RAMÓN BADARACCO
SALVADOR
Y
DIEGO CÓRDOVA.
CUMANA
2016
Autor: Tulio Ramón Badaracco Rivero
Que firma Ramón Badaracco
Título de la obra:
SALVADO Y
DIEGO CORDOVA
Diseño de la cubierta R. B.
Ilustración de la cubierta R. B.
Depósito legal
Impreso en Cumaná
cronista40@hotmail .com
academia.sucre@gmail.com
Cel. 0416-8114374
INTROITO
EMINENTE
MÉDICO
DR.
SALVADOR CÓRDOVA
Forma parte de la legión de grandes
hombres que entregó la prodigiosa Cumaná a Caracas, a toda Venezuela y al
mundo, en el siglo XX. Entre los médicos figuran además de Salvador Córdova, a
su lado Luis Felipe Blanco, Diego Carbonell, Jesús Sanabria Bruzual, Baldomero
Benítez, Arturo Guevara Rivas, Juan Marcos Imery, José Tomás Jiménez Arráiz,
David Lobo Sénior, Juan Pietri, Francisco de Paula Rivas Maza, Jesús Maria
Rivas Mundarain, Manuel Russian y otros que sería prolijo mencionar.
El Dr. Salvador Córdoba, formidable
médico cumanés nacido en esta fecha, que después de intenso y meritorio
trabajo, fundando de la primera clínica hospital privada de Caracas, hoy
Maternidad de la Policlínica Caracas, con lo cual fue precursor de los
hospitales privados modernos. Recibió múltiples homenajes, solo como ejemplos
mencionaremos: Medalla de Oro del concurso internado del Hospital Vargas;
Premio Rafael Herrera Vegas; Premio Especial de la Academia Nacional de
Medicina, etc. Fue profesor de medicina de la Universidad Central de
Venezuela, se destacó como cirujano,
como humanista, escritor y académico. Fue individuo de número de la Academia
Nacional de Medicina. Rector de la dicha Universidad en 1936. Miembro fundador del Colegio de
Médico del Distrito Federal. Todo esto y mucho más. Dejó un importante legado
en el ejercicio de la medicina que honra al pueblo de Cumana. En Cumana formó
parte de la generación de escritores de
la revista “Broches de Flores” donde estaban José Antonio Ramos Sucre, Domingo y Marco Tulio Badaracco, Luis Teófilo
Nuñez, Juan Miguel Alarcón, Matías Acosta, Manuel de Jesús Alvares, José María
Milá de La Roca Díaz, etc. Su biógrafo Gabriel Briceño Romero, dice que “Nunca
se ha aislado del mundo de la cultura y de las letras, gracias a esa devoción
suya por las cosas superiores del espíritu, posee un estilo propio, directo,
castizo e inconfundible que lo señala también, como un literato sutil y
refinado”. Este gran médico cumanés
espera el bronce y el elogio de su pueblo.
Ficha técnica de la
Academia de Medicina del Dr. Salvador Córdoba. -17-
Fue electo
Individuo de Número el 30-11-1919, para el Sillón XXII. Se incorpora el
06-02-1922 con su trabajo titulado “Datos para la historia de la cirugía en
Venezuela: la primera colecistectomía” Fue presidente del 6º Congreso
Venezolano de Ciencias Médicas en 1955. Se graduó de doctor en medicina (1911),
su tesis doctoral versó sobre, “El tratamiento quirúrgico de las metritis
crónicas”. Realizó curso de posgrado en la Sorbona, París, en medicina, cirugía,
obstetricia y anatomía. A su regreso de Francia fundó la Clínica Córdoba. Fue
Rector de la UCV en 1936. Profesor titular de clínica terapéutica quirúrgica.
Presidente de la Sociedad Venezolana de Cirugía y Miembro Honorario de la misma
en 1951. Fue presidente de la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina y
Miembro Emérito de la Sociedad Internacional de Cirugía. Doctor Honoris Causa
de la Universidad del Zulia. Perteneció a diversas instituciones sociales,
científicas, gremiales, culturales, en nuestro país y en el exterior. Fue
amante de la música y tocaba el piano magistralmente.
DIEGO CÓRDOVA´
El Dr.
Diego Córdova, nació en Cumaná el doce de diciembre de 1891, recordamos al político revolucionario, compañero de Pedro
Elías Aristeguieta, escritor y poeta cumanés, y por ende a su hermano el
eminente médico Dr. Salvador Córdova, al que menciono otra vez porque ambos formaron parte indiscutible de
aquella generación de científicos, literatos y periodistas, que figuran en la
vanguardia de la cultura venezolana del siglo pasado; entre los cuales, por ser
de la misma generación cabe mencionar algunos, que se nos vienen a la memoria pero hay tantos
más que llenaríamos esta página y faltarían nombres: José Antonio Ramos Sucre, Andrés Eloy Blanco,
Marco Antonio Saluzzo, Cruz María Salmerón Acosta, José María Milá de la Roca
Díaz, Jacinto Gutiérrez Coll, Manuel Norberto Vetancourt, Pedro Elías Gutiérrez,
Estanislao Rendón, Arturo y Humberto
Guevara, Domingo y Marco Tulio Badaracco B., Luis Teófilo Núñez, Delfín Ponce
Córdoba, Federico Madriz, Jesús Sanabria Bruzual, Diego Carbonell, Ramón David
León, Juan Miguel Alarcón, Dionisio López Orihuela, Alberto y Luis Beltrán
Sanabria, Eliso, Joaquín y Agustín Silva Díaz, José Agustín Fernández, J.M.
Rondón Sotillo, J.A. Cova, Napoleón Blanco, Antonio Machado, Paco Damas Blanco,
y una decena más, que dieron lustre a
esa generación de intelectuales.
Fue
Diego un espíritu revolucionario que se opuso a toda suerte de dictaduras.
Durante el gobierno de Juan Vicente Gómez, perseguido va al exilio, se acoge a México, donde
trabaja como maestro y desarrolla su obra literaria y ejerce el periodismo.
En 1935,
cuando muere Juan Vicente Gómez, con prestigio bien ganado, regresa a Venezuela; pero vuelve a México como
Embajador y Ministro Plenipotenciario, allá se casa y procrea 4 hijos. Al ser derrocado don Rómulo
Gallegos en 1948, renunció a la embajada y se quedó a vivir en México.
Diego
Córdoba dejó como legado su ejemplo y una obra literaria de numerosos títulos,
tales como “La Ciudad Marinera y Mariscala’, “Venezuela Agonizante”, “Soñadores
en el destierro”, “Miranda Soldado del Infortunio”, “Caracas de la bohemia“ y
otros.
Eduardo
Avilés Ramirez, dice de él, que “…es uno de esos hombres modernos, pero en el
fondo dignos descendientes de los héroes de Plutarco; y agrega que era “…poeta,
periodista, diplomático de larga carrera, héroe civil, a veces hasta Quijote…”
Miguel
Ángel Mudarra nos dejó una corta nota sobre este eminente Cumanés, dice:
¨Escritor Cumanés que ha elaborado una obra fina constante de varios libros
enriquecido el patrimonio literario de Venezuela. Como luchador político fue un
consecuente antigomecista por lo que estuvo largo tiempo desterrado, habiendo
residido principalmente en México. Es periodista, su carrera diplomática deparó
a la Nación magníficos vínculos con los países en que la representó, entre
ellos México mismo. Fue embajador en algunas naciones europeas. Su obra
perdurable es la de escribir. Entre
otras obras ha escrito ¨Caracas de la Bohemia¨, nutrido de caraqueñísimo
típico; Miranda, hermosa biografía del Precursor. Continúa residiendo en
México; pero periódicamente regresa a la Patria, y se dirige a Cumaná. Es un vehemente admirador
de Andrés Eloy Blanco y de su gloria
poética. Se espera mucho de su creadora pluma.
Y el
excelso poeta Andrés Eloy lo glorificó
en el soneto que lo eleva a la
eternidad:
Desde
que al corazón le dolió un ala
la
usó en volar a la ciudad porteña
la
de la luna con que el sueño sueña
la
del río de amor con que resbala.
Del
mar al pan de miel que la desala
desde
el golfo a la chara ribereña,
cruzó
sin pasaporte o contraseña
la
Ciudad Marinera y Mariscala.
Tu ciudad
mi ciudad, la ciudad nuestra
donde
busco al varón en cuya diestra
la
espada es flor y la bondad capullo;
y
allí con él, digo tu nombre, Diego,
y al
corazón del Mariscal entrego
tu
corazón tan bueno como el suyo.
Nosotros, en
Cumaná, lo vemos como un exaltado que adjetivó a nuestra ciudad para siempre con el exergo: ¨Cumaná la ciudad Marinera y
Mariscala”.
Tenemos
de él muchos poemas que lo identifican
con nuestra escuela poética, veamos:
¡Oh
dama!
Recuerdas
¡Oh virgen! de formas divinas
la
euritmia sublime de Venus triunfal,
y pienso
que eres al ver que caminas
gentil y
ritmante cual un madrigal.
Deshójase
el verso del bardo que admira
la rosa
de minio sutil de tu boca,
y dulces
cadencias te brinda su lira
al ver
que tu gracia de ángel provoca.
Veamos al poeta visto por el Cronista de Cumaná,
Dr. José Mercedes Gómez.
Diego Córdova nació en Cumaná el
12 de diciembre de 1891. Formó parte de una generación notable de escritores y
poetas de relevante obra literaria que constituyó más significativo aporte de
su generación a las letras Cumanesas y de significativa figuración en la
literatura venezolana de todos los tiempos. Fue coetáneo de José Antonio Ramos
Sucre, Andrés Eloy Blanco, Luis Teófilo Núñez, Alberto y Luis Beltrán Sanabria,
Humberto y Arturo Guevara, Marco Tulio Badaracco y tantos otros que
sobresalieron en la literatura, la historia, el periodismo y las ciencias
médicas, como su hermano el Dr. Salvador Córdova, señera figura de las ciencias
médicas venezolanas. Asistió como los jóvenes de su época al instituto de
educación secundaria que con el nombre
de Colegio de Cumaná fundó en 1905, y dirigió durante muchos años, su pariente el insigne educador José Silverio
Córdova, luego de aprobadas con excelentes calificaciones los estudios de
primaria.
Al finalizar los estudios
secundarios se dirige a Caracas para la educación superior. Eran los tiempos de
clausura de la Universidad Central en el primer septenio del régimen de Gral.
Juan Vicente Gómez.
Decidido
opositor del régimen, se adhiere a los grupos juveniles que combaten la férrea
dictadura del gobierno. Como muchos otros toma el camino del exilio y se
residencia en Méjico, donde vivió hasta 1936 cuando regresó a Venezuela. Fue en
Méjico donde desarrolló su obra literaria, ejerció el periodismo durante sus
muchos años de exilio, así como la noble profesión de Maestro. Aquí contrajo
matrimonio. Dos hijos, varón y hembra, fueron los frutos de esa unión.
Finaliza
la dictadura, con justa razón para quien fue decidido demócrata, paradigma del
gentilicio cumanés y destacado representante de las letras venezolanas en el
exterior, ingresa en la carrera diplomática. Designado embajador y Ministro
{Plenipotenciario de Venezuela en Méjico, desempeñó con distinción y
brillantez.
Al
ser derrocado el gobierno de Don Rómulo Gallegos, renuncia a la Embajada y con
la hidalguía de siempre combate con la pluma y con los hechos el nuevo régimen
dictatorial. Su casa de Méjico es el hogar de los exiliados de 1948, como lo
fue también para los exiliados del Gomesismo. A el dedicó Andrés Eloy Blanco el
bello soneto que sirve de pórtico a este libro, la Ciudad Marinera y Mariscala,
editado por primera vez en Méjico en 1958, y que hoy reeditamos en forma
facsimilar.
Residenciado
en Méjico durante muchos años, fue en este país donde realizó su obra
literaria. Entre los varios títulos publicados señalaremos: Venezuela
Agonizante. Méjico 1926; Poemas de Ayer y de Hoy. .San José de Costa Rica 1943;
Bolívar y Roosevelt. Guatemala 1947. Soñadores en el Destierro. Méjico 1950;
Miranda Soldado del Infortunio. Méjico 1954; Presencia y Poemas de Juana de
Ibarboroug. Méjico 1954; Caracas de la Bohemia. Méjico 1955; Vida del Mariscal
Sucre. Méjico 1959; Los Exiliados de Juan Vicente Gómez. Méjico. 1959.
Como
podemos observar, fue en la ciudad de Méjico donde se editaron la mayoría de
sus libros, quizás por ello es ignorada su obra en nuestro país. Solo es
conocida por algunos biógrafos y escritores. Posiblemente, a esto se debe que,
su nombre no figure en el Diccionario de la fundación Polar (1988).
Nosotros
hemos encontrado en el antiguo periódico “Renacimiento” de Cumaná cinco
sonetos, que insertamos en esta segunda edición de la presente obra, así como
el epigrama que escribió, tal vez una de sus primeras producciones poéticas
para la bella señorita Elvira Ducharne, cuyo original nos facilito el Dr. Luis
Delfín Ponce Ducharne, hijo de quien seria ulteriormente Doña Elvira Ducharne
de Ponce.
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