descendía el
Gran Mariscal de Ayacucho, y de los Casanova y Vellorino el general José
Francisco Bermúdez, a quien nadie superó en valor”.
Nota.- En 1626 es nombrado Capitán General de la provincia de Cumaná,, ENRIQUE
ENRIQUEZ DE SOTOMAYOR. 1626 -1631. Capitán en Flandes, Caballero de la Orden de
Santiago, de la ilustre casa de los Enríquez de Salamanca. Gobernó cinco años
en Cumaná hasta 1631. Fue un gobernante de paz y progreso. Durante su gobierno
se refunda la ciudad de Cariaco. Es la época de crecimiento del comercio y
consolidación de las instituciones de la ciudad. Por su desempeño en Cumaná
este gobernante fue designado para la gobernación de Puerto Rico, que se
consideraba un asenso, y desde allí pasó a regir la Audiencia de Tierra Firme
en Panamá, donde murió en 1638.
1630.- Es refundada
la población de Cariaco
Nota.- a) Dice Ramos Martínez (Ob. Cit) que “La ciudad
de Cariaco, llamada también San Felipe de Austria, es por su antigüedad la
segunda población del Estado Sucre. La comenzaron a fundar –dice Caulín- en
1600 algunos españoles “como cuarenta leguas” al sureste de Cumaná, “y por
haber sido destruida por los indios Caribes y otras naciones confinantes por
los años mil seiscientos y treinta con poca diferencia, se trasladó al sitio en
que hoy permanece con el mismo título y es conocida vulgarmente por el nombre
de cariaco.
b) Fray Francisco de Tauste dice al respecto: “Habrá
más de 80 años que se fundó en esta provincia un pueblo de españoles, llamado
San Felipe de Austria, en la tierra adentro en un sitio llamado “Guaravera”,
distante de Cumaná cuatro o cinco días de camino”. Era nada menos que la ciudad
sagrada de los Tiaos, del reino de Yasoaraita, la reina de todos los caciques
caribes.
c) En 1631 fue
nombrado don BENITO ARIAS MONTANO, por Cédula Real de 11 de agosto de 1631 Capitán
General de la Provincia de Nueva Andalucía o sea Cumaná. Destacado funcionario
del Imperio Español, Caballero de la Orden de Santiago, nacido en Salamanca.,
España, se sabe de él, que participó en
Flandes con el grado de Capitán; La Guerra de
Flandes (también denominada Guerra de los 80 años (1568-1648), nombre común de las guerras que los reyes
españoles de la Casa de Austria Felipe
II, Felipe
III, Felipe
IV sostuvieron para conservar sus dominios sobre Flandes (Región del N.O.
de Europa, en la costa del Mar del Norte, entre Escalda y paso de Calais; que a
finales del siglo XIX pertenecía a tres Estados, pues formaba el departamento
del Norte de Francia, dos provincias de Flandes -oriental y occidental-; y en
Bélgica, la parte extrema de Holanda); también sabemos que fue
Gobernador de Puerto Rico, de cuyo obispado dependía la provincia de Nueva
Andalucía o sea Cumaná; y, también
fue Presidente de la Audiencia de Tierra
Firme-Panamá; o sea que don Benito tenía antecedentes suficientes para el cargo
que se le dio. Gobernó la provincia
entre 1631 y 1641, a la cual prestó señalados servicios. Se casó, formó familia
y murió en Cumaná:
1640.- Por una ley
exclusiva a la América se establece el uso del papel sellado
Nota.-a) Fue nombrado Vicario Foráneo de Cumaná, en
1640, Fray Francisco Duran, Dominico nacido en Cumaná, sirvió casi toda su vida
en la iglesia de indios guaiqueríes de La Virgen del Socorro, de los Cerritos,
destruida en 1817. Se ganó la admiración del pueblo y las autoridades por su
sabiduría, bondad y humildad. Esta iglesia también fue atendida por el padre Antonio
de Figueroa y Albornoz,. que fue todo lo contrario.
b) El Convento de
franciscanos en la ciudad de Cumaná, que sirvió de Colegio hasta 1853 en que lo
arruinó otra vez el terremoto de dicho año. Fue reedificado por Cédula Real de
25 de marzo de 1641, despues de años de lucha porque se les negaba permiso para
su reconstrucción, pero los cumaneses nunca cejaron en su propósito, hasta que
lo lograron Su principal promotor fue fray Juan Román que tomó posesión del
solar donde quedaron sus ruinas y en que se reconstruyó rápidamente parab ser
bendecido el 8 de marzo de
c)
De este centro de evangelización franciscana sabemos que fue el primero de la
tierra firme, iniciado en 1515, ubicado en principio en la Nueva Córdoba,
-Cumaná- y su casa principal o más antigua estuvo en servicio hasta 1654, según
nota de Ramos Martínez (Ob.Cit), y en “El Consectario” de Pedro Elías Marcano;
cuando fue destruido por corsarios franceses; también sabemos que la
reconstrucción de las edificaciones cuyas ruinas conocemos, fue iniciada a
partir de 1641, desde esta fecha hasta 1812 a servicio de la Iglesia Católica;
y luego sirvieron a distintos fines hasta 1853, destruido por el terremoto de
ese año, luego fue otra vez reconstruido y sirvió hasta 1929.
d) De los datos que nos dejó Las
Casas cuando vino a poblar en Cumaná, en 1521, se desprende que el primer
vicario del convento fue fray Juan Garceto, y
un grupo de misioneros picardos y de otras naciones, asentado en el
pueblo de la Nueva Córdoba, donde tenían muy buena casa y huerta.
En
1562, cuando llega a Cumaná fray Francisco de Montesinos, encontró el convento
en plena actividad con una comunidad de tres frailes. Nunca dejó de prestar
servicios, como creen muchos desprevenidos cronistas, ni durante las peores
calamidades. Durante muchos años los franciscanos atendieron los dos conventos,
el de la Nueva Córdoba y el de la plaza y barrio de San Francisco.
1645.- La provincia
de Cumanagotos (Barcelona) es anexada como parte integrante a la de la Nueva
Andalucía,
Nota.- a) Gobernaba Benito Arias Montano la provincia de
Cumaná para 1645, cuando Juan de Urpín, abogado que ejercía en Cumaná, comenzó
la colonización del territorio de los aguerridos Cumanagotos del
inolvidable Cayaurima, que 50 años antes
hubiese impedido la dominación de la
provincia inconquistable de su tiempo. Ahora, bajo el impulso de este
intrépido gobernador, que había iniciado
la refundación de la ciudad de Cariaco en Guaravera, la ciudad sagrada de los
Tiaos, y
la conquista pacífica de los Coacas de Cumanacoa, las cuales no fueron
en su origen de menor importancia que
otras ciudades que se fundaron, en la
parte oriental de Venezuela; emprendiera también el dominio del vasto
territorio de los indómitos Cumanagotos, que se resistieron y los
dominaron durante 200 años; cuyos
límites occidentales se ponían en Cabo
Codera, por la costa, y más allá del río Manapire, por el Sur; quedando comprendidos los feraces campos del
Valle de la Pascua.
b) Fueron gobernadores interinos durante la empresa de
Urpín, en los dos períodos de gobierno de don Benito, debido a sus largas
expediciones sobre esos territorios, el licenciado Vanegas y el capitán
Francisco Turillo de Yebra, y otros gobernadores; pero, debido a la muerte de
Urpín, le tocó al Maestre de Campo Don Pedro de Brizuela, por Cédula Real de 9
de junio de 1654, ser el encargado de la reducción de los Cumanagotos y la
anexión de ese territorio a la provincia de Nueva Andalucía.
1647.- El ilustrísimo y
Reverendísimo Señor Maestro Fray Damián López de Haro, Obispo de la Diócesis de
Puerto Rico, hace su visita Pastoral a Cumaná en
.
Nota.-
Dice Fr. José Antonio Ramos Martínez –Ob.cit- que el 23-12-1647, que este
prelado, Fr. Damián López de Haro informó en Porlamar, que había dispuesto la
construcción de una capilla en el valle de Carúpano, la cual se levantó en el
sitio llamado Carúpano-arriba. Vemos el texto:
“Por
cuanto habiendo visitado por nuestra persona, y no con pequeños riesgos, dicho
Puerto Santo y demás valles de Tierra firme, como son Guayacán, Macarapana, Río
Caribe y Carúpano, hallamos que en dichos valles habitan más de cuatrocientas
almas, así de labradores ricos, que van y vienen de esta ciudad, como de
indios, negros, mulatos, de que se sirven para dichas labranzas, y que todos
están sin doctrina cristiana ni párroco que cuide darles pasto espiritual, y
que los más de ellos se quedan sin misa y mueren sin sacramentos, por no poder
acudir a Puerto Santo donde esta el capellán doctrinero de dicho capitán Juan
de Arze para doctrinar a los indios de Paria; por lo tanto desando la salvación
de sus almas y cumplir en esta parte con
nuestra obligación y lo dispuesto y ordenado por el Santo Concilio de
Trento mandamos que en el sitio de Carúpano que cae en dichos valles en medio y
Tierra- Firme, se edifique una iglesia, y se nombre capellán doctrinero que
asista en dicho sitio y de pasto y consuelo espiritual a todas nuestras ovejas
que habitan en dichos valles y Tierra Firme para cuyo efecto se haga igual y
debido repartimiento en todos los interesados por todo rigor de derecho, según
esta dispuesto por los Sagrados Cánones.
Este texto debe servir como
partida de nacimiento de la ciudad de Carúpano, ya que da fe de su ubicación,
poblamiento y existencia.
Visita Pastoral del
ilustrísimo y reverendísimo Obispo Don Fray Fernando Lobo del Castrillo, desde
diciembre de 1650 hasta febrero de 1651
Nota.- A Don Fernando Lobo del Castrillo,
que del Obispado de Nueva Segovia en Filipinas, pasó a Puerto Rico para asumir
el Obispado de Tierra Firme; se le puede considerar como el factor más
importante para el establecimiento de las misiones en el Oriente de Venezuela.
En diciembre de 1650 ya estaba de visita pastoral en la provincia de Cumaná,
donde se encontraba todavía en febrero del año siguiente. Obtuvo de Felipe IV,
rey de España que se enviasen misioneros para la conversión de nuestros
indígenas, que se establecieron en la provincia de Barcelona, los franciscanos
observantes; y en la de Cumaná, los capuchinos aragoneses. Murió el diligente
Obispo en Puerto Rico a los pocos meses de su visita, el 18 de octubre de ese
mismo año de 1651.
1654.- Unos
franceses saltan a la ciudad de Cumaná en actitud bélica, pero son rechazados
por sus vecinos al mando del octogenario Pedro Merchán que murió en el combate
abril de 1654.
Nota. Esta nota no es suficiente para conocer lo que fue la destrucción
de la Nueva Córdoba en 1654, veamos:
1) La destrucción de la Nueva
Córdoba, nos la narra el padre misionero Agustín de Frías, en memorial que
envía al marqués de Aytona el 6 de octubre de 1659, dice: “Harto es para mí el
volver a la materia primera, pero lo juzgo de Dios, y así lo haré penosamente
gustoso, por ver si, donde hallo el desahogo,
hallasen estos desdichados algún remedio. Llegó el inglés de Jamaica a
estas costas y el primer lugar que experimentó sus rigores fue la pobre ciudad
de Cumaná que, echando en tierra 500 hombres, se apoderaron en breve de la
ciudad y en 24 horas quemaron hasta los cimientos casi todas las casas,
profanaron las iglesias, sirviéndoles de cuerpos de guardia, quemando para
hacer sus comidas las sagradas imágenes, por nuestros pecados, que aún un cáliz
no quedó en la iglesia mayor para celebrar, ni altar para ofrecer el
sacrificio, confesando después el cabo de la gente haber valido con las ruinas
pasados de 200.000 pesos, y fue milagro no apoderarse de las fuerzas de Araya,
pues me consta de vista ha con 44 o 46 hombres con soldados y artilleros.
Tomado del Tomo II, Pág. 63, de la obra Misión de los capuchinos en Cumaná.
Pbro. Buenaventura de Carrocera.
2) En el “Cosectario de la Ciudad de Cumaná”, obra
cumbre de don Pedro Elías Marcano, que continuó lo que habia principiado Fr.
Antonio Patricio de Alcalá, aparece una Nota sobre el año 1654, que completa
esta relación, dice::
“Por hallarse constando en dichos libros parroquiales,
que por el mes de abril de mil seiscientos cincuenta y cuatro asaltó de
improviso a la ciudad el enemigo francés (Inglés dice Carrocera), y en su
expulsión y defensa murieron los siguientes: Antonio de Borja Puigarron, casado
con Juana de La Cruz Gutiérrez. Francisco Hernández casado con María Perdomo.
Melchor de los Reyes, casado con Juana de los Ángeles de la Portilla. Manuel
Salgado, hombre soltero. Gil Guina, soldado veterano. Diego Uriarte Zabala,
casado con doña Juana Mejía. Juan Giménez, mulato. Andrés Ramírez, casado con
Juana Vásquez. Don Manuel de Brizuela, hijo del Gobernador de la Provincia. Don
Pedro Merchán que como Maestre de Campo, aunque de 80 años de edad, mandaba y
gobernaba la gente para la defensa.
3) Prosigue la lista de muertos en combate: Alférez
Juan Ortiz de Aguilera, casado con doña Gracia, hija del Capitán Alonso
Vellorino. Don Pedro Ortiz de Sandoval Carriosa, de la isla de Santo Domingo,
casado con doña María, hija de Mateo Rendón. Don Gaspar Sánchez de Torres,
aragonés, casado con doña María García de Urbaneja, hija de José Urbaneja. Don
Juan de las Mariñas, casado con doña Juana Mejía, hija de Francisco Mejía, de
Caracas. Don Francisco Orpín, casado con doña Felipa de Villafaña, hija de
Gaspar Villafaña. Pedro Millán, casado con doña Melchora Gutiérrez de Navia,
hija de Luis de Navia. Jacob Alem, casado con doña Ana Preneleta hija
de Juan Preneleta. Oficial de la fábrica de Araya –Se refiere al Fuerte de
Santiago de Arroyo de Araya- Don Diego Torrico, casado con doña Leonor, hija de
Simón Calderón. Gerónimo Saez Castillejos,
casado con doña María, hija de Fabián Golindano. Juan Ponce de León, casado con
doña Isabel María Giménez de Isasi. Alonso Romero Lovaton casado con doña Ana
María Solano. Pedro García Salvatierra, casado con doña María Roman. Andrés
González de Acuña –que fue presbítero- casado antes con Laureana García. Don
Juan de Mendoza y Sandoval, hijo de don Martín Gobernador de la isla de
Trinidad, casado con doña Bernardina Vallejos, hija de don Francisco Vallejos.
Cristóbal Fernández Carrasco, casado con doña Clara Monroy. Don Juan de Guzmán,
casado con doña Luisa de Lugo, hermana de don Evaristo, e hija de don Luis de
Lugo. (Según las noticias genealógicas de la familia Martínez de Gordon, don
Evaristo de Lugo era hijo de don Hilario de Lugo).
NOTA.
Que en el año de 1657, peleando por desalojar de la costa a los invasores franceses,
murieron: el capitán Diego Rondón, casado con doña Ana Martínez Amigo. El
alférez don Antonio de Abreu, casado con doña Juana Colom. Y Manuel George,
soltero.
4) Esta página para los que niegan la
existencia de la ciudad de Nueva Córdoba, jamás comentada, por los que han
tratado de ocultar siempre la historia de la vieja Cumaná, la gloriosa Nueva
Córdoba, que es el testimonio de los pobladores de aquella ciudad madre, y sus
muertos en la trágica invasión de los piratas asesinos, que de acuerdo con el
Padre Frías, eran ingleses y así lo creo yo, porque es el mismo evento en el
cual muere Pedro Merchán; cuyo expediente fue rescatado de las ruinas de la
antigua ciudad por el sacerdote insigne Antonio Patricio de Alcalá, para que
los escrutadores de estas páginas sagradas les presten atención y recuerden su
sacrificio.
1656.- Para evitar los desórdenes y desgracias que ocurrían en
la conquista, el Gobierno de la Madre Patria prohibió las expediciones
militares contra los indios en 1652, ordenando en cambio que se enviasen
misioneros católicos. En tal virtud el 8 de mayo 1656 llegó a Cumaná la primera
misión compuesta de los frailes Juan Mendoza, Comisario, Francisco Gómez
Larruel, Diego de Los Ríos, Domingo Bustamante, Cristóbal de la Concepción,
Pedro del Río, Antonio Mateo y Felipe Pérez, naturales todos de castilla la Vieja,
quienes con gente armada, que les dio el gobernador como parte de su
custodia, hasta dejarlos entre los
indios y así fue como se establecieron en Píritu el mismo año. 1656.
Nota.- a) Hemos resumido de la obra de fray
Buenaventura de Carrocera “Misión de los Capuchinos en Cumaná”, lo que dice del
inicio de la impetración de esa orden en esta provincia. Refiere, que el padre
Francisco de Pamplona, pasó a Roma en 1646,
y en julio de ese año se aprobó su petición de servir en las Islas de Barlovento. Salió de
España con varios misioneros con la intención de establecerse en la isla de
Granada. Llegaron a su destino en junio de 1650, pero no permitieron, los
franceses que ocupaban la isla, quedarse allí, por tal circunstancia tomaron
rumbo a Cumaná donde fueron bien recibidos por su Capitán General don Gregorio
de Castellar y Montilla. En una junta fue aprobada su misión para los indios
Cumanagotos con sede en el pueblo de Píritu. Esta misión estando entre ellos
los frailes Lorenzo de Magallón, y Antonio de Monegrillo, floreció rápidamente,
con la adhesión de los indígenas, y construyeron una iglesia en Píritu, bajo la
advocación de La Purísima Concepción de Nuestra Señora; y al poco tiempo, otra
iglesia en el pueblo de los indios cocheimas, bajo la advocación de San
Salvador. Lamentablemente todo este esfuerzo se perdió por la incomprensión del
Obispo de Puerto Rico.
b)
Pero no todo se perdió y a la tozudez del aragonés Lorenzo de Magullón,
compañero de Francisco de Pamplona, obedece la impetración de la misión de los
capuchinos en la provincia de Cumaná.
Ahora
sabemos que el propio obispo de Puerto Rico, se levantó contra ellos, no le
interesaba para nada el progreso de esta parte de sus dominios, para lo cual cuestionó su labor y su
presencia que al parecer perjudicaba sus intereses en cartas del 8-11-1650, al Consejo del
Reino, y en consecuencia se les ordenó a los misioneros suspender sus labores y
regresar de inmediato a España, como tuvieron que cumplir.
c)
Murió este santo varón Fr. Francisco de Pamplona, y le llegó a su sucesor, la hora de actuar,
Fr. Lorenzo de Magallón, tozudo aragonés,
de tomar la antorcha y continuar la obra t5runcada en su mejor momento,
y así lo hizo: e inició su batalla, en la defensa de Francisco, y de la
dignidad de la misión, en la cual empleó su vida, su inagotable fe, su
incansable diligencia y resistencia hasta su tempana muerte; y éste, su
discípulo tenía el deber moral y cristiano de seguir sus pasos, sabía lo que le
costaría, pero estaba dispuesto, y tras seis años de tediosas y dificultosas
diligencias, venciendo toda intriga, fatiga
y desacuerdo, tocando de puerta en puerta, portando memoriales, testimonios,
recomendaciones, probanzas y documentos que lo acreditaban, pero sin desmayar,
usando sutilezas, y sobre todo su palabra con olor de santidad, como armas:
para defender a su superior y defender su empresa: con su fe en Cristo, que
ganaba toda voluntad y abría toda puerta, además de su constancia y el apoyo de las autoridades de Cumaná; en
fin, venciendo toda resistencia; el 8 de Mayo de 1656, día de San Miguel
Arcángel, arribó a Cumaná en compañía de Fr. Lorenzo de Belmonte, Fr. Agustín
de Frías, Fr. Francisco de Tauste, Fr. Miguel de Torres, aragoneses como él, y Fr. José de Carabantes, natural de Castilla.
Cinco caballeros de Cristo, para la gran cruzada en un continente decepcionado
de sus amos. De su obra hablan los pueblos de Venezuela hijos de su amor,
fundados por ellos, y las ruinas de sus
templos construidos y puestos en servicio, y mantenidos por más de 200 años, ruinas esparcidas en
nuestro territorio que aumentaron la fe
en Cristo crucificado de nuestro pueblo, donde la iglesia y sus sacerdotes han
invertido más de 500 años, enseñándonos la palabra de Cristo, cuyo legado forma
parte indivisible de nuestra cultura de nuestra idiosincrasia.
1657. Vuelven los
piratas franceses a invadir la ciudad de Cumaná y son derrotados 1657
Nota.- Desde 1652-1661, gobernaba en Cumaná un
notable funcionario del Imperio Español, Don Pedro de Brizuela, .al cual le
tocó enfrentar a los corsarios franceses en 1654, cuando destruyeron el antiguo
pueblo de Nueva Córdoba y asesinaron a su población. Los corsarios franceses le
tomaron gusto a su presa, y regresaron en 1657; pero ésta vez el gobernador
Brizuela no estaba desprevenido; la fuerza de Araya en pleno esplendor, bajo su
mando, actuó con presteza y cercaron al enemigo en el mar, con la escuadra
sutil: la acción militar fue estupenda
en ambos teatros; en efecto, el panorama cambio totalmente: las fuerzas
regladas de Cumaná y los milicianos, siempre dispuestos, entraron disciplinadamente en acción, con la
colaboración de los invencibles caciques guaiqueríes y sus huestes, y les
proporcionaron a los corsarios una contundente derrota. Le hundieron varios
barcos, y en tierra, en batalla sin cuartel, también los derrotaron y
persiguieron, causándoles numerosas bajas, tomando muchos prisioneros que luego
fueron juzgados y ajusticiados; de tal suerte que fueron muy pocos los que huyeron para no regresar nunca más.
Según los datos que
hemos podido recabar, es muy probable que durante su gobierno se reparara y
fortificara el antiguo fuerte de bahareque de San Antonio de la Eminencia, y se
montaran en él varios cañones para la defensa de la ciudad. El afamado fraile Francisco de Tauste y el
gobernador Gaspar Mateo de Acosta, dan noticias de este fuerte, en 1678 y 1688
-1687-1693 respectivamente.
Don Pedro era Caballero
de la Orden de Santiago. Fue un hombre recio y decidido. En cierta forma fue bendecido, cuando llegaron a Cumaná, el 8 de mayo de
1656, los misioneros observantes destinados
a Píritu para iniciar la evangelización de sus territorios; la avanzada
estaba formada por: un comisario, Juan de Mendoza, y Francisco Gómez Larruel,
Diego de los Ríos, Domingo Bustamante, Cristóbal de la Concepción, Pedro del
Río, Antonio Mateo, y Felipe Pérez. Estos fueron los primeros europeos que
conocieron la Cueva del Guácharo, de la cual hay tanto que decir, y lo diremos en su oportunidad
1667. Fundación del
pueblo de El Pilar por los misioneros bajo la advocación de San Pedro y San
Pablo
Nota.- En la obra del padre Buenaventura de Carrocera,
ya citado, encontramos la referencia de
la fundación del pueblo de El Pilar,
-Misión de los Capuchinos en Cumaná-, en el tomo I, pagina 139, que dice
que: La segunda población fue Nuestra Señora del Pilar, que se fundó en el valle de Chuparipar, muy remoto del
primer sitio donde estuvo la otra –o sea, muy lejos de donde estuvo la primera
fundación, el 10 de mayo de 1765,
celebrándose la primera misa el 19 de dicho mes y año. Según el padre Torrelosnegros esta misión se
trasladó más tarde al valle de Chicuatar donde está ahora la ciudad de El
Pilar; al parecer, por ser malsano el referido Chuparipar. Añade que “fundó
esta misión en todos sus sitios el Padre Felipe de Híjar, predicador, varón
verdaderamente apostólico, quien padeció inmensos trabajos en la reducción de
los indios. El padre Híjar murió ciego, pero trabajando sin descanso en su
obra, en abril de 1690.
1669.- Unos
filibusteros ingleses que quisieron apoderarse de Cumaná son rechazados por Don
Evaristo de Lugo que pereció en la contienda
Nota.- En esa fecha se produjo el milagro de la Cruz
de La Misericordia, y la muerte de Don Evaristo de Lugo, con el cual inicio mi
novela Las Conjuradas.
1669.- Se encontraba
entonces una cruz a la entrada de la ciudad por el lado del Salado en donde desembarcaron
los ingleses, quienes durante el combate pretendieron derribarla y no pudiendo
conseguirlo ni con golpes de hacha, ni con maniobras de cordeles le aplicaron
al pie una hoguera que se consumió a la voracidad del fuego, dejando ileso el sagrado madero. Lo cierto es que los
cumaneses atribuyeron el éxito del lance a la protección de aquella Cruz, la
cual comenzó desde entonces a recibir homenajes. De allí vino que le rindiesen
ternísimos obsequios, que se le invocase con confianza y que en las calamidades
públicas se sacas en solemne procesión. Circulaba en el vulgo el rumor de que
la cruz crecía y para evitar que una devoción indiscreta continuase
mutilándola, pues, de ella habían desmembrado ya algunos pedazos se la embutió
en plata, dejándola descubierta tan solo por una de las caras. Adoptose ese
partido después de la visita que en 1730 hizo el Obispo Pizarro. Desde aquellos
días se le ha llamado “La Cruz de la Misericordia” o “Santa Reliquia”, la cual
estuvo mucho tiempo colocada en el segundo cuerpo del Sagrario, en 1866 se puso
en el altar de la Sacristía y hoy se encuentra en el centro del altar de la
Iglesia de Santa Inés.
Nota.- El episodio en el cual muere don Evaristo de
Lugo, y se produce el milagro de la “Cruz de la Misericordia”., fue recogido
por éste Cronista, como parte de dos leyendas cumanesas con que escribí la
novela “Las Conjuradas”. En realidad el milagro de la Cruz, que se alza ante
los piratas y les impide el acceso al pueblo de Cumaná, es más que una leyenda;
y las amazonas, que salvan la ciudad y a su pueblo, también puede considerarse
como algo más que una leyenda.
1670. Los misioneros fundan el pueblo de Catuaro.
Nota.- Sobre la fundación de
este pueblo Kaima, dice el padre
Carrocera, que “Jesús del Monte de Catuaro”, se fundó el 29 de septiembre de
1689, con el pueblo más numeroso de aquella región de la provincia de Cumaná.
Fue su fundador el Padre Pablo de Berlanga,
Es un pueblo lleno de historia y
de glorias, ubicado en una eminencia estratégica donde el General en Jefe
Santiago Mariño estableció su Cuartel General durante la guerra de
Independencia.
1672.- La tercera
misión compuesta de los frailes Domingo Bustamante, Comisario, Francisco de
Gaona, Francisco de la Vega, y Gregorio de San José, naturales de La
Concepción. Marías Ruiz Blanco, Domingo Martínez, Alonso de Jesús, Diego de
Rivas, Juan de Solórzano, Juan Ordoñez, Jacinto Pérez, y Juan de Villegas, andaluces.
Francisco Mateos y Martín Pacheco, de San Miguel. Se establecen en Cumaná en
1672.
Nota.- En la obra del padre Carrocera, citada, no hay
noticias de esta expedición. Durante el período que va de 1669 a 1674, en que
gobernó la Provincia de Cumaná, don Sancho Fernández de Angulo y Sandoval, solo
dice que “Sabemos ciertamente que entonces se preparó una expedición de 12
religiosos para las misiones de Cumaná y Caracas, y que el nuevo obispo de esta
diócesis D. Fr. Antonio González de Acuña, se comprometió a llevarlos consigo y
a sus expensas. Pero en definitiva solo fueron cinco: tres para los llanos de
Caracas y dos para Cumaná. Estos últimos eran los PP. Francisco de La Puente y
Antonio de Idiazábal, ambos de la provincia de Navarra.
1675.- El Ilustrísimo
y reverendísimo Señor Fray Bartolomé García de Escañuela hace su visita
pastoral en diciembre de 1675.
1678.- Los
misioneros fundan: El pueblo de Arenas, bajo el patronato de Nuestra Señora de
la Candelaria. 1678. El pueblo de San Fernando 1679. El pueblo de Santa María
1680. El pueblo de Manicuare, bajo el patronato de la inmaculada Concepción. El
pueblo de San Juan de Macarapana, 1681.
Nota.- Por la importancia de su obra desearíamos
ofrecer mayor información sobre la labor de este importante Obispo de Puerto
Rico. El padre Carrocera (ob.cit) hace un relato superficial en relación con su
visita a Cumaná en esa fecha; destacando que los misioneros pedían lo que no
podía darles; llega a Cumaná, en momentos difíciles, porque durante el gobierno
de don Francisco Ventura de Palacio y Rada, ocurre la destrucción, por los
indígenas, de las misiones que tanto esfuerzo les había costado levantar, sin
embargo, por su obra, que aun es visible, podemos conocerlo. Es con la ayuda del Prelado, que los
misioneros logran fundar otras misiones: Santa María de Belén, en el sitio de
Mapuey; otra bajo la advocación de La Virgen del Pilar, en el valle de
Chuparipar; y otra en Areo, bajo la advocación de San José. Se hubiese
continuado esta labor pero todo se vino abajo, y no se pudo lograr, en esa
oportunidad, la continuación de la obra.
“Pudo obrar poco, dice Carrocera, aunque
deseaba mucho, en la recuperación de nuestras misiones y de sus ovejas
perdidas, porque, como su ilustrísima escribió a la reina nuestra señora, en
las Indias el cayado episcopal o lo pisan o lo quiebran”.
1665.- El castillo
de Santa María de La Cabeza, cuya fecha de construcción no podemos precisar,
estaba hecho para 1665; en 1668 se le agregaron cuarteles, un aljibe y un
arsenal, y en 1681, siendo gobernador de la provincia el Dr. Don Juan de
Padilla Guardiola y Guzmán, se le hicieron algunas reparaciones y un puente
levadizo, montose en cureñas su artillería y se allanó el cerro que le impedía
la vista al barrio de San Francisco. 1681.
Don Francisco Vivero
Galindo gobernaba la provincia desde 1680. Se retiró a la Corte de orden de su
Majestad en 1681 y para principio de 1683 estaba de regreso en Cumaná. En su
tiempo se construyó el Castillo de San Antonio, pues, en un fragmento de la loza
de dicho edificio se lee: VIVERO G. EGTO E 1684 YME. Además de esto tenemos el
dato de que el castillo de San Antonio se construyó en 22 meses, habiéndose
concluido el 17 de enero de 1686.
Nota.- Para
1665, fecha indicada de la construcción del castillo de Santa María de La
Cabeza, por don Pedro Elías Marcano, gobernaba la provincia don Juan de Viedma
y Carbajal, Según Fr. J. A. Ramos
Martínez, el gran cronista de la Cumaná de antier, el fuerte de Santa María de
La Cabeza, fue construido por Sancho Fernández de Angulo, Capitán General,
1669-1673, y fue restaurado por don Juan de Padilla y Guardiola 1680-1685
debido a los daños causados por el terremoto de 1676. Este gobernador hizo
fabricar nuevas cureñas para su artillería; allanó el cerro de Quetepe, que
impedía la vigilancia sobre el barrio de San Francisco; y le construyó el
puente levadizo que lo comunicaba con el rio. En 1761 el Capitán General Diguja
y Villagómez, lo describe en plano esplendor.
En relación con el castillo de San Antonio y su
emplazamiento, tenemos otra historia, ya que en las pinturas de Jácome
Castellón, 1523-1542- aparece señalada la prominencia que ocupa en el cerro de
Pan de Azúcar, con una cruz; que indudablemente significa que estaba ocupada
con una construcción rústica para la defensa de Cumaná, tal vez de piedras y
barro, como lo señalan los estudiosos de sus orígenes; y eso es parte de su
historia. Pero además, hoy tenemos los elementos necesarios para reconstruir su
historia casi por completo, como lo viene haciendo la arquitecta Ana Teresa
Oropeza; pero éste no es el espacio para ello.
Los misioneros
fundan: el pueblo de San José de Areocuar en 1684; el pueblo de San Lorenzo en
1685.
Nota.- La misión de San José de Areocuar, aparece en
la obra de Carrocera (ob.cit) fundada por el padre Agustín de Frías el 28 de
octubre de 1677; y el pueblo de San Lorenzo mártir de Caranapuey, por el padre
Pablo de Godojos, el 4 de setiembre de 1697. En relación con esta fundación el
padre Godojos dejó constancia de esta fundación, que realizó con la
colaboración del cacique coaca Juan Guaripiaca.
1687.- La Ley de
encomiendas que consistía en proteger a los indígenas de las injusticias,
dándoles educación cristiana y doméstica y dirección a sus trabajos en cambio
de que ellos recompensaban al encomendero con un tributo de oro, frutos o minas
y tierras labradas, se expidió al principio de la conquista. En 1538 se
concedió solo esta ley a los individuos que residieran en los lugares
conquistados; pero habiendo resultado ineficaz esta medida, el Gobierno privó a
fines del siglo XVI que se les diesen dichas encomiendas a los principales
empleados de la colonia y ordenó además que ningún indio debía ser alquilado ni
dado en prenda so pena de perder la encomienda. Por fin en un Reglamento para
la población de Indias se declaró: Que las encomiendas dejaban de ser
hereditarias, permitiéndose solamente que del propietario pasase al hijo,
después de lo cual pertenecerían a la Corona y los indios se considerarían como
vasallos directos del Rey. Mas por no haberse cumplido religiosamente estas
disposiciones por parte de los encomenderos el Gobierno abolió las encomiendas
por Cédula de 1687.
Nota.- La encomienda era una concesión otorgada por la Corona,
supeditada a la confirmación real, a
través de algunos de sus funcionarios: virreyes, presidentes de audiencia,
gobernadores, que implicaban a un grupo de nativos encabezados por algún jefe
étnico- tradicional o designado por los europeos quienes debían pagar un
tributo al beneficiario de tal merced. La encomienda se transformó en el bien
más preciado al que un conquistador podía aspirar, como recompensa de sus
servicios militares en los territorios colonizados. Por la perversión del
sistema el mismo Imperio se vio obligado
a suprimirlo,
Al principio el sistema de encomiendas fue uno de los pilares sobre el
que descansó la economía colonial en los primeros tiempos de la conquista. Por
la necesidad de mano de obra barata para el campo, el indígena se convirtió en
la alternativa para la explotación.. El régimen surgió como única forma de
respuesta al requerimiento de mano de obra Muy pronto la organización económica
de los inmensos recursos de estas tierras se apoyó esencialmente en la fuerza
del trabajo indígena sometidos al interés del encomendero.
1688.- Don Gaspar
Mateo de Acosta, Gobernador y Capitán General de las provincias de la Nueva
Andalucía, Nueva Barcelona y San Cristóbal de Cumanagotos, durante los años
1687 a 1689, le hizo una fuerte estacada al castillo de San Antonio y montó su
artillería. 1688
Nota.- Don Gaspar colabora y
alienta a las misiones capuchinas, en
una época la de mayor crecimiento, y expansión de la iglesia católica en
Venezuela y Cumaná. Alcanzó merecida fama: organiza las fuerzas reales, fomentó
la agricultura, puso énfasis en siembras de tabaco en Cumanacoa; maíz, cacao y
algodón, en Cariaco, ganadería en los llanos de Maturín; también emprende la
construcción de algunas baterías y la reparación de los tres fuertes
principales de Cumaná, averiados por el terremoto de 1684. Dotó al fuerte de
San Antonio de una muy buena estacada. Durante su gobierno y con su protección,
se fundan las misiones de: Roldadillo (1688) en el sitio de los Bordones a
orillas del río Tacar; Catuaro (1689), El Rincón (1690) en Araya; Santa Cruz de
Cariaco (1691) y Aricagua
1688.- En Bordones,
sitio inmediato a la ciudad de Cumaná, se funda un pueblo con el nombre de
Roldanillo, que es abandonado poco después con motivo de la viruela que lo
invadió. 1688
Nota.- Dice Fr. Ramos Martínez (Ob.cit) que
Roldanillo, pueblo de misiones, que floreció al lado de Cumaná; fue fundada en
1688, durante el gobierno del Capitán General, Gaspar Mateo de Acosta, por el
padre Matías Ruiz Blanco, según Cédula Real emanada del propio Rey Carlos
II. Fue poblada rápidamente a orillas
del rio Tacar o Bordones; y alcanzó una población de hasta 50 familias, 300 o
400 habitantes, que fabricaron su templo cuyas ruinas se veían hasta hace poco
tiempo; en el cual se veneró la imagen de San Buenaventura. El pueblo se
mantuvo hasta el año 1715 o 16, cuando administraban la provincia los alcaldes
ordinarios por la muerte de don Mateo Ruiz de Mazo, Capitán General. La
desgracia de la peste de viruelas lo arruinó por completo, murieron más de 200
personas, y fue totalmente abandonado.
(1692) en el valle
de Cumanacoa.
1690.- Los
misioneros fundan: El pueblo del Rincón dándole por patronos a San Pedro y San
Pablo. 1690. El pueblo de Santa Cruz. 1691. El pueblo de Aricagua bajo la
advocación de Nuestra Señoras de la Soledad. 1692. El pueblo de Marigüitar designándole por
patrona a Santa Ana. 1694.
Dice Carrocera (ob.cit) que la
misión de “El Rincón”, la fundó Fr. Esteban de Arizala, el 2 de enero de 1691,
en el valle de Anacocuar, donde murió el 14 de febrero de 1708. La misión de
Santa Cruz de Amanita, fue incendiada por los caribes en 1693, no dice ni quien
ni cuando se fundó.
Sobre la misión de Aricagua El padre José Antonio Ramos Martínez, sabio
cronista (Ob.cit) dice que ésta iglesia
de Aricagua, de estilo dórico. -¡Aun se pueden apreciar sus columnas!- Fue
reconstruida durante el gobierno de Emparan, -entre 1792 y 1803- al igual de
las demás de ese maravilloso valle de Cumanacoa; y que antes era una iglesia de bajareque muy
reducida, construida por el Capitán Luis de Salas, entre 1650 y 1670. En 1734
estaba servida por el padre Raimundo Ramón Romero, y seguramente, desde mucho
antes los misioneros aragoneses, que avanzaron por el valle de Cumanacoa desde
1658, bajo el mando de Lorenzo de Magallón y sus compañeros: Lorenzo de
Belmonte, Agustín de Frías, José de Carabantes, Francisco de Tauste y el lego
Tomás de Torres.
1700.- El Tabaco y
el cacao principian a cultivarse para la exportación. 1700.
Ramos Martínez (Obr.cit) en
relación con el cultivo del tabaco en la provincia de Cumaná, dice: que según
Humboldt, solo era superado en calidad por el de Cuba, lamentablemente Carlos
III, prohibió su cultivo. El Oidor Chávez, pretendiendo favorecer a los
campesinos lugareños destino 12 fanegas de tierras realengas en Cumanacoa, para
el cultivo exclusivo del tabaco. Para finales del siglo XVIII habia un millar
de campesinos que lo cultivaban; pero la producción apenas alcanzaba para
cubrir la demanda de Cumaná y Barcelona. Después de la Independencia Cumanacoa
surtía toda la demanda en ambas provincias e inició la exportación, no solo de
las hojas sino de maravillosos productos. Los tabacos cumaneses competían con
los cubanos en el mercado internacional.
En Relación con el cacao
venezolano debemos decir algunas cosas importantes, nuestro cacao no tenía
competencia en el mundo, se trataba del cacao “criollo” de remarcado aroma y
blanco, el único dulce que existió y del cual queda muy poco en estas tierras
porque en 1885 fue introducida la semilla de Trinidad, ahora llamada
“Trinitarian Autsider de mayor productividad pero de menor calidad”.
Cuando los españoles llegaron a Venezuela, encontraron que el cacao se
extendía en diversas las regiones de América y en especial en Venezuela, de
Este a Oeste, de Norte a Sur. En regiones como la cuenca del lago de Maracaibo,
en las riveras de sus ríos; también notaron la existencia de grandes campos de
cacao en las selvas del Río Negro y del alto Orinoco, donde viene el nombre de
“monte cacao” o CACAO. Entonces descubrieron que los indios tomaban una bebida
preparada con la semilla del cacao que ellos llamaban CHACOTE, de donde viene
la palabra chocolate. En los altares de sus dioses ofrendaban manteca de cacao,
quemada en parrilleras de barro. Igual que los aztecas, los indios venezolanos
utilizaban los granos de cacao como moneda y también preparaban una bebida con
fines medicinales, religiosos y cosméticos.
En la provincia de
Cumaná, que fue uno de los primeros lugares donde se cultivó el cacao, los
españoles, franceses y nuestros campesinos
establecieron grandes haciendas y exportaban sus frutos a través del
puerto de Carúpano hasta el puerto de Gibraltar y desde ahí a España, Suiza y
Francia. Sin embargo, muchos de los despachos fueron desviados hacia la isla
caribeña de Curazao, colonia holandesa, y de esta manera surgió un contrabando
de grandes proporciones hacia otros países europeos que estaban dispuestos a
pagar mejores precios. Por esta razón fue creada en la colonia española la
Compañía Guipuzcoana, a fin de garantizar el suministro de los productos
venezolanos a España, incluyendo el cacao. Según el escritor venezolano Rafael
Baralt “durante la segunda mitad del siglo XVIII, España no recibía un solo
grano de sus plantaciones en Venezuela, teniendo que comprarlo a los holandeses
en Ámsterdam.”
Por el año 1810, antes
de comenzar la Guerra de Independencia contra España, Venezuela cosechaba
200.000 fanegas de cacao (20.000 t) anuales. Durante el período de la República
(1850-1880), a pesar de los altibajos que experimentó este cultivo, continuó
ocupando un lugar destacado. Después de la recesión económica, causada por la
Guerra de la Independencia a finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX,
el cacao volvió a ocupar su lugar prioritario, siendo la actividad principal de
la sociedad de aquella época. El cacao representaba el 75% de las exportaciones
venezolanas, dejando grandes ganancias. En esa época, el cacao era vendido a un
alto precio, en promedio 80 pesos por una fanega, y los mantuanos, propietarios
ricos de todas las grandes haciendas del país, podían darse el lujo de vivir
como príncipes. Gracias al comercio del cacao, surge una nueva denominación
para esta clase social: LOS GRANDES CACAOS.
Alejandro de Humboldt en su obra
“Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente” Tomo V. dice: Cacao.-
Producción total: 193.000 fanegas de 110 libras españolas, de las cuales
Venezuela exporta (comprendido el comercio ilícito) 145.000 fanegas. Valor
total, más de cinco millones de pistras fuertes. El número de árboles para
1814, era de cerca de 16 millones. Es el cacao el fruto que dio anteriormente
la mayor celebridad a esta parte de la Tierra Firme.
1703.- Victoria
obtenida en la ciudad de Cumaná sobre unos enemigos que trataron de invadirla,
el 31 de enero de 1703.
Nota.- Este acontecimiento y otros similares se produjeron cuando
Gobernaba la provincia, don JOSE RAMIREZ DE ARELLANO.
-1696-1706. Ocupó su cargo con el título de Sargento Mayor, Gobernador y
Capitán General de estas provincias de Nueva Andalucía, Nueva Barcelona y San Cristóbal de los Píritus y Cumanagotos
y fuerzas reales.
En 1703 y 1705 rechaza sendas
incursiones piratas inglesas y francesas.
Es fama que obtuvo una gran victoria el 30 de enero de 1703 contra
bucaneros ingleses que invadieron la provincia, lo que demuestra el trabajo que
se venía haciendo en la fortificación y disciplinamiento de las tropas. En 1704
construyó el reducto de San José, en el ya populoso barrio de Chiclana, para
tres cañones; lo que se desprende de una comunicación para el Rey. La ciudad
era defendida por trece fortalezas, incluyendo el fuerte de Santiago de Araya -
La girnalda del Imperio Español en América.
La familia de este Capitán General
se multiplicó en Cumaná, en el Consectario de la ciudad de Cumaná, hay buena cuenta de ello. Su sobrino el
Teniente Coronel Dionisio Sánchez Ramírez de Arellano, Alcalde de la Fortaleza
de Araya, casó en Cumaná con doña Inés
María Vallenilla Arana con la cual procreó 10
hijos y todos dejaron descendencia.
1710.- Visitador Juan Antonio Marcano.
Nota. Destacado sacerdote Cumanés, mencionado por Ramos
Martínez (Ob.cit). Notario Eclesiástico de Cumaná, y prebendado de la Iglesia
Catedral, cuyo trabajo como visitador, que enriquece nuestra bibliografía
histórica, aparece en los libros de guaiqueríes fechado el 10 de diciembre de
1710.
1713.- El ilustrísimo obispo Don Fray Pedro de la
Concepción Urtiaga Salazar y Parra hizo su visita pastoral a Cumaná desde fines
de 1712 hasta principios de 1713.
Nota.- Este ilustre obispo de Puerto Rico, natural de
Querétaro México -1706-1712, visitó por varios meses nuestra provincia, que
pertenecía a los anexos ultramarinos de aquella Diócesis, pero no pudo terminar
la visita de toda la provincia, por lo cual delegó sus poderes para continuarla
en el sacerdote cumanés Juan Antonio
Marcano, Notario Eclesiástico, que tampoco pudo cumplir su cometido, por la
misma situación creada por el Capitán General
don Alberto Bertodano, con el cual la jerarquía eclesiástica no pudo
entenderse y además, inestable y peligrosa toda, por la que atravesaba la
iglesia, especialmente las misiones.
1713.- La Vicaría Superintendente se establece en
Cumaná para proveer los beneficios que vacaban en los anexos ultramarinos del
Obispado en 1713.
Nota.-1) VICARIOS SUPERINTENDENTES. Esta Institución de la Iglesia Católica, se instituyó
en Cumaná el 7 de febrero de 1713
debido a la consolidación de la iglesia católica, a su crecimiento y a
su magisterio.
Aunque las razones que da el obispado para su
creación fue otra, dice Ramos Martínez
(Ob.cit), que fue instituido para
proveer los beneficios eclesiásticos de las provincias de Cumaná, Barcelona,
Guayana, y las islas de Margarita y Trinidad a los que no podía llegar el
obispado de Puerto Rico.
Carrocera por
su parte señala, que el obispo franciscano de Puerto Rico, monseñor Pedro de la
Concepción Urteaga, estableció en Cumaná un Vicario Superintendente
eclesiástico, -porque él no podía hacerlo-, con amplias facultades para el gobierno
de cuantos españoles vivían en las ciudades y pueblos de los anejos; su
autoridad espiritual la extendió también a las misiones. En vista de lo cual,
La Santa Sede, por decreto de la Congregación Consistorial del 20 de mayo de
1790, desmembró de dicha diócesis de Puerto Rico, las provincias de Guayana y
Cumaná con la isla de Trinidad y Margarita, erigiendo con ellas la diócesis de
Guayana, y nombró su primer Obispo a Monseñor
Francisco de Ibarra, natural de Guacara Venezuela.
2) Entre 1713 y
1799, fueron Vicarios Superintendentes de la Iglesia de la Provincia de Nueva
Andalucía o Cumaná, los siguientes sacerdotes:
1713. Fr. Baltazar de Osorio. 1722.- Fr. Pedro Centeno. 1729- 1747.- Fr.
Juan Crisóstomo Figueroa de Cáceres. Y cumplieron suplencias en este período: fra.
Manuel de Sotomayor y fra. Baltazar Martínez de Gordon. 1740.- fra. Dr. Tomás
de Sifontes Valdivieso. 1742.- fra.
Felipe Martínez. 1748.- fra. José de Vallenilla Arana. 1760.- fra. Francisco
Javier de Figueroa. 1761.- fra. Pedro Valerio Verasa. 1761-1764.- fra. Fernando
Manuel del Bastardo y Loaisa. 1765-1777.- fra. Antonio Patricio de Alcalá. 1778-1790.- fra. Andrés Antonio Callejón
1790.- fra. Baltazar Ramírez de Arellano. 1790.- fra. Antonio González 1799.- fra.
Andrés Padilla Morón.
1720.- El pueblo de
Irapa, su patrono San José, es fundado por los misioneros en 1720
Nota.-
San José de Irapa. Dice Carrocera (Ob.cit) Todos los documentos están contestes
en decir que esta fundación tuvo lugar en 1736, siendo prefecto el padre Juan
de Longares; pero, mientras el padre Antonio de Blesa afirma en 1745, que la
fecha exacta en que se comenzó fue el 24 de junio de 1736; en lo que conviene también el padre
Buenaventura de Zaragoza; el P. La Mata, señala el 21 de julio del mismo año.
Éste mismo nos proporciona otros datos y pormenores interesantes sobre esas
fundación, diciendo, por ejemplo, que estaba situada en la costa de Paria en la
banda del Sur; “Fértil y abundante en tierras para toda clase de frutos y
cacao. Su río, algo escaso de aguas y no las más saludables. Diole principio el
padre Francisco de Torres, hijo de la santa provincia de Aragón, con 50
familias de la nación chaima.
1721.-
Visita Pastoral del obispo don Fray Fernando de Valdivia y Mendoza, a la ciudad
de Cumaná.
Nota.- 17-02-1721. Gobernaba en Cumaná
JUAN DE LA TORNERA SOTA. 1721- 1733. Fue un gobernante terco en hacer mal las
cosas y por eso pagó muy caro. No entendemos como pudo estar tanto tiempo en el
gobierno.
El Obispo las pasó muy mal en
Cumaná por las intemperancias del gobernador. Sus constituciones están fechadas
26 de abril de 1721, y las de Margarita 14 de junio del mismo año; al parecer
salió presuroso de los dominios de don Juan.
Antes de asumir la gobernación, en
1720, se atribuye la fundación de la ciudad de Maturín, acto que no fue
reconocido legalmente. El Ayuntamiento de Maturín lo acusa, 10 años después,
ante la Corte, de negligencia, impiedad, abuso fiscal y contrabando. El 23 de octubre de 1734 se
ordena a su sucesor, que embargue sus bienes
y lo remita preso a España.
En esos 12 años de gobierno, los
misioneros capuchinos fundaron la ciudad de Soro, bajo la advocación de San
Juan, lo que significaba la pacificación de los caribes y la penetración hacia
las fértiles tierras cacaoteras del este de la provincia. En 1728 se establece
en la Nueva Andalucía la Compañía Guipuzcoana.
El ilustrísimo obispo de Puerto
Rico, Sebastián Lorenzo Pizarro, también hace su visita pastoral a la
provincia, de cuya relación aprovechamos sus señalamientos para la historia y
comprensión de su época. Durante este mandato los Jesuitas en Guayana fundan la
misión de Concepción de Uruana, llamada a poco Urbana.
1722.-
Nace en Cumaná el Pbro. Antonio Patricio de Alcalá, lo que constituye un
acontecimiento que no puede pasar inadvertido. Nació durante el gobierno de don Juan de la
Tornera Sota cuando estaba en apogeo el trabajo de los misioneros, y todo mundo
quería ser sacerdote. En Cumaná se celebraban los éxitos de los misioneros,
eran héroes; y además llega el
ilustrísimo obispo de Puerto Rico don Sebastián Lorenzo Pizarro, y por supuesto
la pompa y los festejos en las iglesias se hicieron inolvidables para el
infante.
Más adelante
en 1733 arriba a Cumaná don Carlos de Sucre y Pardo, Marqués de Preux, con toda
su familia, y con el Gobernador también vino el Marqués de San Felipe y
Santiago, Don Juan de Castilla; entonces Cumaná saboreó el esplendor de la
Corte; Antonio ya tiene 11 años, y está
metido en todo ese barullo, porque es miembro de una de las familias más
importantes que muy pronto se uniría a la nueva corte. El Padre Alcalá fue un
factor imponderable en el desarrollo de la cultura del pueblo de Cumaná.
1724.- El pueblo de
Soro, bajo la advocación de San Juan fue fundado por los misioneros.
Nota.- Carrocera (Ob.cit) dice que casi todos los
historiadores concuerdan en que esta misión fue fundada en 1736, pero difieren
en el día y el mes: Buenaventura de Zaragoza dice que fue el 26 de febrero,
mientras que el padre La Mata, afirma que fue el 24 de junio. Lo cierto es que
esta misión la inició el padre Francisco de Villael, a costa de muchos
sacrificios.
1728.- Se establece en Venezuela la Compañía
Guipuzcoana para hacer el comercio y fomentarlo.
Nota.- Este proyecto en principio
exitoso se convirtió muy pronto en un dolor de cabeza para los productores y
comerciantes venezolanos. La destruyó la corrupción.
Hemos Tomado del Libro Historia de Venezuela para la enseñanza superior, de la “Colección la Salle”
1958, este trabajo de J.M Siso
Martínez, que solo trata los aspectos positivos de gestión. Le falta decir las causas por las cuales fue
denunciado este tratado. Veamos:
“El Rey de España el 25 de septiembre de 1728, aceptó la propuesta de los
comerciantes vizcaínos, y firmó un contrato con la célebre compañía Guipuzcoana de Caracas. Bajo
el patrocinio de “San Ignacio”, se formó esta sociedad mercantil, cuya dirección residió en San Sebastián -España- y,
desde 1751, en Madrid. Tenía el monopolio del comercio de Venezuela, Nueva Andalucía, Maracaibo y
Trinidad. Los navíos salían de Guipúzcoa y a la vuelta debían tocar en Cádiz y
pagar los derechos convencionales. Gozaban sus empleados de las
mismas prerrogativas que los de la Armada Real, de la cual la “Compañía”
recibía el apoyo necesario. Para impedir el comercio clandestino, podía
asimismo tener armas y buques de vigilancia. En 1730
llegaron a Venezuela los primeros buques de esta compañía: el “San Ignacio”, el
“San Joaquín”, y las fragatas “Santa Rosa” y “Guipuzcoana”. Los venezolanos,
acostumbrados al comercio clandestino, mostraron al principio cierta indiferencia
con los agentes de la compañía, los cuales tardaron tres años en conseguir el
cacao necesario para cargar sus buques y regresar a Europa. A pesar de la indiferencia con que
fue acogida al principio y de la intentona de sublevación que, a instigación de
los holandeses, quiso realizar el zambo Andresote en el valle del Yaracuy, la
compañía se afianzó y estableció un servicio regular entre España y Venezuela.
Cada dos meses, un buque mercante proveía a la colonia con artefactos europeos
y exportaba los productos del país. Para fomentar la agricultura y estimular a los hacendados,
estableció premios anuales, favoreció la entrada de trabajadores libres y trajo
al país más de dos mil esclavos negros, que vendió a los propietarios, lo que
permitió el ensanche de los cultivos tropicales La producción del café aumentó considerablemente, y alcanzó en 1808 a
1.000.000 quintales. En 1767 se desarrolló la plantación de algodón, y en 1768 se implantó el cultivo
de añil, cuya exportación llegó a un millón de libras; se
inició el comercio del dividive. En pocas palabras, a la Compañía Guipuzcoana
debió Venezuela su relativa prosperidad económica del siglo XVII”.
1730.- El ilustrísimo Señor Don Sebastián Lorenzo Pizarro
visita pastoralmente a Cumaná en mayo y junio de 1730.
Nota. 1) Carrocera (Ob.cit) este obispo llegó
a Cumaná el 8 de abril de 1729.; visitó
Barcelona y sus pueblos y misiones, según información del propio gobernador de
Don Juan de La Tornera Soto. El Obispo, que encontró al clero de la provincia
inmerso en profunda crisis, promulgó varios
estatutos para el buen gobierno de la iglesia y las misiones; y una vez
cumplido su deber escribió desde Caracas al Rey, dándole cuenta del precario
estado de la provincia y del mal gobierno de Don Juan. Sus documentos se han
convertido en fuente de conocimiento de las penurias del gobierno colonial de
esos tiempos.
29-06-1739.-
COMBATE NAVAL EN CUMANA. PIRATAS INGLESES PRETENDEN TOMAR CUMANÁ. (AGREGADO)
Cumana
siempre fue asediada por piratas y bucaneros y en la mayor parte de los casos
triunfamos contra ellos así fue el caso de este evento. En el fuerte de Santa
Caterina, en la boca del río Cumaná, siendo Capitán General de la provincia de
Nueva Andalucía, don GREGORIO ESPINOZA DE LOS MONTEROS -1740-1745- que
reemplazó al coronel don Carlos de Sucre, Marqués de Preux, que había cumplido
su quinquenio. Gobernó Don Gregorio
desde el 29 de junio de 1739 hasta 1746; llegó a Cumaná acompañado de su esposa
doña Ana de Cubas y Palacios, quien al
mes de estar en la ciudad parió a su hija María Ignacia, de la que fue padrino el Vicario
Superintendente Dr. Tomás de Sifontes Valdivieso.
Acompañárosle
también tres hijos de su primer matrimonio. Le tocó terminar de construir el
fuerte de Santa Catherina en la desembocadura del río Chiribichií o Cumaná,
para lo cual encomendó los trabajos a su hijo Félix Espinoza de los Monteros,
al cual le toco defender y defendió heroicamente la ciudad del ataque pirata de
un navío y una balandra inglesa que intentaron tomar la ciudad; y en una acción
heroica, el 1° de octubre de ese año, después de cuatro horas de combate,
obtuvieron una victoria esplendida.
Los cumaneses derrotaron una vez más a los
piratas y pusieron en fuga a los legendarios dueños del mar, los ingleses. En
esta acción, como en otras que intentaron tomar por la fuerza la ciudad, probó
la fortaleza de sus fuerzas regulares y sus milicias siempre prestas; y su capacidad para disuadir a los invasores.
Es oportuno recordar los ataques de los holandeses y de otros piratas a Cumana:
1740.- Carúpano, bajo el patronato de Santa Rosa, y Santa
Fe bajo la advocación de Nuestra Señora de la Concepción, son fundados por los
misioneros en 1740.
Nota.- 1.-
Hemos tomado esta nota esclarecedora sobre la fundación de Carúpano del padre
Ramos Martínez, (Ob.cit), cuando dice que el obispo de Puerto Rico, Fray Damián
López de Haro, en su vista a la
provincia de Cumaná, ordenó la construcción de una iglesia en Carúpano
arriba, según puede leerse en la Constitución que escribió en Margarita el 23
de diciembre de 1647, veamos el texto:
“Por cuanto habiendo visitado por nuestra persona, y no con pequeños
riesgos, dicho Puerto Santo y demás valles de tierra Firme, como son Guayacán,
Macarapana, Río Caribes, y Carúpano, hallamos que en dichos valles habitan más
de cuatrocientas almas así de labradores ricos, que van y vienen de esta
ciudad, como de indios, negros, mulatos de que se sirven para dichas labranzas, y que todos están sin
doctrinas ni párroco que cuide darles pasto espiritual y que los más de ellos
se quedan sin Misa y mueren sin sacramentos por no poder ir a Puerto Santo
donde esta el capellán doctrinero de dicho capitán Juan de Arce para doctrinar
los indios de Paria; por tanto desenado la salvación de sus almas y cumplir en
esta parte con nuestra obligación y lo dispuesto y ordenado por el Santo
Concilio de Trento, mandamos que en el sitio de Carúpano, que cae en dichos
valles en medio y Tierra Firme, se edifique una iglesia y se nombre capellán
doctrinero que asista en dicho sitio y dé pasto y consuelo espiritual a todas
nuestras ovejas que habitan en dichos valles y Tierra-firme, para cuyo efecto
se haga igual y debido repartimiento en todos los interesados por todo rigor de
derecho según esta dispuesto por los sagrados cánones.
Creo que para esa fecha, como lo
dice esta Constitución, ya ese valle estaba poblado, y por lo tanto, la ciudad
de Carúpano, debe tener una fecha de nacimiento anterior al 23-12-1647, que
debe buscarse.
2.- En relación con Santa Fe,
bajo la advocación de Nuestra Señora de la Concepción, no encontré nada, ni en
Ramos Martínez ni en Carrocera. Ahora en relación con el pueblo de Santa Fe, la
misión fundada por Pedro de Córdoba en 1515, a 10 leguas de Cumaná “última
luenga”, hacia el occidente, la nación indígena de los indios tagares del gran cacique
Maraguey; fundada en la desembocadura del río Chiripichi; su historia esta
unida con la resistencia indígena liderada por los caciques Toronoima, más
conocido como Gil González. Los historiadores que pretenden que toda la
historia de la fundación de Cumaná, se realizó en ese bello y hermoso lugar,
tienen el problema de desmentir a Bartolomé de Las Casas, el único que vivió su
larga y provechosa vida, toda su vida, entre los indígenas de este continente,
y escribió sobre todos los temas históricos y geográficos necesarios para
conocer y entender nuestra historia.
1741.- La batería de
San Carlos a la desembocadura del río Manzanares la construyó el Brigadier
Gobernador Don Gregorio Espinoza en 1741, fiando sus trabajos a su hijo Don
Félix, quien tuvo que atrincherarse y combatir contra un navío y una balandra
inglesa que quisieron ocupar a Cumaná, los cuales salieron escarmentados
despues de cuatro horas de pelea el 1º de octubre de 1741.
Nota.- Fray Antonio de Caulin en su obra Historia de
la Nueva Andalucía, lo dice en el capítulo III. Ratifica en todo este punto;
sin embargo también es bueno agregar que en la boca del río también se
construyó en ese tiempo el fuerte de Santa Caterina y la Casa Fuerte, que
sirvió de Aduana. Aun debemos añadir que esta fortaleza se conoció con el
nombre de batería de La Boca, y que este complejo defendía el puerto de Cumaná
sobre el río. A continuación Caulín dice:
“Esta ciudad es la capital de la Provincia de su
nombre, gobernada comúnmente en este siglo por señores coroneles, y brigadieres
de los ejércitos de S. M. Católica con títulos y honores de Gobernador, y Vice
Patrón Real. Tiene así mismo dos alcaldes ordinarios, regidores, y demás
oficios de justicia; y sus cajas reales con tesorero, y contador que las
administran…”
Esta viene a ser una visión de Cumaná a mediados del
siglo XVIII.
1741. El ilustrísimo
Señor Obispo Don Francisco Pérez Lozano, visita a Cumaná en octubre de 1739; a
El Pilar en marzo de 1741 y volvió a Cumaná donde promulgó sus Constituciones
el 11 de setiembre del mismo año, habiendo permanecido en esta ciudad hasta el
año siguiente, en cuyo tiempo erigió a Carúpano en parroquia eclesiástica.
1742.
Nota.- Observamos que los obispos de Puerto Rico, se
complacían en sus visitas a Cumaná. Varios de ellos están enterrados en esta
tierra bendita de Dios. Dice Carrocera (Ob.cit) “No sabemos cuando haya tenido
lugar –La visita, por supuesto-: quizás diese comienzo a ella en setiembre de
1739. Por lo menos nos consta que con fecha 30 de ese mes y año dio su decreto
de erección en doctrinas a las siguientes poblaciones misionales: Santa Ana,
Santa Cruz de Cumaná, San Antonio del Río Colorado, San Francisco de
Guarapiche, San Félix de Cantalicio y San Lorenzo Mártir. Parece ser que los
religiosos, sin duda por ser pocos, ya las dejaron entonces sin esperar
siquiera a que viniesen los clérigos seculares que debían hacerse cargo de
ellas. Esta medida fue confirmada por cédula real de 1744”.
Las misiones pasaban a ser
doctrinas, cuando se consideraba que habían alcanzado la categoría de pueblos y
los indígenas estaban en capacidad de pagar al Imperio.
1744. Los misioneros
fundan Rio Caribe dándole por patrono a San Miguel. 1744.
Nota.- Rió Caribe tiene otra historia, y no tiene una fecha
exacta de fundación, se le atribuye al Justicia Mayor Pedro López de Pedrosa y
Brito, que para 1738 tenía residencia en Río Caribe, con jurisdicción
territorial en La Esmeralda y toda la costa de Paria; sin embargo algunos
investigadores afirman que la ciudad se inició en 1523, cuando el reverendo
padre Miguel de Aurolán fundó una misión
franciscana en ese mismo sitio que ocupa la ciudad de Río Caribe;
otros afirman que el propio conquistador Diego de Ordaz, la refundó en
1531, con el nombre de San Miguel de Paria, todo ello es historia y tiene el
valor de avalar todo un proceso fundacional de esa estupenda ciudad de sabor
colonial visitada por tantos turistas. Durante varias centurias estuvo aislada,
y fue en las primeras décadas del siglo XX que construyeron la carretera que la
une a Carúpano; y a finales del siglo
XIX se puede hablar de un incipiente desarrollo agroindustrial, rural y
comercial, teniendo como base el cultivo
del cacao, y su pueblo se incorporó a la dinámica del negocio, de la
exportación, el cultivo masivo y al proceso de la comercialización e
industrialización de ese rubro que hoy es orgullo del estado Sucre y de toda
Venezuela, pues en su territorio se cultiva una de las mejores especies de
cacao del mundo por su sabor y aroma.
1752.-
El ilustrísimo Obispo Francisco Julián Antolino, estuvo en Cumaná en 1751 y dio
en ella sus Constituciones en 1753.
Nota.- Gobernaba en Cumaná Don DIEGO DE TABARES HAUMADA Y
BARRIOS. 1746-1753. Nombrado gobernador y capitán general de las provincias de
Nueva Andalucía, Nueva Barcelona y Guayana, en 1746 y ejerce el cargo hasta el
1° de agosto de 1753.
El primer año de su gobierno lo dedicó a realizar una
histórica visita pueblo a pueblo al extenso territorio de su jurisdicción; pudo conocer la labor de los misioneros y se
manifiesta sobre la situación precaria de los pocos indígenas que quedaban,
pues según, la mayor parte de ellos, debido al intenso verano de 1753, huyeron
más allá del Orinoco, internándose en las selvas de la inmensa Guayana.
Al parecer trabajó intensamente por rescatar las misiones y
los misioneros que estaban a punto de abandonar el territorio de la provincia
con la ayuda del Obispo Francisco Julián Antolino.
Carrocera (Ob.cit), al cual le doy más crédito, dice: que de la carta del obispo Pedro
Martínez de Oneca del 20-02-1752, se
demuestra que estaba en Cumaná, haciendo su vista pastoral; y, da una
versión distinta y favorable, en relación con los indígenas, la intensidad del
trabajo de los misioneros y la situación de la provincia.
Silverio González Varela, acucioso historiador cumanés,
dice que el obispo Francisco Julián Antolino, era un Teólogo eminente, natural de Zamora; estaba
en Cumaná en 1751, donde realizó un acucioso
largo trabajo, y se hallaba aun en Cumaná el 26 de octubre del año
siguiente; luego lo trasladaron al obispado de Caracas, donde murió en la
Guaira el 7 de agosto de 1755.
Tambien menciona González Varela, al obispo
Pedro Martínez de Oneca que estuvo en Cumaná en 1758 y 1759, cuando visitó toda
la diócesis , dejo sus constituciones y finó en Puerto Rico el 27 de abril de 1760. Como ciertamente estuvo.
FIN DEL TOMO I
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