martes, 20 de diciembre de 2016

MI PROPIO CANTO





 RAMÓN BADARACCO







MI PROPIO CANTO







 

 

 









CUMANA 2016







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Autor: Tulio Ramón Badaracco Rivero
Que firma RAMÓN BADARACCO
Prólogo: José Antonio Escalona Escalona
Copyright Ramón Badaracco. 2014
Título: FORMAS
Segunda edición, 1500 ejemplares
Hecho el depósito de ley
Titulo original: FORMAS.
Diseño de la cubierta, R. B.
Ilustración de la cubierta, R. B.
Depósito legal
Impreso en Cumaná
Telf. 0293-514-5753 – cel. 0416-811-4374




























PALABRAS PREVIAS

Ramón Badaracco como estudiante en sus mocedades y como estudioso siempre -ha frecuentado provechosamente las aulas: en Cumaná, Caracas y en Madrid.
Su actividad intelectual, plasmada en muchos libros,  en la primera de esas tres ciudades le ha conquistado  el reconocimiento de sus paisanos cultos como también el de  quienes en otras latitudes, han leído en la prensa  y en el libro  sus escritos  o lo han escuchado  disertar en asambleas, foros y recintos  académicos  con motivo de algún acontecimiento  histórico memorable  o de relevante interés cultural.
Abogado en exitoso ejercicio diario, no obstante encontró tiempo para dar fe de su vocación de poeta.
FORMAS es el título de poemas a los que he de referirme ahora, muy sucintamente, remiso como soy a la prolijidad.
Pero antes quiero hacer una sencilla acotación, a propósito de la siguiente declaración suya: “Detesto la perfección, me aburre; no me gusta la consonancia; por eso mis poemas huyen  de todo molde  y de toda regla”.
Celebro su actitud, pues ya sabemos que nada humano es absolutamente perfecto, si bien –en términos generales- puede ser perfectible. Sin embargo, esa perfectibilidad no la alcanza poeta alguno mediante el solo empleo  de técnicas expresivas –sean cuales fueren-  sino a través de un proceso de elaboración estética. También sabemos que los valores de la poesía no radican única y exclusivamente en la rima y el metro, o en la estructura de las estrofas.    
Ciertamente que  este fraterno y apreciadísimo poeta cumanés no ha necesitado  acudir a tales recursos preceptivos. No olvida él que hace tiempo los críticos literarios y exegetas  de la poesía declararon obsoleta, la didáctica distinción conceptual entre prosa y poesía. El poeta dispone de libertad para expresar en verso o en prosa sus creaciones. Igualmente es libre para hacerlo con estricta sujeción a las reglas tradicionales. De lo que no ha de prescindir es del ritmo, condición esencial de todo lenguaje literario. No olvidemos que en la antigüedad – aludo en particular a nuestros ancestros griegos- la poesía nació gemela de la música y el canto.
No olvidemos tampoco y por razones obvias, que toda creación exige un orden y éste obedece a unas normas. ¿Cuáles, en lo que concierne a la poesía? Aquellas que, -salvo las clásicas ortodoxas por ser intemporales- adquieren vigencia en determinadas épocas, a medida que sobrevienen los cambios de sensibilidad y estilo.
Hecha esta inevitable digresión, vuelvo a las FORMAS.
“Esquema para la poesía del hombre” el poema que inicia el libro consta de cinco partes armónicamente equilibradas. En ellas sorprendo visiones  y sentires  que evidencian la madurez del poeta. En otras  composiciones abundan imágenes novedosas  que confirman lo que acabo e afirmar. Cito al azar algunas: “Sus ojos llenos de luciérnagas”, “y de sus cabellos brotaban margaritas”... “El aliento marginal del alba decoraba su  piel de fantasías”... “y otra vez florecerán rosas en mis heridas”... “en el tardo bostezo de la sombra”...
“Las Sombras” es una composición en que dialogan el Libertador y el Mariscal.  Aquí el autor logra sortear los riesgos a que se expone la poesía  que se fundamenta en cónicas  del heroísmo, o que versa sobre personajes  tales como Bolívar y Gandhi
Naturalmente me satisfizo, de modo singular. El referido a quienes hemos estado familiarizados  con el tema.  “Poeta” es su título.
He aquí una muestra:
 
El poeta
Es pan
Es arcilla
Pluma de colibrí
Una pizca de azul
Un poco de sol
Una rendija de luz
Un poco de tiempo
Un pedazo de papel
Un creyón.

La  sencillez misma de esas imágenes son causa de líricas sugerencias. Me place aludir al  extenso y extraño poema “Conversando con la rana”

            Cuando me acerque a la mesa
En la terraza del hotel
Eran dos ojos vidriosos
De una rana verde
Gorda y chata.

Donde hace gala de sutil humor y de espontánea gracia. No evoca –afortunadamente los apólogos o fábulas que traen de coletilla  una moraleja, a la cual es alérgica toda poesía.
Los penúltimos cinco textos –cada uno de los cales tiene el nombre de “parábolas”, no me han permitido descubrir a simple vista su simbolismo, sin que ello signifique  desconocer su valor. En cambio “Ego”, el poema de cierre, resulta axiomático en su brevedad. Aplaudo sin resera  sus tres versos iniciales: “He sido tan ambicioso  que solo puedo conformarme con la libertad” –Sobra manifestar que la libertad de pensamiento y de sentimiento  y de palabra  lo es todo en la vida  y en la de todo poeta.
Ramón Badaracco ha escrito, entre otros libros, las novelas: La Casa Argos, Las Conjuradas, el Hombre que nunca Murió y las Aventuras de Guariguari y Bikini. En su condición de Cronista de Cumaná, ha escrito: Crónicas de Cumaná, Taller del Cronista, Los Fundadores de Cumaná, Gobernadores coloniales de Cumaná, y otros. Es miembro correspondiente en el Estado Sucre de las academias nacionales de Historia y de Ciencias políticas y sociales. 

José Antonio Escalona Escalona. 
  






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El poeta José Antonio Escalona Escalona, y Diana Ortiz de Badaracco, en la Casa de Andrés Eloy Blanco, de Cumaná, bautizan el libro con pétalos de rosa.












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Ilustración 1. Bautizo de “Los Encantados del Agua” de Jesús Torres, por Juan Liscano y Ramón Badaracco.















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Yo soy la poesía,
Me alargo en mis brazos
Y toco el hábitat
De la palabra













































Diana. Con ella quien no va a ser poeta




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INTROITO.


Me llamo Ramón Badaracco, nací en Cumaná el 8 de marzo de 1932. Mis padres: Marco Tulio Badaracco Bermúdez y María Providencia Rivero Morales, son poetas. Mi padre escribió toda su vida y sabía escribir, y mi madre componía canciones de amor que cantaba mientras bordaba, yo apenas pude imitarlos.
Soy abogado, ni bueno ni malo,  se es buen abogado cuando pagan bien y siempre he vivido en Cumaná, Estudié toda la vida  y aprendí muy poco, sin embargo, he recibido mucho de las buenas lecturas, gracias a Dios tengo una buena biblioteca en parte heredada de mi padre  y en parte por la vieja manía de comprar libros.
Mi mejor poema no lo escribí, es mi familia: mis padres, hermanos, hijos, nietos, y especialmente mi mujer, y aun más, todo lo que me rodea y amo entrañablemente. Estoy enamorado de mi mujer desde que tengo uso de razón y la amaré esta vida y aun en la eternidad, y por este amor en el que he vivido no tengo sino amor. El amor es la sabiduría y la sabiduría es la felicidad.
Detesto la perfección, me aburre; no me gusta rimar y menos me gusta la consonancia, por eso estos poemas huyen de todo molde, y de toda regla.
Otra cosa, este libro tiene una unidad temática en la palabra, pretender que no es un libro sino una colección de poemas, es no entenderlo. El poeta se pasa la vida estudiando su ego, sus interioridades, y va dejando pedazos de su alma en cada palabra, en cada suceso, en cada recuerdo. Eso hice.




A RAMON BADARACCO


Recorrimos las auroras
Difíciles caminos
En el quehacer y la esperanza
La amistad
Inquebrantable
Unida por el arte
La elocuencia de sus esquemas
Y transparente coraza
Un día fuimos semidioses
Creamos una Peña
Un regodeo de la palabra
Cumaná te merece
Te respira
Por la ofrenda de tu verbo
Siempre dispuesto
al toque final de la belleza


Silene Sanabria











SILENE, mi amiga en la poesía.



Para ti Silene, como daga
de acero toledana
enterrada en mi costado…

Te llevo siempre en la solapa
 a bordo del sueño.
A veces te veo volar
  Por el cerro Pan de Azúcar
Y tu risa como una guitarra…

Bajas conmigo entre retamas y cucaracheros…
Cada día me encuentro entre tus cosas
mas sensibles… y entre las plantas…
Y las  rosas que cuidas para que la tierra no sufra…
Y  leo y releo para encontrarme contigo
en la palabra.
Que oportuno ha sido su elixir
Que vaga es la distancia
Ahora…














A Ramón Badaracco

Viejo barco de augustas travesías, centinela en el puerto
que atrapa la memoria, se opone a la ceguera, las trampas del olvido;
lentamente va escanciando su vino sobre la pulpa indócil
de las caras del tiempo que fueron congelando innobles menesteres;
paso a paso le va raspando el moho en su cruzada a ignorados papeles;
le va cosiendo el polvo a la historia perdida, le va abriendo estafetas
a otro tiempo ilusorio, hacia delante, hacia nuevos portales
donde entierra sus anclas la novel esperanza del que sigue tu huella.

Ramón Ordaz

2011.




















Ramón Ordaz

A ti portalira, buen tahúr de agua y fuego.
Tu metáfora,  tu antorcha florida,
Tengo para ti una corona de laureles rojos.
Tengo ojos de valkiria para el trasluz
He robado un plano entre los astros
Para dejar allí, para siempre, tu palabra
Y sólo los dioses de la fama atisben tu secreto.


Ramón Badaracco




































A Ramón Badaracco


Tu crónica versada sobre ojos de alcatraz
descubre en la humedad de las historias renuentes
flotas de míticas diosas que bailotean dentro del castillo
regando trozos de nuevos y arquitectos días
sobre la ciudad caminando hacia el oxidado muelle

Tus verbos salpicados con madera silvestre del vino
hacen de la parodia abrazos de tiempo con los trajines puntuales
y no es tarde cuando dices que los lamentos de los vocablos
son ánimas deseosas de ser fugitivas de lo extraño

Eres colibrí picoteando vida que se derrama



Dalmiro Duran


































Mis coplas para Ramón Badaracco


Con bandola, cuatro y maracas revientan ya el galerón...
De Cumaná hasta Caracas se formó este parrandón...
Afinando la garganta pa´cantar con vozarrón…
Que cumplas y cumplas muchos mi Camarada Ramón ...

Lo declamó el Comandante con el casquillo al revés
sigo la copla danzante una y otra y otra vez.
Verseando en el Manzanares con el Cumpita y Juancito Rengel.
Pues Tulio Ramón dignamente arriba a los ochenta y tres.

Marineros estos versos que brotan de pico y pala…
Revoloteando en gaviotas corazón de madrugadas...
A ti mi padre querido… Cronista de mil palabras…
Nacido de los suspiros de mi ciudad Mariscala…

Solo espero que tu pluma incansable de escribir,
Siga bordando los cuentos del ángel y el Serafín.
Y en el alma del Turimiquire vaya un silbido sin fin...
Que diga Tulio Ramón. Que los cumplas muy Feliz.


Te ama tu hijo Jimmy Maguida…










BIOGRAFIA DE MI INFANCIA.

Martes 8 de marzo de 1932
Tarde de sol.
La cotorra canta en el cerezo centenario
Viejas coplas españolas.
Por fin el grito,
Sollozos bajo las sábanas.
El gato se estiró de ébano
El canario en cárcel llenó el espacio
Agua bendita en la palangana
Vertida en sabio rito
Y así estoy en esta actitud
De escriba de viejos libros.

Mi primer recuerdo,
El río vertía agua y lodo
Bajo los árboles totémicos
Salí debajo de una rama
Corrí buscando escondrijos y perolas;
escuché muchos gritos
Murió el Dr. Badaracco
Llanto. Más llanto. Tenía tres años.

Luego fue la gente
Las grandes ventanas de hierro
Mirando hacia la placita
Los corredores infinitos
Las velas espectrales
Las beatas con sus rosarios
y  mantillas españolas
Los rezos, las letanías, el féretro

Luego las mariposas,
Los azahares de las cajeras
Los parrales ubérrimos
  blancos y morados
El vuelo del cigarrón de carapacho amarillo,
La gota de agua en  el lirio,
El sapo gordo escondido
Bajo las gardenias, y, mi viejo

Su figura atildada y señera
Sus ojos, sus anteojos
Su andadura
traje blanco de lino inglés.
Hay tanto amor en su cabeza blanca
Tanta fe derramada en su equipaje vertical
Tanta bondad en su sonrisa.
Su paso largo se detuvo en el tiempo
No he dejado de verlo desde entonces
En esa actitud de apartar retoños
y cortar las anonas

Se iba por aquella  inmensa puerta
Escapa tanta luz, que puedo atisbar
Los guayacanes en flor
Cuando él camina hacia el zaguán
su cuerpo estrecha la puerta, 
nos deja su perfume, su traje impecable
y su infaltable sombrero Borsalino

Entonces, tampoco  puedo  ver
el roble pintando amarillos
escuchar el trino del Cristofué 
al azulejo tomando agua en la pilita
Ni a Cadó, su perro flaco y largo
Que es solo un ladrido.

Al Amanecer va subiendo entre piedras
Por calle Las Flores hacia Miramar
Coronillas y enredaderas en las paredes
Retamas y cardones en el cerro
Día tras día,  es mi  verdad
Mi único encuentro con los chivos de Jeromito
Ramoneando en los prados exuberantes
Las tetas colgadas y el chorro albo
Que fustiga como látigo la orilla azul del cántaro.

Mas allá los cardones, los higos
Los golosos Cucaracheros
Una alfombra de oro con espinitas en boleras,
Asedian los flancos de las primitivas alpargatas.
Las cazadoras reptan
Escondidas tras las cáscaras
Abandonadas por las cluecas.
Cadó ladra eufórico.

Al aire todos los granos
Gallinas y palomas forman la guasábara
Juan Morocho canta galerones
Mientras amarra con mamure
Latas en los techos de las casas de bahareque.
Hay una danza diaria
De palomas, paraulatas y chiritos
El relieve sinuoso se pierde hacia el castillo
Una ola de guazábanos
Tunas, retamas, cuicas y yaques,
Hacen la feudal geografía.
El, mensajero telúrico,
Todas las auroras, levanta con su dedo el disco lejano.
A su paso todas las cosas se llenan de furtiva gracia.


MI POESÍA


Mi poesía es la síntesis
De esa historia.
Rubén y Chocano me dieron la forma
Neruda su palabra
Andrés Eloy, la metáfora
Witman, la idea
José Antonio la esencia
Juan Ramón me abrió el camino
Que me cerraba la métrica.

Tagore me mostró el amor
Que Jesús me inspiraba
En toda la vaguedad de su espejismo.

Lorca me llevó de la mano
Para saltar la tristeza
Heredia y Machado
Lord Bairon y Lugones
Acrecentaron mi lira
Y Miguel Hernandez mi hizo
Llorar por la Patria.

Pero no ha sido en mí
Un milagro de erudición
Sino prodigioso descubrimiento
De mi conciencia.
En ella está encerrado
Como en cofre de Pandora
Todo mi ideal dormido
Y naciente

Lo que no sé ni entiendo
Me lo dice mi alma
Que al meditar descubre
Lo más oculto y misterioso
Las potencias que hay en mí
Que solo mi Dios supera

En esta cárcel podrida
Donde impera la materia
Que se pierde y se derrumba
En la primera contienda.

Pero el alma surge  perfecta
Para eternizar la esencia
Lo grande que aprendimos
Cuando éramos la crisálida
De otro Dios sobre la tierra

Cuando vayamos al otro mundo
En dimensión paralela
Seguiremos aprendiendo
Y al escribir de nuevo
Con polvo  de los cometas
Nuevas estrellas crearemos
Para sobrevivir con ellas







CONVERSANDO CON LA RANA


Cuando me acerqué a la mesa
En la terraza del hotel
Eran dos ojos vidriosos
De una rana verde
Gorda y chata.
Era una rana hippy
Peluda y desgreñada
Tenía puesto sombrero
Y una corbata manchada
Que le llegaba a los pies
Era una rana intelectual
Que amaba la filosofía
De repente me miró
Y comenzó a parlotear

Croac, croac, croac...

Quedé estupefacto.

Mirando a lo lejos
Sus ojos vidriosos
Perdidos y tristes
Dijo con serenidad:
Incapaces de morir
Los cangrejos cruzan
Las carreteras, y luego
Sus esqueletos azules
Desaparecen sin dejar rastro.
Las anémonas en fila
Cubre de miel
El alambre oxidado
De la cerca, y el río
Besa dulcemente el madero
Olvidado del leñador.
Aquel pájaro negro
Se desliza entre moléculas
Rutilantes e inconexas
Oh grade e insondable misterio.

Croac, croac, croac...






Señora rana
Usted razona muy bien
¿De dónde viene su sabiduría?
Es que soy analfabeta
Mi abuelo me dijo
Lee todo libro que encuentres
Así aprenderás todas las mentiras
Que escriben  los hombres de ingenio
Nos hemos enseñado tantas mentiras
Que ya no es posible
Separarlas de la verdad
Y si lo hiciéramos
Crearíamos el caos
Por eso es mejor aceptar
Lo falso y repudiar lo verdadero.

Croac, croac, croac...

Luego otra vez
La mirada perdida
Y su monólogo taciturno:
Esta bacteria crece dentro de mí
Hasta hacerse gigante
Y para la pascua cenará conmigo
Y gritará hasta que mi garganta
Enmudezca para siempre
Yo me aliento con ellas
Y terminan comiéndome

En la tarde el sol no se oculta
Esta fijo, con su solo ojo amarillo
Y marca un día menos
Para el señor Ford, son más.

Croac, croac, croac....

La rana dio un salto
Y cayó en el estanque
Todo quedó en silencio
Y la luna, reflejó sobre las ondas
Su luz amarilloverdeplata
Todas las estrellas juntas
Caben ahora en mi puño cerrado
Es mi fuerza, sin embargo
Recuerdo la bacteria
¡Tan pequeña!

Croac, croac, croac...



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